Archivos para el mes de: octubre, 2012

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MANDATO A LOS HEREJES

 Vincent Cheung

 TRADUCCIÓN: Raul Loyola Român

Como te rogué cuando fui a Macedonia, que permanecieses en Efeso para que pudieses mandar a ciertos hombres que no enseñen falsas doctrinas ni los mismos se dediquen por más tiempo a los mitos y genealogías interminables. Estas controversias promueven más de la obra de Dios la cual es por la fe. (1 Tim. 1:3-4)

Uno de los principales deberes del ministerio cristiano es combatir las falsas doctrinas. Probablemente Pablo tiene algo definido en mente cuando escribe a Timoteo. Es posible que la iglesia esté tratando con un precursor del gnosticismo, o alguna forma de misticismo judío, o una mezcla de los dos. El contexto histórico exacto no es esencial para el entendimiento y aplicación de este pasaje, puesto que Pablo primero establece un principio general, que Timoteo debe detener a los hombres que enseñan “falsas doctrinas”. El no pretende decir que estas particulares falsas doctrinas deben ser detenidas, pero todas las otras ser permitidas. Todas las falsas doctrinas deben ser detenidas.

Un ministro cristiano que no está dispuesto o es incapaz de hacer esto es un pusilánime, e introduce una peligrosa vulnerabilidad para su iglesia. Él podría no estar dispuesto a oponerse a las falsas doctrinas porque no considera las doctrinas como esenciales. Pero ellas son es enciales, puesto que ellas proporcionan definición y guía al considerar cada aspecto de la fe cristiana. Sin la doctrina cristiana no hay fe cristiana, y así no hay conocimiento de Dios y de Cristo, no hay salvación, ni justificación y santificación, ni adoración a Dios, ni comunión con los santos, y ninguna esperanza de vida eterna. Sin doctrinas, no hay nada. Entonces, un ministro podría ser incapaz de oponerse a las falsas doctrinas porque él tiene miedo de enfrentarse a los herejes, o porque le falta el conocimiento y la inteligencia para refutarlas. Cualquiera que sea la razón, esta es una seria deficiencia en un ministro, y ello debería ser tratado con la máxima urgencia.

No debemos permitir que el mundo nos enseñe como tratar con los falsos maestros. Algunos ministros tienen más respeto por los estándares de cortesía académica no cristiana que por el Señor Jesucristo. Si ellos quieren parecer intelectuales y respetables ante el mundo, y educados según el estándar del mundo, entonces ellos no son aptos para ser predicadores del evangelio. Pablo no le dice a Timoteo que dialogue con los falsos maestros, o que aprenda de su perspectiva, sino que manda detenerlos.

Algunas personas piensan que el mejor modo para manejar las falsas doctrinas es ponerlas para debatir en un foro público, de modo que los cristianos pueden escuchar ambas partes y decidir por ellos mismos. Una vez más, este punto de vista proviene del mundo, e impone la democracia y la libertad de expresión sobre la política de la iglesia. La Iglesia del Dios Viviente no es una democracia. Jesucristo es el Rey -su opinión es la verdad, y su mandamiento es ley. Nadie tiene el derecho de oponerse a él o expresar puntos de vistas alternativos. Por supuesto que sus ministros pueden debatir las falsas doctrinas, mostrando de que manera estas enseñanzas están erradas, pero ellos no pueden hacer esto incesantemente, y ellos están para hablar con autoridad, mandando a los falsos maestros a cesar en sus herejías.

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El CRISTIANO Y LA LEY

 Gordon H. Clark

No solamente las denominaciones difieren en sus interpretaciones de varias de las doctrinas Bíblicas, sino que dentro de cada denominación los miembros individuales tienen sus peculiaridades personales. Por lo tanto, cuando los ministros se reúnen para un coloquio tranquilo o cuando los estudiantes universitarios se juntan para una charla informal y surge alguna pregunta sobre doctrina Bíblica la discusión está destinada a tornarse interesante.

En el lapso del año pasado dos de tales reuniones se llevaron a cabo – una formada casi exclusivamente de ministros y profesores, y otra casi exclusivamente de estudiantes. Puede que no sea de sorprenderse que el tema de la dirección divina y de la conducta correcta fuese asumido en ambas reuniones, pero cabe notar que en la primera reunión un ministro, de una denominación litúrgica y más bien formal, y la segunda reunión algunos estudiantes de grupos mucho más informales, expresaron sentimientos similares acerca de la relación del Cristiano con la ley de Dios. También vale la pena notar que pocos de los ministros estuvieron de acuerdo con el ministro, mientras que la mayor parte de los estudiantes estuvieron de acuerdo con el estudiante.

Los sentimientos a los que se hacía referencia enfatizaban la salvación por gracia y la cercanía de Dios al alma individual; pero este énfasis llegaba hasta el punto de negar que los mandamientos de Dios, los cuales, claro está, son ley, tuviesen relevancia para la vida Cristiana.

No estamos bajo la ley, sino bajo la gracia, decían; y, habiendo comenzado en el Espíritu, ¿somos ahora perfeccionados en la carne? La ley no pertenece al ámbito de la fe. Cuando estábamos en la carne, las pasiones pecaminosas, que eran a través de la ley, hacían que nuestros miembros produjeran fruto para muerte; pero ahora hemos sido liberados de la ley, para que sirvamos en novedad de espíritu y no en la antigüedad de la ley. Pues la letra mata, más el Espíritu vivifica.

Lo opuesto a este repudio de la ley es que nuestras decisiones diarias han de ser dirigidas de manera inmediata por el Espíritu. El nuevo nacimiento nos ha dado una nueva naturaleza, y en esta nueva naturaleza el Espíritu nos instruye en qué hemos de hacer. El Señor nos guiará con Su vista, y ni la ley del Antiguo Testamento ni los mandamientos en el Nuevo Testamento nos imponen obligación alguna. No son ni prerrequisitos para la salvación ni orientación para la vida. Esta básicamente, y sin exageración, era la posición sostenida.

En más de una ocasión y sobre más de un tema los hombres devotos han expresado opiniones de las que otros han derivado posteriormente conclusiones penosas. Conozco a un hombre que tomó tal posición tan seria de la guía divina que una tarde se quedó por una hora en el corral de gallinas de su casa esperando que el Espíritu le dijera si tenía o no que alimentar a las gallinas. Y he escuchado rumores de personas que oran pidiendo dirección en cuanto a si deben o no desobedecer algún mandamiento Bíblico. En las épocas anteriores de la historia Cristiana (e.g., los primeros Gnósticos) el repudio de la ley condujo al pecado en sus formas más groseras. Alguien ha caracterizado este antinomismo por medio de una parodia de un himno evangélico: “Libre de la ley, Oh bendita condición: Puedo pecar como me plazca y todavía tener remisión.”

Tal conclusión no era la intención del ministro y de los estudiantes mencionados arriba; pero aunque se hallase lejos de su intención cada uno de nosotros debe determinar si esta visión de la ley y de la dirección divina conduce o no, de manera lógica, a lo que es absurdo y pecaminoso. Cada uno de nosotros debe también determinar qué significado tienen para nosotros los Diez Mandamientos y los varios mandamientos y directrices en el Nuevo Testamento.

Quizá un punto de acuerdo general del cual podamos comenzar es la enseñanza Bíblica de que Cristo nos salva no solamente de la penalidad del pecado, sino del pecado en sí. “Él murió para que pudiéramos ser perdonados; Él murió para hacernos buenos.” O, en lenguaje de las Escrituras, “¿Seguiremos pecando para que la gracia abunde? No reine pues el pecado en vuestros cuerpos mortales. Pues somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras.”

Si hubiese acuerdo sobre esto, si todos admitimos que ya no debemos ser siervos del pecado sino que debemos presentar nuestros miembros como instrumentos de justicia para Dios, la siguiente pregunta lógica es: ¿Qué es pecado, qué son buenas obras, qué es justicia? Queremos hacer buenas obras, deseamos evitar las malas obras; ¿pero cómo podemos diferenciar entre ellas?

Se necesita que no haya conjeturas en cuanto a las respuestas a estas preguntas. La Escritura habla de forma muy definitiva. La Escritura dice con precisión qué es el pecado. “El pecado es la transgresión de la ley” (I Juan 3:4). “Donde no hay ley, no hay transgresión” (Romanos 4:15). “por medio de la ley es el conocimiento del pecado” (Romanos 3:20). Debiese ser claro, entonces, que el pecado es siempre definido por la ley.

A menos que uno conozca la ley de Dios no puede saber lo que es erróneo, malo o pecaminoso.

¿Es erróneo adorar a María y arrodillarse ante los ángeles? ¿Es equivocado tratar de llevarse artículos de una tienda de baratijas? ¿Está mal trabajar en el Día del Señor? No necesitamos quedarnos en el gallinero esperando una respuesta a estas preguntas. La guía divina es algo maravilloso; pero más maravilloso es el hecho de que Dios ya nos ha dado Su dirección en oraciones fácilmente entendibles.

Lo contrario también es cierto. Si el pecado es lo que la ley de Dios prohíbe, las buenas obras son aquellas que la ley ordena. No son necesarias las conjeturas. Las Escrituras dicen con exactitud qué son las buenas obras. Las buenas obras son únicamente aquellas que Dios ha ordenado en Su Santa Palabra, y no aquellas que carezcan de una justificación Bíblica, que sean concebidas por los hombres a partir de un celo ciego o por cualquier pretensión de buenas intenciones. Aquellos que adoran a Dios de forma vana, enseñando por doctrinas los mandamientos de los hombres, puede que tengan un cierto celo, pero no de acuerdo a conocimiento. “Él te ha mostrado, oh hombre, lo que es bueno.”

Por lo tanto, debiese ser evidente que el bien y el mal son definidos únicamente por la ley de Dios.

Esta conclusión es reafirmada por la rigurosidad con la que Dios encarece hacia la obediencia. “Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni tampoco torzáis a la mano izquierda. No te apartarás de todas las palabras que yo te mando hoy, ni a diestra ni a siniestra.” No debiese pensarse que estos principios del Antiguo Testamento no se aplican a nosotros; ni debiese alguien suponer que todo esto es inconsistente con la gracia. La salvación en el Antiguo Testamento pertenece al ámbito de la gracia, lo mismo que la salvación en el Nuevo Testamento. La justificación por la fe es una doctrina del Antiguo Testamento: Pablo la tomó de Habacuc. La regeneración, sobre la que Nicodemo debía haber estado enterado, se explica en Ezequiel 36. Por lo tanto, si la gracia y la ley no son incompatibles en el Antiguo Testamento, no existe una razón apriori por la cual deban serlo en el Nuevo Testamento.

Sin embargo, para asegurarnos por partida doble y no confiar únicamente en el Antiguo Testamento, se pueden aducir algunos pasajes del Nuevo Testamento. Jesús dijo, “Si me amáis, guardad mis mandamientos.” Y además, “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él. Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.”

Tales declaraciones específicas deben ser aceptadas como decisivas.

Hay un punto final que debe señalarse. Alguien pudiese admitir ahora que estamos bajo la obligación de obedecer los mandamientos de Dios, pero puede que argumente que además de la Biblia necesitamos una dirección adicional. La Biblia está en lo correcto en todo cuanto dice; pero la vida Cristiana es más amplia que la Biblia, nos topamos con situaciones que los mandamientos Bíblicos no cubren, de modo que debemos buscar a Dios solicitando información adicional sobre qué hacer. Después de todo, ¿hay algún daño en añadirle a la Biblia, dando por hecho que no le quitamos nada?

Sin embargo, este tipo de argumento contradice la declaración expresa de la Escritura, y por lo tanto, deshonra a Dios. Sin duda que todos estamos familiarizados con la frase,

“Toda la Escritura es inspirada por Dios,” ¿pero hemos leído cuidadosamente lo que sigue? Claro, la Escritura es útil para enseñar, y para instruir en justicia; ¿pero con qué propósito? Note el siguiente versículo: “para que el hombre de Dios pueda ser perfecto [o, perfeccionado], enteramente equipado [completamente provisto, o equipado] para toda buena obra [para todas las buenas obras].” La declaración es global: incluye toda buena obra. No hay buena obra para la cual la Escritura no nos prepare de manera perfecta. Es la ley de Dios, declarada en las Escrituras, la que define el pecado y las buenas obras.

Dios nos ha dado toda la dirección que necesitamos. No necesitamos la tradición Católica Romana; no necesitamos visiones místicas; no necesitamos revelaciones adicionales. Pero lo que sí necesitamos, y lo necesitamos profundamente, es una buena cantidad de estudio de la Biblia. En la Biblia, y sólo en la Biblia, encontramos las normas para la vida.

P.S. Si usted tiene gallinas, un caballo, o un perro como mascota, estudie Éxodo 20:10; 23:5, 15; Deuteronomio 25:4; Proverbios 12:10; Mateo 12:11; y aliméntelos.

Este artículo fue tomado del boletín The Trinity Review,

 

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EL AXIOMA DE GABRIEL

 Vincent Cheung

Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para ella, la que llamaban estéril  porque nada hay imposible para Dios. Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia. (Lucas 1;34-38)

 Aquí Dios envía al ángel Gabriel a decirle a María que va a quedar embarazada y dar a luz a un niño. Este no será un niño normal. Como Hijo del Altísimo, será divino. Y puesto que nacerá de una mujer, será humano. Él es la encarnación de la deidad. De acuerdo a la promesa de Dios, tomará posesión permanente del trono de David. Y a diferencia de los que lo prefiguraba, este rey no muere, y su reino nunca caerá.

María está perpleja. Ella no pregunta sobre éste Hijo del Altísimo, ni del trono de David, o la permanencia del reino. Sino que dice: «¿Cómo será esto, pues no conozco varón?» En tiempos pasados, Dios había permitido a las mujeres estériles concebir, E hizo a Abraham y a Sara fértiles en su vejez. Sin embargo, concebir sin un hombre es algo que nunca se había hecho. Esto no tiene precedentes ni siquiera en los registros de los actos de Dios.

Gabriel comienza con una respuesta relativamente concreta: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra«. No es una explicación detallada o mecánica, pero deja en claro que este será un acto del poder divino, con especial referencia al papel del Espíritu Santo. También le habla a María sobre Elizabeth, quién en ese momento ya tenía encinta seis meses, aunque ella era estéril. A continuación, el ángel apela a un principio básico que cubre los dos eventos: «Porqué nada hay imposible para Dios.»

Esto nos enseña algo sobre el método y el contenido de su pensamiento. El plan de la salvación ahora se superpone a una pregunta sobre la biología, o en un nivel más básico, una pregunta sobre la posibilidad. Para solucionar esto, Gabriel primero menciona lo que Dios va a hacer, y lo que Dios ha hecho. Aunque esto es significativo, su apelación final no es a la historia pasada y futura de los actos de Dios, sino a su conocimiento de la naturaleza de Dios, declarada en una proposición que es amplia y abstracta, y que es inteligible incluso al margen de la historia de la divina acciones. No es dependiente de la historia de la redención, sino que la historia de la redención se explica por ella y depende de ella. En cuanto al contenido, es simplemente esto: «Porque nada hay imposible para Dios.» Esta es la teología excelente.

