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CONOCIMIENTO INNATO DE DIOS

Gordon Haddon Clark

 

 Traducción: Raul Loyola Román

 

CONOCIMIENTO INNATO DE DIOS

 

 

 

 

Aunque la luz de la naturaleza y las obras de creación y de providencia manifiestan la bondad, sabiduría, y poder de Dios de tal manera que los hombres quedan sin excusa, (1) sin embargo, no son suficientes para dar aquel conocimiento de Dios y de su voluntad que es necesario para la salvación; (2) por lo que le agradó a Dios en varios tiempos y de diversas maneras revelarse a sí mismo y declarar su voluntad a su Iglesia; (3) y además, para conservar y propagar mejor la verdad y para el mayor consuelo y establecimiento de la Iglesia contra la corrupción de la carne, malicia de Satanás y del mundo, le agradó dejar esa revelación por escrito, (4) por todo lo cual las Santas Escrituras son muy necesarias, (5) y tanto más

  1. Romanos 2:14,15; Romanos 1:19,20; Salmos 19:1-3; Romanos 1:32 y 2:1
  2. 1 Corintios 1:21 y 2:13,14.
  3. Hebreos 1:1.
  4. Lucas 1:3,4; Romanos 15:4; Mateo 4:4,7,10; Isaías 8:19,20; Proverbios 22:14-21.
  5. 2 Timoteo 3:15; 2 Pedro 1:19.
  6. Hebreos 1:1,2.

cuanto que han cesado ya los modos anteriores por los cuales Dios reveló su voluntad a su Iglesia. (6).

Esta primera sección de la Confesión Fe de Westminster   afirma que la luz de la naturaleza nos da un poco de conocimiento de Dios. ¿Lo que la Confesión quiere decir con «la luz de la naturaleza»? Esto significa el sentido común? ¿Significa que la experiencia imprime una idea de Dios en la mente de todos los hombres? ¿Significa que la existencia de Dios puede ser rigurosamente demostrada partir de la observación de un fenómeno natural, como los teoremas de la geometría son rigurosamente demostrados a partir de los axiomas?

Por ejemplo, para seguir el diagrama de abajo, se puede demostrar correctamente que el ángulo 1 es igual al ángulo 3. La prueba es: el ángulo 1 más ángulo 2 es igual a una línea recta, o 180 grados; el ángulo 2 y el ángulo 3 son iguales a una línea recta, así, ya que tanto la línea AB como la línea CD son líneas rectas; Por lo tanto, restando el ángulo 2 de 180 grados, tenemos el ángulo 1 o el ángulo 3. Por lo tanto, son iguales. La demostración del teorema de Pitágoras es mucho más complicado, más cada paso es cierto y necesario. No se puede eludir la conclusión. Ella se demostró plenamente.

 

Tomás de Aquino, el gran filósofo de la Iglesia Católica Romana, creía no solamente haber elaborado una demostración infalible de la existencia de Dios, sino también que el apóstol, Pablo en Romanos 1:20, garantizaba tal prueba. Ya David Hume, a quien ninguna iglesia canonizó, argumentó que todas estas pruebas son falacias. Sin embargo, el salmista dice: «Los cielos cuentan la gloria de Dios.» ¿Qué implica esto? ¿Caso que implique una prueba cosmológica, podemos inferir de manera legítima que cualquier persona intelectualmente incapaz de aprender geometría, y que por lo tanto no pueda seguir el muy intrincada argumento cosmológico, no es responsable por sus pecados? ¡El conocimiento es la base de la responsabilidad, y el hombre desconoce! ¿O bien, podemos decir que incluso la existencia de Dios no puede ser demostrada, y todas las objeciones de Hume a los argumentos son correctas, sin embargo, la verdad del cristianismo no se ve afectada? ¿No es posible que el conocimiento de Dios sea innato? ¿No podemos haber nacido con una intuición acerca de Dios, y con este equipamiento   a priori para ver la gloria de Dios en los cielos? De esa forma, no seriamos obligados a aceptar la noción peculiar de que el apóstol Pablo, siglos antes también, habría aprobado las complejidades aristotélicas de Tomas de Aquino.

Esta discusión sobre la posibilidad de probar la existencia de Dios no termina con Tomás de Aquino y David Hume. Hoy en día, Karl Barth niega cualquier conocimiento natural de Dios. Uno de los textos de prueba que utiliza la Confesión es Romanos 1:19, 20, que dice:

Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.

Karl Barth, sin embargo, insiste en que Pablo estaba hablando a los gentiles que abastecerán el conocimiento de Dios a través de su predicación. Barth niega que los chinos y los indios, antes de escuchar el Evangelio, puedan tener un conocimiento innato de Dios o derivado de la naturaleza. Esta es una interpretación muy inusual de Romanos, y parece ser tan errónea como el concepto de la aprobación Paulina previa de Santo Tomás .

Tal vez fuese mejor entender la situación en términos de ideas innatas o a priori. En el acto de la creación Dios implanto en el hombre el conocimiento de su existencia. Romanos 1:32 y 2:15 parecen indicar que Dios también implanto algún sobre moralidad. Nacemos con este conocimiento; el no se obtiene como resultado de la experiencia sensorial. Con la ayuda de este conocimiento innato, podemos cantar con confianza:

Señor, Dios mío, cuando yo maravillado

Veo las grandes hazañas de tu mano

Estrellas, mundos y truenos,

Para proclamar Tú nombre en amplitud,

Entonces Mi alma canta, a ti, Señor:

¡Grande eres Tú, Grande eres Tú! [1]

 

Dentro de los límites de esta primera estrofa, del primer capítulo de Romanos y la simple observación del universo, Dios no debe ser llamado Salvador. El compositor del himno, sin embargo, por su posición personal anterior cristiana se le puede permitir usar el nombre de manera proléptica.

¿Ya la Confesión, a partir de su construcción sistemática aclara inmediatamente que cualquier conocimiento del gran poder de Dios demostrado en la creación, no es suficiente para la salvación.

Incluso el conocimiento innato de la moralidad no proporciona ninguna información sobre cómo o incluso la posibilidad del perdón de los pecados. «Y le agradó al Señor, en varios tiempos y de muchas maneras, revelarse a sí mismo, y declarar a su Iglesia aquella su voluntad».

 

Notas:

[1] – Nueva canción, São Paulo: Cristiano Cultura, 1999, N ° himno. 26, p. 21.

 

 

 

fuente:

 

What Do Presbyterians Believe?, Gordon H. Clark, páginas 9-11.

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PENA DE MUERTE

Gordon Haddon Clark

Traducción: Raul Loyola Román

 

 

 

 

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CAUSALIDAD

Y

CAUSACIÓN

 

Gordon Haddon Clark

Traducción: Raul Loyola Román

 

 

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¿DIOS ESTÁ SUJETO

A SUS

PROPIAS LEYES?

Gordon H Clark

 

Traducción: Raul Loyola Román

 

¿DIOS ESTÁ SUJETO A SUS PROPIAS LEYES?

 

Dios no es ni responsable ni pecaminoso, aunque Él es la causa única suprema de todo. Él no es pecador, porque, en primer lugar, todo cuanto hace es justo y recto. Es justo y recto, simplemente en virtud del hecho de ser Él quien lo hace.

Justicia o rectitud no es una norma externa a Dios, a la que Él está obligado a someterse. Rectitud es aquello que Dios hace. Dado que Dios causó a Judas a traicionar a Jesús [pre-ordenando tal evento], este acto causal es recto y no pecaminoso.

Por definición, Dios no puede pecar. Este punto debe ser particularmente indicado de que el Dios causar a un hombre a pecar no es pecado. No existe ley, superior a Dios, que le prohíba decretar actos pecaminosos. El pecado presupone una ley, pues el pecado es ilegalidad. El pecado es la falta de conformidad a la ley de Dios, o cualquier transgresión de esta ley. Mas Dios es «Ex-lex«.

 

No existe ley, superior a Dios, que le prohíba decretar actos pecaminosos.

Es cierto que si un hombre, un ser creado, causase o intentase causar a otro hombre a pecar, este intento sería pecaminoso. La razón es inmediata. La relación de un hombre con otro hombre es totalmente diferente de la relación de Dios con cualquier hombre.

 

Mas Dios es «Ex-lex».

Dios es el creador; El hombre es una criatura. Por otra parte, la relación de un hombre con la ley es también diferente de la relación de Dios con la ley. Lo que vale en una situación no vale la en la otra. Dios tiene derechos absolutos e ilimitados. Sobre todas las cosas creadas. De la misma masa Él puede hacer un vaso para honra y otro para deshonra. El barro tiene ningún derecho sobre el alfarero. Entre los hombres, por el contrario, los derechos son limitados.

Dios tiene derechos absolutos e ilimitados. Sobre todas las cosas creadas

La idea de que Dios está por encima de la ley puede ser explicada en otro particular. Las leyes que Dios impone a los hombres no se aplican a la naturaleza Divina. Ellas son aplicables solamente a las condiciones humanas.

Por ejemplo, Dios no puede robar, no solamente por todo lo que El hace es bueno, sino también porque es dueño de todo; no hay nadie a quien robar. Así, la ley que define el pecado busca condiciones humanas y no tiene relevancia para un creador soberano.

Las leyes que Dios impone a los hombres no se aplican a la naturaleza Divina

***

Fuente: Dios y el Mal – El problema resuelto, Gordon Clark – Ed monergismo, pp 81-82

 

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Sin título - 1

EL ARGUMENTO COSMOLÓGICO

 

 

GORDON H. CLARK

 

 

 

Traducción: Raul Loyola Román

 

 

   EL ARGUMENTO COSMOLÓGICO

GORDON H. CLARK

 

Tomás de Aquino rechazó el molde platónico de la teología de Agustín y baso su pensamiento en Aristóteles. Por lo tanto, él no tenía tiempo pare el argumento ontológico, mas el reconstruyó el argumento cosmológico.

