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POCOS SON LOS ESCOGIDOS

 

Vincent Cheung

 

 

Traducción: Raul Loyola Román

 

POCOS SON LOS ESCOGIDOS

¿La doctrina de la elección implica que sólo unos pocos llegaran al cielo, y que por lo tanto la mayoría irá al infierno? ¿Mateo 7:13:14 apoya concluyentemente esta noción?

Leamos lo que aquellos versos dicen. Dado que Mateo 22:14 es frecuente mencionado con relación a este tema, lo incluiremos en nuestra discusión.

Mateo 7:13-14

Entren por la puerta estrecha. Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran.

Mateo 22:14

Porque muchos son llamados, más pocos escogidos.

La doctrina de la elección enseña que solamente unos pocos elegidos llegaran al cielo, pero el concepto de elección, en sí mismo, no implica necesariamente que este número será grande o pequeño, o que él sea mayor que el número de réprobos.

Cuando se hace referencia al número de los que han sido elegidos para la salvación, la Escritura promete que habrá muchos salvos. Por ejemplo, Dios le dijo a Abraham: «Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar.”. Y le dijo: «Así será tu descendencia» (Génesis 15:5). La Escritura enseña que Dios se refería principalmente a su descendencia espiritual, y no a sus descendientes naturales.

Luego, en Apocalipsis 7:9-10 leemos:

Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano. Gritaban a gran voz: «¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!»

Así, sabemos que habrá muchos salvos en términos absolutos o en comparación con cero. Pero eso no nos dice si el número de personas salvas será mayor en relación al número de personas condenadas. Algunas personas no se dan cuenta este punto y por lo tanto han deducido falsamente de estos dos pasajes que el número de aquellos salvo será mayor que de aquellos condenados al final.

La pregunta es: ¿cuántos se salvarán con respecto a los no salvos, y no con respecto a cero? Los dos versículos de Mateo parecen muy relevantes. Se dice que «pocos son los que encuentran» y la otra dice «pocos son los elegidos.» Si estos dos versículos están abordando ampliamente la cuestión, entonces aquí esta nuestra respuesta – no solamente el número de salvos será menor que el número de no-salvos, mas el será mucho menor, dado que Jesús está contrastando entre «muchos» y los «pocos».

Hay quienes dicen que estos dos pasajes no pueden funcionar como una respuesta amplia a nuestra pregunta, porque los contextos sugieren que estos solamente están tratando la situación del primer siglo. En este momento, no estoy convencido de que esto sea correcto, pero estoy dispuesto a examinar los argumentos exegéticos a favor de esta posición.

Al considerar nuestra pregunta, es importante desechar inmediatamente algunos de los populares, pero vacíos argumentos.

Por ejemplo, es común argumentar que el número de los salvos seguramente será mucho mayor que el número de no-salvos, porque Dios ciertamente empuñará la “victoria» al final, esto es, Él nunca «perderá» la batalla contra Satanás en la lucha entre el bien y el mal, y sobre las almas humanas. Algunos de los más destacados teólogos reformados del pasado y del presente han argumentado de esa forma.

Mas este argumento es tonto – es arbitrario y auto-destructivo. Es arbitrario porque asume que «la victoria» en esta situación es determinada por el número, mas ellos fallan en producir evidencia bíblica o cualquier tipo de apoyo racional usando esa premisa o patrón. Entonces el argumento es auto-destructivo, ya que si se determina la «victoria» por números absolutos, entonces si una persona acaba en el infierno, eso necesariamente significaría que Dios fracaso en obtener la victoria total sobre Satanás y el mal. ¡Mas muchas personas ya están en el infierno!

Aunque esto es utilizado por más de unos pocos teólogos reformados, este argumento tiene un cierto sabor dualista en él – es decir, implica que Satanás es una fuerza del mal poderosa con el que incluso Dios tiene que luchar, que Dios ganará alguno y perder algunos, mas que al final, el ganara más de lo que perderá. ¡Qué visión patética de Dios! ¡Qué entendimiento anti-escritural de la historia de la redención! Cuando un Calvinista está utilizando este argumento (o cualquier otro como este en cualquier otro tema), es inconsistente con sus propias creencias bíblicas.

Ahora, aquellos que terminan en el cielo son salvos porque Dios predeterminó su salvación, y aquellos que terminan en el infierno son condenados, porque Dios predeterminó su condenación. Entonces, ¿cómo Dios puede «perder» cuando todo aquellos que terminan en el infierno están ahí sólo porque Dios predeterminó enviarlos allí?

