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PORTADA DE YOGA, TAOISMO... FRENTE ESCRITURA

YOGA, TAOÍSMO

,CONFUCIONISMO, BUDISMO,

 FRENTE A LA  ESCRITURA

 

 

TRADUCCIÓN: Raul Loyola Román

 

 

 Confucio

Pat Zukeran

 

 

 

LA VIDA DE CONFUCIO

Entre todos los filósofos orientales, Confucio, que nació en550 a.C., es considerado el más grande. Sus enseñanzas son fundamentales para las culturas asiáticas. Su escritos, Los cinco clásicos, una colección de antigua literatura china, y Los cuatro libros, una colección de las enseñanzas de Confucio y de sus discípulos, fueron durante siglos el plan de estudios estándar de la educación china.

Las enseñanzas y la biografía de Confucio fueron escritas muchos años después de su muerte, y fueron editadas por sus discípulos. Si bien los historiadores presentan varios relatos de su vida, hay algunos hechos básicos de los que estamos razonablemente seguros y a partir de los cuales podemos bosquejar los principales sucesos de su vida.

 Confucio nació en la provincia de Lu, en el norte de China, en una familia humilde, y su padre murió cuando era joven. Comenzó a estudiar bajo el tutor de la aldea y a los quince años dedicó su vida al estudio. A los veinte años se casó, pero se divorció rápidamente de su esposa y mantuvo una relación distante con su hijo y con su hija. Antes de los treinta años se convirtió en maestro y reunió a un grupo de leales discípulos.

Confucio vivió durante la dinastía Chou (1100 a.C. a 256 a.C.). En este período el país estuvo dividido entre señores feudales. El orden moral y social estaba en un estado de descomposición. Confucio buscó una forma de restaurar el orden cultural y político. Él creía que la reforma vendría educando a los líderes en los clásicos y en la filosofía de él. Por lo tanto, buscó una posición de influencia política desde la cual pudiera implementar sus principios.

La tradición enseña que el duque de Lu lo designó en un puesto del gabinete a los cincuenta años de edad. Varios historiadores creen que con el tiempo ascendió a puestos públicos más altos. Debido a desacuerdos políticos y conflictos internos, renunció a su cargo a los cincuenta y cinco años y dejó la provincia de Lu. Entonces viajó durante trece años de estado en estado buscando persuadir a líderes políticos para que adoptaran sus enseñanzas. Si bien muchos señores lo respetaban, nadie le dio un cargo. Desalentado por la respuesta, dedicó sus años finales a la enseñanza y la escritura. Antes de su muerte, en 479 a.C., expresó su desánimo y desilusión con relación a su carrera.

 Sin embargo, algunos de sus discípulos pudieron alcanzar cargos importantes en el gobierno luego de su muerte. Modificaron sus enseñanzas y agregaron sus propias

 Perspectivas. Siglos después, el confucianismo se convirtió en la religión oficial de China y dio forma a la cultura del país. Los valores que prohijó -educación, lealtad familiar, ética del trabajo, el valor de las tradiciones, la conformidad a las normas tradicionales, honrar a los ancestros y una obediencia incondicional a los superiores- siguen arraigados en la cultura asiática.

 Hay mucho para apreciar con relación a la vida y las enseñanzas de Confucio. Los cristianos concuerdan con varios puntos de su filosofía de la ética, el gobierno y la conducta social. Sin embargo, hay algunas importantes diferencias entre el cristianismo y el pensamiento confucianista que investigaremos en las próximas secciones.

 

LA METAFÍSICA DE CONFUCIO

El confucianismo, según enseñó su fundador, no es una religión en el sentido tradicional. Es un código ético. La cultura china estaba imbuida de la religión del animismo, la creencia de que los dioses y espíritus viven en las formaciones naturales. Junto con una cosmovisión animista, existía la creencia en el culto a los ancestros. Los espíritus de los muertos debían ser honrados y cuidados por los familiares vivos.

Sin embargo, en sus enseñanzas Confucio evitó los temas espirituales. Se lo puede clasificar como un agnóstico que creía en los espíritus y lo sobrenatural, pero que no estaba interesado en ellos. Tenía una perspectiva humanista y racionalista. «Su posición en asuntos de fe era ésta: todo lo que parecía contrario al sentido común en la tradición popular y todo lo que no servía algún propósito social capaz de ser descubierto, lo consideraba fríamente».{1} La respuesta a los problemas culturales y sociales se encontraban en la humanidad misma y no en nada sobrenatural.

Un discípulo de Confucio escribió: «El maestro nunca habló de prodigios, hazañas de fuerza, trastornos o espíritus»(Analectas 7:20). Confucio mismo dijo: «Dedicarse apasionadamente al deber que uno tiene para con la humanidad y respetar a los espíritus mientras se mantiene distante de ellos, puede denominarse sabiduría» (Analectas 6:20). «Los puntos de vista de nuestro maestro con relación a la cultura y la demostración exterior de bondad, se nos permite escuchar; pero acerca de la naturaleza del hombre y los caminos del cielo, no nos dirá absolutamente nada»(Analectas 5:12).

Confucio menciona de vez en cuando el «mandato del cielo».

Aparentemente interpreta esto como la ley natural o el orden moral dentro de las cosas. Los hombres deben buscar vivir dentro de este orden. Uno debe cuidarse de no violar la ley del cielo. Confucio escribió: «A quien se coloca incorrectamente con relación al cielo no le queda ningún medio de expiación» (Analectas 3:13). En el sistema confucianista, un ser divino no tiene un papel significativo; su filosofía está centrada en el hombre y depende del esfuerzo propio. El hombre es suficiente para alcanzar el carácter ideal a través de la educación, el esfuerzo propio y la autorreflexión. La meta de la vida era vivir una buena vida moral. Luego de su muerte, el confucianismo evolucionó, combinando las religiones chinas tradicionales con el budismo para agregar un componente espiritual.

En contraste, el cristianismo está centrado en Dios. Está fundado en una relación con un Dios personal que está involucrado con el mundo. Confucio se centró en la vida aquí, en esta tierra. Jesús se centró en la eternidad. Para Jesús, lo que ocurre en la eternidad tiene ramificaciones aquí en la tierra. En Mateo 6:19 y 20 Jesús dijo: «No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar». Aquí vemos las perspectivas básicamente diferentes de Jesús y Confucio.

En contraste, el cristianismo está centrado en Dios. Está fundado en una relación con un Dios personal que está involucrado con el mundo. Confucio se centró en la vida aquí, en esta tierra. Jesús se centró en la eternidad. Para Jesús, lo que ocurre en la eternidad tiene ramificaciones aquí en la tierra.

 

 

LA ÉTICA DE CONFUCIO

Hay tres principios clave que se enfatizan en las enseñanzas de Confucio, los principios de Li, Jen y Chun-Tzu. El término Li tiene varios significados, y suele traducirse como decoro, reverencia, cortesía, ritual o la norma de conducta ideal. Es lo que Confucio consideraba como la norma ideal del comportamiento religioso, moral y social.

El segundo concepto clave es el principio de Jen. Es la virtud fundamental de la enseñanza confucianista. Jen es la virtud de la bondad y la benevolencia. Se expresa mediante el reconocimiento del valor de los demás y la preocupación por ellos, independientemente de su rango o clase. En las Analectas, Confucio resume el principio de Jen en esta afirmación, que suele ser llamada la Regla de Plata: «No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti»(Analectas 15:23). Li brinda la estructura para la interacción moral. Jen lo convierte en un sistema moral.

El tercer concepto importante es el de Chun-Tzu, la idea del verdadero caballero. Es el hombre que vive de acuerdo con las normas éticas más elevadas. El caballero muestra cinco virtudes: autor-respeto, generosidad, sinceridad, persistencia y benevolencia. Sus relaciones se describen de la siguiente forma: como hijo, siempre es leal; como padre, es justo y amable; como oficial, es leal y fiel; como esposo, es recto y justo; y, como amigo, es fiel y discreto.

Si todos los hombres vivieran según los principios de Li y de Jen, y se esforzaran por tener el carácter de un verdadero caballero, la justicia y la armonía gobernarían el imperio.

El cristiano encuentra que coincide con muchos de los principios y virtudes éticos de Confucio. Concordaría también con muchas de las cualidades del carácter del verdadero caballero, y trataría de desarrollar esas cualidades.

Lo que explica la similitud entre la ética del confucianismo y otros sistemas religiosos es lo que dice Pablo en Romanos 2. Dentro de todo hombre existe una conciencia, o ley natural, dada por Dios, que guían nuestra conducta moral. Esto ocurre porque fuimos creados a la imagen de Dios, así que reflejamos el carácter de Él. Sin embargo, la similitud de códigos éticos no significa que las religiones son iguales.

Sin embargo, la similitud de códigos éticos no significa que las religiones son iguales.

La diferencia clave puede ser ilustrada de la siguiente forma.

La ley confuciana está resumida en la Regla de Plata. Jesús resume sus enseñanzas de esta forma: «Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mateo 22:37-39). Confucio creía que, a fin de verdaderamente lograr los principios de Li, Jen y el carácter de un verdadero caballero, uno debía mirar dentro de uno mismo. Jesús lleva su enseñanza un paso más adelante. Todos sus principios giran alrededor de una relación con Dios primero. Sólo entonces podemos verdaderamente amar a nuestro prójimo.

Jesús lleva su enseñanza un paso más adelante. Todos sus principios giran alrededor de una relación con Dios primero. Sólo entonces podemos verdaderamente amar a nuestro prójimo.

 

 

 

LA NATURALEZA DEL HOMBRE

La filosofía confucianista está edificada sobre la creencia fundamental de que el hombre es básicamente bueno. Las Analectas dicen: «El Maestro dijo: ‘¿Está la bondad realmente tan lejos? Si realmente quisiéramos la bondad, deberíamos encontrar que está a nuestro lado'» (Analectas7:29). El discípulo confuciano Mencio desarrolla esto más y dice: «La naturaleza del hombre es naturalmente buena, así como el agua fluye naturalmente hacia abajo» (Chan 52). Esta bondad innata podría ser desarrollada y actualizada mediante la educación, la autorreflexión y la disciplina. El

estudio de las seis artes, que incluyen la ceremonia, la música, la arquería, conducir cuádrigas, la escritura y las matemáticas, desarrollaría el carácter de una persona.

Sin embargo, a pesar de la bondad natural del hombre, Confucio enfrentó la realidad sinceramente. Cuestionó el hecho de que fuera posible alguna vez alcanzar el nivel de un verdadero caballero. Confucio dijo: «Yo, por mi parte, aún no he visto a nadie al que le interesara realmente la bondad, ni nadie que realmente aborreciera la maldad» (Analectas4:6). Se dijo a sí mismo: «En cuanto a ser un sabio divino o aun un buen hombre, lejos esté de mí hacer atribuirme semejantes cosas» (Analectas 7:33). «El Maestro dijo: ‘Los Caminos del verdadero caballero son tres. Yo mismo no he logrado éxito en ninguno de ellos'» (Analectas 14:30). Pero si el hombre es bueno por naturaleza, ¿por qué no podemos alcanzar lo que debería resultarnos natural?