Haciendo referencia de nuevo al conocimiento, la diferencia entre estos dos argumentos es básicamente una diferencia en epistemología : para Agustín no era necesario comenzar con la experiencia sensorial , ya que se podía ir directamente del alma hasta Dios ; mas  Aquino escribió: » El intelecto humano …es en principio una tabla blanca sobre la cual  nada está escrito «(Summa Theologica I, Q : 97 , 2 ) . Es la sensación que escribe en una tabula rasa. La mente no tiene ninguna forma de si misma. Todo su contenido proviene de la sensación.

Sobre esta base, Thomas dio cinco argumentos a favor de la existencia de Dios; mas los cuatro primeros son casi idénticos, y el quinto es tan poco diferente que sólo el primero será reproducido aquí:

«La primera y más clara se funda en el movimiento. Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven. Pues bien, todo lo que se mueve es movido por otro, ya que nada se mueve mas que en cuanto esta en potencia respecto a aquello para lo que se mueve. En cambio, mover requiere estar en acto, ya que mover no es otra cosa que hacer pasar algo de la potencia al acto, y esto no puede hacerlo más que lo que está en acto, a la manera como lo caliente en acto, v. gr., el fuego hace que un leño, que está caliente en potencia, pase a estar caliente en acto. Ahora bien, no es posible que una misma cosa esté, a la vez, en acto y en potencia respecto a lo mismo, sino respecto a cosas diversas: lo que, v. gr., es caliente en acto, no puede ser caliente en potencia, sino que en potencia es, a la vez frío. Es, pues, imposible que una cosa sea por lo mismo y de la misma manera motor y móvil, como también lo es que se mueva a sí misma. Por consiguiente, todo lo que se mueve es movido por otro. Pero, si lo que mueve a otro es, a su vez, movido, es necesario que lo mueva un tercero, ya éste otro. Mas no se puede seguir indefinidamente, porque así no habría un primer motor y, por consiguiente, no habría motor alguno, pues los motores intermedios no mueven más que en virtud del movimiento que reciben del primero, lo mismo que un bastón nada mueve si no lo impulsa la mano. Por consiguiente, es necesario llegar a un primer motor que no sea movido por nadie, y éste es el que todos entienden por Dios.»

La primera cosa a tener en cuenta es que este es un argumento formal. Thomas de Aquino quería que fuera una demostración concluyente de que Dios existe. No es un conjunto de evidencias que hacen que sea razonable creer en Dios. Se trata de un análisis de la experiencia sensorial con la conclusión de que solamente Dios puede explicarlo. Lejos de ser una lista de pruebas, que apela sólo a la piedra que cae cuesta abajo o la bola de canicas que rueda por el suelo. El reivindica probar de manera concluyente que sobre esta base, Dios tiene que necesariamente existir. Es una cuestión de necesidad lógica.

Cinco objeciones pueden hacerse en contra de este argumento cosmológico.

En primer lugar, la premisa original dice: » Es innegable, y consta por el testimonio de los sentidos, que en el mundo hay cosas que se mueven.”.

El empirismo es tal vez una visión de sentido común. Ha sido también la visión de muchos filósofos. Más esta enfrenta a objeciones insuperables. En primer lugar, los sentidos de los hombres y los animales producen datos contradictorios. Los perros, por ejemplo, son supuestos seres daltónicos, mas ellos tienen sensaciones de audición cuando los hombres no oyen nada. En este sentido, los hombres difieren entre sí mismos.

Los Artistas esotéricos ven colores en la hierba que ningún hombre común encuentran allí. ¿Cuál de estos sensaciones representar correctamente el objeto visto? En algunos casos, los sentidos se contradicen entre sí, como cuando la mitad de una barra se sumerge en el agua y mirándola a ella usted la ve doblada mas la siente recta. Entonces hay espejismos y otras ilusiones ópticas. Mientras duran, no podemos decir que eran ilusiones; y no se puede decir si nuestras presentes sensaciones son ilusiones.

Una vez más, ¿estamos soñando o no? Un libro de texto elemental sobre psicología describiría muchos de estos fenómenos, con el resultado de que es imposible confiar en lo que llamamos percepción sensorial.

Además de eso, la teoría de la imaginación, por la cual se supone que los sentidos son preservados y posteriormente elevados a conceptos, se derrumba con el hecho de que algunas personas no tienen imágenes. Muchas personas carecen de imágenes olfativas o táctiles; algunos también carecen de imágenes Visuales. Mas algunos de ellos son estudiosos cualificados.

La segunda objeciónseñala que el pasaje citado es más un resumen que un argumento completo. De hecho, el argumento completo incluiría una mayor cantidad de física y metafísica. Por ejemplo, la segunda tercera y cuarta frase en el argumento citado precisan de una amplia comprobación. Esta ampliación podría cubrir cientos y cientos de páginas, tanto en Aristóteles como Aquino.

Para el argumento cosmológico ser válido, todos los argumentos subsidiarios deben ser válidos. Ahora, en cuanto a como esto sea teóricamente posible, no es probable. Ciertamente Aristóteles y Aquino deben haber cometido un engaño en alguna parte. Y un engaño quiebra la cadena de consecuencias. Por supuesto, alguien esta seguro para quejarse de que esto es injusto y evita el tema. Para evitar esta acusación se puede señalar que los dos filósofos utilizan el concepto de potencialidad. Aristóteles necesitaba del concepto de potencialidad para definir el movimiento. Mas el tercer libro de Physics, donde Aristóteles plantea esta cuestión, el no solamente define el movimiento por potencialidad, sino que también explica la potencialidad para el concepto de movimiento. Si un estudiante quiere pasar el tiempo, él puede estudiar libro Physics de Aristóteles para determinar si el argumento es circular o si hay algunas otras fallas en los libros del cuatro al ocho.

La tercera objeciónse puede ver en el propio resumen. Cerca del final, Aquino habla de una serie de movimientos y motores, y dice que esta serie no puede seguir así hasta el infinito. La razón por la cual no puede ir hasta el infinito es que si lo hiciese, no habría ningún primer motor. Más desafortunadamente, el argumento en su conjunto pretende demostrar que existe un primer motor. Por lo tanto, Aquino utilizó para una de sus premisas la propia proposición que él quería como conclusión.  

La cuarta objeciónes más complicada. Debido a que Aquino sustenta que la existencia de Dios es idéntico a su esencia, lo que no es verdad de cualquier otro objeto de conocimiento, él debe afirmar que ningún predicado puede ser atribuido a Dios en el mismo sentido que es dicho de seres creados. Cuando tanto el hombre como Dios son dichos seres buenos o racionales, o conscientes, o cualquier otra cosa, las palabras bueno o conscientes no significan la misma cosa e los dos casos.

Si dijéramos que Dios es bueno, ni el bueno ni el es q significan lo que ello significan en el mundo creado. Por consiguiente, cuando decimos que Dios existe, esa existencia no significa existencia en el mismo sentido que utilizamos para piedras o canicas. Ahora, en un argumento válido, los únicos términos que pueden ocurrir en la conclusión son aquellos que ocurren en las premisas. Si algún elemento adicional es adicionado en la conclusión, el silogismo es una falacia. ; Mas el argumento cosmológico comienza con una existencia de un guijarro o algún objeto sensorial que mueve. El concluye, sin embargo, con una existencia que es diferente.

Por lo tanto, el argumento es falaz. El significado diferente de la palabra en la conclusión no puede ser derivada de su significado original en las premisas.

La quinta objeción, finalmente ahora, es directamente contra la última frase del argumento, que es, » y éste es el que todos entienden por Dios». Más esto no es lo que todos entienden ser Dios. Particularmente los cristianos niegan que eso sea Dios. Aquino reivindica haber probado la existencia de un primer motor, un primum movens un ens perfectissimum , o hasta incluso summum bonum. Mas esos neutros no son satisfactorios para un concepto de Dios vivo de las Escrituras, que se reveló a sí mismo.

Puede incluso decirse que el argumento cosmológico fuese válido, el Cristianismo sería falso. El Dios de la Biblia es una Trinidad de Personas.

Ninguna forma de argumento cosmológico jamás ha demostrado la existencia de ese único Dios verdadero.

A pesar de estas objeciones, los católicos romanos continúan dependiendo del argumento cosmológico, como la mayoría de los luteranos y algunos calvinistas lo defienden tan bien.

J. Oliver Buswell , Jr. fue uno de ellos , al menos en sus primeros escritos , a pesar de que parece haber estado de acuero más tarde que no es estrictamente válido . Cornelius Van Til del Seminario Westminster, Filadelfia, hace fuertes declaraciones sobre la validez del argumento. Buswell acuso de a Van Til de despreciar las evidencias objetivas para el Cristianismo y rechazar el argumento cosmológico. Van Til respondió en su libro A Christian Theory of Knowledge (291-292) y acusó a Buswell ​​de formular el argumentoincorrectamente. Citando parte de una de sus obrasanteriores, Common Grace, él dice:

El argumento para la existencia de Dios y la verdad de El cristianismo es objetivamente válido. No deberíamos rebajar la validez de este argumento para el nivel de la posibilidad. El argumento puede ser pobremente declarado y puede nunca ser adecuadamente declarado, mas en si mismo el argumento es absolutamente legitimo…

En consecuencia, no rechazo las pruebas teístas, mas simplemente insisto en reformularlas de una manera que no comprometa la Escritura. Es decir, si la prueba teísta es construida como debe ser construida, ella será objetivamente válida.

Esta afirmación de que el argumento cosmológico es válido, absolutamente legítimo, una declaración formal, y no meramente un argumento de probabilidad, no es verdad de ningún argumento cosmológico publicado en cualquier libro.

Van Til no presta atención a las falacias arraigadas en Tomas de Aquino. El argumento que él defiende es uno que nunca nadie escribió.

¿Mas como sabe él que es posible formular este argumento ideal? ¿Cuál es el argumento que el defiende? Él insiste en afirmar que lo reformuló correctamente.

Por muchos años los contemporáneos de Van Til han desafiado para producir esta reformulación sobre la cual el insiste. El no lo hizo.

Dado que Van Til y Buswell , en el pasaje citado , se dedican a recomendar un método de predicar el evangelio a los incrédulos , es sin duda  ciertamente lamentable que Van Til no pueda justificar su posición , pues no se puede esperar que los incrédulos sea impresionados con una argumento de que el propio evangelista es incapaz de presentarles .