Objeciones contra la omnipotencia divina cometen falacias categóricas, entre otras cosas. «¿Puede Dios crear una roca tan grande o pesada que no pueda levantar?» es una objeción usada en exceso, pero viene en diferentes formas, e ilustra el fracaso de otros intentos. También es un buen recurso de enseñanza, ya que ofrece la oportunidad de seguir a Gabriel en su apelación a un axioma básico de la naturaleza divina. Es decir, la Biblia enseña que «Dios es espíritu», por lo tanto, tamaño, peso y otras propiedades físicas no se aplican a él, y cuando él mueve una piedra, él no la «levanta». La objeción comete un error categórico, y refleja la ignorancia habitual de los no cristianos.

Entonces, se pregunta si Dios puede realizar una contradicción, como por ejemplo, «¿Puede Dios crear un círculo cuadrado?» Esto se responde señalando la naturaleza de una contradicción, por lo que debido a que una contradicción es lo que es, este intento también comete un error categórico. Una contradicción es en realidad nada. Esto es a menudo oscurecido por el hecho de que aún puedo decirlo. Para ilustrar que puedo pronunciar frases sin sentido, suponga que pregunto: «¿Puede Dios caminar una llave de gato súper tortilla puerta?» Ni siquiera yo sé lo que esto significa. No puedo pensar en una llave de gato puerta súper tortilla puerta, ni sé si es algo sobre lo cual pueda caminarse. Puedo afirmar la pregunta, pero no tiene sentido, y porque no tiene sentido, no es una cuestión que corresponda a la capacidad de Dios. Del mismo modo, aunque podemos decir tonterías como «un círculo cuadrado» o «una roca que no es una roca,» estas no son nada. No son cosas que se creen, ni nadie que hable de ellos sabe lo que significan. Mantenemos que la omnipotencia divina es un concepto coherente y real.

Cuando el hombre abandona a los axiomas de la revelación, o las proposiciones básicas acerca de la naturaleza, poder y sabiduría de  Dios, su intelecto cae de las alturas del cielo a las profundidades del infierno. Ahora su pensamiento se parece más a los animales que a los ángeles, esforzándose para volverse cada vez más estúpido. Cuando se enfrenta a preguntas sobre posibilidad, apela a los sentidos, observaciones, experimentaciones, y cosas por el estilo. Esto coloca un límite falso, artificial, y estrecho en lo que podríamos considerar como posible, no porque la realidad sea tan estrecha como lo piensa el no-cristiano, sino porque su mente es tan pequeña y su inteligencia tan débil. Sin axiomas verdaderos y fundamentales para anclar su sistema, y ​​sin métodos racionales para orientar su pensamiento, toda su ciencia y filosofía son falsos, y son producto de la conjetura y la especulación arbitraria. Todos sus argumentos son falaces, y su aprendizaje consiste en fantasías en lugar de descubrimientos.

La verdadera religión trata primero, no con la dignidad del hombre y el progreso, sino con la majestad y poder de Dios. Se trata de una condena en contra de todas las filosofías de los hombres, y muchas escuelas y tradiciones teológicas.

Puede parecer obvio que, cuando pensemos en Dios, debemos asumir que El puede hacer todas las cosas, y que este principio básico debe determinar nuestra idea de lo que es posible. Pero esto no es evidente para todos.

En lugar de comenzar con el poder de Dios, hay quienes comienzan su pensamiento, incluso cuando se trata de la teología, con lo que consideran las habilidades de los hombres, descubrimientos y experiencias. Digo «con lo que consideran» porque siempre están equivocados, incluso sobre las capacidades de los hombres, descubrimientos y experiencias.

Dios es el fundamento de la teología, y una vez que se ha establecido, el resto de las doctrinas se afirman sin ningún tipo de tensión o contradicción. Se trata de doctrinas tales como la inspiración, la conservación, y la canonización de las Escrituras, la creación del hombre y del mundo, la resurrección de Cristo y de su pueblo, y la predestinación de los individuos para el cielo y el infierno. Como dijo Pablo,  «¡Qué! ¿Se juzga entre vosotros cosa increíble que Dios resucite a los muertos?» (Hechos 26:8). Y Jeremías dijo: ¡Oh Señor Jehová! he aquí que tú hiciste el cielo y la tierra con tu gran poder, y con tu brazo extendido, ni hay nada que sea difícil para ti« (Jeremías 32:17). La base de estas declaraciones es que nada es imposible para Dios.

La apelación final de Gabriel es un principio sobre la naturaleza eterna y el poder de Dios, y no sobre la historia de la redención o sobre el progreso de la revelación. La enseñanza y su aplicación no puede ser restringida por eras y épocas. Dios puede hacer lo que quiera en cualquier momento que él quiera hacerlo. Si no hace nada, no podemos obligarle a hacer algo. Si hace algo, no podemos detenerlo.

Por lo tanto, no permita que nadie lo preocupe con doctrinas que imponen limitaciones fabricadas a la soberanía de Dios y a la omnipotencia. Podemos tener confianza en las doctrinas de la fe cristiana. Son inmunes a las refutaciones que se basan en axiomas no-cristianos y sus conceptos de posibilidad. Y como Dios es a la vez trascendente e inmanente, podemos tener confianza en la capacidad de Dios de cuidar, proteger y cumplir sus promesas preciosas en nuestra vida.

Autor:  VINCENT CHEUNG

Traducción: Raul Loyola Român

 

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EL CONSEJO IMPÎO

Vincent Cheung

 

Un versículo muy citado en Proverbios dice, “Donde no hay dirección sabia, caerá el pueblo; mas en la multitud de consejeros hay seguridad” (11:14, RV60). Estas palabras se usan para enseñar que el Cristiano debiese tomar en consideración el consejo de otros mientras toma decisiones importantes; algunos las usan para justificar sus esfuerzos por imponer sus sugerencias más bien medio insulsas sobre sus víctimas. Aunque, como lo traduce RV,1 el versículo se refiere más a la guerra que a la toma personal de decisiones, pocos percibirían el principio como completamente inaplicable. Además, al menos otro versículo en Proverbios replantea la enseñanza aparentemente sin limitarla a la guerra: “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman” (15:22).

 Esto no quiere decir que los creyentes debiesen escuchar las sugerencias de otros sin aplicar criterios ni discriminar. El Salmo 1 comienza de esta manera: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado” (v. 1). O, para hacer explícito el paralelismo en el versículo:

Bienaventurado el hombre que no:

(1) Anda en consejo de malos o
(2) anda en camino de pecadores o
(3) se sienta en la silla de los escarnecedores.

 

Aunque no me opongo a tomar las tres frases señaladas como toscamente equivalentes, se puede decir algo para el entendimiento, que ellas ilustran las etapas progresivas de maldad en las que entra alguien que se extravía de Dios. Con cada etapa, el impío se torna más resuelta y se incrementa su hostilidad contra la justicia.

 El sendero hacia la apostasía y la perdición comienza cuando uno escucha “el consejo de los malos.” Esto es suficiente para restringir la aplicación de los dos versículos de Proverbios antes citados. Aunque debemos prestar atención al consejo de otros, la Biblia excluye el consejo impío, y declara que el hombre justo rechaza tal consejo.

El consejo de los malos a veces es explícito y gráfico:

 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. Si dijeren: Ven con nosotros; pongamos asechanzas para derramar sangre, acechemos sin motivo al inocente; los tragaremos vivos como el Seol, y enteros, como los que caen en un abismo; hallaremos riquezas de toda clase, llenaremos nuestras casas de despojos; echa tu suerte entre nosotros; tengamos todos una bolsa. Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas, porque sus pies corren hacia el mal, y van presurosos a derramar sangre. (Proverbios 1:10-16).

Esperamos que aquellos que se llaman a sí mismos Cristianos sepan que no han de seguir este tipo de invitaciones, aunque casi nos encontramos a menudo muy sorprendidos en este sentido. El mensaje distorsionado del evangelio predicado hoy por muchos debe ser culpado por la gran cantidad de falsos conversos en nuestras iglesias. Aun así, incluso algunos no creyentes se rehúsan a seguir a los criminales.

 No todo consejo impío es tan obviamente adverso a la fe bíblica. Comenzando por cualquier a priori o telos no-Cristiano, cualquier proceso válido de razonamiento resulta en proposiciones que son cuestionables. Podemos obtener muchos ejemplos del libro de Jeffrey J. Fox titulado Cómo Convertirse en CEO,2 en el cual el autor da una cantidad de “normas para elevarse hasta la cima de cualquier organización.”

 Un aspecto reconfortante de este libro es su ruptura con el sentido común colectivo. El “sentido común” es sobreestimado. A menudo uno escucha la exclamación, “¡Eso es simple sentido común!” Pero a menudo ésta es la razón por la cual el curso propuesto de acción no debiese ser seguido. En su uso ordinario el término significa “sano juicio práctico que es independiente del conocimiento o del entrenamiento especializado, o de cosas similares; inteligencia normal innata.”3 Pero estoy tanto encantado como divertido de encontrar mi definición de “sentido común” en el Merriam-Webster: “las opiniones no reflexivas de la gente ordinaria; juicio sano y prudente, pero a menudo poco sofisticado.”

Basado en cualquier definición del término, me opongo a la noción popular, afirmada incluso por algunos teólogos, de que el Libro de Proverbios es una compilación de dichos de “sentido común.” Algunos dicen que mucho de lo que se halla en Proverbios, o incluso otras partes de la Escritura, es solo “simple sentido común,” como si este fuese un argumento para que sus oyentes sigan la Biblia. Pero, ¿Para cuántas personas es sentido común pensar, “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia” (Proverbios 9:10)? Incluso Cristianos profesantes dejan de entender que la devoción a Dios debe comenzar e impregnar la búsqueda de la sabiduría y el conocimiento.

En nuestro tiempo, el sentido común rechaza la noción misma de que, “La necedad está ligada en el corazón del muchacho…” (Proverbios 22:15). El versículo enseña la depravación humana, que la necedad está “ligada” incluso en los corazones de aquellos supuestamente menos corrompidos por el mal. Pero el sentido común contemporáneo nos dice que todos, y especialmente el niño, nace inocente y que es inherentemente bueno. Esta premisa anti-bíblica da como resultado currículos que maximizan la auto-expresión del niño en lugar de la auto-disciplina. Una filosofía Cristiana de la educación debe enfatizar las instrucciones verbales y la excelencia moral, no la participación del estudiante y la creatividad desenfrenada.

Y, ciertamente, si el niño es inherentemente inocente y bueno, el castigo físico constituye un abuso y no una disciplina. De modo que, una negación de la primera porción de Proverbios 22:15 también requiere un rechazo de la segunda parte: “La necedad está ligada en el corazón del muchacho; mas la vara de la corrección la alejará de él.” Se desprende que Proverbios 13:24; 23:13-14 y 29:15 son todos descartados como falsos y primitivos: “El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”; “No rehúses corregir al muchacho; porque si lo castigas con vara, no morirá. Lo castigarás con vara, y librarás su alma del Seol”; “La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.”

 La Biblia se opone a lo que piensa el hombre pecaminoso. Proverbios, como el resto de la Escritura, no enseña el sentido común – enseña en su contra. Por ambas definiciones del término, la Biblia rechaza el sentido común – la “inteligencia normal innata” ha sido lisiada por los efectos intelectuales del pecado, y ningún Cristiano cree que la Biblia enseña “las opiniones no reflexivas de la gente ordinaria.” La Escritura es revelación divina verbal, no sentido común.

 Sin embargo, aún sin la objeción religiosa, la “inteligencia normal innata” no siempre llega a las mismas conclusiones, aunque a menudo se alcanza un consenso ingenuo por parte de una mayoría. Fox sugiere muchas normas que se desvían del sentido común de la cultura colectiva, y por esto le aplaudo. Por ejemplo, “No te tomes un trago con la pandilla,” “Evade todos los partidos en la oficina,” “No te lleves el trabajo de la oficina a casa,” “Evita a los superiores cuando viajes,” y “Come en tu cuarto de hotel” parece diferir mucho de la sabiduría convencional. Fox mismo es un hombre de éxito en términos de su carrera, y asumiendo que sigue sus propios principios, su ejemplo muestra que evadir todos los partidos que se forman en la oficina no lo condena a uno al olvido por parte de la corporación.

 Bajo el título “Estudie estos libros,”5 estoy contento de encontrar el Webster’s Tirad Unabridged Dictionary y la Biblia, aunque es probable que esta última se incluya sólo para ampliar la conciencia moral y cultural de uno, en lugar de ser reverenciada como revelación divina. El Arte de la Guerra es superior a otras obras seculares contemporáneas, y sé que existe El Arte de la Guerra para Ejecutivos. Leer El Príncipe de Maquiavelo es al menos más refinado que ¿Quién se llevó mi queso?

 Sin embargo, nuestro propósito es descubrir si sus sugerencias, a pesar de su naturaleza aparentemente irreligiosa y amoral, escapan de la designación, “el consejo de los malos.” De manera directa, uno cuestiona si El Arte de la Guerra y El Príncipe pueden aplicarse a los negocios de acuerdo a los principios bíblicos. Tome como otro ejemplo, “Siempre tome el empleo que ofrezca más dinero.” Fox da varias razones que validan tal norma:

Primero, todos sus beneficios, incentivos, bonos y aumentos subsecuentes se basarán en su salario… Segundo, mientras más se le pague, más visible será a la gerencia de más alto nivel… Cuarto, si dos personas son candidatas para una promoción en un puesto… la persona que recibe el salario más alto siempre obtiene el puesto…

Asumamos que todas las razones que provee son ciertas, pero respaldan la norma en cuestión sólo si se presupone un cierto propósito o meta. Si esta meta no se deriva de la revelación bíblica, entonces lo que Fox propone aquí no puede ser consistente con la perspectiva Cristiana.

 Se podría decir que Fox no está tratando de escribir un libro religioso, de modo que solamente asume lo que sería el caso en un entorno de negocios. Sin embargo, este punto tiene poca relevancia para el Cristiano, puesto que su fe le compromete a obedecer la Escritura en todos los aspectos de su vida. Por lo tanto, antes que entienda la teleología del trabajo, tal y como se prescribe en la Biblia, no puede discernir si “Siempre tome el empleo que ofrezca más dinero” se aplica a él. Puede ser verdad que uno debiese tomar el empleo que ofrezca más dinero una vez que los puntos Cristianos de interés hayan sido considerados, pero entonces el principio ya no puede permanecer tal y como ha sido declarado por Fox, sino que, por consiguiente, debe ser modificado.

 Incluso Cristianos han producido el tipo de libros que aquí se examinan, y en tales casos no permiten que la Escritura controle su pensamiento mientras escriben. Dado que solo están escribiendo acerca de negocios, puede parecer inapropiado introducir presuposiciones religiosas en la discusión; sin embargo, cuando lo hacen sin premisas bíblicas, inevitablemente permiten que otro conjunto de presuposiciones domine el contenido. Si el éxito profesional es la meta más alta de uno en su sistema de pensamiento, entonces sus prácticas sociales y espirituales van a reflejar tal teleología. Sin embargo, si el conocimiento de Dios es lo supremo, todas esas otras categorías subsidiarias son dominadas e impregnadas por presuposiciones teológicas.

 Es imposible escribir un libro neutral sobre los negocios o sobre cualquier otro tema; o será un libro Cristiano o uno no-Cristiano. Por lo tanto, el libro de Fox cae bajo la categoría de “el consejo de los malos.” Aunque no aboga por el crimen o la lascivia descarada, al menos intenta ser religiosamente neutral. Los Cristianos bien informados pueden encontrar allí muchas sugerencias que pueden ser útiles después de algunas modificaciones, pero la mayor parte de los creyentes no pueden estar seguros cuáles normas son consistentes con la Escritura y cuáles no lo son.