Pero si el hombre es bueno por naturaleza, ¿por qué no podemos alcanzar lo que debería resultarnos natural?

 

La Biblia está basada en una visión contrastante del hombre. Enseña que el hombre ha sido creado a la imagen de Dios, y era originalmente bueno. Sin embargo, debido a la caída, en Génesis 3, el hombre es ahora pecador y está en rebelión contra Dios. Por lo tanto, su tendencia natural es desobedecer los mandamientos de Dios, y tiene el impulso de complacerse a sí mismo. Pablo dice, en Romanos 7:18: «El querer el bien está en mí, pero no el hacerlo».

De los dos puntos de vista -el de Confucio y el de la Biblia-,¿cuál representa la verdadera realidad de la naturaleza humana? ¿Pensamos naturalmente pensamientos puros y santos o, dejada libre, nuestra mente siente deseos carnales y anhela riquezas materiales? ¿Qué tendencia surge en nosotros naturalmente, pensar en cosas nobles o en cosas egoístas? ¿Qué ha demostrado la experiencia personal y la historia?

Según la Biblia, la buena educación es un paso positivo para ayudar a cambiar al hombre, pero se queda corto. El hombre necesita una transformación del corazón. La transformación de la vida ocurre cuando una persona entra en una relación personal con Dios a través de su Hijo, Jesucristo. La naturaleza de una persona es transformada porque el Espíritu de Dios mora en ella. Si bien el cristiano no es capaz de vivir los principios de Dios impecablemente, no queda librado a vivir una vida santa por su cuenta. Dios le brinda el Espíritu Santo para que more en él y le permita vivir en obediencia a su ley.

 

UNA CRÍTICA FINAL

La mayoría de las personas de ascendencia asiática tal vez no sean adherentes estrictos al confucianismo, pero todas están influidas por su filosofía. Todo el que busca servir en culturas asiáticas encontrará que vale la pena leer las obras de Confucio. El confucianismo predica muchos buenos principios de ética. Es muy adaptable y muy fluido en su estructura. Esa ha sido una debilidad, pero también una fortaleza del sistema, ya que le permite unirse a otros sistemas religiosos inclusivos. Sin embargo, el sistema tiene algunas deficiencias.

Confucio enseñó un sistema muy pragmático y utilitarista.

Sin embargo, las personas no logran sobrevivir durante un período largo en este tipo de sistema. Pronto necesitarán una metafísica que sostenga el sistema ético, que les dé un significado último para su existencia y les ofrezca esperanza cuando enfrenten el sufrimiento injusto y el mal. El confucianismo se queda corto como una visión integral de la vida, porque no aborda varios temas clave. Primero, el sistema confucianista lo deja a uno espiritualmente vacío porque no contesta la pregunta: ¿cuál es la naturaleza de lo último religioso? El hombre es un ser espiritual. Agustín dijo que dentro de cada hombre hay un vacío con forma de Dios que sólo puede llenar Dios. El anhelo de respuestas espirituales no es un asunto occidental sino algo esencial para todos los hombres. La cultura china siempre ha mostrado un deseo de llenar este vacío espiritual. El animismo chino y el culto a los ancestros nunca han sido eliminados. El pensamiento confucianista terminó por combinarse con el animismo chino. Cuando el budismo introdujo la cosmología de la rencarnación, fue incorporada ávidamente dentro del sistema confucianista.

Segundo, el sistema confucianista no contesta la pregunta clave: «¿Por qué existe el universo y qué explica su origen?». Una pregunta relacionada es: «¿De dónde vine yo?». Esto conduce a las siguientes preguntas: «¿Cuál es el significado de la existencia de la humanidad en el universo?» y «¿Cuál es el significado último de mi existencia?”.

Tercero, el sistema confucianista no contesta la pregunta: «¿Qué ocurre después de la muerte?». La muerte es un dilema universal para toda la humanidad, y esta pregunta tiene que ser contestada. Lo que ocurre después de la muerte tiene tremendas ramificaciones con relación a cómo viviremos aquí, en la tierra. ¿Hay una recompensa o un castigo luego de la vida en la tierra? ¿Qué determina el estado de una persona luego de la muerte? Sin ninguna explicación sobre esto, el confucianismo no puede ofrecer ninguna esperanza verdadera a quienes han experimentado el mal o el sufrimiento injusto.

Finalmente, el confucianismo está construido sobre el fundamento falso de que el hombre es innatamente bueno. La experiencia, la historia y la Biblia lo dejan en claro: el hombre es pecador por naturaleza y naturalmente busca complacerse a sí mismo.

El cristianismo ofrece una visión integral de la vida, porque explica la naturaleza de Dios, nuestra relación con Él, el origen de la creación y lo que ocurre después de la muerte. Jesús nos ofrece significado en la vida y una esperanza eterna que la muerte no puede vencer.

 

El cristianismo ofrece una visión integral de la vida, porque explica la naturaleza de Dios, nuestra relación con Él, el origen de la creación y lo que ocurre después de la muerte. Jesús nos ofrece significado en la vida y una esperanza eterna que la muerte no puede vencer.

 

 Notas

1. John Noss, Man’s Religion (New York: MacMillan Company, 1968), p. 392.

2. Lin Yutang, The Wisdom of Confucius (New York: Random House, 1938), p. 216.

Bibliografía

Analects of Confucius. Traducido por Arthur Waley. New York: Harper Collins Publishers, 1992.

Anderson, Norman. The World’s Religions. Grand Rapids: Inter-Varsity Press, 1975.

Chung, Tsai. Confucius Speaks. New York: Anchor Books 1996.

Cleary, Thomas. The Essential Confucius. San Francisco: Harper Collins Publishers, 1992.

Halverson, Dean. The Compact Guide to World Religions. Minneapolis: Bethany House Publishers,

1996.

Harper Collins Dictionary of Religion. Editor, Jonathan Smith. San Francisco: Harper Collins Publishers, 1995.

I Ching. Traducido por Richard Wilhelm. New York: Princeton University Press, 1979.

• McDowell, Josh, & Don Stewart. Handbook of Today’s Religions. San Bernadino, CA: Here’s Life Publishers, 1983.

 

• Noss, John. Man’s Religions. New York: MacMillan Company, 1968.

• Parrinder, Geoffrey. World Religions. New York: Facts on File Publications, 1983.

• Wilson, Epiphanius. The Wisdom of Confucius. New York: Avenel Books, 1982.

• Yamamoto, Isamu. Buddhism, Taoism, and Other Eastern Religions. Grand Rapids, MI: Zondervan Publishing House, 1998.

 

 

 

 

Acerca del Autor

 

Patrick Zukeran es un conferencista asociado de Probe Ministries. Se graduó de Point Loma Nazarene College en San Diego, California y tiene un Th.M. del Dallas Theological Seminary. Actualmente sirve como pastor del Asian American Baptist Church en Richardson, Texas.

1900 Firman Drive, Suite 100

Richardson, TX 75081

Estados Unidos de Norteamérica

Teléfono: +1 (972) 480-0240

Usado con permiso.

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El taoísmo filosófico: Una

evaluación desde el

Cristianismo

Michael Gleghorn

EL TAOÍSMO Y EL TAO

Tradicionalmente se considera que la filosofía del taoísmo se originó en China con un hombre llamado Lao-tzu. Si bien la mayoría de los estudiosos dudan de su existencia como figura histórica, la tradición afirma que vivió entre 604 y 517 A.C. Según cuenta la historia, Lao-tzu, “entristecido porque su pueblo tenía poca disposición para cultivar la bondad natural que él proclamaba”, {1} decidió dirigirse hacia el oeste y abandonar la civilización. En el momento de su partida, el guardián de la puerta le pidió que escribiera sus enseñanzas para el bien de la sociedad. Lao-tzu accedió, se aisló durante unos días, y volvió con una breve obra llamada Tao-Te Ching, “El Clásico del Camino y su Poder”.{2} Esta obra “contiene 81 capítulos cortos que describen el significado del Tao y la forma en que deberíamos vivir según el Tao”.{3} La palabra Tao generalmente se traduce como “camino”, pero también se puede interpretar como “senda”, “sendero” o “trayecto”.

El principal objetivo del taoísmo filosófico es “vivir intentando conservar el dinamismo de la vida, evitando derrocharla de maneras inútiles, agotadoras, representadas principalmente por la fricción y el conflicto”.{4} Esto se logra viviendo en armonía con el Tao, o Camino, en todas las cosas: el camino de la naturaleza, de la sociedad, y de nosotros mismos. Los filósofos taoístas tienen un concepto particular que caracteriza la acción en armonía con el Tao.

Lo llaman wu-wei. Literalmente, esto significa ‘falta de acción’, pero en la práctica implica no tomar ninguna acción que sea contraria a la naturaleza. Así, “la acción en el modo de wu-wei es la acción donde la fricción en las relaciones interpersonales, en los conflictos interiores de la psiquis y con respecto a la naturaleza– se reduce al mínimo”. {5}

Pero si hemos de vivir en armonía con el Tao, primero debemos tener alguna idea de lo que es. Y esto presenta alguna dificultad, ya que Tao-Te Ching comienza diciendo que no hay palabras adecuadas para explicar el Tao: “El Tao… del que podemos hablar no es el Tao eterno”. {6} Pero si bien las palabras no pueden explicar plenamente el Tao, al menos lo pueden sugerir. En el capítulo 25 leemos: “Algo no diferenciado, y sin embargo completo, Que existía antes del cielo y la tierra. Silencioso e informe, no depende de nada y no cambia. Opera por doquier y está libre del peligro.

Podría considerarse la madre del universo.

No conozco su nombre; lo llamo Tao”.{7} Este pasaje dice mucho acerca del Tao. Por ejemplo, es anterior al universo físico. {8} Es independiente y no cambia. Opera en todas partes. Y aparentemente dio a luz el universo. Si esto fuera así, quizás podríamos pensar que el Tao es muy similar al Dios cristiano. Sin embargo, algunas de estas similitudes son más aparentes que reales, y existen además diferencias significativas.

DIOS Y EL TAO

En el taoísmo filosófico, “Tao” es la palabra utilizada para señalar la realidad última. “Tao es esa realidad… que existía antes de todas las demás cosas y dio lugar a todas las demás cosas, incluyendo el Cielo y la Tierra, y todo lo que hay sobre o dentro de ellos”. {9} Inicialmente se podría pensar, entonces, que lo que representa el Tao para un taoísta es prácticamente igual a lo que representa Dios para el cristiano. ¿Pero es realmente así?