 

Fuente: Trinity Foundation,

Loja, 9 de Diciembre del 2012

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PORTADA TRADUCIONISMO - GOR

TRADUCIANISMO

 

Gordon Haddon Clark

 

 

Traducción : Raul Loyola Román

 

 

 TRADUCIANISMO

Gordon Haddon Clark

 

Las diversas doctrinas teológicas están tan entrelazadas que a veces es difícil saber en qué orden discutirlas. Como dijo una vez un profesor de una obra sobre la filosofía (y sin duda de todas las obras de filosofía así como de teología), una persona no puede entender el primer capítulo hasta que haya visto el último. El teólogo del siglo XIX, W. G. T. Shedd, preparo para los problemas que hemos discutido en secciones anteriores un largo tramo en el origen de las almas individuales. Lo puso en su capítulo sobre la » Creación». A. A. Hodge podría haber hecho lo mismo, pues el sustenta la creación inmediata de cada alma humana en el momento de la concepción. Más Shedd sostiene que las almas de los niños provienen de sus padres al igual que sus cuerpos. El proyecto de este tratado es conectar el origen de las almas con la representación federal y la imputación de la culpa de Adán. El origen de las almas se menciona en esta sección, se pospuso la discusión. A. A. HODGE

A. A. Hodge es un creacionista. Él enseña que cada alma humana sucesivamente es creada inmediatamente1 por Dios en miles de millones de casos, miles de millones de actos independientes de la creación. Mas su defensa de esta posición y sus argumentos en contra Traducianismo son a la vez llenos de dificultades. En primer lugar, el reconoce que » sin profundizar en el realismo, parece probable que la representación divinamente ordenada… es condicionada sobre la unidad genérica de los hombres como constituyendo una raza propagada por generación”. Note el término propagada. Esto significa que el traducianismo es al menos plausible. Pero Hodge no quiere «profundizar el realismo. » mas si no es asi, ¿entonces, que es? Cualquier persona que ya ha realizado un curso de introducción a la filosofía sabe, o debería saber, que Aristóteles y John Locke propusieron un método empírico por el cual la observación sensorial podría ser transmutada en conceptos abstractos, que consecuentemente formarían la base para las proposiciones universales. Mas Aristóteles nunca explicó el método, él dependía de un ejemplo de un ejército en estado de agitación. Locke fue más específico, mas Berkeley demolió su argumento.

En consecuencia, los lectores más filosóficos pueden aquí desear considerar si la unidad genérica sugerida por Hodge puede ser producida sin necesidad de adoptar el Realismo que el detesta. En cuanto a Cristo mismo – aunque el Traducianismo, operando a través de María solamente, puede explicar su alma humana – su representación federal no puede ser justificada por el creacionismo ni por Traducianismo. Ni por el creacionismo, porque a pesar de su alma humana hubiese sido una creación especial, es la persona y no sólo la naturaleza humana que es la cabeza federal. Ni por Traducianismo, porque Cristo no tuvo descendencia. Más este no es el caso con Adán.

Una de las razones A. A. Hodge hace esa defensa tan pobre de creacionismo es su impulso imperioso para refutar el Realismo. Él dice: » La doctrina de que cada alma es separada e inmediatamente creada por Dios en el momento de concepción es obvia y absolutamente incompatible con una visión realista de la naturaleza humana. “Ningún creacionista puede ser un realista”. No estoy seguro de que esta enfática declaración sea completamente correcta. En primer lugar, puede ser posible que un creacionista y un realista estén de acuerdo sobre la constitución de la naturaleza humana, sin ponerse de acuerdo sobre el origen inmediato de cada alma. Tampoco es cierto que cada realista concuerde con Platón. Shedd ciertamente creen que Dios creó el mundo, y el no cree en la prexistencia de las almas, mientras que Platón no deja ningún resquicio para cualquier divinidad estrictamente creativa. Después de todo, Agustín era un realista, y argumentó fuertemente en contra de Plotino a favor de la creación.

Dado que Hodge se opone tan fuertemente al Realismo, puede alguien oponerse a Hodge sobre esta base. Por ejemplo, la teoría de la imaginación, por la cual Aristóteles intentó producir conceptos que consecuentemente haría los juicios los juicios universales posibles, esta vulnerable a los ataques devastadores.3 Así que si el conceptualismo aristotélico es rechazado, sólo quedan el Realismo y el Nominalismo, y éste reducirá la Trinidad al tri-teísmo o el ateísmo. Pero la refutación más directa y más adecuada para el presente tratado, es el material bíblico.

Hodge parece pensar que el Traducianismo es inconsistente con la representación federal de Adán: » Calvino… [et al.] Añade la afirmación de que estábamos en Adán representativamente, que nosotros real y verdaderamente pecamos en él, porque su pecado es nuestro pecado, realmente y verdaderamente nuestro pecado en lo que respecta a su responsabilidad federal”. Mas lejos de negar su representatividad federal, el Traducianismo ofrece incluso una posibilidad, una explicación probable de

1 Nota del Traductor: El autor utiliza el término » inmediato » y sus derivados con el significado de algo que se hace » sin mediación » e » inmediato » y sus derivados con el significado de algo realizado con mediación.

por qué Dios escogió a Adán para ser nuestro representante federal. El Creacionismo permite sólo una conexión física o corporal, no una espiritual, entre nosotros y Adán.Hodge también cita la «corrupción hereditaria. » mas ¿cómo puede haber corrupción hereditaria si cada nueva alma es una creación inmediata? Hodge ciertamente no ayuda con sus disyunciones incompletas. En dos páginas sucesivas , argumenta : » estos hombres [ Calvino , Beza , Turretin ] no eran realistas … ellos explicaron específicamente … que estábamos en Adán representativamente » . Las premisas ocultas de Hodge son (1) que la representación federal es imposible en el realismo, y (2) que el hecho de que Adán es nuestro representante no puede ser armonizado con el Traducianismo . Estos dos supuestos son claramente falsos, porque el traducianismo no sólo apunta, pero también tiene éxito en hacer el representacionismo más fácil comprendido. Los dos no forman una disyunción excluyente como Hodge sustenta.

Otro argumento pobre inmediatamente aparece. “Si todo el género estaba en Adán, toda la raza anti-diluviana entera estaba, en el mismo sentido en Noé. Si somos co- agentes son culpables de un primer pecado de uno… debemos ser… culpados de cada uno de los pecados de Noé”. Este párrafo abunda en confusión. En primer lugar, somos de hecho descendientes de Noé. En segundo lugar, todo el género entero estaba en Noé, y está en nosotros también De lo contrario, no seríamos seres humanos. Como dijo Platón, tan claramente en su Parménides, la idea, o género, no es como un toldo o tienda de campaña en la que cada hombre está directamente debajo solamente de una parte de la cobertura. La idea o definición deben ser completas en cada caso individual, o – en el mejor del lenguaje platónico – cada hombre debe participar en todo el Idea.

Mas esto de ninguna manera implica que somos culpables – y mucho menos de cada uno – de los pecados de Noé. De hecho, no somos culpables incluso del pecado de Adán, es decir, de su segundo, tercero y cuarto pecado. Somos culpables solamente de su primer pecado. Simplemente porque la cabeza federal de la raza humana debe ser, o mejor dicho, es su antepasado, no significa de ninguna manera que cada antepasado debe ser una cabeza federal. La lógica de Hodge es mala, muy mala. En realidad, él esta aplicando la conversión simple a una afirmación universal. El punto es que Dios escogió a Adán a como cabeza federal de la raza, el no escogió a Noé para tal. Si no hubiera elegido Noé y Adán, entonces los anti-diluvianos no habrían sido culpables del pecado de Adán. El Traducianismo es una explicación plausible de la representación federal, pero que no requiere dos o más cabezas federales para hacer la raza culpable.

El fracaso de Hodge para refutar Traducianismo, o el realismo no prueba que estas dos teorías son verdaderas. Puede haber objeciones mejores de aquellas que Hodge hizo. No he tenido la suerte de conocer alguna. Sin embargo, la decisión de una persona debe estar basada en las Escrituras. Y en efecto, hay pasajes de las Escrituras que, para decirlo modestamente, parecen favorecer Shedd que a Hodge.

 

2 Tenga en cuenta que estas palabras absuelven de acusación de mas representación a todo aquel que dice que el creacionismo enseña la creación inmediata de toda y cada alma.

3. Comparar mis tres tipos de filosofía religiosa [tres tipos de filosofía religiosa], Capítulo 3.Vea también mis otros libros.

LA EVIDENCIA ESCRITURISTICA

Shedd divide su argumento favor del Traducianismo en tres partes:

(1) Escritura

(2) Teología Sistemática

(3) Fisiología .la tercera puede ser interesante, mas es inútil. La primera y la segunda parte son la misma cosa. La segunda simplemente organiza la primera. Por lo tanto, Shedd y el presente tratado basan el caso en la Escritura.

Shedd comienza así: » La Biblia enseña que el hombre es una especie, y la idea [o definición] de una especie implica la propagación del individuo entero partir de él. » Eso fue lo que me refería hace una página atrás en referencia a una cubierta de carpa en la Parménides de Platón. Que la raza humana es una especie, Shedd defiende por el uso del termino hombre en Génesis 1:26-27. Note que Dios dice: » Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza, y señoree… varón y hembra los creó”. El hombre o Adán no se convirtió en un sustantivo masculino adecuado hasta Génesis 2:19. También tenga en cuenta que Génesis 46:26 habla de “ Todas las personas que vinieron con Jacob á Egipto, procedentes de sus lomos» 4 Shedd también cita docenas de versículos del Nuevo Testamento. Cuando Eva fue tomada del costado de Adán, no hay ninguna mención de la creación de una segunda alma. Eva salio totalmente de Adán (1 Corintios 11:8). Esto apoya la opinión de que cada hijo de Adán y Eva nació completamente como un miembro de la especie. La persona entera, no sólo de su cuerpo, se propaga.

Una persona puede objetar que se creó de inmediato la nueva alma, y que su creación simplemente no se menciona. Replica: las Doctrinas no deben basarse en el silencio. No es mi deseo resumir los cincuenta o sesenta páginas de argumentos bíblicos que ofrece Shedd . Su trabajo es fácil de obtener y el estudiante es animado a estudiarla. Sin embargo, si se encuentra en Shedd o en otro lugar, se necesitan dos o tres referencias en el Génesis.