 Aquellos que “andan en el consejo de los malos” pronto comienzan a “estar en el camino de los pecadores” (v. 1). A menudo que uno contempla o sigue ideas antagónicas a la fe Cristiana, comienza a viajar por el mismo sendero de los pecadores. Su simpatía por su estilo de vida llega a ser cada vez más grande, de modo que ahora se halla con los malos. Cuando finalmente se “sienta en la silla de los escarnecedores” (v. 1), se ha unido completamente a los impíos. Ahora tiene un lugar en su mesa. Más que perseguir el sendero de la maldad, ahora es uno de los “escarnecedores” que se burla de las cosas de Dios, despreciando a aquellos que exponen y siguen Sus preceptos.

 Tal es el camino a la perdición, y comienza con prestar atención al consejo impío. La mayor parte de Cristianos profesantes “caminan en el consejo de los malos” diariamente, pero muchos también se hallan “en el camino de los pecadores” y se “sientan en la silla de los escarnecedores” sin darse cuenta, en parte quizá debido al auto-engaño. Uno que brinda un servicio de labios a la Biblia puede no obstante afirmar y seguir el consejo impío de los no-Cristianos, y burlarse de aquellos que hablan y actúan de acuerdo a la Escritura.

 La caída de la rectitud comienza con la admiración y el respeto hacia el pensamiento impío, y finaliza en un compañerismo íntimo con los malos. Derek Kidner escribe,

Consejo, camino y silla… llaman la atención a los ámbitos del pensamiento, la conducta y el sentido de pertenencia, en los cuales se toma la decisión personal de alianza de una persona y luego se lleva a cabo… las tres frases completas muestran tres aspectos, de hecho tres grados, del apartarse de Dios, describiendo la conformidad con este mundo en tres niveles diferentes: aceptando su consejo, siendo parte de sus caminos, y adoptando la más fatal de sus actitudes – pues los escarnecedores, si no es que son los pecadores más escandalosos, son los que se hallan más lejos del arrepentimiento…

 Con este excelente resumen procedemos al siguiente versículo.

Uno podría esperar, siendo lo que son la estructura y contenido del versículo anterior, que el versículo 2 pudiese contrastar el consejo, conducta y compañerismo del justo, el piadoso y el reverente en comparación con lo que se ha dicho en el versículo 1. Más bien, dice, “Sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.”

 El Salmo avanza inmediatamente a la ley del Señor. Esta nos advierte que, “Los pensamientos son frustrados donde no hay consejo; mas en la multitud de consejeros se afirman” (Proverbios 15:22) no requiere muchos consejeros humanos. De hecho, el Salmo 119:24 dice, “Pues tus testimonios son mis delicias y mis consejeros.” Proverbios 15:22 aún se aplica a los consejeros humanos, pero deben estar afirmados en los preceptos de Dios.

Aunque existe una autoridad última para todos los Cristianos, a saber, la totalidad de la Escritura, no existe un principio unificador del que provengan todas las filosofías seculares.

 Los primeros principios de los sistemas no-Cristianos se oponen unos a otros, su pensamiento se halla en total confusión.

Como hemos observado, el giro hacia la vida malvada comienza a partir del pensamiento pecaminoso, de modo que el versículo 2 aborda el tema en su nivel fundamental cuando dice del hombre justo que, “su delicia está en la ley del Señor, y en su ley medita de día y de noche.” “Deleitarse” en la ley de Dios es pensar en ella “día y noche”; uno cuyo pensamiento no esté impregnado con la Escritura no puede afirmar amar la palabra de Dios. Spurgeon escribe, “Quizás algunos de ustedes pueden afirmar una especie de pureza negativa, porque no andan en el camino de los impíos; pero, permítanme preguntarles – ¿Se halla tu delicia en la ley de Dios? ¿Estudias la Palabra de Dios? ¿Haces de ella algo tan primordial como tu mano derecha – tu mejor compañía y guía a cada momento?”

 “Meditar” en la Escritura significa pensar en ella, reflexionar en su significado e implicación. Aunque la palabra puede significar “mascullar; hacer sonidos con la boca,” no requiere esta traducción “murmurar su ley de día y de noche” (NJB). El GNT dice que el justo “la estudia de día y de noche.” La idea a enfatizarse es la contemplación de la revelación divina por parte del intelecto, ya sea que se hable en voz alta o no. Para citar a Kidner una vez más, “La mente fue el primer bastión a defender, en el versículo 1, y es tratada como la clave hacia la totalidad del hombre… El salmo se contenta con desarrollar este único tema, implicando con ello que cualquier cosa que moldee realmente el pensamiento del hombre moldea su vida.”

 Podemos ver esto en el mandamiento de Dios a Josué: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien” (Josué 1:8). Su instrucción para la crianza de los hijos es también similar: “Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; 7y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes” (Deuteronomio 6:6-7).

 El conocimiento viene antes de la práctica y la aplicación, y la repetición refuerza los preceptos de Dios en la mente. Este siempre ha sido el camino del justo: “Considera lo que digo, y el Señor te dé entendimiento en todo” (2 Timoteo 2:7). ¿Qué distingue al impío del justo? El primero sigue el consejo impío, mientras que el segundo se deleita y piensa en la Escritura. Esta diferencia básica en los pensamientos divide a los dos grupos. Los versículos 5 y 6 dicen, “Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque JEHOVÁ conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.”

 Los Cristianos profesantes pueden realizar muchas buenas obras en el nombre de Cristo, pero sus pensamientos les traicionan; “Jehová mira el corazón” (1 Samuel 16:7). El Cristianismo contemporáneo, una versión aberrante de la fe verdadera, busca minimizar la relevancia de la posición teológica que uno tenga; solamente el amor y la unidad son importantes. Pero la Biblia dice que nuestros pensamientos nos definen, y son el punto de partida del cual se deriva la totalidad de nuestras vidas. Por lo tanto, que aquellos que profesan el nombre de Cristo dejen de prostituirse tras la sabiduría de este mundo, e insistan en la antítesis irreconciliable que existe entre la cosmovisión bíblica y todos los sistemas seculares.

 Puede que el lector esté aún preocupado de que, si todo el consejo no-Cristiano es malo, entonces uno no puede confiar en su médico, o incluso en el manual del automóvil. Voy a contestar esto con un ejemplo personal. Un dentista me dijo que tenía caries, pero varios minutos más tarde entró otro y me dijo que no tenía. ¿Tenía caries? Si hubiese conseguido una tercera opinión, no había garantía de que un cuarto dentista hubiese estado de acuerdo con el tercero. Y se supone que este era un problema simple. Cualquier cosa que carezca de revelación divina es, en el mejor de los casos, incierta, una premisa o teología no- Cristiana conducirá obligatoriamente a una conclusión no-Cristiana. Por otro lado, el camino del justo es el lema de la Reforma, sola Scriptura – solamente la Escritura.

Traducido por Donald Herrera Terán

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COMPAÑEROS EN EL EVANGELIO

FILIPENSES 1:3-11; 4:10-19

VINCENT CHEUNG

Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo de vosotros, siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros, por vuestra comunión en el evangelio, desde el primer día hasta ahora, estando persuadido de esto, que él que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.

Como me es justo sentir esto de vosotros, por cuanto os tengo en el corazón; y en mis prisiones, y en la defensa y confirmación del evangelio, todos vosotros sois participantes conmigo de la gracia. Porque Dios me es testigo de como os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo.

Y    esto pido en oración, que vuestro amor abunde más y más en ciencia y en todo conocimiento, para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios…

En gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin habéis revivido vuestro cuidado de mí; de lo cual también estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Sin embargo, bien hicisteis en participar conmigo en mi tribulación. Y sabéis también vosotros, oh filipenses, que al principio de la predicación del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia participó conmigo en razón de dar y recibir, sino vosotros solos; pues aun a Tesalónica me enviasteis una y otra vez para mis necesidades. No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta. Pero todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios. Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.

 Después de saludar a los creyentes de Filipos, incluyendo a los ancianos y los diáconos, Pablo da gracias a Dios por su “completo recuerdo” de su relación con los filipenses. Todo de su trato con ellos ha causado en él solamente gozo y no tristeza (17). Una de las principales razones para la elevada consideración de estos creyentes es que ellos han sido compañeros en el evangelio con él desde el comienzo de su conversión. Su generosidad y sustento parecen ser raros, si no únicos, entre las iglesias (4:15).

(1)       Kenneth S. Wuest, Philippians; Williams B. Eerdmans Publishing Company, 1942; p. 31. William Barclay traduce, “En toda mi memoria de ustedes yo tengo causa para nada más que dar gracias” (The New Testament; Westminster John Knox Press, 1999). Sin embargo, por razones gramaticales, algunos estudiosos argumentan que el apóstol está en efecto agradeciendo a Dios por como los filipenses recuerdan a Pablo, especialmente evidenciado por su más reciente donación financiera. Aquellos que sostienen este punto de vista incluyen a D. A. Carson, Peter T. O’Brien, y Ralph P. Martin, y es reflejado por la traducción de Moffat. Puesto que este punto de vista no daña la integridad o contenido de la carta de Pablo, y puesto que este no es un comentario exegético, yo no tomaré el tiempo para argumentar por o en contra de ello.

La palabra traducida “colaboración” (koinonía) es a veces traducida “compañerismo” o “comunión”. Cristianos contemporáneos a menudo usan la palabra para denotar las interacciones de amistad social entre los creyentes, pero este significado nunca es encontrado en los escritos de Pablo (18). Como con muchas otras palabras, el significado preciso en cada instancia depende del contexto, pero sabemos que el principal sentido de la palabra se refiere a la participación en algo objetivo, y que ella tuvo manifiesto sentido comercial en el primer siglo (19). Por ejemplo, dos personas que participan en un arriesgado negocio por invertir dinero en ello han entrado en una sociedad, tal que “El corazón del verdadero compañerismo es auto-sacrificado en conformidad a una visión compartida” (20). En el caso de Pablo y los filipenses, la “visión compartida” es el progreso del evangelio.

Aunque alguna gente desea pensar que Pablo incluye el significado de una “participación” común (en el sentido de posesión) en los beneficios del evangelio, el significado principal de la palabra y el contexto del pasaje favorece el punto de vista de

que se está refiriendo a su participación y compañerismo en el progreso del evangelio, y específicamente teniendo en vista el aporte financiero que ellos le han dado.

Es decir, Pablo se regocija porque los filipenses han sido compañeros en el evangelio con él desde el mismo comienzo, tanto en el más amplio sentido que ellos han hecho mucho por el progreso del evangelio, pero también en el estrecho sentido que ellos repetidamente le han dado a él asistencia financiera y práctica (21). Para Pablo esta vehemencia para promover el evangelio, la cual incluye su buena voluntad para proporcionar soporte financiero para él, señala una genuina conversión en los filipenses. Por causa de esto, Pablo está confiado en que Dios ha sin duda comenzado una obra de salvación en ellos, y que él la llevará a su culminación.

Tú puedes ser uno de aquellas personas que ponen su carrera y familia primero antes que el evangelio y sus ministros. Por todo lo que te importa, los ancianos en tu iglesia se pueden morir de hambre antes de que tú renuncies a las comodidades que tú y tu familia disfrutan, dando por sentado, e incluso considerando el derecho divino de propiedad.

Por supuesto, tú debes cuidar de tu familia, pero incluso eso debería ser por el bien del reino de Dios.

(2) Ralph P. Martin, Tyndale New Testament Commentaries: Philippians; William Eerdmans Publishing Company, 1987; p. 49. (3)       Carson, p. 16 (4)       Ibid. (5)       Ibid. p. 48-50. También. Gordon D. Fee, The New InternationalCommentary on the New Testament; William B. Eerdmans Publishing Company, 1995; p. 81-84.

El cristiano es uno que hace todas las cosas para la Gloria de Dios, aun cuando él está siguiendo una carrera y formando una familia. De lo contrario, ¿por qué seguir una carrera? ¿Qué te hace formar una familia? Pero ¿para qué estás formando una familia? Tú deberías tener cuidado de tu familia de modo que ellos puedan adorar al Señor, servir a la iglesia, y promover el evangelio. Privar a la iglesia de tu dinero y servicio no es ciertamente la manera correcta de hacer esto. ¿O es que tú piensas que la pobre viuda estaba siendo un “mayordomo de los pobres” cuando ella “echó todo lo que tenía para vivir en la ofrenda” (Lucas 21:4)? Sin duda, los filipenses pueden haber aumentado sus propias necesidades, dando la donación a Pablo (4:19; 2 Corintios 8:1-4) (22). Ello era un acto de sacrificio desinteresado por el beneficio del ministerio de Pablo y por el evangelio de Cristo.

Sin embargo, no todos los actos de generosidad y sacrificio implican una genuina conversión. Por ejemplo, ninguna cantidad generosa y sacrificada dada a la iglesia Mormona o a un templo budista puede indicar que alguien ha recibido la gracia de Dios. De hecho, es verdad todo lo contrario, así que cuanto más generoso y sacrificado seas tú con tu dinero hacia las falsas religiones, cuanto más te expones como un enemigo de Dios.

 Del mismo modo, no todos los actos de generosidad y sacrificio dados hacia una supuesta causa “cristiana” implica una genuina conversión. Dar dinero para apoyar el programa de rescate de animales de la iglesia, el ministerio de títeres, y la compra de equipamiento eléctrico para tocar música de rock cristiano durante la “adoración” a menudo hace más para oscurecer y obstaculizar el evangelio que promoverlo. Y si tu iglesia hace muchas de estas cosas, tú estás probablemente en la iglesia equivocada.

Compañerismo significativo en el evangelio significa que tú das tu apoyo financiero y práctico a iglesias y ministerios que promueven el evangelio como un mensaje inteligible por medios tales como la predicación y la escritura. Su mensaje debe estar caracterizado por la precisión teológica y la fuerza apologética. Este es el tipo de ministerio que los filipenses decidieron apoyar, así que ellos llegaron a ser socios con Pablo en “la defensa y confirmación del evangelio”. Aunque esto puede referirse al doble ministerio doctrinal de la teología y la apologética, algunos estudiosos piensan que “defensa” y “confirmación” pueden ser términos legales que se refieren al juicio de Pablo ante la corte imperial (23). No obstante, otros sostienen que las palabras tienen amplios usos que no están restringidos aquí por el contexto del pasaje (24).

En cualquier caso, si Pablo está hablando al público o a la corte, él está “defendiendo y confirmando el evangelio’ (v. 7), así que en cualquier caso él estaría realizando apologética, es decir, defendiendo el evangelio de las acusaciones y objeciones. Inherente a la idea de la apologética es la presentación positiva del evangelio, ya que cualquier defensa del evangelio incluye la corrección de las ideas erróneas acerca de y una declaración positiva de lo que uno esta defendiendo. Por lo tanto, haciendo apologética se asume que el contenido del evangelio ha sido aclarado o será aclarado; de lo contrario, no habría nada para defender. Si es correcto que la defensa se refiere a la apologética, y que la confirmación se refiere a la teología, entonces Pablo está de hecho haciendo explícito este punto aquí (25).

(6)      Martin, p. 184. (7)       Ibid., p. 65. (8)       Gordon H. Clark, Philippians; The Trinity Foundation, 1996; p.18.

(9)       J. A. Motyer, The Message of Philippians; InterVarsity Press, 1984; p. 46-47. Sin embargo, algunos insisten en que ambos términos se refieren a la defensa del evangelio, así que la confirmación se refiere a algo como “vindicación”. Sin embargo, como se ha mencionado, debe haber algo para defender, confirmar o vindicar, así que eso debe ser una presentación positiva del evangelio.

