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DIOS NO ESCOGE ENTRE POSIBILIDADES

JORGE FERNANDES ISAH

Traducción: Raul Loyola Román

DIOS NO ESCOGE ENTRE POSIBILIDADES

Algo complejo y difícil de definir es el concepto de libertad. Puede representar múltiples perspectivas, varios puntos de vista diferentes, y son completamente antagónicos entre sí. Veremos cómo Priberam lo define:

LIBERTAD

(Del latín libertas,-atis)

sf1. Procedimiento de ley, como parece, siempre y cuando ese derecho no va en contra de los derechos de los demás. 2. Condición del hombre o nación que goza de libertad. 3. Asamblea de ideas liberales o los derechos garantizados a los ciudadanos. 4. Higo La audacia. 5. Apertura. 6. Licencia. 7. osadía. 8. Demasiada familiaridad.

La definición parece estar restringida a la relación entre el hombre, ya sea individual o colectivamente, pero sólo acostumbrado a ellos. Es básicamente sociológico, por lo filosófico, no metafísico, poco comprensivo.

Una definición más amplia se encuentra en Wikipedia :

LIBERTAD

li.ber.da.de

(Libertate lat) 1. Estado libre de persona, libre de coacción externa o coerción física o moral. 2 º. Poder para ejercer libremente su voluntad. 3 º. Condición de no estar sometido, como individuo o la comunidad, o la política de control extranjero arbitraria. 4 º. Condición no está viviendo en cautiverio. 5 º. La personalidad no es sometida a esclavitud o servidumbre. 6. Exención Dir de todas las restricciones, salvo las prescritas por los derechos legales de los demás. 7 independencias, autonomía. La audacia 8. 9 Permiso. Inmunidad 10.

Aquí hay una serie de descripciones que se aplican directamente a los humanos, pero también tienen connotaciones filosóficas como para definir, por ejemplo, el libre albedrío, que es, entre otras cosas, el estado «de la gente libre y sin coacción externa o física o la coacción moral «, y sin embargo es sólo una propuesta poco probable, «ejercer libremente su voluntad.» Sin embargo, el tema de este artículo no es discutir la voluntad libre infame y su incapacidad para garantizar la libertad de indiferencia o indeterminismo, pero sólo para demostrar la dificultad y el campo minado cuando se introduce el signo de interrogación es, sobre todo, aplicar el concepto de la libertad.

Definir libertad es algo complejo, si estamos tratando de la condición humana, ¿qué se podría decir de Dios? Los cristianos bíblicos    concordaron que Él es libre, y la creación resulto de su decisión libre, al decretar que todo todas las cosas, ya sea material, espiritual, llegaron a existir de la nada. Es el relato bíblico: «En el principio creó Dios los cielos y la tierra» [Gen. 1:1]. Pero esto significa que Dios tenía opciones? ¿Qué de un abanico de posibilidades Dios escogió un de ellas? ¿O incluso la oportunidad de optar por no crear nada en absoluto era probable? Sera posible pensar en modelos ineficaces y defectuosos? ¿Para luego tirarlos a la basura? ¿Y seguir con el más aceptable y perfecto? ¿Dios puede contemplar algo imperfecto? Y que garantiza la elección correcta? ¿Sobre qué base, eligió? ¿Cuáles fueron los criterios que llevaron a la creación?  ¿Y cómo que el plan iba a funcionar?  ¿No parecen estas variables de un pensamiento imperfecto, y no proveniente de una mete perfecta?

Tal vez el mayor problema aquí no son las respuestas sino las preguntas, más el fundamento a través del cual son formuladas. En general, tratamos de entender a Dios a partir del patrón humano, como si fuera uno de nosotros, como si estuviese sujeto a la misma imperfección que a menudo da lugar a distorsiones inadecuadas de la realidad. ¿ usted cree que el Señor es capaz de tener opciones, en el sentido de darse a si mismo opciones para elegir, habiendo en principio buenas y  malas opciones, pues al descartarse una en detrimento de otra resultara una deficiencia de conjunto de aquella, como una obra “menos perfecta” no ideal, en cuanto esta demostrara ser, resultará  «mas perfecta». Incluso si todas las opciones fuesen “integralmente» perfectas, el acto de elección indicaría que en algún aspecto, habría imperfección en uno o más modelos. ¿Y si esa imperfección pudo venir de Dios? ¿La mente absoluta, incomparable, única, y que reúne todas las cualidades concebibles, un estándar irreprensible, impecable e insuperable en su propia esencia, podría imaginar el plan más remoto e improbable? ¿Puede uno imaginarlo construyendo algo ina-acreditable? ¿Algo que contradice Su naturaleza?  ¿El Ser eterno, infinito, perfecto y santo consideraría [como la mas improbable la conjetura] lo que no estuviese en conformidad con su Divinidad?