Que la propagación de la raza es sólo corporal, no espiritual o mental también, que sólo el cuerpo del niño, no su alma, viene de sus padres, parece ser negado en Juan 3:6: » Lo que es nacido de la carne es carne, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es «El verbo griego – que ocurre dos veces en este versículo, y cinco veces en el contexto – es gennao generar. Es el mismo verbo que alguien encuentra en Mateo 1:1-16. En Juan 3:6 Cristo está hablando con Nicodemo, y » lo que es nacido de la carne, carne es » es el alma no regenerada de Nicodemo, y no su cuerpo físico. El verbo indica que Nicodemo recibió su alma no regenerada de sus padres. Esto evita que la interpretación de que sarx (carne) significa simplemente la naturaleza física del hombre. Ni el uso con respecto a Nicodemo permanece solo. Al leer Mateo 24:225 puede parecer que el versículo se refiere sólo al cuerpo “Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva”. Lucas 3:6, » Y toda carne verá la salvación de Dios » no puede referirse a un cuerpo físico. Ni sarx siempre debe referirse a un alma pecadora: para volver a Juan de nuevo, 1:146 dice que el Verbo se hizo carne ( sarx ) . Considere lo siguiente: La Palabra no sólo un cuerpo físico para sí mismo, sino que también tuvo un alma racional o inteligente. Recibió ambas tanto [la carne y el alma] través de María. Del mismo modo, sarx en Juan 17:27 no significa el cuerpo, sin duda no sólo el cuerpo, sino que significa que Jesús da vida eterna a las almas. Sarx algunas veces significa la naturaleza depravada del hombre, mas eso sólo refuerza el argumento de que la palabra significa el alma. Un cuerpo no puede pecar. Por lo tanto, el alma de Nicodemo vino de sus padres.

Juan 1:14 Ya se ha mencionado, pero también se debe tener en cuenta que el versículo anterior niega que el nacimiento espiritual depende de la herencia (“ no nacieron de sangre «), mas aunque el nacimiento espiritual no se menciona explícitamente, el versículo implica que el nacimiento natural depende [de la herencia]. Por lo tanto, el alma como el cuerpo depende de los padres. El alma así como el cuerpo, nace (comparare nuevamente 3:6).

Hechos 17:26 no dice que Dios hizo de una sangre todas las naciones con respecto a sus cuerpos solamente. El versículo siguiente, con su frase » buscasen al Señor » incluye claramente la mente o el alma del hombre. Shedd y otros citan otros versículos que los estudiantes interesados puedan examinar. La acumulación de los versos es importante porque algunos creacionistas dan la impresión de que el Traducianismo tiene sólo unos pocos versículos a su favor8, cuando en realidad el número es considerable.

El argumento más importante para el Traducianismo se basa en Génesis 2:2-3 . “Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, la mar y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día: por tanto Jehová bendijo el día del reposo y lo santificó. » (Éxodo 20:11). “Y Dios descansó de todas sus obras *apo pan to ton ergon ]» ( Hebreos 4:4 ) .
Tal vez el lector permitirá un párrafo de Charles Hodge también. En el tomo II de su Teología Sistemática, 68ss . , el discute Traducianismo y Creacionismo. La mayor parte de la sección sobre lo primero depende del supuesto silencio de las Escrituras sobre el tema: La pasajes diversos que los Traducionistas usan, según él, son concluyentes. Él afirma además: » Los defensores más instruidos y leales del traducianismo admiten que las Escrituras no dicen nada sobre el tema » (68). Esto significa, por supuesto, que

Shedd , quien utilizó pasajes de la Escritura , o no era instruido, o no era leal . Hodge entiende que la palabra carne, en los pasajes ya citados, significa precisamente el cuerpo en contraste con el alma. Por lo tanto, cuando cundo él llega a la transmisión de la depravación innata, y la dificultad de pensar que Dios crea inmediatamente almas pecadoras , el apela a las causas secundarias , abandonando así la idea de la creación inmediata : » No sabemos cómo la agencia de Dios se relaciona con la operación de causas secundarias , esta donde esta agencia es mediata , y hasta qué punto es inmediata » ( 69 ) . Ciertamente eso es una aceptación al Creacionismo. Los Traducianistas están dispuestos a decir que las almas de los hombres son «creados » inmediatamente, esto es, a través de la mediación de los padres, así como también se puede hablar de los árboles y los animales como objetos creados. Mas estos objetos creados en mi jardín fueron inmediatamente creados por semillas o brotes de las plantas anteriores.

Charles Hodge en este punto se refiere a su capítulo sobre el pecado original como una defensa más explícita del creacionismo y la dificultad con la creación inmediata de las almas pecadoras por Dios. Tomé esta referencia las páginas 222ss. , Y quizás también la página 253. Mas nada de esto lo libra de su duplicidad. En la última página, el admite: «También es

Nota del traductor: “espalda » personas que vinieron con Jacob a Egipto, que había descendido de él. «

un hecho universalmente admitido que el carácter, dentro de ciertos límites, se transmite de padres a hijos. Cada nación, tribu separada, e incluso cada familia ampliada de los hombres, tiene sus peculiaridades físicas, mentales, sociales y morales que se propagan de generación en generación. “mas si Dios crea inmediatamente el alma del niño, ninguna característica moral o mental se puede propagar.

La sección anterior es igualmente insatisfactoria. Su subtítulo es » Realismo: ninguna solución al problema del pecado original. » La principal deficiencia en su argumento es que El Traducianismo, como una teoría del origen del alma, nunca pretende explicar el pecado original. Ella trata es una visión del origen de las almas de los descendientes de Adán y Eva también se pueden añadir que la derivación de las almas de los niños de sus padres se une muy bien la elección que Dios hizo de Adán como cabeza federal de ellos. Eso habría sido mismo incluso si Adán no hubiera pecado. Mientras el 5 » Y si aquellos días no fuesen acortados, ninguna carne sería salva; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados. » .6 » Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.”.7 «Como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le has dado. » 8 Louis Berkhof , Teología Sistemática , 200, » Los pocos pasajes de las Escrituras … «, «ninguno enseñanza clara de la Escritura … » . Berkhof es al menos lo suficientemente honesto para aplicar estas consideraciones en ambas visiones.

Traducianismo y el pecado original se relacionan, pues todas las doctrinas de alguna manera están relacionados en un sistema, lA ultima debe recibir su propia explicación. O, por poner otro ejemplo, la expiación, como tal, no es una explicación de nuestra santificación. Ni los sacramentos explican nuestra resurrección el regreso de Cristo. Por lo tanto, el intento de Hodge, de refutar el Traducianismo o realismo sobre el fundamento de que el no resuelve el problema del pecado original, es insignificante.

Todas estas páginas ( 222ss. ) refutan el Traducianismo . La principal razón es que Hodge se opuso ardientemente al Realismo. De hecho, su argumento contra el realismo comienza dos páginas antes. Hace unos párrafos atrás yo levanté varias objeciones contra los argumentos de Hodge . Mas una es admisible y suficiente. — “el Realismo… subvierte la doctrina de la Trinidad, de tal manera que hace al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo ser un Dios solamente en el sentido en el cual todos los hombres son un hombre. Las personas de la Trinidad son un Dios, porque ellos son uno en esencia o sustancia, y todos los hombres son un hombre, ya que son uno en esencia. Las respuestas que los realistas Trinitarios dan a esta objeción son insatisfactorios, ya que ellos asumen la divisibilidad, y, en consecuencia, la materialidad del Espíritu «– (222).

Esta cita consiste en tres frases. La primera frase es dudosa. Hodge no cita a ningún autor. Naturalmente, las personas de la Trinidad son uno en el sentido de que todos los hombres son uno y todos los caballos son uno, mas eso no quiere decir que las tres personas son uno sólo en este sentido. Por ejemplo, tres seres humanos tienen tres voluntades, mas las tres personas tienen una sola voluntad. Por lo tanto, la diversificación de los seres humanos no es idéntica a la diversificación de las personas, por lo que no podemos decir que las dos unidades son completamente idénticas. La segunda frase me parece ser del todo cierta, y por lo tanto no hay objeción. La sentencia tres plantea una objeción y ofrece una supuesta respuesta. Los realistas, dice Hodge, asumen la divisibilidad de la esencia y la materialidad del Espíritu. Hodge pone la S en mayúsculas. Ahora, si el pagana Platón era peor que los cristianos realistas, él debe haber afirmado además la divisibilidad de la esencia. Sin embargo, de hecho, el la ridiculizó. Hodge nunca leyó Parménides de Platón? Y supongo que los cristianos traducianistas o cristianos enseñan materialidad del Espíritu, sea del Espíritu Santo o el espíritu humano, es ridículo. Los traducianistas son traducianistas porque ellos creen que no solamente los cuerpos de las criaturas son derivadas de los cuerpos de sus padres, sino también sus almas inmateriales son igualmente derribadas de las almas inmateriales de sus padres.

Estimado lector, permítanme añadir una consideración personal. Considero Charles Hodge, con mucho, el mejor de todos los teólogos norteamericanos. Mas su filosofía escocesa de sentido común se fortificó con mucho «usquebaugh»9 antes de el beberla. BUSWELL Y BERKHOF
J. Oliver Buswell , Jr. defiende el creacionismo en una muy desafortunada . En su Teología Sistemática de la Religión Cristiana ( Zondervan , 1962 , Vol. I, 250-252 ) , tres veces habla de Cristo por haber nacido con un cuerpo sin pecado : «El cuerpo de Cristo fue perfectamente sin pecado . » Nada se dice de un alma sin pecado. Esto es particularmente extraño, ya que, contrario a la doctrina ortodoxa, Buswell enseña: » Él , es decir, su eterno ser personal, su alma, se convirtió en un ser humano , un alma humana , sin por ello dejar de ser una persona divina , un alma divina » ( 251 ) . Mas esto parece ser Nestorianismo, a menos que Buswell quiera aniquilar a la persona divina, y otros creacionistas no estarían contentos con esta defensa de su doctrina.