En otras palabras, Pablo está alabando a los filipenses por apoyar un ministerio que es competente y valiente en hacer teología y apologética. Ahora, las palabras traducidas “defensa” y “confirmación”, ya sean o no usadas como términos legales, necesariamente implican actividad intelectual. Esto significa que el compañerismo fiel en el evangelio se refiere a dar asistencia financiera y práctica a un ministerio que está comprometido con la defensa bíblica y racional de la fe cristiana. Es valioso ser generosos y hacer sacrificios por tal ministerio.

Ralph Martin escribe, “Nosotros hoy día podemos aprender la lección para el corazón de que la señal de nuestro profesado amor por el evangelio es la medida del sacrificio que estamos dispuestos a hacer a fin de ayudar a su progreso” (26). Puede que no sea la única señal, también la ansiedad de los filipenses para llegar a ser socios en el evangelio con Pablo indica que Dios había sin duda realizado una genuina obra de conversión en ellos. Aquellos que profesan sinceramente poner primero el evangelio en su vida, y perseveran con una asistencia financiera y práctica a ministerios legítimos y competentes (Santiago 2:26), pueden por lo tanto obtener una medida de seguridad de que ellos verdaderamente han sido elegidos por Dios para salvación, y que lo que Dios a comenzado, él también lo completará (1:6).

Muchos cristianos profesantes son independientes; es decir, ellos se benefician de una iglesia o ministerio sin participar en sus costos y responsabilidades. Aunque ellos saben que la iglesia o ministerio requiere mucha asistencia financiera y práctica, permiten que otra gente haga los sacrificios necesarios. Algunos valoran a la iglesia o ministerio lo suficiente de modo que están incluso bien dispuestos a ayudar si saben que ellos fracasarían sin su asistencia, pero no antes que la organización haya alcanzado tan desesperada condición.

Si tú eres un independiente, es a menudo difícil para otra gente reconocerte, especialmente si tú pareces ser muy entusiasta y sostenedor en cuanto a la iglesia o el ministerio, y esto es porque tú eres capaz de permanecer desvergonzadamente independiente con esa organización. Pero Dios sabe lo que tú eres, y él te pasará la cuenta. Él conoce a aquellos que son generosos y a quienes no lo son, así que Pablo escribe, “Recuerda esto: el que siembra escasamente, también segará escasamente, y el que siembra generosamente, generosamente también segará” (2 Corintios 9:6). De hecho, esta es la principal razón de Pablo para regocijarse con la generosidad de los filipenses: “No es que busque dádivas, sino que busco fruto que abunde en vuestra cuenta” (4:17).

¿Eres tú un fiel socio del evangelio, o un descarado independiente? ¿Te pones a ti mismo primero aun cuando la iglesia o el ministerio están en gran necesidad? Pero quizás todavía no tienes suficiente desdén por tu amor propio. Dios dice a esta gente por medio de Hageo, “el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Buscáis mucho, y halláis poco; y encerráis en casa, y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué?… Por cuanto mi casa permanece en ruina, mientras cada uno de vosotros está ocupado con su propia casa” (Hageo 1:6, 9). Y también el profeta dice, “meditad cuidadosamente sobre vuestros caminos” (vs. 5, 7). Tú puedes pensar que es más seguro poner tus propias necesidades primero, pero esa seguridad es una ilusión, puesto que Dios mismo se volverá contra ti.

(10)  Martin, p. 62.

Pablo se regocija que los filipenses no sean independientes, sino que ellos le han ayudado repetidas veces, aun a expensas de su propio bienestar y conveniencia. Sin embargo, como se ha mencionado antes, Pablo no sólo se regocija porque ha recibido una donación, sino especialmente porque esto es una evidencia de la genuina conversión de los filipenses y porque él sabe que Dios les recompensará abundantemente. Como le ocurre a Pablo mismo, él dice que ha aprendido el “secreto de estar contento” (v. 12). Él ha llegado a ser separado e independiente de sus circunstancias, no por puro poder de la voluntad o determinación, sino por Cristo que le da fortaleza (v. 13).

Ahora, Filipenses 4:13 dice, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Este es uno de los versículos más populares pero mal usado en toda la Biblia -si la gente entendiese lo que ello significa, quizás ni siquiera sería tan popular. La gente lo aplica a todo lo que ellos hacen, incluyendo cosas relativamente triviales y egoístas como deportes, recreación, educación, profesión, y cualquier cosa que ellos estimen necesario para obtener felicidad y satisfacción para ellos mismos.

Sin embargo, Pablo está diciendo que Cristo le da fuerza para permanecer contento (una palabra estoica para autosuficiente indiferencia) aun cuando él está hambriento y pobre (v. 12). Él no está diciendo que Cristo le da fuerzas para escalar el Monte Everest de modo que él pueda hacerse un nombre para sí mismo, lo cual es el modo en que mucha gente tiende a usar el versículo 13 hoy día. Sino que Cristo le dará fuerzas para soportar las molestias por causa del evangelio.

Así que Pablo está principalmente comprometido con la condición espiritual de los convertidos, y él se regocija de los signos de genuina conversión. Estos signos le dan a Pablo confianza de que Dios “comenzó una buena obra” en ellos, y que Dios completará su obra en ellos (v. 6). Es Dios quien soberanamente justifica y santifica, por medios de proporcionar soberanamente fe y perseverancia, porque la salvación viene de Dios y no del hombre. Después de la conversión, debemos  (2 Pedro 1:10), y así después de regocijarse en sus signos de genuina conversión, Pablo ora por su crecimiento.

Pablo comienza orando para que los creyentes crezcan en amor. El amor es el verdadero producto de la obra del Espíritu Santo en una persona (Gálatas 5:22), y está íntimamente relacionado a la santificación y la seguridad. En la carta en la cual Juan trata el tema de la seguridad (1 Juan 5:13), él sin delicadeza declara, “Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:7-8).

Dios nos manda a andar en amor, pero muy poca gente sabe la definición bíblica de amor. Ellos tienden a pensar que amar es principalmente una inclinación emocional que uno siente hacia el otro. Pero la Biblia explícitamente define el amor para nosotros; nos dice lo que significa amar a Dios y amar a otras personas. Juan escribe, “Este es el amor a Dios: obedecer sus mandamientos” (1 Juan 5:3), y también, “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: porque amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos” (5:2). En otra parte, Pablo explica que el amor obedece y realiza los mandamientos de Dios acerca de cómo debemos tratar a otra gente (Romanos 13:8-10).

Por lo tanto, cuando Dios nos manda a amarle a él y a otras personas, nunca está apelando a nuestras emociones, sino que él está apelando a nuestra volición. Es decir, por la gracia soberana de Dios, nosotros podemos decidir obedecer los mandamientos de Dios concerniente a como debemos tratar con Dios y otras personas, y esta decisión para amar es reflejada por las correspondientes acciones. Cuando Dios nos manda a amar a otros, él ciertamente no está diciendo, “tú debes estar emocionalmente inclinado hacia otras personas”, En lugar de eso, él está diciendo, “tú debes relacionarte con otras personas de acuerdo con los divinos preceptos registrados en la Escritura”.

Pablo no está orando para que los filipenses comiencen a amar, puesto que ellos ya han demostrado su amor por ser socios en el evangelio. En vez de eso, Pablo está orando para que ellos puedan abundar en amor o superabundar con amor. Esto incluiría mayor y mayor autonegación por causa del evangelio.

¿Cómo irá a suceder este crecimiento en amor? Si el amor tiene que ver con la obediencia consciente a los preceptos y mandamientos bíblicos, entonces se necesita un previo conocimiento intelectual de estos preceptos y mandamientos. En efecto, Pablo ora que su amor “abunde más y más en conocimiento y profundidad de percepción” (1:9). Puesto que la palabra traducida “en” a menudo significa “por” o “con”, es posible traducir la sentencia como, “Oro para que vuestro amor abunde por medio del conocimiento” (27). Realmente, una traducción tiene, “Oro para que vuestro amor os mantenga en crecimiento por causa de vuestro conocimiento y percepción interior” (traducción de God’s Word). En cualquier caso, cualquier traducción o explicación de este versículo que separa el amor y el conocimiento está errada.

La palabra traducida “conocimiento” ocurre veinte veces en el Nuevo Testamento. Más que unos pocos estudiosos anti-intelectuales tratan de suavizar o distorsionar su significado e implicación, especialmente ya que la palabra aparece aquí en estrecha conexión con el amor; sin embargo, la palabra siempre se refiere al conocimiento intelectual acerca de las cosas de Dios, una “comprensión mental de una verdad espiritual” (28), “conocimiento doctrinal” (29) y “Conocimiento teológico” (30). Por lo tanto, estudiando la Escritura, escuchando sermones, leyendo libros, y ocupándose en discusiones teológicas todo tiene una directa relación con vuestro crecimiento en amor y obediencia.

Es verdad que si tú tienes conocimiento sin amor, entonces tu no eres nada (1 Corintios 13:2). Sin embargo, mucha gente que enfatiza esto no conoce la definición bíblica de amor, así que lo que ellos entienden es que tú debes tener fervor emocional en adición al conocimiento teológico. Pero la Biblia no enseña esto. Además, su “remedio” es que tú tienes que considerar el amor (falsamente definido por ellos) como superior al conocimiento. Pero esto es también falso.

(11)  Clark, p. 20. (12)  Martin, p. 66. (13)   James Montgomery Boice, Philippians: An Expositional Commentary; Baker Books, 1971, 2000; p.46. (14)  Motyer, p. 56.

 Más bien, puesto que el amor es la obediencia a los mandamientos de Dios en todas tus relaciones, sea con Dios o con otra gente, tener conocimiento sin amor significa que tú no obedeces lo que tú sabes que Dios exige de ti. Además, el amor no es superior al conocimiento, tal como tu obediencia a los mandamientos de Dios no es superior a tu conocimiento de los mandamientos de Dios, ya que la obediencia a los mandamientos de Dios no es aun posible sin el conocimiento de los mandamientos de Dios. Tú debes conocer primero estos mandamientos antes de que tú puedas conscientemente obedecerlos y deliberadamente ordenar tu vida por ellos. La teología hace posible el amor.

Jesús concluye su Sermón del Monte diciendo que debemos oír sus palabras y ponerlas por obra (Mateo 7:24-27). Si nosotros no escuchamos primero sus palabras, entonces no hay nada para que pongamos por obra. Andar en un tipo de “amor” que no tiene un previo conocimiento de los mandamientos y preceptos de Dios es practicar realmente una moralidad pecaminosa y arbitraria. Por lo tanto, para andar en el amor bíblico tú debes tener conocimiento teológico; por otro lado, tú sólo estás engañándote a ti mismo al pensar que estás andando en amor, y que Dios aprueba lo tuyo más que aquellos que son diligentes estudiantes de teología. Si tú te niegas a estudiar teología, ya has mostrado que no amas a Dios.

Mucha gente usa mal 1 Corintios 8, el cual dice, “El conocimiento envanece” (v. 1). Sacando esto fuera de contexto e ignorando otros versículos importantes, ellos han usado este pasaje para hacer falsos contrastes entre el conocimiento y el amor, y así atacar el conocimiento teológico. Sin embargo, el versículo 1 completo dice, “Ahora en cuanto a la comida sacrificada a los ídolos: nosotros sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica”. Parafraseando, Pablo está diciendo que todos nosotros sabemos algo en cuanto a como considerar el alimento sacrificado a los ídolos, pero si tú no estás obedeciendo los preceptos de Dios en tu relación con otros (esto es, andar en amor), entonces en lugar de hacer algo constructivo con este conocimiento, sólo te hace pensar que eres superior a los otros.

Es decir, el conocimiento sin obediencia puede hacerte vano, pero el conocimiento con obediencia edificará a la iglesia. Por otro lado, hay gente que, porque ellos no tienen conocimiento, tienen una definición no bíblica del amor. Y es precisamente por andar en este tipo no bíblico de amor que piensan que son superiores a aquellos que tienen conocimiento teológico. Así que hay quienes tienen conocimiento bíblico pero se niegan a obedecerlo (es decir, andar en amor), y luego hay quienes piensan que andan en amor, pero se niegan a desarrollar un conocimiento bíblico. El primer grupo trae condenación sobre sí mismo, puesto que ellos desobedecen lo que saben en cuanto a los mandamientos de Dios, y el segundo grupo no tiene ni conocimiento ni amor, y está completamente en la oscuridad (31). Dios desaprueba ambos tipos de gente.

En cualquier caso, Pablo tiene la más alta consideración por el conocimiento teológico como se relaciona con la vida y el ministerio. Por ejemplo, en respuesta a una crítica en cuanto a su habilidad para hablar, él escribe, “Puedo ser tosco al hablar, pero yo tengo conocimiento” (2 Corintios 11:6). Él no dice, “Pero yo tengo amor”. El conocimiento teológico es la base para la vida, el ministerio, y el amor. Fallar en entender y aceptar esto resultará en una vida cristiana desfigurada y estropeada, si se puede llamar cristiana del todo.

Pablo ora para que el amor de los filipenses abunde “en conocimiento”, pero él dice que este amor debería también crecer en “profundidad de percepción”. La palabra traducida “profundidad de percepción” puede significar “percepción”, “discriminación”, o “discernimiento” (KJV). Pablo se está refiriendo a la facultad que capacita a una persona para discriminar entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, y tomar decisiones morales. El versículo 10 proporciona el contexto que confirma este modo de entenderlo: “… de modo que ustedes puedan ser capaces de discernir lo que es mejor y puedan ser puros e irreprensibles hasta el día de Cristo”. Es la habilidad para hacer sanos juicios morales que permiten al creyente permanecer “puro e irreprensible”. Dado este contexto, “todo discernimiento” (NKJV, NASB, ESV) es una mejor traducción.

Así Pablo está orando para que su amor crezca en conocimiento teológico y en discernimiento moral. La idea contemporánea del amor a menudo suma a una no discriminación y no discernimiento la aceptación de la desobediencia. Sin embargo, el amor bíblico se refiere a la obediencia de los mandamientos divinos en todas nuestras relaciones, caracterizado por una discriminación moral. El amor bíblico es discernimiento en el sentido que hace juicios morales en cuanto a la gente, y entonces hace algo acerca de ello (1 Corintios 5:3-5).

Jesús nunca habló contra este tipo de discernimiento moral; más bien él habló sólo contra los juicios hipócritas y no bíblicos. Él estaba contra aquellos que juzgan a otros pero se niegan a juzgarse a sí mismos con el mismo estándar, y él estaba contra aquellos que usan estándares de juicio no bíblicos, tales como la tradición humana. Por ejemplo, él dice, “Hipócrita, primero quita la viga de tu propio ojo, y entonces verás claramente para remover la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:5). Él nunca dijo que tú no deberías “remover la paja del ojo de tu hermano”, sino sólo que tú deberías “primero quitar la viga de tu propio ojo”. Esto habla contra la hipocresía y no se opone a hacer juicios morales.