Dios podía «perder» solamente si es que El pre-determinó que lo aconteciese fallase en acontecer, o si lo que El no pre-determino que aconteciese, aun así aconteciera de todos modos. Por ejemplo, si algunos de aquellos que Dios escogió para salvación fallasen en ser salvos y terminasen en el infierno, entonces podríamos decir que Dios perdió, o si algunos de aquellos de los que Dios ha escogido para condenación de alguna forma terminaran en el cielo, entonces Dios también perdería. Mas es claramente estúpido decir que Dios perdería si más personas terminaren en el infierno que en el cielo, si eso es exactamente lo que Él quiere, incluso porque eso es lo que él ha predeterminado que aconteciese. De hecho, si Dios hubiese decidido que todo pecador debería terminar en el infierno, entonces podríamos decir que El perdería incluso que una sola persona consiguiese entrar en el cielo.

Por lo tanto, la pregunta de que la mayoría de la gente terminarán en el cielo o en el infierno no tiene, en sí misma, relevancia directa con la cuestión de si Dios «gana» o «pierde», mas si lo que sucede es exactamente lo que Dios pre- determinó que aconteciese, entonces él gana.

Hay otros argumentos que las personas han utilizado para mostrar que el número de los salvos será mayor que el número de no-salvos, mas casi todos ellos son ineficaces, si no totalmente absurdos.

Yo digo cuales «todos ellos son ineficaces, pues hay una doctrina que, debe ser demostrado que la misma es bíblica y relevante, puede establecer que el número de los salvados es realmente mayor que los no salvos. Me estoy refiriendo al post-milenarismo. La doctrina enseña que, de acuerdo a numerosas profecías, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, antes del regreso de Cristo, el evangelio se volverá vez más exitosa e influyente, no solamente en el ámbito social y político, sino sobre todo en los corazones de los hombres, por lo que [el evangelio] dominará el mundo por un período prolongado de tiempo. La versión más bíblica y coherente el post-milenarismo afirma que el «milenio» se inició en el primer siglo, y terminará cuando Cristo regrese. En e intervalo, sin embargo la influencia del evangelio será fluctuante, y que finalmente va a superar toda la oposición y se convertirá en la fuerza dominante en los corazones de los hombres, y por lo tanto también en la sociedad en general.

Ahora bien, si pos-milenarismo es correcto, entonces sí es posible que más personas serán salvas que las no-salvas, que mas personas terminaran en el cielo que en el infierno. Más yo digo que eso es meramente posible, pues debemos establecer dos cosas para hacer tal conclusión.

En primer lugar, debemos establecer que los dos pasajes de Mateo (y todos los otros pasajes similares) se están refiriendo realmente a la situación del primer siglo, y no a todos los tiempos.

En segundo lugar, debemos establecer si de alguna manera es posible que el período de tiempo durante el cual el evangelio dominara los corazones de los hombres, y durante el cual más personas se volverán Cristianos que los que permanecen como no-cristianos, será muy largo – largo lo suficiente para compensar todos los siglos en que la mayoría de personas permanecieron como no-cristiano (incluyendo los falsos conversos) de aquellos que se tornaron Cristianos.

Es por eso que digo que pos-milenarismo debe ser tanto bíblico como relevante para que nuestro argumento sea un argumento eficaz en favor de que más personas terminarán en el cielo que en el infierno. Si el periodo en el cual el Evangelio dominará el mundo no fuera largo lo suficiente para compensar todos los siglos pasados de relativa oscuridad, entonces el número de personas no-salvas sigue siendo más alto que el número de los que se salvarán.

Ciertamente, si es posible satisfacer la condición anterior, entonces la segunda también es excluida. En otras palabras, si los dos pasajes de Mateo están diciendo en realidad que, como regla general para todos los tiempos, la mayoría de las personas permanecerán no-salvas de aquellos que son salvos, entonces, como consecuencia necesaria, el período durante el cual el evangelio dominara el mundo en los corazones de los hombres no será largo lo suficiente para poner a más gente en el cielo que en el infierno.

Podemos estar seguros sobre una cosa: que todas las cosas acontecerán exactamente como Dios predeterminó, y por tanto, El “gana», incluso si mas personas terminaren en el al infierno que en el cielo.