Ahora concluir esta sección con una revisión de las objeciones formuladas contra el Traducianismo por Louis Berkhof (Teología Sistemática, 197-201). Berkhof comienza con declaración pequeña, pero muy justa del Traducianismo, incluyendo algunos de sus pasajes escrituras de apoyo. Él se refiere solamente Sólo a un versículo en favor del creacionismo, es decir, el Salmo 104:30 . Más si este versículo enseña el creacionismo, se deduce entonces que las almas de todos los animales y todas las plantas son también creadas inmediatamente. Ahora bien, es cierto que el Antiguo Testamento tribuye a las almas y espíritus de los animales, y si un creacionista desea aceptar el punto, entonces él es consistente. Quienes se oponen a la teoría del traducianismo en el caso de los seres humanos, mas lo niegan con respecto a los animales, son inconsistentes. Un punto interesante, aunque no concluyente. Más eso ciertamente mantiene a Dios ocupado creando.

La primera objeción de Berkhof es apenas media objeción. El comienza apelando a la simplicidad y la indivisibilidad del alma, y llega a la conclusión de que las almas de los padres no se pueden dividir para hacer una nueva alma. Él no ofrece ningún apoyo bíblico para ello, y como se señaló anteriormente, el alma de Eva parece ser un ejemplo contrario. La segunda parte de la primera objeción es una pregunta: ¿La nueva alma es originada a partir del padre o la madre, o ambos? Los teólogos medievales, como he escuchado, sustentaban que el cuerpo proviene de la madre y el alma de su padre. Que Ella viene de los dos es más plausible. El alma de Eva fue sin duda un caso especial, el alma humana de Cristo no podría haber venido solamente de María. Este fue también un caso especial y milagroso. Mas la incapacidad para responder a esa pregunta no es ninguna refutación al Traducianismo, sobre todo si la Escritura favorece el hecho.
Berkhof hace hincapié en esta cuestión en su segunda objeción diciendo que la nueva alma es potencialmente las almas de los padres, el Traducianismo debe ser una forma de materialismo. Esto es totalmente sin sentido. El también añade que eso haría a los padres creadores. Pero como él no puede negar que los cuerpos de los bebés vienen de sus padres, el debería, si es coherente, reconocer que los padres son de hecho los creadores de los cuerpos. Es extraño cómo un teólogo verdaderamente inteligente puede ser tan irracional.

La tercera objeción no es una excepción en absoluto: ella es algo que lo traducianistas admiten, de hecho afirman, y usan como una objeción contra el creacionismo. Berkhof dice: » (3) ella procede de la suposición de que, después de la creación original, Dios obra sólo de manera mediata » (198). Esto, sin embargo, no es sólo una suposición: esto una exégesis de la Escritura.

Berkhof sostiene también que Dios no actúa inmediatamente en la regeneración, pero crea inmediatamente una nueva alma. Ahora bien, es cierto que el apóstol habla de un hombre nuevo y hasta una » nueva criatura » ( 2 Corintios 5:17, Gálatas 6:15 ) . Mas la palabra griega en estos dos versículos se entiende como la utilizada bara usada en Génesis, habría venido a la existencia ex nihilo, a otra persona, y en tal caso el mismo no puede ser esa persona. Hay que recordar que la regeneración en las epístolas, que se suele llamar una resurrección. La Resurrección permite que el individuo pecador siga siendo el mismo. Bueno, re – generación también. Creación ex nihilo crearía otra persona.

La cuarta objeción es que ha llegado a ser muy familiar para nosotros a través de la Hodges. Traducianimo es realismo, y el realismo es algo malo. Sin repetir los argumentos filosóficos sobre la especie, proposiciones universales e imágenes inexistentes, negamos – sobre la base de los argumentos ya dados – que el Traducianismo » no puede dar una respuesta satisfactoria a la pregunta de por qué los hombres son considerados responsables por el primer pecado de Adán, y » no por sus pecados del pasado o los pecados restantes de sus antepasados [sic ] . Este asunto aparecerá de nuevo en la discusión sobre soberanía.

La quinta y última objeción de Berkhof también es defectuosa. En resumen, el dice que el Traducianismo resultaría en Cristo tener una alma humana depravada. Más esto asume que Adán era el representante y cabeza federal de Cristo. Sin embargo, esto no es el caso, y la Confesión de Fe de Westminster rechaza explícitamente: “… la culpa de este pecado fue imputado a sus hijos, y la misma muerte en el pecado y su naturaleza corrupta fue trasmitida a toda su posteridad que desciende de ellos por generación ordinaria » (VI, 3). Incidentalmente, el verbo trasmitir sugiere el Traducianismo. El nacimiento de Cristo fue milagroso y no estaba bajo la regla universal impuesta a todos los demás nacimientos.

Berkhof entonces argumenta a favor del creacionismo, primero sobre una base exegética. Eclesiastés 12:7 «y el polvo vuelve a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio » indica «orígenes diferentes » para el alma y el cuerpo. Esto no es sorpresa: Génesis 2:7 lo dice también. Mas ni el versículo especifica el modo de propagación. ¿Dios formó de inmediato de la tierra un cuerpo para Adán, lo que significa que Dios inmediatamente hace lo mismo para cada individuo? como Isaías 45:2 se ajusta a la teoría Berkhof es difícil decir. Zacarías 12:1 dice que Dios » forma el espíritu del hombre dentro de él. » Pero Amos 4:13, con el mismo verbo hebraico, dice: » ¿Por qué él [ Dios ] que forma las montañas y crea el viento. » ¿Dios crea inmediatamente cada viento que sopla desde Canadá para enfriar cada

9 Nota del traductor: La palabra » whisky » es una abreviatura o corrupción de » Uisge Beatha » o usquebaugh » ambos términos gaélicos » que significan » agua de vida”.

invierno? ¿Dios no formo una montaña en los campos de maíz de México hace unos años? él tomó un año para hacerlo . Hebreos 12:9, lo que cita Berkhof luego habla de Dios como » Padre de los espíritus. » ¿Cómo alguien puede extraer el creacionismo a partir e eso? Cita » Delitzsch , aunque un traducianista , * diciendo + , “ difícilmente puede haber un texto de prueba más clásico para el creacionismo . » Uno no puede sino preguntarse si Delitzsch estaba hablando con sarcasmo, como si este es el mejor texto que los creacionistas pueden encontrar, los traducianistas no tiene por qué tener miedo. En la sociedad judía antigua, y algunas veces en Inglés Americano, el término padre no significa que el padre inmediato de un niño. Abraham Lincoln dijo: » Hay ochenta y siete años, nuestros padres… “10 Los Judíos a menudo se refieren a Abraham como su padre (Juan 8:39). Si el versículo tiene cualquier referencia al origen de las almas, que sugiere Traducianismo , no el creacionismo . Berkhof en realidad presenta su caso, añadiendo que el versículo de Hebreos 12:9 al pasaje de Números 16:22, que dice simplemente que Dios es el Dios de los espíritus de toda carne. Bueno, ciertamente, Dios es el Dios de todo el universo.

El segundo argumento es el punto filosófico que, si bien el creacionismo reconoce “la naturaleza inmaterial y espiritual, y por lo tanto el alma indivisible del hombre…La teoría traduciana por otro lado, tiene una derivación de esencia, la cual, como se entiende generalmente, implica necesariamente la separación o división de la esencia «Esa es una declaración falsa del realismo, una que Parménides ridiculiza. Tal vez de Berkhof esta pensando en Tertuliano. Mas Tertuliano – aunque un cristiano y una persona importante en el desarrollo de la doctrina de la Trinidad – fue, extrañamente o suficiente, un materialista. Muy pocos cristianos han sido materialistas. El siguiente que se me ocurre fue Thomas Hobbes en el siglo XVII. Más recientemente, el conductismo ha avanzado en colegios cristianos, pero es evidente que esto no es el cristianismo. De todos modos, de cualquier Shedd y otros no fueron materialistas.
La tercera y última excepción se refiere a la cristología y argumenta que Traducianismo debe hacer a Jesús culpable del primer pecado de Adán. Esto fue refutado antes, y algunas aclaraciones aparecerán en la siguiente sección, es decir, la soberanía.

10 Nota del traductor: Discurso pronunciado por Abraham Lincoln el 19 de noviembre de 1863, en la ceremonia de apertura del Cementerio Militar de Gettysburg , donde había renunciado a la batalla del mismo nombre.

 

 

– GORDON H CLARK –

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1.- PORTADA HOMBRES SIN MENTE

HOMBRES SIN MENTE:

EL CONDUCTISMO

Y EL

CRISTIANISMO

 

GORDON H. CLARK

 

 

HOMBRES SIN MENTE: EL CONDUCTISMO Y EL CRISTIANISMO

 El conductismo es una teoría anti-cristiana que permea ampliamente las universidades seculares. Se expresó en una de mis clases cuando, en respuesta a algo que dije, una muchacha contestó, “Bueno, después de todo, tan sólo soy un animal.” Esta perspectiva también está infiltrándose actualmente en universidades y colegios que profesan ser instituciones cristianas. Si sucumben a esta infiltración, estas instituciones descenderán por el precipicio por el cual anteriores colegios y universidades cristianas llegaron a convertirse en instituciones seculares. Además, el conductismo también influencia los movimientos populares sociales y políticos. Por estas razones, los cristianos que creen en la Biblia deben prestarle una debida atención.

 ¿QUÉ ES EL CONDUCTISMO?

  El conductismo niega la existencia de cualquier alma o espíritu inmaterial; y si utiliza la palabra mente, quiere decir únicamente el funcionamiento de partes corporales. Para establecer la verdad de esta afirmación, para así evitar cualquier acusación de estar levantando un hombre de paja, voy a citar primero a algunos autores que presentan la teoría con amplia generalidad, y luego añadiré algunas de sus aplicaciones particulares.

 Una de las declaraciones más generales jamás hechas es la de Ernest Nagel en su discurso presidencial ante la American Philosophical Association. Él dijo, “La sucesión de eventos… y la conducta característica de varios individuos son contingentes a la organización de cuerpos espacio-temporalmente ubicados… El hecho de que esto es así es una de las conclusiones mejor verificadas de la experiencia… No hay lugar para un espíritu inmortal, no hay lugar para la supervivencia de la personalidad después de la corrupción del cuerpo que la exhibe.”