Mire, que estamos hablando del decreto eterno, que es santo y perfecto, y no a las contingencias y particularidades de El. No se puede negar que, por ejemplo, el mal sea el mal, o el pecado sea pecado, la caída sea la caída, la corrupción sea la corrupción, la inmoralidad sea inmoral, mas ellas son partes de un todo que no puede ser superado en su aspecto determinado como la expresión de la voluntad santa, excelente, impecable y llena de Dios. Como consecuencia y resultado de su mente absoluta.

Lo que estoy diciendo es que las decisiones implican la superioridad de una en relación con la otra, o la superioridad de nuestro conocimiento o perspectiva en relación de ellas. Para que Dios pueda elegir entre algunas o muchas opciones seria necesario no determinar el mismo nivel de perfección. En mayor o menor grado, habría variables, y las variables conducirán inevitablemente a la mutabilidad. El hecho mismo de que Dios escogiera comenzar dos o más cosas, incluso en el campo imaginario, apuntaría a su mutabilidad al ejercer su derecho de elección, y al hacerlo, no se tendría la certeza del decreto terminado, pero sujeto a cambios o transformaciones durante su desenvolvimiento en el tiempo.

Entiendo que hay muchos atributos divinos relacionados con el tema, y si usted se decide por las «posibilidades de Dios», estará comprometiéndose con cada uno de ellos, hasta el punto que tanto la inmutabilidad, la omnisciencia, la sabiduría, la perfección, especialmente, se verán perjudicados.

Hipótesis existen para nosotros, seres corruptos. Aunque, escojamos aquello decretado por Dios. Esta manera de pensar define nuestra imperfección, conjeturamos lo que Dios podía hacer [desde el punto de vista racional y lógico], mas Dios no hace elecciones, sino el decreto eterno, podría no haber sido el mejor de ellos, y no sería eterno. El hecho de que las elecciones en si mismas revelará una mente insegura, inestable, mutable, no perfecta. Dios no se apega a las opciones, ni al análisis, ni al estudio, ni a reflexionar. Esto daría margen a la hipótesis de que hay algo que no se pensó, y que podría ser mejor de lo pensado. ¿Cuántas opciones de su mente infinita tendría? pero la  infinitud de la mente divina no implicaría  la   infinitud  de proposiciones, en múltiples planes, en posibilidad de  contradicción, de escoger algo contrario a su propia naturaleza, implica la más mínima posibilidad de que podría errar, o sea llevado a engañarse .

Alguien equivocadamente puede decir que la santidad y la perfección llevaron a elegir el mejor plan de siempre, pero la idea misma de un plan A, B, C o D, resultaría inadecuado al menos tres de ellos. Y por lo tanto la santidad como perfección seria puestas de lado por no encajar en el patrón de su pensamiento. Si tomamos este concepto de hipótesis para Dios, él representaría que Dios es capaz de pensar en forma imperfecta, e incluso crear de manera imperfecta, pues la elección, por sí misma, pre-anunciaría un estado de no-perfección y no santo. Y frente a ella, lo que la Biblia dice es la exacta incuestionable perfección y santidad Divina. En cuanto a eso, no hay sombra de duda. El problema no está en Dios, sino en nosotros que no asumimos nuestra cuota de errores y distorsiones delante de su majestad y gloria reflejada en la revelación especial [y perceptible en la Creación].

Dios como Ser, como Absoluto, no escoge. Él Pensó una única vez, un solo plan, perfecto, acabado e infalible perfecto, irre-tocable, inmutable, tal como Él es. Este plan ya estaba antes de la fundación del mundo, así como Dios es. Lo que me lleva a la conclusión de que es libre, mas no de una especie de sub-libertad que lo condicionaría a equívocos errores en las decisiones, o incluso en la insuficiencia de ellas.

Dios pensó lo cierto desde el principio. Pensó lo perfecto desde siempre. El no cambia, es inmutable. Determinó todas las cosas una única vez, sin la posibilidad de cometer errores. Lo que está ante nuestros ojos y lo que no esta , lo que oímos  y  lo que no oímos, lo que sentimos y no sentimos, lo que existe y no existe, SIMPLEMENTE ES Y NO PUEDE DEJAR DE SER . Lo que no es no vendrá a la existencia, porque Dios no lo quisiera, sino porque no podía venir ya que no hay escogimiento, sino lo inapelable, lo determinado, lo absoluto, no lo indeterminado, probable o deducible.

Por lo tanto, Él es Dios. El Creador. Porque El simplemente es el «yo soy» [Ex 3:14, Juan 8:58].