Lo mismo es verdad con Pablo. En Romanos 2, él escribe que aquellos que juzgan a otros pero que hacen las mismas cosas no pueden escapar al juicio de Dios. Pero su intención es argumentar por el hecho de que cada uno es un pecador, y tiene necesidad de salvación por la soberana gracia de Dios. Por ejemplo, los judíos podían juzgar a los gentiles como pecadores debido a que ellos cometían asesinato y adulterio, pero los mismos judíos también cometían asesinato y adulterio; por lo tanto, los judíos no debían pensar que ellos estaban exentos de juicio sólo porque eran judíos. Pero Pablo no dice que sus juicios son falsos, sino meramente hipócritas -él nunca dice que el asesinato y el adulterio son aceptables. De hecho, el agrega, “Ahora nosotros sabemos que el juicio de Dios contra los que hacen tales cosas está basado en la verdad” (Romanos 2.2).

Una vez un adúltero me dijo, “¡Así que yo soy un pecador! Pero se supone que tú amas a los pecadores, y se supone que tú me ames”. Sin embargo, él se refirió a sí mismo como un “pecador” sólo porque eso es lo que yo le llamaría a él, y él nunca pensó eso como una admisión de que su adulterio era malo. Él era ciertamente diferente al hombre en Lucas 18, que dice en humilde arrepentimiento, “Dios, ten misericordia de mi, pecador” (v. 13). Y al decir que se suponía que yo tenía que “amarle”, él pretendía que yo debía aceptarle con su adulterio, y le detuve diciéndole que estaba equivocado.

Este hombre estaba usando términos cristianos para manipularme y silenciarme. Yo vi a través del engaño y lo expuse, pero su estrategia también obra frecuentemente con cristianos que tratan de traer pecadores al arrepentimiento. Nuevamente debemos culpar de esto a una ignorancia de la teología, ya que estos creyentes no serían así fácilmente confundidos, sino que serían más bien inmunes a la manipulación si ellos entendiesen lo que estas palabras bíblicas significan.

La próxima vez que alguien te exija que le ames, piensa exactamente en cuanto a lo que él pretende por ello, y exactamente lo que él está diciendo que tú deberías hacer. Si lo que él está diciendo no es bíblico, no estás obligado a hacerlo. Él sabe que tú te sometes a la autoridad bíblica, y está tratando de usar esa autoridad para manipularte falseando esa autoridad para ti. No te dejes engañar – cuando sea apropiado, el amor bíblico valientemente confronta a la gente por sus transgresiones, y los reprende marcadamente por sus herejías (Proverbios 27:5; Tito 1:13). Esto no se trata de conseguir algo de auto- satisfacción desde el menosprecio a los otros, sino que es para despertarlos y restaurarlos. Ya sea suave o dura, la confrontación es el medio bíblico por el cual Dios a veces concede soberanamente arrepentimiento a los pecadores.

Por obtener el conocimiento teológico que hace posible el amor, y por crecer en el discernimiento moral que permite a este amor discriminar entre lo bueno y lo malo, el creyente es preservado “puro y sin mancha” ante Dios. “Saber y discernir son así básicos para toda la tarea de la vida cristiana, pero seguramente en especial para el deber del amor cristiano” (32). Mientras que Dios salvó al creyente cuando era pobre en espíritu, ahora ha llegado a ser rico en fe, y “lleno con el fruto de justicia” (v.11). Sin embargo, todas estas bendiciones vienen “a través de Jesús Cristo”. Es decir, sólo los cristianos pueden ser “puros y sin mancha” delante de Dios, no por sus propios méritos y esfuerzos, sino por medio de Cristo solamente. Y todo esto es para el fin último de “la gloria y alabanza de Dios”.

(32)  Motyer, p. 57.

 Traduccion :  Saúl Alfaro

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EXTRAÑO USO DE LAS  ESCRITURAS

 Vincent Cheung

 Ellos quieren ser maestros de la ley, pero no saben lo que están hablando o acerca de lo que afirman con tanta seguridad. Sabemos que la ley es buena si uno la usa correctamente. También sabemos que la ley no está hecha para los justos sino para los infractores y los rebeldes, los impíos y pecadores, los inmundos e irreligiosos, para los que matan a sus padres o madres, para los asesinos, para los adúlteros y los homosexuales, para los esclavos, los comerciantes, y los mentirosos y perjuros –y para cuanto se oponga a la sana doctrina que es conforme al Evangelio glorioso del Dios bendito, el cual me ha confiado (1 Timoteo 1:7-11)

Las falsas doctrinas a las que Pablo se refiere tienen que ver con “mitos y genealogías interminables”. Es posible que él tenga en mente una forma de misticismo judío constituido con elaboradas historias y genealogías. Aunque estas pueden estar entretejidas con lo que encuentran en el Antiguo Testamento, ellas no vienen del Antiguo Testamento, sino que son construidas por su imaginación. Así sus enseñanzas no están basadas en una interpretación simple de la ley, sino en una peligrosa mezcla de referencias bíblicas y una colección de afirmaciones privadas, torcidas y especulativas.

Es poco importante si esta es la exacta naturaleza de las falsas doctrinas, ya que sabemos lo suficiente por lo que Pablo explícitamente dice en la carta. Esto es, los falsos maestros se presentan a sí mismos como maestros de la ley, pero ellos no usan la ley correctamente. Y este uso impropio de la ley tiene que ver con o es evidenciada por los “mitos y genealogías interminables” en sus enseñanzas. La réplica de Pablo retoma la correcta intención y propósito de la ley –ella define iniquidades y condena a los transgresores. Ella expone la rebelión del hombre, y descubre todo lo que es contrario a la sana doctrina y todo lo que no está conforme al evangelio. Al usar la ley como un libro de extraña sabiduría y para alimentar sus fantasías esotéricas, los falsos maestros habilitan a la gente para sentir y parecer religiosos sin haber confrontado la verdadera fuerza de sus enseñanzas.

Esta aproximación a la Escritura es atractiva para los pecadores, porque les permite mostrar alguna admiración por la revelación de Dios sin tener que reconocer su mensaje. Así esto ha continuado hasta nuestros días en diversas formas. Los ejemplos son numerosos. Algunos han hecho de las regulaciones dietéticas de la ley, programas de pérdida de peso. Sus materiales pagan servicio de labios a la sabiduría de Dios en todo, pero ellos se refieren a los beneficios a la salud que ellos declaran que estas regulaciones confieren más que lo que concierne a la ley respecto a la limpieza espiritual, el pecado y la expiación, y su presagio de un Salvador. En vez de extraer el verdadero valor de la ley, se burlan de ella.

Luego, están aquellos que peinan la Biblia con la intención de descubrir oscuras referencias a dinosaurios, gigantes, y extraterrestres, o códigos ocultos incluidos en el texto conteniendo predicciones recientes y futuras acerca de tiranos, guerras, asesinatos, tsunamis, y colapsos económicos. Como Pablo dice, ellos quieren ser maestros de la Biblia, pero no saben de lo que están hablando o lo que confiadamente afirman. Sus extrañas enseñanzas son de interés para aquellos que quieren dar la apariencia de ser cristianos, pero que en realidad desean una religión que sea muy distinta de lo que la Biblia enseña.

La correcta aproximación a la Biblia es tomarla por lo que ella misma dice ser. Es un registro escrito desde Dios, una revelación, acerca de él mismo y sus tratos con la humanidad. Es acerca del poder y justicia de Dios, de la depravación y fracaso del hombre, y luego de la gracia de Dios y el sacrificio de Cristo, de la sana doctrina y la adoración, y del señalado destino de los cristianos y los no cristianos. La Biblia no es un libro de doctrinas extrañas y esotéricas, escrito para alimentar especulaciones malsanas o para divertir a los hombres con cuentos de fantasía. Está escrito para instruir y capacitar al pueblo de Dios, y para que este sirva de testigo contra los que se apartan de él.

VINCENT CHEUNG

 

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SOBERANÍA DE DIOS

Vamos a considerar el hecho del gobierno de Dios sobre los hombres en general.

Nos vemos confrontados con ciertas alternativas en­tre las cuales hemos de escoger: o Dios gobierna, o es gobernado; o Dios dirige, o es dirigido; o Dios hace lo que quiere, o lo hacen los hombres. ¿Y es difícil esco­ger entre estas dos alternativas? ¿Diremos que el hom­bre es un ser tan rebelde que escapa al control de Dios? ¿Diremos que el pecado ha enajenado al pecador, apartándolo del Dios tres veces Santo de tal forma que ahora se halla fuera del ámbito de Su jurisdicción? ¿O diremos que por haber sido el hombre dotado de res­ponsabilidad moral, Dios ha de dejarlo enteramente sin control, por lo menos durante el período de su examen? ¿Se desprende necesariamente, por el hecho de que el hombre natural es un proscrito enemigo del cielo y un faccioso que se opone al gobierno divino, que Dios es impotente para cumplir Sus propósitos por medio de él? Lo que queremos decir es, no solamente que El puede encaminar a bien los efectos de las acciones de los malhechores, ni que traerá a los impíos ante su tri­bunal para que se pronuncie contra ellos sentencia con­denatoria (pues esto lo creen también muchas personas que no son cristianas); sino que cada uno de los actos del más desobediente de Sus súbditos está enteramente bajo Su control. Más aún, que el tal, sin saberlo, está llevando a cabo los designios secretos del Altísimo. ¿No fue así en el caso de Judas? ¿Y es posible escoger un caso más extremo? Por tanto, si aquel archirrebelde es­taba efectuando el consejo de Dios, ¿no hemos de pen­sar lo mismo de todos los demás?

Nuestro objeto aquí no es llevar a cabo una encues­ta filosófica ni llegar a una casuística de tipo metafíisi­co, sino cerciorarnos de las enseñanzas de la Escritura sobre este profundo tema. ¡A la Ley y al Testimonio!, pues sólo allí podemos aprender del gobierno divino: su carácter, su designio, su modus operandi, su alcance. ¿Qué es, pues, lo que ha agradado a Dios revelarnos en su bendita Palabra referente a su control sobre las obras de sus manos, y particularmente sobre aquella que, en su origen, fue hecha a Su propia imagen y semejanza?

‘En El vivimos, y nos movemos, y somos” (Hechos 17:28). ¡Qué afirmación tan demoledora! Nótese que estas palabras no iban dirigidas a una de las iglesias de Dios, ni a un grupo de santos que hubiera alcanzado un plano de elevada espiritualidad, sino a un público pagano, a los que adoraban al “Dios no conocido” y que se “burlaban” cuando oían hablar de la resurrección de los muertos. Y no obstante, el apóstol Pablo no vaciló en declarar enfáticamente a los filósofos atenienses, a los epicúreos y a los estoicos, que vivían, se movían y tenían su ser en Dios, lo cual no sólo significaba que debían su existencia y- preservación a Aquél que hizo el mundo y todo lo que en él hay, sino también que sus mismas acciones estaban bajo la administración y con­trol del Dios de cielos y tierra (véase Daniel 5:23. úl­tima cláusula).

“Del hombre son las disposiciones del corazón, mas de Jehová la respuesta de la lengua” (Proverbios 16:1). Obsérvese que esta declaración tiene una aplicación ge­neral: se refiere a todo “hombre”, no simplemente a los creyentes. “El corazón del hombre piensa su camino, mas Jehová endereza sus pasos (Proverbios 16:9). Y si Jehová endereza los pasos del hombre, ¿no es prueba de que éste está siendo controlado o gobernado por Dios? Asimismo: “Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, mas el consejo de Jehová permanecerá” (Pro­verbios 19:21). ¿Puede esto significar otra cosa sino que, sea lo que sea lo que el hombre desee o planee, es la voluntad de Su hacedor lo que acaece? Tómese como ilustración el caso del “necio rico”. Se nos dan a cono­cer los “pensamientos” de su corazón: “Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo donde juntar mis frutos? Y dijo: Esto haré: derribaré mis alfolíes, y los edificaré mayores, y allí juntaré todos mis frutos y mis bienes; y diré a mi alma: Alma, mu­chos bienes tienes almacenados para muchos años; re­pósate, come, bebe, huélgate”. Tales eran los “pensa­mientos” de su corazón; pero fue “el consejo de Jehová” lo que permaneció. Los “haré” del hombre rico queda ron en nada, pues “dijóle Dios: Necio, esta noche vuel­ven a pedir tu alma” (Lucas 12:16-21)

“Como los repartimientos de las aguas, así está el corazón del rey en la mano de Jehová: a todo lo que quiere lo inclina” (Proverbios 21:1). ¿Hay algo que pueda ser más explícito? Del corazón “mana la vida” (Proverbios 4:23), pues “cual es su pensamiento en su alma, tal es él” (Proverbios 23:7). Luego si el corazón está en manos de Jehová, y si El “a todo lo que quiere lo inclina”, ¿no es evidente que los hombres, más aún, los gobernantes y dirigentes, y por tanto todos los hom­bres, están por completo bajo el control gubernamental del Todopoderoso?

La declaración que acabamos de hacer no admite limitaciones. Insistir en que algunos hombres ponen impedimentos efectivos a la voluntad de Dios y trastor­nan Sus consejos, es repudiar otros textos de las Escri­turas igualmente explícitos. Pondérese bien lo que si­gue: “Empero si Él se determina en una cosa, ¿quién lo apartará? Su alma deseó, e hizo” (Job 23:13). “El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pen­samientos de su corazón por todas las generaciones’’ (Salmo 33:11). “No hay sabiduría, ni inteligencia, ni consejo, contra Jehová” (Proverbios 21:30). “Porque Je­hová de los ejércitos ha determinado, ¿y quién invalida­rá? Y su mano extendida, ¿quién la hará tornar?” (Isaías 14:27). “Acordaos de las cosas pasadas desde el siglo; porque yo soy Dios, y no hay más Dios, y na­da hay a mí semejante; que anuncio lo por venir des­de el principio, y desde antiguo lo que aún no era he

cho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quisiere” (Isaías 46:9,10). No hay la menor ambi­güedad en estos pasajes. Afirman, en los términos más inequívocos e incondicionales, la imposibilidad de que el propósito de Jehová quede en nada.

En vano leemos las Escrituras si no descubrimos que los actos de los hombres, tanto de los malos como de los buenos, están gobernados por Jehová Dios. Nim- rod y sus compañeros determinaron erigir la torre de Babel, pero antes de que su obra fuese acabada Dios frustró sus plañes. Jacob era el hijo a quien se había prometido la herencia, y aunque Isaac trató de alterar el decreto de Jehová y otorgar la bendición a Esaú, sus esfuerzos quedaron en nada. Esaú juró vengarse de Ja­cob, pero cuando se encontraron después de la separa­ción, en vez de pelear llenos de odio, se abrazaron con lágrimas de gozo. Los hermanos de José planearon su destrucción, pero sus malos consejos fueron frustrados. Faraón pereció en el Mar Rojo al intentar oponerse a que Israel cumpliera las instrucciones de Jehová. Ba- lac alquiló a Balaam para que maldijese a los israeli­tas, pero Dios le obligó a bendecirlos. Amán erigió una horca para Mardoqueo, pero fue él quien fue colgado ep ella. Jonás resistió la voluntad revelada de Dios, pero ¿en qué pararon sus esfuerzos?

¡Ah, los paganos podrán “amotinarse”, enojarse, y el pueblo pensar “vanidad”! ¡Los reyes de la tierra po­drán “estar”, y los príncipes “consultar” unidos contra Jehová y contra su ungido, diciendo: “Rompamos sus coyundas, y echemos de nosotros sus cuerdas” (Salmo 2:1-3)! Pero, ¿acaso el gran Dios es perturbado o es­torbado por la rebelión de sus mezquinas criaturas? No por cierto: “El que mora en los cielos se reirá, el Señor se burlará de ellos” (v. 4). El está infinitamente exal­tado por encima de todos, y las más grandes confede­raciones de los “peones” de la tierra, y los preparati­vos más vastós y enérgicos para derrotar Su propósito son, a Sus ojos, como un juego de niños. El mira tan fútiles esfuerzos no solamente sin alarma, sino “riéndo­se” de la locura de ellos; trata su impotencia “ridiculi­zándola”. Sabe que puede aplastarlos como polillas cuando guste, o consumirlos en un momento con el aliento de Su boca. [Ah, qué “vanidad” es que los “tiestos” de la tierra luchen contra la gloriosa Majestad del Cielo! Tal es nuestro Dios; adoradle.