 Alguien que apareció muy temprano en la escena y que también fue uno de los más populares e influyentes entre los psicólogos fue John B. Watson. He aquí algunas de sus frases: El conductista ha “desechado de su vocabulario científico todos los términos subjetivos tales como sensación, percepción, imagen, propósito e incluso pensar y emoción dado que fueron definidos de manera subjetiva… Hablar abiertamente o a nosotros mismos (pensar) es un tipo de conducta tan objetivo como el béisbol.” Una vez más, “Nuestros estudios de los reflejos condicionados nos facilitan brindar una explicación del temor que tiene un niño hacia un perro sobre una base totalmente fundamentada en la ciencia natural sin estancarnos en la conciencia o en cualquier otro así llamado proceso mental.”

  Antes de brindar un poco más de documentación sobre el rechazo que el conductismo hace del alma, la mente y la conciencia, me gustaría mostrar que también tiene implicaciones políticas. Watson dice, “El conductista… quiere controlar las reacciones del hombre así como los científicos físicos quieren controlar y manipular otros fenómenos naturales. La meta de la psicología conductista… es controlar la actividad humana.” Él dice más adelante, “Me gustaría señalar que algunas veces tendremos una ética conductista, de tipo experimental, que nos dirá si es recomendable… tener una esposa o muchas esposas, tener pena capital o cualquier castigo de cualquier clase.” Aunque en esta página echa una mirada a la experimentación futura para decidir estos asuntos, en una página posterior dice de manera directa que “Castigo es una palabra que nunca debió haber surgido en nuestro lenguaje.” Watson escribió esto en 1924. La actual Suiza socialista y secularista ha declarado como un acto ilegal el que los padres propinen nalgadas a sus hijos o que incluso les reprendan con severidad.

  Watson era psicólogo. El mismo año en que publicó su libro, El conductismo, un filósofo, Edgard A. Singer, publicó un libro titulado La Mente como Conducta. Singer es mucho más profundo que Watson, o que cualquier otro de los psicólogos al respecto.

La penetración intelectual de Singer hace extremadamente difícil, y en verdad imposible, resumir su posición en una exposición popular de una hora. Pero, he aquí una muestra. Singer acepta la perspectiva mecanicista del universo. Todos los movimientos de cualquier átomo son causados mecánicamente. Ningún fenómeno viola jamás una ley de la física. No hay excepciones a sus ecuaciones matemáticas.

Esto incluye todos los movimientos de todos los cuerpos humanos.  Sin embargo, Singer también quiere preservarle al hombre algo llamado libertad, y para hacerlo debe clasificar teleológicamente algunos objetos mecánicos. Esto lo hace utilizando la maniobra de la clasificación cruzada. Su ejemplo favorito son los cronómetros. Todos los relojes del abuelo, demasiado altos para ser acomodados en los escaparates, son un mecanismo funcionando. Un reloj de sol no tiene ruedecillas, pero no podría asentarse en el pasto sin la ley de la gravitación. Los relojes eléctricos se diferencian de los relojes de sol y de los relojes del abuelo. No hay una sola descripción mecánica, ningún esquema, que describa a todos los aparatos para medir el tiempo. Estos aparatos o cronómetros no pueden ser descritos o clasificados mecánicamente. El concepto es teleológico. Tienen un propósito común no un mecanismo común. A partir del concepto de propósito en las cosas inanimadas Singer avanza hasta definir la vida, la sensación y la mente. Incluyendo fórmulas matemáticas para medir la intensidad de la sensación, esta serie de definiciones entrecruzadas es un triunfo filosófico. Los psicólogos, por otra parte, tienen pocas definiciones y sólo en raras ocasiones nos dicen lo que significan sus palabras.

 Finalmente, Singer define libertad, no como la habilidad de hacer una de dos cosas bajo las mismas circunstancias, sino como la libertad de hacer la misma cosa bajo muchas circunstancias. Lo que más quiere hacer el ser humano es sobrevivir. Ahora, un grano de trigo puede sobrevivir sólo en pocas circunstancias – los Evangelios nos dicen que no puede sobrevivir en el terreno duro de un camino o en terreno pedregoso; un ave es capaz de sobrevivir después de reposar en una roca al volar y alejarse; y un hombre es más libre que un ave porque puede sobrevivir en desastres que matarían rápidamente a un ave. Esta es básicamente la filosofía de Spinoza; ha sido reproducida recientemente por un escritor que profesa ser cristiano. Sin embargo, hay una cosa al respecto que no debemos dejar de notar. Es la siguiente: Aunque la clase de seres humanos – como la clase de aparatos para medir el tiempo – se define teleológicamente, todos y cada uno de los seres humanos – como todos los aparatos para medir el tiempo – están completamente determinados por las leyes de la física y la química. Y es el determinismo físico lo que quisiera refutar.

  Desafortunadamente no es suficiente citar solamente a dos conductistas. Dos más serían suficientes. Por lo tanto, Ryle and Skinner deben proveer un poco de documentación adicional. En 1949, Gilbert Ryle publicó El Concepto de la Mente. En él ridiculiza el dualismo cuerpo-mente como la teoría del Fantasma en la Máquina.  Con menos ridículo, lo explica como una categoría errónea. Su ilustración es interesante. Un padre lleva a su hijo a ver un desfile militar. El muchacho quiere ver al ejército. Mientras observan el padre señala hacia la banda, un batallón, un escuadrón, una batería, una brigada. Entonces el muchacho pregunta, ¿Pero, dónde está el ejército? De igual manera, la gente ve brazos y piernas en movimiento y pregunta, ¿Pero, dónde está el alma o la mente? No entienden que el alma o la mente son simplemente términos para designar todas las partes corporales y sus movimientos. Ryle dice explícitamente, “Cuando describimos a la gente como ejerciendo cualidades de mente, no nos estamos refiriendo a episodios ocultos de los cuales sus actos y expresiones visibles son efectos; nos estamos refiriendo a esas expresiones y actos en sí mismos.” En otras palabras, el genio de Bobby Fischer en el tablero consiste en la manera en que mueve sus manos y dedos cuando toma levanta una pieza y la coloca de nuevo en otra parte del tablero.

 No muchas páginas después Ryle dice, “Los desempeños inteligentes y visibles no son pistas hacia las obras de la mente; son, en sí mismos, esas obras.” Ryle, a lo largo de varios capítulos, elabora sobre esta base una teoría de la sensación y percepción, y tal como se indica, también de la inteligencia.

Este material está repleto de muchos detalles como para resumirlo aquí. Sin embargo, un artículo de Michael S. Gazzaniga, “El Cerebro Dividido en el Hombre,” muestra muy bien la forma de pensar del conductismo. Él hace referencia a cirujanos que cortan el cuerpo calloso en el cerebro para separar los dos hemisferios. “Cuando se cortó esta conexión entre las dos mitades del cerebro,” escribe Gazzaniga, “cada hemisferio funcionó de forma independiente como si fuese un cerebro completo… ¿Era el cuerpo calloso el responsable de la integración de los dos hemisferios cerebrales en el cerebro intacto? ¿Servía para mantener informado a cada hemisferio de lo que estaba sucediendo en el otro? … ¿Hasta qué punto eran realmente independientes las dos mitades del cerebro después de haber sido separadas? ¿Podían tener pensamientos separados e incluso emociones separadas?”

  Más adelante describe un experimento en el que “el hemisferio derecho vio la luz roja y escuchó al hemisferio izquierdo decir ‘verde.’ Sabiendo que la respuesta era errónea, el hemisferio derecho produjo una sacudida de la cabeza, que a su vez hizo ver al hemisferio izquierdo el hecho de que la respuesta era errónea, y que era mejor hacer una corrección.” También afirmó que “el hemisferio derecho tiene una gramática pobremente desarrollada.” En este punto debemos preguntar, ¿Puede un hemisferio cerebral ver rojo o verde? ¿Puede un hemisferio saber que una respuesta es equivocada? ¿Puede informárselo al otro hemisferio y decirle que corrija su respuesta? Pero incluso más fundamental que estas preguntas es la pregunta siguiente, ¿Cuál hemisferio sabe la verdad? Puesto que según esta teoría los hemisferios son fenómenos igualmente químicos, ¿cómo puede la química de uno ser cierta y la química del otro falsa? ¿Es la combinación de sodio y cloro para formar sal más verdadera o falsa que la combinación de plomo y oxígeno para formar óxido de plomo? B. F. Skinner

  Pero, antes de ofrecer demasiadas críticas, debemos considerar la documentación provista por el conductista más conocido e influyente de la época actual. El caballero es B. F. Skinner, y el volumen del cual se tomarán las citas se titula Sobre el Conductismo.

Aunque Skinner repudia una cantidad de los detalles de Watson, se aferra a la posición básica de que cuando uno se refiere a la conducta como estados de la mente, uno se hunde en la pregunta de cómo una mente inmaterial puede causar una acción física.

Por lo tanto, “una estrategia más explícita,” dice él, “es… describir simplemente lo que la gente hace.” Es obvio que Skinner quiere evitar el mentalismo. Igualmente obvio es su deseo de identificar las causas de la conducta humana y brindar explicaciones.

Pero esto lo lleva a usar términos mentalistas. Él dice que un niño come porque se siente hambriento. Defiende explícitamente su utilización de frases tales como, “He decidido… tengo en mente, soy consciente.” El problema es ver si puede utilizar estas frases mentalistas de manera ambigua después que ha negado su contenido mentalista. En un capítulo titulado “El mundo dentro de la piel,” dice, “Le respondemos a nuestro propio cuerpo con tres sistemas nerviosos.” Ahora, si la palabra cuerpo se refiere de manera inequívoca a un ensamblaje de brazos, piernas, órganos y tres sistemas nerviosos, ¿qué es el “nosotros” que le responde a este cuerpo? ¿No es este “nosotros” simplemente pequeñas partes de estos objetos físicos? Y la palabra responder en sí misma puede designar nada más que un complejo cambio químico. De modo que, ¿por qué debiésemos decir nosotros, él o ella, en lugar de esto?  Platón, en su diálogo Theaetetus, responde a un punto de vista similar. Su oponente, Protágoras, no era exactamente un conductista, pero al igual que ellos Protágoras había dividido al ser humano en un agregado de partes. Platón compara esto con el caballo de madera de Troya. Estaba lleno de soldados griegos. Un soldado se asomó por un agujero en el ojo izquierdo, otro se asomó a través de la oreja derecha.