Después de Lao-tzu, el representante más importante del taoísmo filosófico fue un hombre llamado Chuang-tzu, que aparentemente vivió entre 399 y 295 A.C.

Es el autor de un texto denominado Chuang Tzu. Si bien el pensamiento de estos dos hombres es sin duda diferente, también existen importantes similitudes. Una de ellas radica en la relación del Tao con el universo físico. Utilizando palabras que parecen hacer eco del Tao-Te Ching, el Chuang Tzu declara: “Antes de comenzar a existir el cielo y la tierra, el Tao existía por sí mismo, desde todos los tiempos… Creó el cielo y la tierra”. {10}

La parte más importante de esta declaración es que el Tao creó el cielo y la tierra. ¿Cómo debemos entender esto? ¿Chuang-tzu considera que el Tao es el Creador en el mismo sentido en que los cristianos aplican esta palabra a Dios?

Probablemente no. Al considerar estas cuestiones, un comentarista escribió: “Claramente ningún Dios personal… armoniza con la filosofía de Chuang Tzu”. {11}

Concretamente, los taoístas ven al Tao más como un principio que como una persona. De hecho, algunos estudiosos hablan del Tao como “una fuerza impersonal de existencia que está más allá de la diferenciación”. {12} ¿Cómo se compara, entonces, el concepto del Tao con la perspectiva cristiana de Dios en la Biblia?

Tanto al Tao como a Dios se les atribuye haber creado el cielo y la tierra. Esta similitud puede ofrecer un punto inicial de contacto entre cristianos y taoístas, una forma de entablar un diálogo significativo sobre la naturaleza de la realidad última. Como cristianos, siempre debemos reconocer cualquier terreno en común que podamos compartir con personas con perspectivas religiosas diferentes. En Hechos17 Pablo hace precisamente eso cuando habla en el Areópago, en Atenas. En el versículo 28 cita con aprobación a dos poetas paganos para ayudar a ilustrar un aspecto de la naturaleza de Dios.

Pero Pablo también hizo distinciones entre la doctrina cristiana de Dios y las creencias de los atenienses. Del mismo modo, nosotros también debemos percibir cómo difiere el Tao del concepto bíblico de Dios. La mayor diferencia es que el Tao es impersonal mientras que Dios es personal. El Tao es como una fuerza, principio o energía; el Dios cristiano es un ser personal. Es crucial comprender que la realidad última no puede ser personal e impersonal al mismo tiempo y en el mismo sentido. Consideremos las razones que existen para creer que la realidad última es personal.

Pablo también hizo distinciones entre la doctrina cristiana de Dios y las creencias de los atenienses. Del mismo modo, nosotros también debemos percibir cómo difiere el Tao del concepto bíblico de Dios. La mayor diferencia es que el Tao es impersonal mientras que Dios es personal. El Tao es como una fuerza, principio o energía; el Dios cristiano es un ser personal.

LA MORAL Y EL TAO

El taoísmo filosófico enseña que el Tao, o la realidad última, es impersonal. Si esto es así, ¿qué sucede entonces con la moralidad? ¿Una fuerza impersonal puede ser la fuente de valores morales objetivos aplicables para todos los hombres, en todo tiempo y lugar? ¿Una fuerza impersonal es capaz de distinguir entre el bien y el mal? ¿O son sólo los seres personales que pueden hacer ese tipo de distinción? ¿Qué pasa entonces con ese ineludible sentido de obligación que sentimos todos de hacer lo bueno y evitar lo malo? ¿Podemos estar moralmente obligados a obedecer una fuerza impersonal? ¿O acaso esa sensación constante de obligación moral que tenemos no parece presuponer la existencia de un Legislador Moral ante quien somos responsables moralmente?

¿Una fuerza impersonal puede ser la fuente de valores morales objetivos aplicables para todos los hombres, en todo tiempo y lugar? ¿Una fuerza impersonal es capaz de distinguir entre el bien y el mal? ¿O son sólo los seres personales que pueden hacer ese tipo de distinción? ¿Qué pasa entonces con ese ineludible sentido de obligación que sentimos todos de hacer lo bueno y evitar lo malo? ¿Podemos estar moralmente obligados a obedecer una fuerza impersonal? ¿O acaso esa sensación constante de obligación moral que tenemos no parece presuponer la existencia de un Legislador Moral ante quien somos responsables moralmente?

Estas preguntas son importantes en la medida que cada uno de nosotros, si somos sinceros, reconoce que hay una distinción objetiva entre el bien y el mal moral. Las distinciones de este tipo no dependen en definitiva de nuestras preferencias o sentimientos; son esenciales para la naturaleza misma de la realidad. Pero el Tao no es capaz de hacer este tipo de distinciones, ni de servir de fuente de estos valores morales objetivos. Sólo un agente personal puede cumplir estas funciones. “La forma última del Tao está más allá de las distinciones morales”. {13}

La doctrina del relativismo moral se enseña explícitamente en los escritos de Chuang-tzu. Escribe: “A su manera todas las cosas son buenas… la generosidad, la rareza, el engaño y la anormalidad. El Tao los identifica a todos como uno”. {14} Esta aseveración ayuda a aclarar por qué la noción de un Dios personal no es consistente con la filosofía taoísta.

Las personas establecen distinciones morales entre lo correcto y lo incorrecto, el bien y el mal. Pero, según Chuang-tzu, el Tao impersonal los identifica a todos como uno.

Esto tiene serias implicancias para los taoístas filosóficos. Si la meta del sabio taoísta es vivir en armonía con el Tao, ¿no debería abandonar las distinciones morales? Si el Tao no hace distinciones de esta índole, ¿por qué habrían de hacerlo sus seguidores? Lo cierto es que Chuang-tzu menosprecia a los que aceptan estas distinciones declarando que ‘deben ser estúpidos o estar errados’”. {15}

El cristianismo bíblico, en cambio, enseña que existe tal cosa como los valores morales objetivos. La fuente de estos valores es el Dios eterno, santo y trascendente de la Biblia. A diferencia del Tao, el Dios cristiano no está más allá de las distinciones morales. Muy por lo contrario, Juan nos dice: “Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad” (1 Juan 1:5).

Y Moisés lo describe así: “Dios es fiel; no practica la injusticia” (Deuteronomio 32:4). Y al tiempo que el taoísmo proclama un principio impersonal que no juzga a nadie, el apóstol Pablo describe a un Dios personal ante quien todos somos moralmente responsables y que un día juzgará al mundo con justicia (Hechos 17:31; Romanos 1:18-2:6). En pocas palabras, un Legislador Moral personal ofrece una mejor explicación de los valores morales objetivos que un principio impersonal.

En pocas palabras, un Legislador Moral personal ofrece una mejor explicación de los valores morales objetivos que un principio impersonal.

LAS PERSONAS Y EL TAO

Ya mencionamos que el taoísmo filosófico y el cristianismo bíblico difieren con respecto a la naturaleza de la realidad última. Los taoístas consideran que la realidad última (o sea, el Tao) es una fuerza impersonal que dio existencia al universo. Los cristianos consideran que la realidad última (o sea, Dios) es el Creador personal del universo. La ley de la no contradicción dice que es imposible que la realidad última sea a la vez personal e impersonal, en el mismo sentido. Por ende, si una de estas creencias es verdad, la otra indudablemente debe ser falsa.

Mi argumento es que si los valores morales objetivos son reales (y todos vivimos como si lo fueran), entonces es más razonable creer que la fuente de esos valores es personal, y no impersonal. Ahora quisiera continuar con esta línea de pensamiento argumentando que la existencia de las personas humanas se explica mejor apelando a un Creador personal y no a un principio impersonal como el Tao. Para ayudarnos a ver por qué esto es así, consideremos brevemente algunas de las diferencias entre un ser personal y un principio impersonal.

En primer lugar, los seres personales (como los hombres y las mujeres) poseen atributos como el intelecto, las emociones y la voluntad. En otras palabras, tienen la capacidad de pensar, sentir y seguir una acción que ha evaluado. Un principio impersonal no puede hacer ninguna de estas cosas. Además, un ser personal tiene la capacidad de establecer y mantener relaciones con otras personas. Pero, de nuevo, esto es algo que una fuerza impersonal sencillamente no puede hacer. Si una causa debe ser siempre más grande que el efecto que produce, entonces ¿tiene más sentido creer que la causa última de las personas humanas es personal o impersonal?

 

Si una causa debe ser siempre más grande que el efecto que produce, entonces ¿tiene más sentido creer que la causa última de las personas humanas es personal o impersonal?

La Biblia dice que los hombres y las mujeres fueron creados a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26, 27). Se describe a Dios como un ser que posee todos los atributos de un ser personal. Dios piensa, sabe y comprende (Salmos139). Experimenta emociones como la tristeza (Génesis 6:6) y la alegría (Mateo 25:21; Juan 15:11). La Biblia nos dice que “hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad” (Efesios 1:11). Finalmente, puede establecer y mantener relaciones con otras personas (Jeremías 1:5; Gálatas 1:15). De hecho, esto era así aun antes que Dios creara nada, pues desde la eternidad las tres distintas personas de la Deidad Padre, Hijo, y Espíritu Santo– han disfrutado de una íntima relación y comunión mutua (Juan14 al 17).

Es sumamente importante comprender que el Tao impersonal no posee ninguno de estos atributos personales. Pero si lo personal es superior a lo impersonal, entonces parece más razonable creer que la causa última de las personas humanas también debe ser personal. Así, entonces, el Dios personal de la Biblia ofrece una mejor explicación de la existencia de las personas humanas que el Tao impersonal.

EL EVANGELISMO Y EL TAO

Señalé anteriormente que una de las diferencias fundamentales entre el taoísmo filosófico y el cristianismo bíblico es la naturaleza de la realidad última.

Los taoístas sostienen que el Tao es impersonal; los cristianos sostienen que Dios es personal. Argumenté que es más razonable creer que tanto los valores morales como las personas humanas provienen de una fuente que en definitiva es personal y no impersonal. Quisiera concluir presentando una línea de razonamiento más para apoyar esta postura. {16}

Al final del capítulo 67 del Tao Te Ching leemos lo siguiente: “Cuando el Cielo ha de salvar a una persona, el Cielo lo protegerá con un profundo amor”. {17} ¿Cuál es el significado de una afirmación de este tipo? Si bien se puede argumentar que simplemente es una forma de decir, es interesante que el autor aparentemente haya sentido la necesidad de dotar de atributos personales a un Cielo supuestamente impersonal.

Por ejemplo la frase “Cuando el Cielo ha de salvar a una persona” parece implicar una acción meditada de parte del Cielo. Pero sólo las personas pueden tomar acciones meditadas; una fuerza impersonal no lo puede hacer.

Además, la segunda mitad de la frase habla de que el Cielo protege a la persona con un “profundo amor”. Pero una fuerza impersonal es incapaz de amar. Este amor, una vez más, parece requerir un agente personal.