…….

Lo mismo puede decirse de los espíritus malignos: también ellos cumplen los decretos soberanos de Dios.’ Un espíritu malo fue enviado por Dios para provocar la rebelión en el campamento de Abimelec (Jueces 9: 23); otro para ser espíritu mentiroso en boca de los profetas de Acab: “Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos estos tus pro­fetas, y Jéhová ha decretado el mal acerca de ti” (I Reyes 22:23); y aun otro para atormentar a Saúl: “Y el espíritu de Jehová se apartó de Saúl, y atormentábale el espíritu malo de parte de Jehová” (I Samuel 16:14). Así también en el Nuevo Testamento: una legión ente­ra de demonios no salió de su víctima hasta que el Señor la dejó entrar en el hato de puercos.

Por consiguiente, la Escritura aclara que los ánge­les, buenos y malos, están bajo el control de Dios, y qué, voluntaria o involuntariamente, llevan a cabo Su propó­sito. Sí, el propio SATANAS está absolutamente suje­to al control de Dios. Acusado en el Edén, escuchó la terrible sentencia sin pronunciar palabra. No pudo to­car a Job hasta que Dios le concedió autorización. Tam­bién tuvo que esperar el consentimiento de nuestro Se­ñor antes de “zarandear” a Pedro. Cuando Cristo le mandó partir, diciéndole: “Vete, Satanás”, leemos: “El diablo entonces le dejó” (Mateo 4:11). Y como acto final, sabemos que será echado al lago de fuego que ha sido preparado para él y sus ángeles.

El Señor omnipotente reina. Su gobierno se ejerce sobre la materia inanimada, sobre las bestias, sobre los hijos de los hombres, sobre los ángeles buenos y malos, y sobre Satanás mismo. Ningún planeta gira, ninguna estrella brilla, ni hay tormenta, ni movimiento de cria­tura, ni acto de un hombre, ni hecho de un ángel, ni acción del diablo, ni nada puede ocurrir en todo él vas­to universo de forma diferente a como Dios ha deter­minado desde la eternidad. He aquí un auténtico fun­damento para la fe. He aquí un verdadero lugar de reposo para el intelecto. He aquí un ancla para el al­ma, segura y firme. No se trata del destino ciego, del mal desencadenado, del hombre o del diablo, sino que es Dios mismo el que está gobernando el mundo, diri­giéndolo según Su propia voluntad y para Su propia gloria eterna.

A.W.PINK

DIOS DETERMINA LAS DECISIONES HUMANAS

 Gordon Clark Haddon

Traducción: Raul Loyola Román

 El material de arriba2 muestra claramente que Dios planea, decreta y controla todos eventos. El mundo camina de la forma que Dios quiere. Este principio general es lógicamente suficiente para justificar la predestinación. Pero el énfasis en un tipo de evento parece psicológicamente necesario. El problema es que algunas personas reconocen que Dios controla los  grandes cursos de la historia general, sin embargo, al mismo tiempo fallan entender que esto requiere el control de las decisiones humanas. Esta locura lógica conduce a estas personas a negar que Dios decreta  y causa cada una de las elecciones individuales. Más la Biblia no es solamente explícita; sus  ejemplos son numerosos. En primer lugar, algunos versículos del Antiguo Testamento serán citados:

 Deuteronomio 2:30 dice: “Mas Sehón rey de Hesbón no quiso que pasásemos por el territorio suyo; porque Jehová tu Dios había endurecido su espíritu, y obstinado su corazón para entregarlo en tu mano, como hasta hoy. “

 

Mas espere un minuto! Cualquiera leyendo los versículos anteriores puede querer observar   que Dios no cusa los eventos allí mencionados, sino que el simplemente permite que acontezcan. Tal consideración ignora la omnipotencia y soberanía de Dios. Ella presupone que existe algúna fuerza en el universo independiente de Dios, sin duda Dios puede actuar contra esta fuerza, mas El no lo hace, y esa fuerza o agente causa un evento totalmente aparte de la causación de Dios. Ahora bien, es cierto que Daniel 11:36 3 no dice explícitamente que fue Dios quien determino lo que debía ser hecho. Sin embargo, ¿quién más podría? También es cierto que Isaías no dice explícitamente que Dios hace todo: Isaías solamente dice que Dios hace todo lo que quiere. Así también, cuando Job 23:13-14 dice que el Señor” cumplirá lo que esta ordenado para mí, no existe ninguna afirmación explícita de que Dios ordena, y cumple todas las cosas para todo el mundo. ¿Mas como no podía ser diferente, si los versículos fueren colocados en el argumento general de su contexto?

Lo que preocupa a algunos cristianos es la idea de que Dios cause eventos malos.

Algunos cristianos, incluso quiere así mismo negar que algunos buenos eventos proceden del poder de Dios. Cuando el Dr. Billy Graham predicó en Indianápolis, yo fui a escucharlo a él. Cerca del final del servicio, pidió a la gente venir al frente y una multitud vino. Con ellos delante, el evangelista Graham se dirigió a la grande audiencia

2 Nota del traductor: Se enmienda el inciso 1 (Plan de Dios y la edad) del capítulo 3 (el decreto eterno y su aplicación) de la Predestinación libro.

3 “Y el rey hará su voluntad, y se levantarán, y elevarse por encima de todo dios, y contra la Dios de los dioses hablará cosas sorprendentes, y prosperará, hasta que la indignación sea completa, porque lo que determinado se cumplirá. “

 

sentada en sus asientos, y criticó  por cinco o diez minutos, al  Presbiterianismo. «Usted puede que haya orado por ellos antes, y eso es bueno. Usted puede orar por ellos más tarde, y eso será bueno también. Más en ese momento exacto La oración es inútil, porque ni siquiera el mismo Dios puede ayudarlos. Ellos deben aceptar a Cristo por su propio libre-albedrio, por sí mismos, y Dios no tiene ningún poder sobre la voluntad del hombre».
 
Sin duda, esto es Arminianismo completo. Mas la mayoría de los cristianos están más preocupados con la idea de Dios causando eventos malos. El primera versículo de este escrito dice expresamente que Dios endureció el corazón de Sehón rey de Hesbón.
 
Tal vez el faraón debió haber sido utilizado para este punto. Cuando el Faraón es mencionado, algunas personas admiten a regañadientes que la Biblia dice que Dios endureció su corazón, pero retornan rápidamente diciendo que la Biblia También dice que el faraón endureció su propio corazón. Esto, sin embargo, no es muy eficaz como una respuesta. Es cierto que Dios actúa a menudo a través de instrumentos humanos. La pregunta importante es por lo tanto, si Dios es o no la causa de estos instrumentos.

Sin embargo, en el libro del Éxodo el endurecimiento del corazón de Faraón es mencionado dieciocho veces, adicionando además un versículo que se aplica a los egipcios en general. Éxodo 4:21, 7:03, 13; 9:12, 10:1, 20, 27, 11:10, 14:04, 8 dicen, todo ellos, que el Señor endureció el corazón del Faraón.El versículo extra dice que el Señor endureció el corazón de los Egipcios (Éxodo 14:17).

Esto es once de diecinueve veces. En Éxodo 7:14, 22; 8:19, 9:07, 35 ninguna mención explícita de quien endurecido el corazón de Faraón es echa. Esto son cinco veces. Los otros versos, tres en Números, 8:15, 9:34 y 32 dice que el faraón endureció su corazón.

 

¿Quién, entonces, puede negar de las once declaraciones que el Señor endureció el corazón del Faraón puede negar que Dios es la causa de este endurecimiento? No solamente esta declaración es echa tres veces, mas ella es hecha tres veces antes de otras declaraciones. Después de todo, ¿quien conducía los asuntos de Egipto, el Faraón o Dios? Naturalmente también el Faraón endureció su propio corazón, porque Dios usa a menudo instrumentos humanos en ciertas situaciones. Mas la causa última, original y primera es Dios

 

Ahora, después de esta digresión sobre el caso paralelo del Faraón, podemos volver al menos conocido caso de Sehón rey de Hesbón, cuyo espíritu el Señor volvió obstinado con el fin de entregarlo en las manos de Moisés.

En efecto, podemos volver a los versos, Deuteronomio 2:30, pero difícilmente podemos decir algo más, excepto que no existe una declaración de que Sehón endureció su corazón. La conclusión inmediata es que tanto que el endurecimiento del corazón humano está dentro del alcance de la actividad divina.

 

 Más tarde, en la Biblia, I Samuel 16:14 dice: “Y el Espíritu del Señor se apartó de Saúl, y le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová.” ese versículo indica que las políticas, los las victorias y sucesos anteriores de Saúl en unificar Israel se habían sido realizadas por el Espíritu del Señor. El Espíritu le había dado sabiduría y fuerza. Ahora el Espíritu Santo dejó a Saúl.

El Espíritu Santo puede vivir con un hombre, sobre todo en un rey de Israel divinamente seleccionado, con diversos resultados. Lo que está claro aquí es que el Señor envió un espíritu para hostigar o aterrorizar a Saúl. Y Que tal suceso no es una ocurrencia totalmente singular, se verá en el siguiente versículo.

En 1 Reyes 22:20-23 el autor inspirado escribe:” Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramo de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra. Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera? Él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; vé, pues, y hazlo así. “El pasaje afirma que el Señor quería que  Acab atacase a Ramote de Galaad y fuese asesinado allí.  El propio Acab también quería atacar a Ramot, con la esperanza de capturar a los sirios. Todos los falsos profetas, sabiendo que el deseo de El rey, le dijeron lo que quería oír y profetizaron el éxito. Josafat Sin embargo, el rey de Judá, que lo acompañaría en la batalla, quería una profecía de parte del Señor. Micaías, un profeta verdadero, mas un hombre a quien Acab odiaba, fue encontrado y llevado delante de ellos. En primer lugar Micaías concordó con los falsos profetas-quizás indiferente o de alguna forma evitando responsabilidad. Su actitud fue evidente, pues el rey le dijo: “¿Cuántas veces conjuraré, que  no me has hablado la verdad en el nombre del Señor “(v. 16). Siendo así puesto bajo juramento, Miqueas predijo la muerte de Acab. Dijo que incluso a Acab que Dios había enviado un espíritu maligno para incitar a la muerte. A pesar de tal discurso claro, Acab ataco a Ramot de Galaad, y fue asesinado porque no pudo resistir espíritu de mentira que Dios le había enviado. Acab no pudo resistirse, porque Dios había decretado: “Tú lo inducirás y entonces prevalecerás.” Después Dios dirigió un tiro de flecha al azar para abrir las articulaciones de la armadura de Acab, y el murió.

 Ahora, observe fue tan fácil para Dios controlar la decisión de Acab cuanto el control de la flecha sin rumbo.

 Es muy probable que algunas personas que leen esto, vayan  a negar que la Biblia dice esas cosas, o pueden, después de comprobar en la Biblia, vean   la citas aquí para comprobar si son exactas, reclamar que estas consideraciones dan una idea unilateral y por lo tanto, distorsionada de lo que Dios hizo.

El primer grupo de personas son los que piensan que porque ellos son Cristianos (de algún tipo), todo en lo que ellos creen debe ser doctrina cristiana simplemente porque ellos creen en ella. Ellos creen, por cual razón es difícil decir, que Dios no es la causa primera y ultima de todas las cosas porque El simplemente no puede ser la causa del mal. Ese punto de vista es absolutamente anti-Cristiano:; la biblia lo contradice de principio a  fin; y la fe de ellos no es razón para suponer que sus creencias son bíblicas.

 1Re 22:20 Y Jehová dijo: ¿Quién inducirá a Acab, para que suba y caiga en Ramot de Galaad? Y uno decía de una manera, y otro decía de otra.

1Re 22:21 Y salió un espíritu y se puso delante de Jehová, y dijo: Yo le induciré. Y Jehová le dijo: ¿De qué manera?

1Re 22:22 Él dijo: Yo saldré, y seré espíritu de mentira en boca de todos sus profetas. Y él dijo: Le inducirás, y aun lo conseguirás; ve, pues, y hazlo así.

1Re 22:23 Y ahora, he aquí Jehová ha puesto espíritu de mentira en la boca de todos tus profetas, y Jehová ha decretado el mal acerca de ti.

 

 El segundo grupo de personas están mejor informados. Han leído La Biblia y por lo menos a regañadientes admiten que Dios es la causa de todas las cosas. Sin embargo, ellos se quejan de que el material aquí examinado es unilateral y por lo tanto, es una distorsión de la posición bíblica. La queja tiene algún mérito inicial. Es cierto que el material de este capítulo es unilateral. Si es por lo tanto una distorsión o no es otra cuestión. Siempre que cualquier libro comienza explicar un tema determinado, su argumento inicial debe ser unilateral, por la sencilla razón de que todas las partes no se pueden imprimir en la misma página.

La parte que se ha mencionado en las últimas páginas es el lado que más necesita ser enfatizado. Ningún grupo notable de personas que creen en Dios, niegan que Dios causa que los eventos buenos, a pesar de que algunos niegan que provoca que todos los eventos buenos. El malentendido popular es negar que Dios haga lo malo. Por lo tanto, este hecho debe ser primero establecido por varios ejemplos de todas las partes de la Escritura. El asunto no termina aquí. Si el relato de la predestinación parara aquí, alguien podría incluso decir que no es sólo unilateral, sino distorsionado. El objetivo culminante y más inmediato de la predestinación es la salvación de los creyentes. La fe es un don de Dios, y Dios elige, escoge o predestina a aquellos a quien El dará fe. Esta idea, y sus concomitantes, no sera omitida de esa explicación de la predestinación. Y se verá que el conjunto no es tan unilateral después de todo. Sin embargo, para el lado feliz sea bien entendida y no concebido erróneamente en un contexto no-bíblico, la presente serie de versículos deben seguir un poco más. El objetivo es mostrar que Dios causa todas las cosas- todas las cosas malas y todas las cosas buenas.

El siguiente verso es de 2 Crónicas 25:16, que dice: “. el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte  ” El profeta había acabado de reprender a Amasías, por su idolatría. El rey dijo que había oído la suficiente, y si el profeta no quisiese que lo maten, debería callarse. Así, el Profeta terminó su discurso con la frase: “Bueno, veo que Dios tiene determinado a destruirte. “Y hablándole el profeta estas cosas, él le respondió: ¿Te han puesto a ti por consejero del rey? Déjate de eso. ¿Por qué quieres que te maten? Y cuando terminó de hablar, el profeta dijo luego: Yo sé que Dios ha decretado destruirte, porque has hecho esto, y no obedeciste mi consejo.