Pero, Platón insistió, el caballo en sí no miraba nada. No tenía alma ni mente.

 Pero las discusiones de estas dificultades epistemológicas deben abreviarse si no hay tiempo de mencionar la moralidad. Toda filosofía conlleva implicaciones con respecto a la ética, y las implicaciones del conductismo no pasan inadvertidas. Skinner declara abiertamente su objetivo de alterar la moral y la política. Por lo tanto, debemos descubrir la dirección que Skinner trata de tomar; debemos examinar su justificación para ese cambio; y debemos juzgar la consistencia o falta de consistencia entre los principios fundamentales del conductismo y su ética derivada. El asunto de la consistencia se puede subrayar al colocar juntas las primeras palabras del capítulo doce en “El Asunto del Control” y la última oración de su capítulo final: “Un análisis científico de la conducta debe, creo yo [habla Skinner], asumir que la conducta de una persona está controlada por su historia genética y ambiental en lugar de estar controlada por la persona misma como un agente iniciador y creativo.” Luego, en la última página de su libro encontramos lo siguiente, “En la visión conductista el hombre puede ahora controlar su propio destino porque sabe lo que debe hacerse y cómo hay que hacerlo.”

 

 Estas dos oraciones, al menos a primera vista, parecen estar en abierta contradicción.

¿Puede Skinner explicar de alguna forma cómo puede ahora el hombre controlar su propio destino cuando en lugar de ser un agente iniciador está controlado por su historia genética y ambiental? La explicación que Skinner da es que el hombre mismo es una parte de la naturaleza y de la química de la naturaleza. Por lo tanto, cualesquiera que sean las reacciones físicas y químicas que ocurran en el cuerpo del hombre controlan automáticamente otros eventos en la naturaleza. Para citar: “La conducta humana es también una forma de control [y] ya no podemos detener el control de la naturaleza más de lo que podemos detener la respiración o la digestión alimenticia.” Esto ciertamente armoniza las dos declaraciones aparentemente contradictorias; pero el precio es la reducción del control humano al nivel del control exhibido por el hidrógeno, el sulfuro y el oxígeno en la producción de ácido sulfúrico.

  Satisfecho con esto, Skinner procede inmediatamente procede a “agencias o instituciones organizadas tales como gobiernos, religiones y sistemas económicos.” Y cuando escribe en un subtítulo “Ética y Compasión,” tenemos la impresión de una considerable brecha entre la compasión y el ácido sulfúrico.

  No le ponga mucha atención a la brecha, pero considere cómo continúa Skinner: “Nos abstenemos de hacerle daño a otros,” dice, “no porque sabemos cómo se siente recibir daño, sino (1) porque dañar a otros miembros de la especie reduce las posibilidades de que la especie sobreviva, y (2) cuando les hemos causado daño a otros, nosotros mismos hemos sido heridos.”

  Este argumento es falaz en dos sentidos. Es lógicamente inválido y sus premisas no tienen justificación empírica. Note que Hitler asesinó a cinco millones de judíos para garantizar la supervivencia de una especie humana mejor. Mao masacró a treinta millones de chinos, y en lugar de dañarse a sí mismo con ello, aumentó las raciones de alimento para los sobrevivientes.

  Además, aún si cierta conducta pudiera disminuir la probabilidad de supervivencia de la especie, ¿qué me importa eso a mí?

Después de todo, la evolución garantiza la supervivencia del más apto, de modo que no es asunto mío cuál especie sobrevive. De hecho, la raza humana ha probado ser un desastre natural. ¿Por qué debería sobrevivir? El conductismo no puede producir ninguna razón por la cual algo debiese o no hacerse.

EL CONDUCTISMO Y EL BÉISBOL

  Si ahora un pensamiento es un movimiento físico o químico dentro del cerebro, ello se puede ilustrar por medio de una bola lanzada en el Yankee Stadium. El estadio representa el cerebro o el cuerpo; la bola lanzada es el pensamiento. Suponga que el primer lanzamiento del juego es una curva hacia adentro. Ahora, dado que el lanzamiento es un evento pasado no puede haber sucedido previo a este juego, ni puede ser repetido en una entrada posterior. Claro, un lanzamiento en el tercer episodio también puede ser una curva adentro; pero no puede ser idéntico al primero. La curva adentro en el tercer episodio sucede quince minutos más tarde; su velocidad no es precisamente la misma; y rompe más o menos una media pulgada más arriba. Eso quiere decir que no puedo jamás tener el mismo pensamiento dos veces. Si pienso el pensamiento X a las 2:21 P.M., no puedo tener ese pensamiento otra vez a las 3:12 o nunca jamás. El conductismo hace que la memoria sea algo imposible.

 La respuesta más obvia a esto es que estos dos lanzamientos se parecen tanto el uno al otro que uno no puede notar la diferencia entre ellos. De modo que, aunque no podemos jamás tener el mismo pensamiento exacto, podemos no obstante tener un pensamiento similar. Pero esta contestación sólo complica la situación. El pensamiento de que la curva en la tercera entrada es similar a la curva en la primera tiene que ser la bola de nudillos en el cuarto episodio. La similitud es en sí un movimiento. Es un lanzamiento tan ubicado en el tiempo como los otros dos. Se produjo cinco o diez minutos después del lanzamiento en la tercera entrada. ¿Cómo puede entonces un movimiento que se produjo diez minutos después de la segunda curva conectar dos movimientos que ya no existen? Por lo tanto, el conductismo no puede descubrir que dos movimientos cualesquiera son similares.

  Hay una complicación adicional. Es de lo más obvio que ninguno de estos lanzamientos, ni ningún otro en el Yankee Stadium,. Puede ser el movimiento de una bola diferente en San Diego. El diamante de San Diego es una mente diferente. Dos mentes no pueden tener jamás el mismo impulso. Esta es la razón por la cual nadie más puede tener la menor idea de lo que Skinner y Ryle quieren decir. Ni pueden ellos mismos tener alguna idea de lo que escribieron, ahora que el episodio ha terminado.

 LA IMAGEN DEL RELOJ

  El conductismo niega la existencia de un alma inmortal. El hecho de que el cristianismo no puede tolerar esta negación es una tesis distintiva declarada por Juan Calvino. Para citar: “El hecho que el hombre consiste de alma y cuerpo es algo que no debe negarse… Cristo, al encomendar su espíritu al Padre, y Esteban, al encomendar el suyo a Cristo, no tienen otro propósito que ese, cuando el alma es liberada de la prisión de la carne, Dios es su guardador perpetuo. Aquellos que imaginan que el alma es… un aliento o facultad infundida divinamente en el cuerpo… caen en un gran error… ¿Cómo podría un afecto o emoción, sin esencia alguna, penetrar al tribunal de Dios? … Pues el cuerpo no se ve afectado por el temor al castigo espiritual.” Así dice Calvino, y más que no puedo citar ahora.

 

 Aunque sea sorprendente, Donald M. MacKay, un cristiano profesante, trata de convertir a los cristianos al conductismo en un libro titulado La Imagen del Reloj. Dado que el Sr. MacKay se propone combinar el conductismo con el cristianismo, podemos esperar que su material sea confuso y auto-contradictorio, pues el cristianismo conductista es tan imposible como el agustinianismo pelagiano. Tal combinación complica el análisis y la discusión. Un párrafo o incluso una sola oración en ocasiones, afirmarán y negarán ambos una doctrina cristiana. Por ejemplo, él afirma y niega – ambas cosas a la vez – la creación ex nihilo.

  Se debe notar que reconozco la presencia de elementos cristianos en su libro; pero para el propósito actual esta discusión se limita a la imagen del reloj de la mente del hombre y cómo este reloj conductista es incompatible con el cristianismo. Primero que nada, el Dr. MacKay mira la ciencia como algo que se basa en una información pura y observacional libre de cualquier extrapolación filosófica. Él declara de manera explícita, “Para poder explicar la conducta humana, se pueden buscar y encontrar de manera legítima las cadenas de causa y efecto en términos de la física.”

Note bien que estas cadenas de causa y efecto se encuentran, no se inventan, y se encuentran de manera legítima sin ninguna interpretación filosófica que modifique las leyes causales.

  Pero esta perspectiva de la ciencia es, en sí misma, una interpretación filosófica.

Asume que se puede encontrar información pura y sin interpretar, y que se pueden descubrir de manera legítima las leyes de la física con sus cadenas de causas y efectos a partir de esa información. Esta filosofía es precisamente lo que quiero negar. No hay ninguna información de este tipo, y la observación jamás descubre ninguna ley de la física. Mi refutación de esta visión empiricista de la física se puede estudiar en la monografía La Filosofía de la Ciencia y la Creencia en Dios; y también en el último capítulo de Horizontes de la Ciencia, editado por Carl F. H. Henry. Aquí quiero particularmente oponerme a la declaración del Dr. MacKay, “El evangelio cristiano invita a probar la experiencia diaria con el mismo espíritu, esencialmente hablando, de apertura a la evidencia que anima al científico investigador.” Esta reducción de la doctrina cristiana al nivel de una observación supuestamente sin interpretar es abiertamente anticristiana. El cristianismo no se basa en la experiencia; se basa en una revelación divina proposicional, las Sagradas Escrituras.

  Ahora, cuando los conductistas llegan a aplicar su teoría a lo que llamamos realidades mentales, entonces deben redefinir palabras tales como culpa, amor, memoria y conciencia en términos físicos y mecanicistas. En este punto el Dr. MacKay dice, “Note que estoy lejos de sugerir que una descripción mecanicista de este tipo sea necesariamente falsa.” Podríamos haber esperado que dijera lo contrario. Podríamos suponer que un conductista cristiano diría algo como lo siguiente: Las definiciones mecanicistas de términos mentales son científicamente útiles, pero no son necesariamente ciertas. Pero el Dr. MacKay dijo, “Estoy lejos de sugerir que sean falsas”

Si esto no es una negación explícita de la mente y la conciencia, al menos es una fuerte preferencia a favor del mecanismo físico y un desprecio del alma y el espíritu.