Otra declaración interesante del Tao Te Ching aparece al final del capítulo 62:

 “¿Por qué los antiguos veneraban tanto a este DAO? ¿No es porque se dice de él: ‘Quien pida recibirá; quien peque será perdonado’? He aquí la razón por la que el DAO es lo más exquisito de la tierra”. {18}

Este pasaje también dota de atributos personales al Tao impersonal. Específicamente, dice que el Tao perdona a los pecadores. Esto nos enfrenta a dos dificultades. En primer lugar, “el perdonar2 implica que hay una norma moral que se quebrantó. ¡Pero el Tao está más allá de estas distinciones morales! {19} En segundo lugar, sólo las personas pueden perdonar. Una fuerza impersonal no es capaz de hacerlo.

Son las declaraciones de este tipo que pueden servir de oportunidad para que los cristianos describan a sus amistades taoístas el inmenso amor y perdón de Dios revelado en la Biblia. Jesús habló del profundo amor de Dios cuando dijo: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna” (Juan 3:16). Y el apóstol Juan habló de la constante voluntad de Dios de perdonar a sus hijos cuando escribió: “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad” (1 Juan 1:9). Puesto que solamente las personas son capaces de amar y perdonar, parece razonable creer que el Dios personal de la Biblia, y no el Tao impersonal del taoísmo, es la fuente última de tan preciosos dones.

Notas

1. Huston Smith, The World’s Religions (San Francisco: Harper Collins, 1991), 197.

2. Ídem.

3. Kenneth Boa, Cults, World Religions and the Occult(Wheaton, IL: Victor Books, 1990), 57.

4. Smith, 200.

5. Ídem.

6. Tao-Te Ching, traducción de Wing-Tsit Chan, A Source Book in Chinese Philosophy (New Jersey: Princeton University Press, 1963), 139.

7. Ídem., 152.

8. Sin embargo, en el capítulo 7 de la traducción de Chan leemos: “El Cielo es eterno y la tierra imperecedera”. Hay algunas aparentes incoherencias en Tao Te Ching.

9. Robert Henricks, Confucius, the Tao, the Ancestors, and the Buddha: The Religions of China, in Great World Religions: Beliefs, Practices and Histories, Part IV (n.p.: The Teaching Company Limited Partnership, 1998), 14.

10. Chuang Tzu, trans. Wing-Tsit Chan, A Source Book in Chinese Philosophy, 194.

11. Ídem., 181.

12. Dean C. Halverson y Kent Kedl, «Taoism,» in The Compact Guide to World, ed. Dean C. Halverson(Minneapolis, MN: Bethany House Publishers, 1996), 224.

13. Ídem.

14. Chuang Tzu, trans. Wing-Tsit Chan, A Source Book in Chinese Philosophy, 184.

15. Ídem., 206.

16. En esta sección me basé en gran medida en las observaciones y opiniones de Halverson y Kedl en The Compact Guide to World Religions, 227-230.

17. Tao-Te Ching, traducción de Wing-Tsit Chan, A Source Book in Chinese Philosophy, 171.

18. Richard Wilhelm (traducción al alemán). Tao Te Ching. H.G. Oswald (traducción al inglés) (New York: Penguin Books, 1990), 55, citado en Halverson, ed., The Compact Guide to World Religions, 229.

19. Halverson, ed., The Compact Guide to World Religions, 229.

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Acerca del autor

Michael Gleghorn es un asociado en investigación de Probe Ministries. Obtuvo su B.A. en Psicología de Baylor University y un Th.M en Teología Sistemática de Dallas Theological Seminary. Antes de incorporarse al personal de Probe, enseñó Historia y Teología en Christway Academy, en Duncanville, Texas. Además de su trabajo en Probe, está involucrado en el ministerio a estudiantes internacionales de University of Texas, en Dallas. Michael y su esposa, Hannah, viven en Frisco, Texas.

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EL YOGA Y EL CRISTIANISMO:

¿SON COMPATIBLES?

Michael Gleghorn

¿QUÉ ES EL YOGA?

¿Qué es el yoga? Para muchos en Occidente, el yoga es simplemente un sistema de ejercicios físicos, una forma de fortalecer el cuerpo, aumentar la flexibilidad, y aun sanar o impedir varias enfermedades del cuerpo. Pero si investigamos la historia y la filosofía del yoga, descubrimos que “muchos más que un sistema de ejercicios físicos para la salud, el yoga es… una antigua senda hacia el crecimiento espiritual”. Es una senda venerada en gran parte de la literatura sagrada de India. {1} Por lo tanto, si realmente queremos tener una mejor comprensión del yoga, debemos excavar bajo la superficie y analizar las raíces históricas del tema.

Pero antes de comenzar a excavar debemos comprender primero lo que significa en realidad el término “yoga”.

“Según la tradición, ‘yoga’ significa ‘unión’, la unión… del ‘jiva’ (el yo transitorio) finito con el ‘Brahmán’ (yo eterno) infinito”. {2} El término “Brahmán” suele usarse para el concepto hindú de “Dios”, o Realidad Última. Es una sustancia impersonal y divina que “permea, envuelve y subyace todo”. {3} Con esto en mente, veamos brevemente tres textos clave que nos ayudarán a describir el origen y el desarrollo del yoga dentro de India.

Aparentemente uno puede rastrear tanto la práctica como la meta del yoga hasta los Upanishads mismos, que fueron escritos probablemente entre 1000 y 500 a.C. {4} Un Upanishad nos dice: “Une la luz dentro de ti con la luz de Brahmán”. {5} Claramente, entonces, la meta del yoga (es decir, la unión con Brahmán) es al menos tan antigua como los Upanishads.

Además, la palabra “yoga” suele aparecer en el Bhagavad Gita, un texto hindú clásico, posiblemente escrito tan atrás como el quinto siglo a.C.{6} En el capítulo 6, Krishna dice:

 “Así llega el gozo supremo al yogui… que es uno con Brahmán, con Dios”. {7} Finalmente, alrededor del año 150 d.C., el yogui Patanjali sistematizó el yoga en ocho “miembros” en sus Yoga Sutras.

Estos ocho miembros son como una escalera que supuestamente lleva al yogui de la ignorancia a la iluminación. En orden, estos ocho miembros son: yama(autocontrol), niyama (ritos religiosos), asana (posturas), pranayama (ejercicios de respiración), pratyahara (control de los sentidos), dharana (concentración), dhyana(contemplación profunda) y samadhi (iluminación). {8}

Es interesante señalar que las posturas y los ejercicios de respiración, a menudo considerados la totalidad del yoga en Occidente, son los pasos tres y cuatro a lo largo del camino “real” hacia la unión con Brahmán.

Vemos que el yoga es una antigua disciplina espiritual profundamente arraigada en la religión del hinduismo. Ante esto, debemos preguntarnos sinceramente si es realmente prudente que un cristiano esté involucrado en la práctica del yoga. A continuación, seguiremos nuestra discusión estudiando algunas de las importantes diferencias doctrinales entre el yoga y el cristianismo.

EL YOGA Y EL CRISTIANISMO: ¿CUÁLES SON LAS

DIFERENCIAS?

Muchas personas hoy (incluyendo algunos cristianos) están dedicándose al yoga. Más adelante consideraremos si la filosofía del yoga puede ser separada realmente de la práctica del yoga, pero primero debemos establecer que hay diferencias doctrinales cruciales entre el yoga y el cristianismo. Consideremos brevemente algunas de estas diferencias.

Primero, el yoga y el cristianismo tienen conceptos muy diferentes de Dios. Como hemos dicho antes, la meta del yoga es experimentar la unión con “Dios”. Pero, ¿qué quieren decir los yoguis cuando hablan de “Dios” o de Brahmán? Precisamente, ¿a qué se nos alienta a “unirnos”?

La mayoría de los yoguis conciben a “Dios” como una sustancia impersonal y espiritual, co-extensiva con toda la realidad. Esta doctrina se denomina panteísmo, el punto de vista de que todo es “Dios”. Difiere marcadamente del

teísmo del cristianismo bíblico. En la Biblia, Dios se revela como el Creador personal del universo. Dios es el Creador; el universo, su creación. La Biblia mantiene una cuidadosa distinción entre ambos. {9}

La mayoría de los yoguis conciben a “Dios” como una sustancia impersonal y espiritual, co-extensiva con toda la realidad. Esta doctrina se denomina panteísmo, el punto de vista de que todo es “Dios”. Difiere marcadamente del teísmo del cristianismo bíblico.

 

Una segunda diferencia entre el yoga y el cristianismo tiene que ver con sus visiones del hombre. Dado que la filosofía yoga enseña que todo es “Dios”, se deduce necesariamente que el hombre también es “Dios”. El cristianismo, sin embargo, hace una clara distinción entre Dios y el hombre.

Dios es el Creador; el hombre, una de sus criaturas. Por supuesto que el hombre es único porque, a diferencia de los animales, fue creado a la imagen de Dios. {10} No obstante, el cristianismo difiere claramente del yoga en su insistencia absoluta en que Dios y el hombre son distintos.

Finalmente, consideremos brevemente cómo el yoga y el cristianismo conciben de forma diferente el problema fundamental del hombre, así como su solución.

El yoga concibe el problema del hombre principalmente en términos de ignorancia; el hombre simplemente no sabe que él es “Dios”. La solución es la iluminación, una experiencia de unión con “Dios”. Esta solución (que es la meta del yoga) sólo puede ser alcanzada a través de un gran afán y esfuerzo personal. El cristianismo, sin embargo, considera que el principal problema del hombre es el pecado, el no conformarse al carácter y las normas de un Dios moralmente perfecto. El hombre, por lo tanto, está alienado de Dios y necesita reconciliación. La solución es Jesucristo, “el Cordero de Dios que quita el pecado del hombre”. {11} A través de la muerte de Jesús en la cruz, Dios reconcilió al mundo con Él. {12} Ahora llama a los hombres a recibir libremente todos los beneficios de su salvación a través de la fe en Cristo sólo. A diferencia del yoga, el cristianismo considera a la salvación como un regalo gratuito. Sólo puede ser recibido; nunca puede ganarse. Claramente, el cristianismo y el yoga son puntos de vista mutuamente excluyentes. Pero, ¿son iguales todos los tipos de yoga? ¿Acaso no hay al menos uno que se ocupa exclusivamente de la salud física y el ejercicio? A continuación consideraremos más detenidamente el hatha yoga, el tipo de yoga que suele considerarse puramente físico en su naturaleza.

A diferencia del yoga, el cristianismo considera a la salvación como un regalo gratuito. Sólo puede ser recibido; nunca puede ganarse.

¿QUÉ ES EL HATHA YOGA?

En este artículo aprendimos que el yoga es una antigua disciplina espiritual arraigada en un sistema de creencias que es completamente incompatible con el cristianismo. Pero, ¿se cumple esto en cualquier tipo de yoga? ¿Acaso el hatha yoga no se ocupa simplemente del desarrollo físico y la buena salud?