La ocurrencia siguiente de la actividad determinadora y causativa de Dios no es necesariamente una causación del mal. Es una colección de eventos, algunos de los cuales puede ser malos y algunos buenos. El versículo es Job.14:5 que dice: ” Los días del hombre ya están determinados; tú has decretado los meses de su vida; le has puesto límites que no puede rebasar. ” Este versículo se refiere al tiempo de vida de cada persona. “El hombre nacido de mujer es de pocos días… “. ¿Cuánto tiempo un hombre vive, el número de sus meses es decidido por Dios. Si Dios decidió que Moisés o Juan  o etc, debería vivir cincuenta y cinco años, tres meses y once días, esto es lo que habría sido la   frontera o límite más allá del cual no podrían pasar el  Salmo 105:25 y dice: ” a quienes trastornó para que odiaran a su pueblo y se confabularan contra sus siervos.. “

 Esta es una reiteración de lo que se encuentra en Éxodo, y nos lleva de vuelta al título de este de esa subsección. La subsección ha sido querida en al menos dos puntos ligeramente diferentes. El principal es que Dios determina las elecciones que los hombres hacen. Más dado que los hombres frecuentemente hacen y toman decisiones malas un poco de atención se le ha dado al hecho de que Dios causa el mal. Aquí la cosa mala es una elección humana. El salmista se refiere a los egipcios a quienes el Señor, años después de la muerte de José, hizo odiar a los israelíes. El odio es un estado mental, una elección, posiblemente una emoción. Este no es simplemente, principalmente, o incluso de ninguna manera una acción visible. Puede resultar en acciones visibles, pero el odio es en sí mismo enteramente mental. Esa mentalidad es la que Dios causo en los egipcios. Dios los hizo pensar de esa forma .El versículo dice claramente que Dios viro el corazón de ellos  para odiar a su pueblo 

A pesar de la maldad y el odio han recibido alguna atención en esa discusión, porque eso es lo que muchas personas se pierden cuando leen la Biblia, Dios también causa decisiones buenas, inclusive cambiando el odio en favor. Porque” El SEÑOR hizo que los egipcios vieran con buenos ojos a los israelitas, así que les dieron todo lo que les pedían. De este modo los israelitas despojaron por completo a los egipcios. “(Éxodo 12:36). Aquí Dios cambió y reconstruido completamente la actitud mental de los egipcios. Obviamente, El controla lo que las personas piensan.

El siguiente versículo es un poco liviano y no tiene que ser resuelto ahora, porque uno de los puntos permanece no afectado. Proverbios 16:1 dice:” Del hombre son las disposiciones del corazón; Mas de Jehová es la respuesta de la lengua.”. Las versiones americanas, y traducciones al francés y alemán traducen así: “Los planes del corazón pertenece al hombre, mas la respuesta de la lengua es del SEÑOR “. A primera vista, la traducción King James tiene sentido excelente, y encaja perfectamente con esta línea de argumento. Así, el versículo significaría que el Señor controla tanto lo que un hombre piensa, como lo que él dice. Sin embargo, porque hay una cuestión de la traducción, no sería sabio seleccionar una que es alternativa simplemente porque encaja con este argumento también. El argumento presente es tan abundantemente reforzado, que no necesita un apoyo dudoso. Otra traducción podría decir que, a pesar de lo que un hombre piensa de sí mismo, Dios controla las palabras que él habla, él podría denegar una solicitud de préstamo, pero es necesario expresarlo con palabras. Esto ciertamente no puede ser lo que el versículo significa, pero cualquiera que sea el significado completo, incluso la idea de que Dios es quien controla lo que un hombre dice.
 
El siguiente versículo de nuevo, no es específicamente un caso de mal sino que indica las condiciones buenas y malas. Es, sin embargo, una declaración específica de que Dios controla los pensamientos de los hombres. 21:1 Proverbios dice: Como los repartimientos de las aguas, Así está el corazón del rey en la mano de Jehová; A todo lo que quiere lo inclina. . “Este versículo establece el principio general, y un ejemplo en particular se encuentra en Esdras 7:6:” según la mano del SEÑOR su Dios, que estaba sobre el (Esdras) el rey (de Persia) “Era escriba diligente en la ley de Moisés, que Jehová Dios de Israel había dado; y le concedió el rey todo lo que pidió”.  Dios controla todas las decisiones políticas y gubernamentales. No sólo Dios hizo al Faraón odiar a los israelíes, mas hizo que Ciro enviase a los cautivos de vuelta para reconstruir a Jerusalén. El también hizo que  Hitler marchase para  Rusia, e hizo que Johnson expandiese la guerra en Vietnam. Dios cambia la la mente de un gobernador de la forma como quiere. Si ahora hemos dudado en decir que Proverbios 16:01 afirma que Dios controla los pensamientos y los discursos de un hombre, Proverbios 21:01 dice claramente. Dios controla los pensamientos, planes y decisiones de los hombres.
 
Aquí está Isaías 19:17, que dice:” Y la tierra de Judá será de espanto a Egipto; todo hombre que de ella se acordare temerá por causa del consejo que Jehová de los ejércitos acordó sobre aquél. ” No hay nada particularmente nuevo en este versículo, es
sólo uno que Dios da la determinación de llevar las tribulaciones a una nación.
  
Jeremías 13:13-14 es similar, pero más completo: ” Entonces les dirás: Así ha dicho Jehová: He aquí que yo lleno de embriaguez a todos los moradores de esta tierra, y a los reyes de la estirpe de David que se sientan sobre su trono, a los sacerdotes y profetas, y a todos los moradores de Jerusalén; y los quebrantaré el uno contra el otro, los padres con los hijos igualmente, dice Jehová; no perdonaré, ni tendré piedad ni misericordia, para no destruirlos. ” Aquí la destrucción determinada no es dirigida contra una nación se limitó a mencionar por su nombre y, en general, pero específicamente contra individuos. Dios, llena esas personas con embriaguez y quebrantare el uno contra el otro.

Para completar esta serie de versículos en el Antiguo Testamento, es apropiado citar
Lamentaciones 3:38. “¿De la boca del Altísimo no sale lo malo y lo bueno? “. Aquí Jeremías se enfrenta a la objeción de los que piensan que Dios envía sólo el bien y no mal. Ese es un malentendido fundamental acerca de la naturaleza y la actividad divina. Dios es la causa original de todas las cosas. De su boca procede tanto el bien como el mal.
 
Ahora es el momento de pasar al Nuevo Testamento, y una vez más una serie de versículos serán seleccionados, comenzando en Mateo y yendo hasta el final. Con excepción del primer versículo, todos ellos contienen la palabra y la idea de determinación. El primer versículo contiene la idea, pero no la palabra misma.

En Mateo 26:53-54 leemos: ¿Crees que no puedo acudir a mi Padre, y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles? Pero entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras que dicen que así tiene que suceder? “.” así tiene que suceder”, son palabras importantes. Jesús había sido traicionado. Pedro aprendemos así de Juan, sacó su espada y arranco la oreja de un siervo. Entonces Jesús reprendió a Pedro y le dijo que él, Jesús, podía reunir doce legiones de ángeles, Pero todo esto ha sucedido para que se cumpla lo que escribieron los profetas. La palabra así mismo incluye la traición de Judas, el arresto, y por implicación los juzgamientos y la crucifixión. Estas cosas tenían que ser de la forma como ocurrieron. 
 
Debemos pensar cuidadosamente acerca de las implicaciones de la profecía con referencia a la extensión de la actividad causativa de Dios. No sólo en el acto profetizado en su individualidad, que es fijado y determinado por el decreto de
Dios. Todos los detalles que preceden el evento y hacen posible y real deben ser incluidos porque de lo contrario el evento no acontecería. Judas fue elegido para su papel reprobable, mas los padres de judas tuvieron también que ser escogidos con anticipación. ¿Alguien piensa que Dios pudo haber escogido a Judas y haber profetizado que así conviene que acontezca, sin saber quiénes serian los padres de Judas? Si así conviene que acontezca, entonces estaba determinado que el sumo sacerdote, debería emplear un hombre como sirviente, y enviarlo durante la noche. El hombre no podía haberse enfermado por la tarde y haber ido a la cama, pues así conviene que acontezca. Al mismo tiempo, Jesús reprendió a los oficiales. ¿Por qué vinieron a él en la noche con un traidor?, ello no podían haberle arrastrado de día, cuando Él estaba enseñando abiertamente en el templo? Eso sin duda indica el carácter cobarde de los sacerdotes, y en realidad eran unos cobardes y los oficiales llegaron en la noche, mas”todo esto sucedió para cumplir con lo que fue dicho por el profeta.“
  
Todos los seis versículos siguientes contienen por lo menos en griego, la palabra determinar. Cada uno de ellos indica algún aspecto de la determinación de Dios.

 

 Lucas 22:22 dice:” A la verdad el Hijo del hombre se irá según está decretado, pero ¡ay de aquel que lo traiciona!”. Este versículo es la predicción de Cristo, mientras que todavía sentados en la mesa del cenáculo, Judas estaba a punto de traicionarlo. Hay que señalar el hecho de que lo que iba llevarse a cabo en breve había sido determinado.  No fue Judas quien determinó lo que sucedería pronto. Judas sin duda intento traicionar a Cristo, trajo a Cristo, pero él podría haber fallado.  No fue él quien controlo todas las circunstancias.

Solamente Dios puede determinar el futuro. Dios determinó como el Hijo del hombre debería morir.

Del mismo modo, el siguiente versículo, Hechos 2:45 dice: “A este que vos entregasteis por el determinado consejo y anticipado conocimiento de Dios, prendiste, crucificaste y mataste por manos de inicuos” 

El versículo es similar en pensamiento, pero más explícito. En el versículo precedente era necesario llegar a la conclusión de que el poder determinante era Dios eliminando todas las otras posibilidades. Aquí no solamente es de Dios explícitamente mencionado, mas es añadido énfasis en las palabras pero se añade en las palabras “Determinado consejo y presciencia”. Esto indica una planificación deliberada.

En este evento (la muerte de Cristo) fue determinado, así también todo evento es preordenado, porque Dios es omnisciente, y, ningún detalle incluso el número de cabellos de la cabeza de uno, se escapa de su presciencia y consejo deliberado. Todas las cosas son parte de su plan. De todo Dios dice: “Así conviene que acontezca.”

Tal vez el versículo más explícito y enfático en este sentido es Hechos 4:28. En Hechos 4:27-28 leemos: ” En efecto, en esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste para hacer lo que de antemano tu poder y tu voluntad había determinado que sucediera.

Tenga en cuenta la cantidad de detalle en este pasaje en particular. El contexto de los dos versículos es una oración espontánea de un grupo de creyentes a quien Pedro y Juan, que habían reportado la experiencia de ellos con los saduceos. El pueblo agradeció a Dios por la liberación de los apóstoles. Ellos Glorificaban a Dios como creador. Reconocerán que él habló por medio de David en relación con enemistad de los paganos contra Dios. Y ellos particularizaran estos enemigos en la reciente crucifixión de Cristo.

“Porque  verdaderamente” ellos dijeron  en La oración, “esta ciudad” (una frase omitida en la versión King James), ” contra  tu santo siervo Jesús “(siervo, y no  hijo, en referencia a Isaías 42:1, 43:10, 52:13, y
Versículos similares) “, a quien tu ungiste” y separaste para un propósito específico “, Herodes y Poncio Pilato se reunieron con los gentiles y el pueblo de Israel para hacer  cualquier cosa que tu mano y tu consejo  pre-ordenaron que aconteciese”. Aquí he dicho la palabra “todo lo que” que Dios pre ordenó o predeterminó la crucifixión de Cristo con todas sus circunstancias relacionadas.

Circunstancias explícitamente mencionadas son los dos hombres, Herodes y Pilatos. Nadie puede suponer que Dios desde la eternidad, pre-ordeno que la crucifixión ocurriera en una fecha determinada – en la plenitud de los tiempos, no cuando la hora no hubiese llegado aún (Juan 7:30, 8:20), mas solamente cuando su hora había llegado (Juan 13:1, 17:1) – y entonces esperar a alguien para llevar a Cristo a la crucifixión. Muy Por el contrario, Herodes y Pilatos estaban individualmente incluidos de forma individual en el plan eterno, y porque ellos estabas así pre ordenados, los mismos se juntaron para hacer lo que Dios había decidido de antemano. La palabra es “preordenado” o “predeterminado”.

Aquellos que dicen que Dios no pre ordena los eventos malos deberían bajar sus cabezas con vergüenza. La idea de que un hombre puede decidir lo que hará, así como Pilato decidió qué hacer con Jesús, sin esta decisión ser por siempre controlada y determinada por Dios, no tiene sentido la enseñanza de toda la Biblia.

Versículos suficientes se ha mencionado, pero para hacer el caso aun más masivo, unos versículos de menor importancia son añadidos.

Hechos 10:42 da otro ejemplo de la decisión determinativa de Dios. El 
versículo dice:” Él nos mandó a predicar al pueblo y a dar solemne testimonio de que ha sido nombrado por Dios como juez.  [«ordenado» en la versión del autor] juez de vivos y muertos“
 
El siguiente verso es Hechos 17:24-26, que dice: “El Dios que hizo el mundo y todo lo que en el hay, siendo Señor del cielo y la tierra… determinándoles los tiempos ya antes determinados y los limites de su territorio. ” Una persona es impresionada aún más por la fuerza de este versículo, si ha estudiado la los viajes del pueblo. La mayoría de los estudiantes universitarios sabe sobre las invasiones de Asia, que se extendió por Europa durante siglos parte de los siglos siete y ocho. Se puede También recordar las invasiones bárbaras en que Roma fue saqueada en 410 dC , mas tarde los normânios invadieron Francia, y los anglos invadieron  Inglaterra. Hay que decir también que los habitantes de Francia o la Galia emigraron a Galacia. ¿Y por qué los campesinos de Lituania pueden entender oraciones simples en sánscrito? Aunque puede tener un cuidadoso estudio y una amplia investigación para trazar las trayectorias de estas migraciones y así establecer sus fechas, su causa, la fecha, la frontera geográfica, y en las decisiones humanas que inician estos movimientos, es el decreto de Dios. Y Dios quien decide que las personas deben cambiar, cuándo deberán  cambiar, y precisamente donde escogerán parar de mudarse.

Que estos versículos sean suficientes por ahora!

Fuente: Predestinación Bíblica, Gordon H. Clark, p. 53-65

 -GORDON  H CLARK

 TRADUCCIÓN: RAUL LOYOLA ROMAN

 

 

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¿COMO APRENDEMOS ?

Gordon Clark Haddon

-Traducido por: Raul Loyola Román

Durante la segunda mitad del siglo XX, muchos apologistas – la mayoría de ellos por lo general ortodoxos – han tratado de desarrollar un teísmo basado en la experiencia sensorial. Algunos de ellos están satisfechos con el argumento Tomista para la existencia de Dios, sin explícitamente producir una epistemología empírica completa. Otros parecen estar satisfechos, incluso con menos, a veces llamados evidencialistas, han tratado de demostrar la verdad de la Biblia por los descubrimientos arqueológicos. Alguien es por lo menos principalmente interesado en la historia. Unos  pocos entran en  la cuestión de la epistemología, pero a menudo – que incluso yo  podría decir Siempre – ignoran las preguntas básicas, tales como la producción de las ideas abstractas a parir de imágenes memoriales. Ejemplos de tales grupos, en una forma variantes, son Stuart C. Hackett en su libro La Resurrección de teísmo, Gordon R. Las pretensiones de verdad Lewis en su prueba del cristianismo, y varios libros de John Warwick Montgomery, Clark Pinnock y R. C. Sproul. Hay diferencias entre ellos, de hecho. Algunos son más explícitos que otros. Algunos son más coherentes que otros. Pero en general son empiristas, negando a priori la mente, e implícitamente basando todo el conocimiento en sensación.
 