El hatha yoga se ocupa principalmente de dos cosas: los asana (posturas físicas) y los pranayama (ejercicios de respiración). Pero es importante darnos cuenta de que tanto el asana como el pranayama juegan un papel importante en el raja yoga (o “yoga real”) de Patanjali. En los tradicionales ocho “miembros” del sistema de Patanjali, asana y pranayama son los miembros tres y cuatro. ¿Cuál es, entonces, la relación entre el hatha yoga y el raja yoga?

Un ex practicante de yoga, Dave Fletcho, dice que las posturas de yoga “evolucionaron como una parte integral del raja… yoga”. {13} Él señala que el autor del famoso manual Hatha Yoga Pradipika “presenta al hatha … pura y exclusivamente para el logro del raja yoga”. {14} También cita a un estudioso del yoga francés que dice: “el único propósito del… hatha yoga es suprimir los obstáculos físicos en el…camino real del raja yoga, y el hatha yoga es llamado, en consecuencia, ‘la escalera hacia el raja yoga’”. {15} Fetcho está de acuerdo, y señala que las posturas físicas están “diseñadas específicamente para manipular la conciencia… hacia la experiencia consumada del raja yoga, el samadhi: una unión indiferenciada con la esencia primitiva de la conciencia”.{16} Estas afirmaciones deberían dejar bastante en claro que el hatha yoga, o yoga físico, ha sido considerado históricamente como simplemente una forma de ayudar al yogui a lograr la iluminación, el miembro final del raja yoga.

Esto se confirma adicionalmente al considerar el Iyengar yoga, tal vez la forma más popular de hatha yoga en EE.UU.

El sitio Web para el Instituto de Iyengar Yoga de San Francisco dice: “BKS Iyengar estudia y enseña el yoga tal como se desarrolla en los yoga sutras de Patanjaili [sic] y el

Hatha Yoga Pradipika, entre otros textos clásicos. Por lo tanto, los asana, o posturas, son enseñados como uno de los ocho miembros… del yoga definidos por Patanjali”. {17} De hecho, el fin último del iyengar hatha yoga es precisamente el mismo del raja yoga de Patanjali. {18} Ambos buscan experimentar la unión con “Dios”, Brahmán, o conciencia universal.

Si todo esto es así, parece cada vez más evidente que el hatha yoga podría terminar por involucrar a sus participantes en algo que es mucho más que el ejercicio físico. Si bien tal vez no sea obvio inicialmente, la meta final del hatha es la misma que toda otra forma de yoga: la unión del yo con una conciencia impersonal y universal. Debemos recordar que la Biblia nunca exhorta a los cristianos a buscar una experiencia así. En todo caso, nos advierte acerca de los peligros potenciales de hacerlo. Ahora consideraremos si la práctica del yoga podría ser en realidad peligrosa, y por qué.

 

 

¿PUEDE SER PERJUDICIAL EL YOGA?

A pesar de sus pregonados beneficios para la salud, hay numerosas advertencias en la literatura de yoga acreditada que previene que el yoga puede ser perjudicial físicamente, mentalmente y espiritualmente, si no se lo practica correctamente.

Por ejemplo, Swami Prabhavananda advierte acerca de los peligrosos efectos físicos que pueden resultar de los ejercicios de respiración del yoga: “A menos que se hagan correctamente, hay una buena posibilidad de dañar el cerebro. Y las personas que practican este tipo de respiración sin una supervisión adecuada pueden sufrir una enfermedad que ninguna ciencia o médico conocidos pueden curar”. {19}

Además, muchos yoguis advierten que la práctica del yoga puede poner en peligro la cordura de una persona. Al describir el despertar del “kundalini” (el poder de la serpiente enroscada), Gopi Krishna registra su propia experiencia de la siguiente forma: “Fue variable durante muchos años, dolorosa, obsesiva… He pasado por casi todas las etapas de… tipos de mente: mediúmica, psicótica y otros; durante un tiempo estuve alternando entre la cordura y la locura”. {20}

Sin embargo, finalmente, desde una perspectiva cristiana parecería que el yoga también podría ser perjudicial espiritualmente. Para entender por qué, volvamos a la experiencia del “kundalini”. El erudito de yoga Hans Riecker dice: “El kundalini es el fundamento de todas las prácticas del yoga”. {21} Pero, ¿qué es exactamente el kundalini, y por qué es tan fundamental para la práctica del yoga?

Swami Vivekananda resume la experiencia del kundalini de la siguiente forma: “Cuando se lo despierta a través de la práctica de disciplinas espirituales, sube por la columna vertebral, pasa a través de los distintos centros y llega finalmente al cerebro, en cuyo momento el yogui experimenta el samadhi, o la absorción total en la Deidad”. {22} Y el investigador John White lleva la importancia de esta experiencia aún más lejos al decir: “Si bien la palabra kundalini proviene de la tradición del yoga, casi todas las principales religiones, caminos espirituales y auténticas tradiciones ocultistas del mundo consideran que algo similar a la experiencia de kundalini tiene importancia en la “divinización” de una persona. La palabra en sí tal vez no aparezca… pero el concepto está allí… como una clave para logra la condición divina”. {23}

Al leer descripciones de este tipo sobre el kundalini, o el poder de la serpiente enroscada, un cristiano casi puede oír el siseo de “la serpiente antigua… [La cual engaña al mundo entero”.{24} En Edén, aduló a nuestros primeros padres diciéndoles: “Seréis como Dios”.{25} Y, si bien el cristianismo y el yoga tienen conceptos muy diferentes de Dios, ¿no es esto, en esencia, lo que promete el yoga? Swami Ajaya dijo una vez: “La principal enseñanza del yoga es que la verdadera naturaleza del hombre es divina”. {26}

Obviamente, esta no es la visión cristiana del hombre. Pero, si la meta de yoga es que uno realice su divinidad esencial a través de la unión con “Dios”, entonces ¿no debería el cristiano considerar la práctica que conduce a esta realización como algo que potencialmente es dañino espiritualmente? A continuación, concluiremos nuestra discusión preguntando si realmente es posible separar la filosofía del yoga de la práctica del yoga.

 

¿Puede separarse la filosofía y la práctica?

Hemos visto que el yoga es una antigua disciplina espiritual cuyas doctrinas centrales son completamente incompatibles con las del cristianismo. Aun el hatha yoga, que suele considerarse que se ocupa exclusivamente del desarrollo físico, se entiende mejor como un mero medio para ayudar al yogui a alcanzar la meta de samadhi, o unión con “Dios”.

Además, hemos visto que todo yoga, incluyendo el hatha, tiene el potencial para ser dañino físicamente, mentalmente y espiritualmente.

A la luz de esta evidencia, podría parecer que la pregunta:

“¿Puede separarse la filosofía del yoga de la práctica del yoga?” ya ha sido contestada en sentido negativo. Y este es, por cierto, el punto de vista de muchos estudiosos del yoga.

Dave Fletcho, que perteneció a la Sociedad de Yoga Ananda Marga, ha escrito: “El yoga físico, según sus definiciones clásicas, es inherentemente y funcionalmente incapaz de ser separado de la metafísica religiosa oriental”. {27} Es más, las autoridades en yoga Feuerstein y Miller, al hablar sobre las posturas del yoga (asana) y los ejercicios de respiración (pranayama), indican que este tipo de prácticas son algo más que sólo otra forma de ejercicio; por cierto, son “ejercicios psicosomáticos”.{28} ¿Significa esto que separar la teoría de la práctica es simplemente imposible en el yoga?

Al recorrer cuidadosamente un texto introductorio sobre el hatha yoga,{29} uno ve que se ilustran muchas posturas.

Varias de estas podrán ser similares, si no son idénticas, a ejercicios y estiramientos que uno ya está haciendo. Por cierto, si uno participa en un programa de estiramientos regular, esto es muy probable. Esto planteas una importante pregunta.

Suponga que estas posturas de yoga del nivel inicial se hacen en un contexto completamente desprovisto de la filosofía del yoga. En un caso como éste, ¿no nos obliga la sinceridad a reconocer al menos la posibilidad de separar la teoría de la práctica?

Si bien detesto estar en desacuerdo con estudiosos que saben muchísimo más del tema que yo, esta distinción me parece válida. Sin embargo, déjeme agregar rápidamente que veo que esta distinción es legítima sólo al inicio de este tipo de prácticas, y sólo con relación a las posturas. Los ejercicios de respiración, por varias razones, siguen siendo problemáticos.{30} Pero esta distinción plantea todavía otra pregunta, porque ¿cuántas personas comienzan un programa de ejercicios con la intención de nunca avanzar más allá del nivel más básico? Y, dado que por la naturaleza misma de la práctica del yoga, esta distinción sólo podría ser válida en las primerísimas etapas, ¿por qué querría un cristiano iniciar jamás este proceso? A mí me parece que, si alguien quiere un programa de ejercicios con beneficios físicos similares al yoga, pero sin el equipaje espiritual negativo, debería considerar el aerobismo de bajo impacto o acuático, el ballet acuático o simplemente el estiramiento. {31} Estos programas pueden ser igualmente beneficiosos para el cuerpo, sin poner en peligro al alma potencialmente. En mi opinión, entonces, los cristianos harían bien en nunca comenzar la práctica del yoga.

Notas

1. Essence and Purpose of Yoga: The Initiatory

Pathways to the Transcendent (Massachusetts: Element Books, Inc., 1996), contraportada.

2. The Watchman Expositor (Vol. 18, No. 2, 2001): 5.

3. Ibid.

4. Ibid., 6.

5. Ibid., citado en Swami Prabhavananda and Frederick Manchester, The Upanishads: Breath of the Eternal(New York: New American Library, 1957), 120ff.

6. Bhagavad Gita, trad. Juan Mascaro (New York: Penguin Books, 1962), contraportada.

7. Ibid., 71.

8. John Ankerberg and John Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs (Eugene, Oregon: Harvest House Publishers, 1996), 601.

9. Ver Romanos 1:18-25.

10. Ver Génesis 1:26.

11. Juan 1:29.

12. Ver 2 Corintios 5:19.

13. Dave Fetcho, «Yoga,» (Berkeley, CA: Spiritual Counterfeits Project, 1978), citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 602.

14. Ibid., 603.

15. Ibid.

16. Ibid., 602.

17. Ver «Source and Context: Patanjali and Ashtanga

Yoga» en http://www.iyisf.org. Esta cita fue tomada del sitio el 1 de marzo de 2002.

18. Ibid.

19. Swami Prabhavananda, Yoga and Mysticism(Hollywood, CA: Vedanta Press, 1972), 18, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 604.

20. Gopi Krishna, The Awakening of Kundalini (New York: E.P. Dutton, 1975), 124, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 608.

21. Hans Ulrich Rieker, The Yoga of Light: Hatha Yoga Pradipika (New York: Seabury Press, 1971), 101, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 606.

22. Swami Vivekananda, Raja Yoga (New York: Ramakrishna-Vivekananda Center, 1970), 16, citado en Scott, «Exercise or Religious Practice? Yoga: What the Teacher Never Taught You in That Hatha Yoga Class,» 5.

23. John White, ed., Kundalini Evolution and Enlightenment (Garden City, NY: Anchor, 1979), 17, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 606.

24. Ver Apocalipsis 12:9.

25. Ver Génesis 3:5.

26. Swami Rama, Lectures on Yoga: Practical Lessons on Yoga (Glenview, IL: Himalayan International Institute of Yoga, Science and Philosophy, 1976, rev.), vi, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 596.

27. Dave Fetcho, «Yoga,» 2, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 600.

28. George Feuerstein and Jeanine Miller, Yoga and Beyond: Essays in Indian Philosophy (New York: Schocken, 1972), 27-28, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 600.

29. Por ejemplo, Richard Hittleman, Introduction to Yoga(New York: Bantam Books, 1969)

30. Por ejemplo, los ejercicios respiratorios pueden ser físicamente peligrosos. Sri Chinmoy escribió: “Practicar pranayama sin una guía verdadera es muy peligroso. Conozco tres personas que han muerto como resultado de hacerlo…” Ver Great Masters and the Cosmic Gods (Jamaica, NY: Agni Press, 1977), 8, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 604. Sin embargo, además, desde una perspectiva cristiana este tipo de ejercicios pueden ser mentalmente y espiritualmente peligrosos(al menos potencialmente) porque pueden inducir estados alterados de conciencia que pueden hacer que uno esté más vulnerable al engaño demoníaco. Por cierto, el psicólogo Ernest L. Rossi ha escrito con relación al pranayama: “La manipulación manual del ciclo nasal durante la meditación (dhyana) es la técnica más meticulosamente documentada para alterar la conciencia”. Ver Benjamin B. Wolman and Montague Ullman, eds., Handbook of States of Consciousness (New York: Van Nostrand Reinhold, 1986), 113, citado en Ankerberg and Weldon, Encyclopedia of New Age Beliefs, 595.© 2004 Probe Ministries.

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¿Podría tener razón el budismo? Un examen de la cosmovisión budista

Escrito por Ted Miyake

CADA COSMOVISIÓN TIENE QUE RESPONDER A TRES PREGUNTAS IMPORTANTES.

Primero: «¿Cómo hemos llegado hasta aquí»? Esta pregunta es, obviamente, fundamental para la forma en que vemos al mundo que nos rodea y cómo es que entendemos nuestro papel dentro de ese mundo.

Segundo: «¿Cómo se puso todo en tan mal estado?» Todos sabemos que hay algo roto en el mundo en que vivimos, ¡y nuestra visión del mundo nos ayuda a entender qué es lo que está roto! Tercero: «¿Cómo podemos arreglarlo?» Esta pregunta final es la culminación y la conclusión de nuestra visión del mundo. Comenzamos con una idea relacionada a cómo hemos llegado hasta aquí, pero en última instancia, respondemos a las preguntas más importantes de la vida. El budismo ofrece respuestas a estas tres preguntas sobre el mundo. Examinemos a estas respuestas y veamos si son coherentes y se relacionan al mundo tal como lo conocemos… Una breve historia del budismo A veces es difícil determinar una historia concisa y precisa del budismo, debido a la gran cantidad de diversas escrituras que existen sobre el tema y la falta de documentos «fundamentales» históricos confiables que pertenecen a este sistema de fe, pero algunos datos se pueden entender. El budismo fue fundado por un príncipe hindú llamado Siddharta Gautama, también conocido como Sakyamuni (el sabio del clan Sakya). Nació en el norte de la India (el sur de Nepal) alrededor del año 500 AC, y de acuerdo a las tradiciones budistas, llevaba una vida lujosa y protegida hasta que en algún momento fue testigo de los sufrimientos del mundo exterior. Se preocupaba mucho por los sufrimientos que observó y, a la edad de 29, abandonó a su vida de indulgencia (dejó a su esposa, hijos, y el palacio) para buscar el significado de (y la solución a) al sufrimiento humano. Trató una serie de técnicas diferentes en este esfuerzo, incluyendo el ascetismo severo (la privación corporal) y la meditación. Finalmente descartó al ascetismo, y un día, a la edad de 35 (y después de muchos días de meditación y la búsqueda debajo de un árbol Bodhi que ha llegado a ser conocido como «ficus religiosa») logró un gran avance espiritual. Se dio cuenta de ciertas verdades acerca de la vida, la muerte, la reencarnación, el karma y el sufrimiento, y su avance incluía el darse cuenta de que había de librarse de las impurezas espirituales de los deseos (incluso el hambre y la sed), el deseo, el odio y el engaño. Este aspecto de su avance fue su despertamiento o «iluminación», y fue por eso que se tomó el título del Buda, que significa «el iluminado».

Él describió a la liberación del deseo como un estado de «nada» a que se refiere como «el nirvana», el punto en el que un ser está liberado del ciclo de la vida, el sufrimiento, la muerte y la rencarnación. El budismo floreció como un movimiento monástico, y luego desapareció de la India (expulsado por el hinduismo y el Islam), pero se extendió a Sri Lanka (Ceilán) y en toda Asia. Las presuntas enseñanzas del Buda no fueron escritos hasta unos siglos después de su muerte. Se reunieron diferentes concilios para intentar de «canonizar» las escrituras budistas, pero la historicidad de los concilios mismos es incierta, así que realmente no tenemos un cuerpo de enseñanzas reconocido por todos. Hay muchos «textos sagrados» que se proclaman ser las enseñanzas del Buda o ser «conformes» con sus enseñanzas. Los más conocidos son el Tripitaka (la filosofía, las normas, los sermones), los Suttras diversos (enseñanzas), y el «Libro de los muertos» tibetano (escrito por un monje tibetano de antaño). Varias ramas y formas de budismo han justificado su «ortodoxia», sobre las bases de sus propias versiones de los concilios o sus propias escrituras «inspiradas». Con el tiempo, dos ramas principales (Theravada y Mahayana) surgieron mientras estos concilios fueron aceptados o rechazados por los seguidores:

Theravada Una rama del budismo, que predomina en el sudeste de Asia: Tailandia, Birmania, Camboya y Laos. Históricamente, el nivel de compromiso personal y de sacrificio necesario para lograr «el nirvana» (o «Nirvana») es muy alto en esta rama del budismo. Por lo tanto, el énfasis está en las órdenes de monjes y monjas, que son los principales practicantes del budismo. Los monasterios que tienen poblaciones grandes de monjes son más comunes en esta rama del budismo. Birmania (Myanmar), por ejemplo, cuenta con 500.000 monjes. Mahayana Una rama del budismo que predomina en Sri Lanka, Japón, Taiwán, la China, Corea, Vietnam y el Tíbet. En esta forma de budismo, la práctica de la fe y el logro del ‘nirvana’ están disponibles a todos, incluso a la persona común. El budismo tibetano (encabezado por el Dalai Lama) se considera a veces una rama aparte, pero se incluye a menudo en el budismo Mahayana. Otras sectas conocidas son el Mahayana zen y el budismo de Nichiren (Japón). El Nichiren es claramente «evangélico», porque echa a menos a las otras creencias y busca convertir a la gente.

El budismo tiene entre 300 y 400 millones de adherentes en todo el mundo (aunque muchos lo son solamente en el sentido cultural). Aunque se considera por lo general como una religión, es más una filosofía espiritual. De hecho, las sectas budistas varían desde los ateos a los politeístas, y algunas sectas se pueden describir como panteístas (afirmando que lo «divino» está en todas las cosas). El budismo es muy diversa y continúa a «adaptarse», tal vez debido a la falta de enseñanzas definitivas del Buda. Además de esto, la naturaleza de la enseñanza básica permite amplias variaciones entre las diferentes interpretaciones y modificaciones. ¿Cómo responde el budismo a la pregunta: «¿Cómo hemos llegado hasta aquí?» (¿Cuál es la naturaleza del creador y la creación?) Debido a la diversidad del budismo, es difícil obtener una respuesta directa a esta primera pregunta visión del mundo. De hecho, la mayoría de las escuelas budistas no responde directamente a la pregunta: «¿Cómo llegamos aquí?» en lo absoluto. Esto se debe a la idea de que un Dios absoluto creador está ausente en la mayoría de las formas de Budismo. Muchos budistas no venerar y adoran el Buda Gautama (Buda y otros – los líderes religiosos – también), y esta veneración y adoración juega un papel importante tanto en el budismo Theravada y Mahayana. Sin embargo, mientras los dioses, devas, los demonios y espíritus son comunes en muchos de los primeros cuentos budistas, que se describen de una manera cínica, sarcástica y burlona. Siempre se han descrito como inferiores a los de Buda o innecesarias para alcanzar la iluminación. Y mientras que las religiones monoteístas como el cristianismo, el judaísmo y el islam delimitan y separan la naturaleza de Dios y el hombre, el budismo no hace ninguna distinción clara. Entre las muchas definiciones diferentes de lo divino ofrecido por los budistas, esta definición dada por Soyen Shaku (un budista zen Rinzai roshi), ofrece al menos una noción budista sobre la naturaleza de Dios:

«En primer lugar, permítanme decir que el budismo no es ateo como el término se entiende ordinariamente. Tiene sin duda un dios, la realidad y verdad más alta, a través del cual y en que este universo existe.

Sin embargo, los adherentes del budismo suelen evitar el término dios, porque tiene tanto sabor del cristianismo, cuyo espíritu no está siempre exactamente de acuerdo con la interpretación budista de la experiencia religiosa…. Para definir más exactamente la noción budista del ser más alto, puede ser conveniente emplear el término inventado felizmente por un estudioso alemán moderno, «panenteísmo», según lo cual Dios es… todos y una vez más que la totalidad de la existencia…. Como he mencionado antes, los budistas no hacen uso del término Dios, que característicamente pertenece a la terminología cristiana. Un equivalente que se emplea más comúnmente es el Dharmakaya… Concebido más concretamente, convierte en el Buda, o Tathagata… (Cuerpo de la Verdad, o la Realidad Absoluta) » El budismo no aborda directamente la cuestión de nuestro origen, pero hace varias afirmaciones acerca de nuestra existencia, ¡aunque no explica la manera en que llegamos a existir! El budismo enseña que el mundo material no es permanente, que de hecho, somos simplemente viajeros que pasan por una ilusión o percepción errónea de la realidad. Estamos atrapados en un ciclo de nacimiento, de sufrimiento, de muerte y de renacimiento. Este ciclo es interminable para cada uno de nosotros a menos que podamos romperlo al alcanzar el «nirvana».