EMPIRISMO
Este punto de vista tiene una larga e ilustre historia. Comenzó con Aristóteles, de quien Tomás de Aquino, que deriva sus principios, John Locke tuvo un versión ligeramente diferente de ella la cual, la que Augusto Toplady lamentablemente, aceptó de muy buena gana, y más John Gill, con y ciertas modificaciones, Charles Hodge y B. B. Warfield. Probablemente por causa de aquellos últimos dos, la visión platónica o agustiniana ha sido a menudo despreciada. Los Luteranos también, por ejemplo S. Leander Keyser han sido por lo general aristotélicos. Pero no  todos. Dorner, en su un Sistema de Doctrina Cristiana (Edimburgo, 1881, Vol. II, 82) afirma que «el alma no es una tabula rasa… es un mundo de lo inconsciente. Si en nuestro conocimiento no tiene ninguna relación intrínseca o innata, con lo que es racional y bueno – una relación que es un don original de nuestra naturaleza y no de  nuestra propio obra – entonces , el conocimiento de  la verdad y la bondad esta absolutamente  fuera de  cuestión. » Esta es una declaración digna de una lectura por segunda vez.

                                                 
1 Nota del traductor: dícese   del conocimiento  que es una condición de posibilidad de  experiencia, y que es independiente en cuanto a su propio origen. (Nuevo Diccionario Versión electrónica Aurelio 5,0).
Si se requiere documentación luterana adicional, alguien va a encontrar un punto de vista menos explícito y, sin duda, diferente en la dogmática cristiana Francis Pieper (Concordia Publishing House, 1950). En la sección titulada «El hombre antes de la Caída «[, él está de acuerdo en que la» imagen y semejanza son sinónimos «, citando los versos citados aquí. Aunque usando  un lenguaje ligeramente diferente, el  también acepta el conocimiento y la la justicia como sus componentes. Pero, sin duda exagera el alcance del conocimiento de Adán cuando él dice que Adán «tenía una comprensión de ciencias de la naturales  que es inalcanzable hoy en día, incluso por los más diligentes estudiosos «(I, 517). Adan realmente previó la reciente y  desconcertantes descubrimientos sobre los anillos de Saturno? O la implantación de un corazón mecánico en los seres humanos? Aparte de tal  imaginación, la dificultad básica de punto de vista de esta discusión, es que Pieper parece  no tener ningún interés el problema epistemológico, y por lo tanto simplemente lo evita.

John Theodore Mueller, en su dogmática cristiana, imita a su predecesor Luterano. El es un poco más explícito que  Pieper, y continua la exageración de los conocimientos de Adán. La diferencia es que todo el conocimiento científico de Adán es retratado como  a priori. Preocupados por la evolución , el  escribió: «la visión  evolucionista , según el cual el hombre era originariamente un bruto sin la facultad de hablar … es por lo tanto, no bíblico … En adición a los dotes  morales perfectos, el hombre fue bendecido también con grandes dotes intelectuales, de forma que el poseía … un conocimiento intuitivos  de las criaturas [ ciencia] de Dios tal como ningún cientista pueda jamás adquirir «(206). Tenga en cuenta que Pieper simplemente  atribuye a Adán el mismo conocimiento extensivo, Mueller adiciona  que ese conocimiento era  «intuitivo». Si el conocimiento correcto de Adán de la velocidad de la luz no fuese  empírico, más  intuitivo, el término intuitivo parece significar  a priori. En todo caso, ningún conocimiento extensivo y  atribuido  a Adán en los versículos de la Escritura que Mueller cita, a saber, Génesis 2:19-20, 23 – 24. Ni el escritor es lo suficientemente claro, pero la frase «los grandes dotes intelectuales «y la palabra»  intuitivo » favorecen más al  apriorismo2 que el  empirismo.

Desafortunadamente, sin embargo, Mueller había aprobado previamente el argumento cosmológico para la existencia de Dios (143), así  como Pieper había hecho antes que él. Los dos autores carecen de consistencia. Ninguno de  de ellos parecen estar interesados ​​en este problema, ni son tan claros como Dorner.

Dorner rechazó la mente en blanco. Incluso los católicos romanos, un poco antes , defendieran el apriorismo, defendió: Descartes, Malebranche y Pascal y los  Janseítas. Sin embargo, toda la inteligencia de Pascal no los salvó de los jesuitas.
 
 
                                                 
2 Nota del traductor: aceptación en el orden del conocimiento, de  factores independientes de la experiencia (Nueva Diccionario Electrónico versión Aurelio 5,0).
   

LA ESCRITURA RECHAZA EL EMPIRISMO
Ahora, parece que incluso el material reducido en el Génesis es suficiente para refutar el empirismo con su mente en blanco. En primer lugar, ya que Dios es un Dios de conocimiento, eternamente omnisciente, ¿cómo  puede un ser
declarado  a  su imagen y semejanza, tener una mente en blanco? aparte de las declaraciones explícitas en el Nuevo Testamento, el Génesis dice que Dios mandó a Adán ya Eva para ser fecundos y se multiplicaran. Visto que en aquel tiempo ellos no tenía ninguna experiencia sensorial de otra personas, ellos no debe tener ninguna inteligencia innata para entender este mandamiento? Sin duda, un empirista puede insistir en que habían aprendido es decir la observación de los animales. Pero esto supone  un largo período de  tiempo transcurrido  entre la creación de Adán y la imposición de Dios la obligación. ¿Puede alguien más puede mejor suponer que Dios le dio instrucciones a Adán  inmediatamente. Esto es obviamente cierto en  Génesis 2:16,17. La orden fue dada pocos minutos después de la creación. Ciertamente, tal mandamiento no fue  un conocimiento a priori, mas  el equipamiento   intelectual para compréndelo fue.

Hay más también. Adán no sólo  entiende el mandamiento: el entendió que fue Dios quien le dio  . Debemos supuestamente creer que el desarrolló laboriosamente el argumento cosmológico, incluyendo la física por detrás de esto? ¿El  derivo el concepto de responsabilidad moral de  sus sentimientos? Aunque el relato sea breve, parece que Adán sabía que él estaba obligado a adorar a Dios y  obedecerlo. Sin embargo, el argumento cosmológico del empirismo es superado en sus falacias por  la imposibilidad de deducir las evaluaciones morales de premisas factuales  de hecho, incluso si esas premisas son verdaderas. Si un empirista  insiste en que el relato del Génesis es demasiado breve para apoyar esta interpretación, por lo menos podemos confiar en las epístolas paulinas. Génesis no es el único libro de la Biblia.

Un punto subsidiario es el temor al castigo de Caín después de que el asesino a Abel. Es evidente que Dios había dado a Adán y sus hijos lo que llamamos el  sexto mandamiento. Ellos Deben de haber reconocido esto como un imperativo moral.¿ Pero de alguna manera es posible desarrollar la idea de un imperativo moral  observando como lo arboles crecen en un jardín? Tenga en cuenta el punto: el mandamiento en si no puede ser innato, sino más bien la idea de la moralidad, De lo contrario el significado del mandamiento  no pudo haber sido entendido. La sensación, en el mejor de los casos, tal vez pueda dar alguna información de hecho, más que eso sea el   conocimiento de lo que es, el empirismo no puede producir el reconocimiento de lo que debe ser.
 
Proposiciones universales
Detrás de todos estos detalles, tanto de física como de moralidad, se encuentra la necesidad de proposiciones universales. No sólo el asesinato y la la idolatría está mal, pero las leyes de la física son aseveradas  como  universalmente aplicables . No se supone que tienen alguna excepción.  La física es el ejemplo más claro. La ley del péndulo, por poner un ejemplo Elemental,  es que el período de equilibrio es proporcional a la raíz cuadrada de  longitud. La ley afirma que esto es cierto en  todos los péndulos, todo que existen en la actualidad, todo lo que alguna vez existieron en el pasado, y todo lo que existirán en el futuro. La ley es una proposición universal, es decir, que no tiene excepciones.
Es evidente que esta ley no puede ser deducida  de un experimento o una observación, porque nadie ha observado a a todos los  péndulos presentes o  todos los péndulos pasados, y nadie se dio cuenta cualquier futuro péndulo. Por lo tanto, el el empirismo no puede justificar una ley de la física. ¿Ahora, si el experimento Sensorial no puede justificar un conocimiento de los fenómenos naturales, como ella  puede  ser de alguna utilidad en la teología? Los principios de la teología son todos ellos  proposiciones universales. Ciertamente, la teología incluye determinadas declaraciones históricas, como «David era el rey de Israel», y eso no parece ser universal.

De hecho, ella es, pues  David como sujeto es una clase por sí misma, y todos los de  esta clase son reyes de Israel. Pero, aparte de las proposiciones  como  sujetos  individuales, los principios de teología – que dan sentido a los acontecimientos históricos – son declaraciones universales claras y comunes. Ellas No pueden, por tanto, ser basadas en la observación. De hecho, Dios no puede ser observado.
 
LAS LEYES DE LA LÓGICA
 en adición al fracaso de empirismo debido a las proposiciones universales, hay un factor aún más fundamental. Toda declaración, aunque en particular depende de la ley de  contradicción. La verdad y el error son incompatibles. Si todos Los gatos son mamíferos, no puede haber un simple que un gato que no sea un  mamífero3. Nosotros no tenemos inspeccionado el número infinito de esta último para nosotros asegurar de que ningún persona puede ser encontrado. Dada la premisa, no es necesario examinar siquiera uno. Que O  ab no se puede deducido de A  ab es un necesidad de la lógica. Y si nuestras mentes no fueron construidas de esa manera, nunca podíamos distinguir la verdad del error. mas el empirismo, no ninguna necesidad, ninguna  universalidad; el problema no es que no   proporciona todas, sino que no proporciona ninguna.
En realidad, no ofrece ninguna en absoluto. Ya se trate de una lógica universal o particular, la proposicion debe tener un sujeto. Todos los perros son vertebrados, algunos perros son de color negro. Supongamos ahora que el sujeto , perros, tiene cinco significados . Esto es inusual para palabras en inglés. Véase el Unabridged Dictionary de Merriam-Webster. Busque palabras, frenar, hogar,  raza,  tierra – para no mencionar, amor,  emoción,  gracia,  religión y  virtude. Cada uno tendrá probablemente cuatro, cinco o incluso seis significados
diferentes. Que a menudo introduce considerable ambigüedad, con el resultado de que un argumento aparentemente lógico en realidad sea una falacia. La falacia se puede evitar, a veces con un poco de  molestia, especificando el significado deuno, dos, y el significado de tres. Pero hay un problema más profundo. Supongamos que una palabra en particular tiene un número infinito de significados. la palabra- fast -[Rápido], entonces significa que cada palabra en el diccionario,  con el artículo «a» a la palabra «Zyzzogetan», adiciona un número inimaginable mayor . «Rápido rápido rápido rápido «significaría, entonces,» Hoy es el último martes «y»  Washington descubrió América en 1066. » En pocas palabras, una palabra que significa todo no significa nada. Pero eso que es  tan evidente  no puede deducirse a partir de cualquier cantidad finita de observaciones. Es un principio que debe ser aceptó incluso antes de que el término «observación» de haber ganado algún significado.
Por lo tanto, el uso de la palabra simple en una frase inteligible depende del principio  a priori. Ninguna mente en blanco jamás podría descubrir este principio. Alguien puede expresar el principio como «una palabra para significar algo, debe también no  significar algo «, o,» si un palabra que significa todo, no significa nada. » como la ley de la contradicción es una forma de mantener la distinción entre verdad y falsedad. y   esta distinción  es el elemento básico en la imagen de Dios.
 
-Por: Gordon Clark Haddon
-Traducido por: Raul Loyola Román

Loja –Ecuador , 20  de Noviembre de 2011.

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EL DETERMINISMO «SUAVE»

 VINCENT CHEUNG

Traducción: Raul Loyola Román

Permítanme hacer una observación sobre el término «determinismo suave». A pesar de que no me oponga totalmente a su uso, parece ser un lenguaje falsificado, y permite a sus adherentes parecer mejores de lo que realmente debería parecer.

Ahora, el determinismo «suave» es usado en contraste con el determinismo «rígido». Usando estos términos, la posición calvinista popular, que es EL  compatibilismo, lo llama determinismo «suave», mientras que mi posición se llama determinismo «rígido».

 El primero es más «suave» en calidad  y/o cantidad con respecto al nivel y/o cantidad de control (determinismo), que Dios ejerce sobre su creación, mientras que el determinismo «rígido» es absoluto, afirmando que Dios ejerce completo (en nivel o calidad) y global (en monto o cantidad) control sobre todas las cosas.

Mas esto significa que el determinismo «suave » es en realidad un determinismo parcial es decir, la parte (no plena) en calidad o cantidad, o en ambos. Y si eso Dios no determina de manera absoluta todavía puede de hecho y realmente acontecer, entonces esto significa que hay otro (uno o más) –Poder-  determinante en el universo.

 Cuando estamos hablando de la relación de Dios al hombre, atribuyéndole  apenas un determinismo parcial a Dios, implica necesariamente atribuir  un determinismo parcial al  hombre también. Por lo tanto, se convierte en una versión de dualismo.

EN OTRAS PALABRAS, AQUEL QUE CREE QUE DIOS DETERMINA TODO DE UNA MANERA ABSOLUTA TODAS LAS COSAS ES UN DETERMINISTA PLENO, ya que él cree que Dios determina completamente todas las cosas, tanto en calidad como en  cantidad, y en términos tanto de nivel (extensión) como de cantidad de control que es ejercido. Creer en algo menos que eso no es pleno, por tanto es parcial.
 
Además, dado que el determinismo «suave» en realidad significa  determinismo parcial, esto significa también que es necesariamente un indeterminismo parcial (es decir, un no determinismo). Es cierto, que los calvinistas generalmente (reivindican) afirman un mayor poder determinador a  Dios antes que al hombre, ese indeterminismo es un indeterminismo  muy «suave», pero sigue siendo un Indeterminismo parcial.
 
Eso se convierte simplemente en una cuestión de énfasis con respecto a la expresión que alguien quiere utilizar. Por lo tanto el término,  determinismo «suave» es por lo menos un poco engañoso, haciendo a sus seguidores parecer  mejores  de lo que ellos realmente deberían parecer. Para algunos, tiene el efecto de sonido más «suave», agradable y menos extremos. Pero si no dejamos  que el lenguaje nos engañe, vemos que en realidad es un determinismo parcial, el determinismo débil, un determinismo incompleto, o un indeterminismo «Suave». Y, al menos por implicación, un dualismo.
 
Por otro lado, ya que nosotros afirmamos el determinismo «rígido» de hecho, afirmamos  sólo el «determinismo», sin necesidad de calificarlo, si no para un contraste o un desafío de una versión parcial. Yo  no necesito decir constantemente que yo soy un humano humano pleno a menos que yo esté en un debate con la participación humana parcial 
yo soy apenas humano. Y en el contexto de un contraste, lo que afirmamos es realmente  determinismo pleno, no «rígido».

Además, por lo tanto, podemos decir confidentemente que afirmamos el no-indeterminismo (indeterminismo cero) cuando se refiere al nivel o la cantidad de control que Dios ejerce sobre su creación.
 
Ciertamente, lo exposición anterior no argumenta directamente sobre los méritos de su visiones, pero es una observación sobre el lenguaje falsificado frecuentemente usado.

 VINCENT CHEUNG

Traducción: Raul Loyola Román

Extraído de “El autor del Pecado”

 https://www.facebook.com/raul.loyolaroman