El budismo también enseña que los seres humanos no tienen «almas», de hecho, el concepto budista de la reencarnación niega por completo la existencia del «yo». El “yo” no es más que una ilusión, que identificamos erróneamente a la percepción, la conciencia, la mente y el cuerpo como el «yo», cuando en realidad no hay tal cosa. El concepto de una entidad permanente, o «yo», es imposible en el budismo, porque los estados de la percepción, la conciencia y la mente están en un constante estado de cambio. Según el budismo, cuando el cuerpo mortal muere, la conciencia y todas las actividades mentales cesan.

 

¿CÓMO RESPONDE EL BUDISMO A LA PREGUNTA: «¿CÓMO SE PUSO TODO EN TAN MAL ESTADO?» (¿QUÉ LE SEPARA AL HOMBRE DE DIOS?)

Cuando Siddhartha Gautama logró su avance espiritual bajo el árbol Bodhi, llegó a una comprensión importante sobre la situación del mundo y nuestra existencia física dentro de ese mundo. Se dio cuenta de unas verdades particulares sobre el mundo, que ahora se conocen como las Cuatro Nobles Verdades: Hay sufrimiento en la vida (o la vida es sufrimiento) El sufrimiento es el resultado de las ansias y los deseos (o un apego) Al liberarse uno de estos antojos o al extinguirlos, se acabará el sufrimiento.

El sendero a la libertad («nirvana») es por “La Senda Octupla”. Las dos primeras verdades encapsulan todo lo que está mal en el mundo: la vida está llena de sufrimiento y este sufrimiento es el resultado de las ansias y los deseos. El budismo enseña que nuestros deseos nos llevan a apegarnos a las mismas cosas que a la larga nos hacen sufrir. En este respecto, el apego es la raíz del problema. A medida que aprendamos a soltar a las cosas a las cuales nos apegamos (incluyendo los antojos bajos, tales como la sed, el hambre y el deseo sexual), nos quedaremos libres del sufrimiento que experimentamos en esta vida. Algunas variaciones budistas Mahayana sobre este tema de qué está mal en el mundo incluyen la idea de que el negar (o no darse cuenta de) la verdadera naturaleza de Buda, los seres de Buda, o las verdades budistas pueden provocar el sufrimiento en esta vida también.

Además, muchos budistas también culpan al «karma» por cualquier mala suerte o dificultad que experimenten en sus vidas. Por ejemplo, un budista puede creer que es bajo de estatura como resultado de burlarse de la gente de baja estatura en una existencia anterior. ¿Cómo contesta el budismo la pregunta: «¿Cómo podemos arreglarlo?» (¿Cómo podemos ser restaurados a lo divino?)

 

Entonces, ¿cómo se dirige un budista al sufrimiento que existe en el mundo?

Las respuestas y las soluciones se encuentran en los últimos dos de las Cuatro Nobles Verdades; podemos acabar con el sufrimiento y experimentar una restauración espiritual si simplemente logramos liberarnos de nuestros deseos por medio de “La Senda Octupla»: «Ahora bien, este… es la noble verdad de la cesación del sufrimiento: es el desvanecimiento, sin cualquier residuo, de ese mismo deseo, su cesación, su renuncia, la libertad de ella, el no depender de él»(Dhammacakkappavattana Sutta [Samyutta Nikaya 56,11], trad . Bodhi (2000), pp 1843-1847) El budista debe confiar en su esfuerzo propio para practicar La Senda Octupla. La mayoría de los budistas contemporáneos entienden el camino como una serie de interpretaciones y comportamientos correctos: Relacionado a la «sabiduría» (prajna o paññā) Estos dos primeros elementos de La Senda Octupla constituyen la base racional para la comprensión racional de la realidad desde una perspectiva budista: La vista correcta Los budistas entienden esto como la «perspectiva», la «visión» o el «entendimiento»; es la capacidad de entender la forma en que funciona el mundo – la capacidad de comprender la realidad desde una perspectiva budista, incluso la realidad del karma y del sufrimiento.

La intención correcta Este aspecto de la senda se refiere a la ‘determinación’, las ‘aspiraciones’, o la ‘voluntad’ del creyente. Describe la necesidad de que el creyente se libre a sí mismo de todo deseo de hacer algo perjudicial o inmoral. Relacionado a la «ética» (preceptos morales ni Sila) Los budistas no quieren que sus acciones externas profanen a la mente o a su capacidad de concentrarse. Por esta razón, ciertos esfuerzos éticos son parte de la senda: La habla correcta El budismo exhorta a sus creyentes a tener cuidado con las palabras que usan. Este aspecto de La Senda Octupla les prohíbe mentir, hablar abusivamente, o usar un lenguaje duro. La acción correcta Este aspecto de la Senda alienta al budista a entrenarse para ser capaz de actuar con una rectitud moral que no corrompa o perjudique a los demás. El oficio correcto

La Senda Octupla también exhorta a los budistas a buscar empleo en un oficio o una profesión que no dañe a otros seres vivos, ya sea directa o indirectamente. Con relación a la «concentración» (Samadhi) Por último, el budismo enseña que el creyente debe capacitar a su conciencia superior con el fin de crear a un trasfondo de tranquilidad, que le permitirá experimentar y comprender la verdadera realidad. Por esta razón, los aspectos restantes de la Ruta se enfocan en las áreas de la «concentración»: El esfuerzo correcto La Senda llama a los budistas a un esfuerzo continuo para librarse de toda palabra, pensamiento, o acción que pueda perjudicarles a sí mismos o a otras personas en su mundo. Los budistas son llamados a hacer un esfuerzo permanente hacia la moralidad positiva.

La rectitud mental Además, los budistas son llamados a mantenerse alertos mentalmente; a vigilar constantemente contra aquellas influencias en su mundo que afectan al cuerpo y a la mente. Este aspecto de la Senda llama al creyente a estar siempre consciente y cuidadoso de decir y hacer lo que es moralmente correcto. La concentración correcta por último, la Senda llama al budista a la práctica de la concentración correcta, lograda a través de la meditación, al fin de entrar en lo que se conoce como el «jhāna» (un estado de conciencia que permite al creyente desarrollar la sabiduría y la comprensión de la verdadera naturaleza del mundo que lo rodea). El objetivo de la Senda Octupla es de entender la naturaleza de la vida, de comprender mejor las Cuatro Nobles Verdades, y de extinguir en fin nuestro «yo» y nuestros deseos (buenos o malos) para poder lograr «el nirvana» (el estado de nada, la conciencia de nada, o «la felicidad»). La Senda Óctupla a veces se llama el «camino medio», ya que no es ni el ascetismo extremo, ni una vida de indulgencia. Pero en todos estos elementos de la Senda, es claro que el creyente es responsable por su propio crecimiento o desarrollo espiritual. Los budistas encuentran la respuesta dentro de sus propios esfuerzos, y este auto-esfuerzo es valorado en el budismo.

A diferencia de otros sistemas de fe que invocan a Dios para la ayuda, esta idea de confiar en algo o alguien distinto de uno mismo es ajena al budismo. El budismo enseña que algunos de nosotros, de hecho, pueden lograr «el nirvana». Propone que nuestro mundo contiene individuos que han alcanzado la iluminación (budas y boddisatvas), pero han optado por permanecer con nosotros dentro de la ilusión de conciencia para que nos ayuden en nuestra propia progresión espiritual. Las preguntas difíciles que el budismo tiene que contestar:

Mientras que el budismo ofrece respuestas a las tres preguntas más importantes acerca de cómo uno ve el mundo, las respuestas budistas plantean cuestiones importantes en sí mismas. Hay varias preguntas importantes que uno debe formular cuando habla con un budista, para examinar la coherencia interna y externa de la visión del mundo. Echemos un vistazo a algunas preguntas que uno podría formular desde una perspectiva filosófica y bíblica: Las preguntas filosóficas

Empecemos con algunas preguntas básicas filosóficas que surgen: 1. Si los budistas entre sí mismos no pueden ponerse de acuerdo sobre cuáles de las escrituras o tradiciones de la práctica son en realidad afirmaciones verdaderas del Buda, ¿cómo puede el budismo, como un sistema, pretender tener alguna verdad? Incluso dentro del budismo, hay afirmaciones contradictorias relativas a la validez de una variedad de los textos religiosos más nuevos, todos los cuales afirman representar con precisión las palabras de Buda. Ninguno de estos textos es aceptado universalmente como proveniente de la época en que Buda vivió. Muchos de ellos tienen orígenes muy dudosas. ¿Cómo vamos a saber cuáles son de autoridad? Muchos estudiosos afirman que es imposible decir con confianza: «Esto es lo que dijo el Buda Gautama». ¿Cómo se puede decir qué es la verdad sin establecer primero la base de la verdad? 2.

Si la vida es nada más que sufrimiento, como dice el budismo, ¿por qué es que algunos no la veamos así? ¿Por qué la vemos tan maravillosa, y no llena de sufrimiento? Las observaciones del Buda sobre el mundo parecen provenir de su experiencia directa de ello, y el sistema religioso se basa por completo sobre la idea de que la vida está llena de sufrimiento sin ningún valor positivo para el individuo. Pero ¿qué pasa si la persona no ve el mundo de esta manera? ¿Qué pasa si uno, a pesar de experimentar dificultades, entiende el valor de esta experiencia y no la ve como sufrimiento? 3. Si nuestro sufrimiento actual es el resultado de un mal karma de una vida anterior, ¿cuál es el remedio actual para el sufrimiento en esta vida? ¿Se puede aliviar todo sufrimiento en esta vida, aún por medio de nuestros esfuerzos en La Senda Octupla? ¿Por qué hacer algún esfuerzo relacionado a La Senda, si los únicos beneficios reales se realizarán en la próxima vida? 4. ¿Quién es el juez del karma? Si, como nos enseña el budismo, no hay un Dios personal que interactúa con su creación, ¿quién determina si una persona ha hecho algo para merecer el karma «bueno» o «malo»? Si esta determinación se hace al final de su vida, ¿quién es que en realidad la hace? ¿Cómo puede una fuerza impersonal decidir algo? ¿Quién es el juez final del karma? y ¿no es necesario que dicho juez sea un ser personal (capaz de tomar una decisión)? 5. Si el lograr el ‘nirvana’ significa que seremos liberados de la ilusión de la conciencia, entonces, ¿cómo vamos a saber (ser conscientes de) que lo hayamos logrado? ¿Cómo podremos estar «conscientes» de esto, si la «conciencia» ya no existirá? Nuestra existencia fuera del mundo material y físico, supone una existencia consciente en la que uno puede ‘darse cuenta’ de su condición iluminada. ¿Cómo se puede estar consciente de esto, si la conciencia ya no existirá?

6. Si no hay un «yo» o «alma» transcendente, ¿cómo trascendemos a esta vida para que la reencarnación sea posible? Si la reencarnación es verdadera, hace sentido que algo de nuestra verdadera identidad se pase de una vida a la siguiente. ¿Qué es ese «algo», si no es un alma? ¿Quién (o qué) pasa de esta vida a la siguiente? 7. ¿Qué evidencia real tenemos de que la reencarnación es verdadera? ¿Por qué no existe evidencia consistente de la reencarnación? ¿En qué evidencia se basa esta idea, aparte de las escrituras del Buda? Mientras tenemos buenas razones filosóficas para creer en la existencia del alma, ¿qué razonamiento filosófico nos lleva a la conclusión de que la reencarnación es verdadera? 8.

Si todos somos reencarnaciones de seres humanos anteriores, ¿cómo podemos explicar el crecimiento de la población? ¿De dónde proceden los ‘nuevos’ seres humanos? La reencarnación implica que todos hemos estado aquí antes, en una vida anterior. Pero si un ser humano sólo puede ser reencarnado de un ser humano anterior, ¿cómo es que la población mundial esté creciendo? Si un humano puede ser reencarnado de un animal, ¿concluimos entonces que la población total de animales en la tierra siempre ha sido constante? 9.

Si los ‘budas’ y ‘boddisatvas’ existen para ayudar a los demás a lograr el ‘nirvana’, ¿cuál es el verdadero valor del «esfuerzo propio»? Si, como budista, cuento con la ayuda de un «buda» o «boddisatva ‘, ¿cómo puedo merecer el crédito al karma, como la verdadera obediencia a La Sendera Octupla, por un trabajo en lo cual recibí ayuda? ¿No se niega así el auto-esfuerzo que se requiere para establecer el karma en el primer lugar? 10.

Si ‘la Buda-dad » realmente se puede alcanzar en esta vida, ¿cómo se puede saber si uno está hablando de un verdadero» Buda «o» boddisatva’? Si hay entre nosotros personas que han alcanzado este nivel de iluminación, ¿cómo las vamos a identificar? ¿Por qué debemos confiar en sus propias declaraciones de ‘la Buda-dad’? ¿Cómo las vamos a reconocer o distinguir de la gente no budista que muestran todos los atributos que sean compatibles con ‘la Buda-dad’? 11.

Si el sufrimiento actual de una persona es el resultado de un mal karma de una vida anterior, ¿por qué debemos de tratar de hacer algo para cambiar su condición actual? ¿No están recibiendo meramente lo que merecen? ¿Por qué ayudar a los que simplemente están pagando el precio de una mala vida anterior? La pasividad y la apatía parecen ser un problema común dentro del budismo, en gran parte debido a un concepto conocido como «samsara». Eche un vistazo a este artículo reciente de una revista en línea de Birmania: «Esta pasividad se debe principalmente a la promoción del samsara. Tomado de las palabras sam (sucesión) y Sara (ir, deambular) en el idioma pali, se refiere al ciclo de la existencia humana, o de la vida y la muerte. Samsara plantea que somos meramente unos invitados en esta vida, y que la vida es sólo un punto de tránsito. El samsara es el flujo de la mente y el cuerpo, de los fenómenos mentales y físicos. Los seres humanos son viajeros en el reino del samsara, donde nada es permanente. Los momentos de tristeza y de desdicha, así como de gloria y de felicidad, se aceptan como parte de los altibajos naturales de la vida.

Los líderes políticos y religiosos de Birmania han afirmado al samsara como la única doctrina indiscutible budista, y el público lo ha aceptado mansamente. Como tantos de los budistas birmanos tienden a verse a sí mismos en el contexto del samsara, tiene un alcance amplio sobre las estructuras sociales actuales, a pesar de que Birmania no es religiosamente homogénea. Cada experiencia, incluso una mala, se entiende como parte de la vida y de la naturaleza transitoria del mundo.

En lugar de airarse o molestarse por las experiencias desafortunadas, el budismo birmano enseña que lo mejor es dejarlos pasar». (Por Min Zin, Usando el budismo para el cambio social, marzo del 2003, Irrawaddy.org) 12. Si nuestra existencia actual es el resultado de algo que no podemos controlar (algo de una vida anterior), ¿qué esperanza podemos tener en relación con nuestra situación actual en esta vida? ¿Cómo podemos mantener la esperanza para esta vida, si nuestra situación estaba predeterminada para nosotros y nuestro comportamiento actual tiene más impacto en la vida siguiente que en la actualidad? ¿No nos lleva este concepto de nuestra vida actual inevitablemente a uno estado sin esperanza? Es verdad que los países más budistas como Japón, Corea y Sri Lanka tienen algunos de los índices más altos de suicidio (de joven a viejo). Casi todos de los veinte países con los índices más altos tienen una fuerte historia budista o comunista (atea). Las preguntas bíblicas

Ahora nos dirigiremos a algunas cuestiones relacionadas a unos temas que se tratan directamente en la Biblia. El budismo hace unas afirmaciones acerca de la forma en que funciona el mundo. Comparemos estas ideas directamente a las afirmaciones del cristianismo:

1. Usted no cree en la existencia de un Dios personal. Como cristiano, yo creo que Dios existe, y creo que él es un creador personal: Génesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Romanos 1:19-20 Porque lo que de Dios se conoce, á ellos es manifiesto; porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterna potencia y divinidad, se echan de ver desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; de modo que son inexcusables:

Salmo 14:1 Dijo el necio en su corazón: No hay Dios.

2. Parece que usted no puede explicar el origen del universo o de nosotros como seres humanos. Como cristiano, creo que el universo y todos nosotros fuimos creados por Dios y que, por lo tanto, somos verdaderos: Hechos 17:24-31

El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, éste, como sea Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos de manos, ni es honrado con manos de hombres, necesitado de algo; pues él da a todos vida, y respiración, y todas las cosas; Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habitasen sobre toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de los habitación de ellos; para que buscasen á Dios, si en alguna manera, palpando, le hallen; aunque cierto no está lejos de cada uno de nosotros: porque en él vivimos, y nos movemos, y somos; como también algunos de vuestros poetas dijeron: Porque linaje de éste somos también.

Siendo pues linaje de Dios, no hemos de estimar la divinidad ser semejante a oro, ó a plata, ó a piedra, escultura de artificio ó de imaginación de hombres. Empero Dios, habiendo disimulado los tiempos de esta ignorancia, ahora denuncia a todos los hombres en todos los lugares que se arrepientan: Por cuanto ha establecido un día, en el cual ha de juzgar al mundo con justicia, por aquel varón al cual determinó; dando fe a todos con haberle levantado de los muertos.

Isaías 45:18 Porque así dijo Jehová, que creó los cielos, él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la crió en vano, para que fuese habitada la creó: Yo Jehová, y ninguno más que yo.

3. Usted parece negar la realidad de nuestra existencia material y también la existencia del alma y del espíritu. Como cristiano, creo que los seres humanos son reales en cuerpo, alma y espíritu: Génesis 2:7 Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente.

1 Tesalonicenses 5:23 Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo.

Zacarías 12:1 Carga de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende los cielos, y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de él, ha dicho:

4. Parece que usted devalúa a nuestra vida actual como fugaz e ilusoria. Como cristiano, creo que esta vida física puede ser temporal, pero que es valiosa y vale la pena vivirla: Isaías 40:6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo de decir a voces? Toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo.

Isaías 40:21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?

1 Pedro 1:22-2:03 Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en caridad hermanable sin fingimiento, amaos unos á otros entrañablemente de corazón puro: Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre. Porque Toda carne es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba: Secóse la hierba, y la flor se cayó; Mas la palabra del Señor permanece perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.

5. Usted cree que el objetivo de la buena vida es la recompensa personal de la iluminación. Como cristiano, creo que el objetivo de la buena vida es de honrar a Dios y demostrar su valor para que los demás desearan conocerlo:

Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.

1 Tesalonicenses 2:11-12 Así como sabéis de qué modo exhortábamos y consolábamos a cada uno de vosotros, como el padre a sus hijos, Y os protestábamos que anduvieseis como es digno de Dios, que os llamó a su reino y gloria.

Colosenses 1:9-10 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad, en toda sabiduría y espiritual inteligencia; Para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, fructificando en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios.

6. Usted cree que el sufrimiento es el resultado del deseo (y el apego) y tal vez del «mal karma». Como cristiano, creo que el sufrimiento es el resultado del pecado, de nuestra rebelión intencional contra Dios. Creo que el pecado no es un concepto abstracto o relativo. Se define claramente: 2 Crónicas 6:36 Si pecaren contra ti, (pues no hay hombre que no peque,) y te airares contra ellos, y los entregares delante de sus enemigos, para que los que los tomaren los lleven cautivos á tierra de enemigos, lejos ó cerca,

Romanos 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. Romanos 5:12 De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.

Salmo 51:3 Porque yo reconozco mis rebeliones; Y mi pecado está siempre delante de mí.

Juan 8:34 Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, es siervo de pecado.

Gálatas 6:7-8 No os engañéis: Dios no puede ser burlado: que todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte.

Isaías 03:11

¡Ay del impío! mal le irá: porque según las obras de sus manos le será pagado.

Proverbios 21:4

Altivez de ojos, y orgullo de corazón, Y el brillo de los impíos, son pecado.

7. Usted cree que el sufrimiento es algo que debemos querer eliminar. Como cristiano, veo el valor positivo del sufrimiento, puede instruir, puede disciplinar, puede proveer un contraste a la alegría. Como cristiano, sé que podemos encontrar la alegría en medio del sufrimiento: Romanos 5:3 Y no sólo esto, más aun nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia.

Santiago 1:2-4 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.

Hebreos 12:11 Es verdad que ningún castigo al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; mas después da fruto apacible de justicia a los que en él son ejercitados.

Salmo 30:5 Porque un momento será su furor; Mas en su voluntad está la vida: Por la tarde durará el lloró, Y a la mañana vendrá la alegría.

2 Corintios 8:02

Que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su bondad.

1 Pedro 4:13 Antes bien gozaos en que sois participantes de las aflicciones de Cristo; para que también en la revelación de su gloria os gocéis en triunfo.

1 Tesalonicenses 3:7-9 En ello, hermanos, recibimos consolación de vosotros en toda nuestra necesidad y aflicción por causa de vuestra fe: Porque ahora vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor. Por lo cual, ¿qué acción de gracias podremos dar a Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos a causa de vosotros delante de nuestro Dios.

8. Usted cree que dejamos de existir después de la muerte. Como cristiano, creo que no dejaremos de existir después de nuestra muerte física, sino que viviremos para ser juzgados por nuestras acciones: Apocalipsis 20:12-13 Y vi los muertos, grandes y pequeños, que estaban delante de Dios; y los libros fueron abiertos: y otro libro fue abierto, el cual es de la vida: y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar dio los muertos que estaban en él; y la muerte y el infierno dieron los muertos que estaban en ellos; y fue hecho juicio de cada uno según sus obras.

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