  El repudio del alma y la afirmación del mecanismo conductista se indican más explícitamente en su descripción del cerebro-mente como un letrero eléctrico. En el título de su libro presenta al hombre bajo la imagen de un reloj. Su ilustración extendida es la de un letrero eléctrico. El gran letrero eléctrico se describe completamente por medio de sus circuitos, “de forma tan completa,” dice él, “que entendemos por qué y cómo se encienden e iluminan cada una de las lámparas.” Ahora, puede ser verdad que los circuitos describen completamente cómo funciona el letrero; pero no pueden decir nada sobre el porqué funciona el letrero. Por qué incluye al ingeniero eléctrico que construyó los circuitos para que pudieran presentarle un mensaje inteligible al público. El esquema del circuito no explica ni al ingeniero ni su propósito. El mecanismo como tal no puede iniciar propósitos. Se requieren mentes inteligentes para iniciar un propósito.

  MacKay piensa en Dios como el ingeniero y deja a los seres humanos como seres totalmente carentes de mente. Esto se indica cuando dice que el artista divino crea “una cadena de malla que los observadores con mente científica pueden discernir.” Él habla de “los mecanismos del cerebro,” y se deleita en “lo que la ciencia ha alcanzado hasta aquí con su entendimiento mecanicista del hombre.” Muy clara es su afirmación de que “Cuando hablo de la empresa científica quiero dar a entender todos los esfuerzos por entender al hombre como un fenómeno en términos causales: en términos de química física en un nivel, y de fisiología en otro.” Esto, por supuesto, es de lo que depende Skinner para manipular a la gente y conducirla a su totalitarismo político y social. Luego, de una manera sumamente sorprendente, MacKay concluye su imagen del letrero eléctrico con las palabras, “Entonces, si nuestra personalidad humana está relacionada con nuestros cuerpos en algo como la manera en que un mensaje o un programa de computadora está asociado con su estructura externa, está claro que la ciencia del cerebro no tiene absolutamente nada que decir contra la posibilidad de la vida eterna.”

  Esta declaración es sorprendente porque es obviamente falsa. Si el fuego o una tormenta destruyen un letrero eléctrico, no queda ningún mensaje. El mensaje desaparece con la muerte; no queda vida en lo absoluto. Obviamente si el hombre es un mecanismo sin alma, no hay nada que permanezca después que el cuerpo se desintegra. Esto es precisamente lo que Ernest Nagel expresó con tanta claridad en su discurso presidencial. Si la mente es conducta, entonces, cuando la conducta cesa, ninguna mente continúa viviendo. Por lo tanto, creo que la teoría de MacKay es falsa, es absurda en algunos lugares, y está en contra de la Escritura.

 

EL CRISTIANISMO Y EL CONDUCTISMO

  Los argumentos anteriores afirman exponer algunas de las falacias del Dr. MacKay. Lo que sigue ahora afirma que la Escritura enseña la falsedad del conductismo. La Escritura afirma la existencia de Dios, ángeles, Satanás y demonios. Ninguno de estos seres tiene cuerpo. Ninguno tiene cerebro. Nada con respecto a ellos se puede describir por medio de leyes matemáticas. Sin embargo, todos ellos piensan. Claro, los conductistas seculares no creen en Dios o en los demonios. Esto es ahora irrelevante (!) por el argumento actual tiene el propósito solamente de mostrar que el Cristianismo y el conductismo no pueden ser armonizados.

Quizás un conductista cristiano (!) pudiera afirmar que ha estado pensando solamente en seres humanos. Pero si ha estado pensando en el pensar, su teoría del pensamiento se debiera aplicar a todos los seres que piensan. Obviamente no es así.

  Sin ninguna disminución de la fuerza concluyente de esta consideración, hay otros temas escriturales que refutan completamente el conductismo. Primero, en Génesis, Dios formó un cuerpo físico, que no podía pensar, luego sopló su espíritu en el barro, y la combinación formó un hombre viviente. Pero antes de recibir el espíritu el cerebro físico no podía pensar.

  Segundo, a Moisés no se le permitió entrar a la tierra prometida debido a un pecado que había cometido. “Subió Moisés de los campos de Moab… a la cumbre del Pisga… Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab… Y lo enterró [Jehová] en el valle… y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy” (Deuteronomio 34:1-6). En el curso de un siglo su cerebro se descompuso, y después de catorce siglos muy poco habría quedado de su cuerpo. Sin embargo, Moisés siguió pensando sin cerebro o cuerpo, pues en el Monte de la Transfiguración Moisés sostuvo una conversación teológica con respecto a la doctrina de la Expiación con un Jesús refulgente, quien tampoco podría haber estado usando su cerebro (Lucas 9:29-31).

  El ejemplo final es el de Jesús y el ladrón en la cruz. Jesús dijo, “Hoy estarás conmigo en el paraíso.” Al atardecer, los cuerpos de Jesús y el del ladrón habían sido sepultados.

Estaban muertos. Sus cerebros ya no estaban funcionando. Sin embargo, las dos personas estaban disfrutando el paraíso. Sin duda el ladrón estaba alabando a Dios por su salvación no anticipada. Es decir, estaba pensando, pero no con su cerebro descompuesto. Pensar no es una función del cerebro.

  Ahora, finalmente, como el ladrón en la cruz y como Moisés, algunos de nuestros amigos ya han muerto; nosotros también moriremos, a menos que Cristo regrese en un año o dos; entonces, ya estando muertos, con nuestros cerebros y cuerpos ya sepultados, también participaremos de discusiones teológicas con Cristo y con aquellos que nos precedieron allí. La teología no requiere cerebros; requiere una mente o espíritu; y el conductismo es una negación del Evangelio.

 

Traducción de Donald Herrera Terán

 

 

 

 

 

 

 

 

DESCARGUE         EL BAUTISMO

PORTADA DE EL BAUTISMO

EL BAUTISMO

 Gordon Haddon Clark

 TRADUCCIÓN: Raul Loyola Román

 

 

Sección I. El bautismo es un sacramento del Nuevo Testamento , instituido por Jesús Cristo, [ 1] no solamente para admitir en la Iglesia a la persona bautizada, [ 2 ], sino también para servirle de signo y sello del pacto de gracia, [ 3 ] de su unión con Cristo , [ 4 ] de regeneración, [ 5 ] la remisión de pecados [ 6 ], y también de su consagración a Dios por medio de

Mateo XXVIII.19, Marcos XVI.18 .

2 . Corintios XII.13 1 , Gálatas III.27 -28.

3 . IV.11 Romanos , Colosenses II.11 , 12 .

4 . III.27 Gálatas, Romanos VI.5 .

5 . Tito III.5.

6 . Hechos II.38 ; XXIII.16 , Mark i.4 .

7 . Romanos VI.3 4 .

8 . XXVIII.19 Mateo , 29 .

9 . Hechos VIII.36 , 38 ; x.47 , Mateo XXIII.19 .

10 . Hechos II.41 ; XVIi.33 ; VII.4 Marcar , Hebreos x.10 – 21 .

Jesucristo para andar en novedad de vida. [7] Este 1 .sacramento, según la ordenanza de Cristo continuará en su Iglesia hasta el fin del mundo. [8]

Sección II. El elemento exterior utilizado en este sacramento es el agua con la cual un ministro del Evangelio, legalmente ordenado, debe bautizar al candidato en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. [9]

Sección III. No es necesario sumergir en el agua al candidato, sino el bautismo es correctamente administrado por aspersión o rociamiento. [10]

El bautismo es una doctrina sobre la que hay desacuerdo claros entre los cristianos: el significado del bautismo se discute, no hay acuerdo sobre los sujetos que deben bautizados, el método de bautismo entre las iglesias es diferente, y  consideramos algunas de las pequeñas corrientes de pensamiento cristiano , se niega así mismo que Cristo haya ordenado el bautismo.

Primero, consideremos el significado de bautismo. Aunque la diferencia entre Bautistas y las otras denominaciones cristianas sea comúnmente supone ser la insistencia Bautista en la inmersión, la raíz de la diferencia es más profunda que el significado atribuido al ritual. La sección I de este capítulo [de la Confesión de Fe de Westminster] explica el bautismo como una señal del Pacto, el injerto de una persona en Cristo, la decisión de una persona de caminar en novedad de vida. Incluso entre estos elementos esta la remisión de los pecados. ¿Por qué, podemos preguntar, el uso del agua esta relacionado con la remisión de los pecados?  Estaba, verdaderamente, así relacionado en el bautismo de Juan, un bautismo pre -cristiano.

Juan 3:22-25 da luz sobre el tema. La práctica del bautismo por los discípulos de Juan y por los discípulos de Jesús, levanto una discusión sobre purificación. El Bautismo sugería purificación. él debe haber simbolizado el lavar el pecado . Similarmente, el bautismo de copas y jarras en Marcos 7:4, seguido de lavarse las manos en el versículo anterior, muestra que el bautismo es una purificación. Así también, Hebreos 9:10 habla de diversos bautismos y lo versículos 13,19 y 21 muestran que estos bautismos eran aspersiones para purificación. Por último, Hechos 22:16 dice: » bautízate y lava tus pecados. » a partir de estos versículos podemos concluir que el bautismo es un símbolo de limpieza del pecado.

Los Bautistas no entienden el bautismo. Ellos sostienen que el bautismo simboliza la muerte, sepultura y resurrección de los creyentes con Cristo. Ellos citan romanos 6:3,4: “… fuimos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo. «

Presbiterianos y otros denominaciones no niega que el bautismo se refiere a Cristo y su muerte, mas ellos insisten en que esto no es toda la historia. Pasajes diferentes en el Nuevo Testamento por lo general se refieren solamente a una parte de la doctrina. Por ejemplo, Gálatas 3:27 habla de ser bautizados en Cristo, mas no menciona su muerte. Así que, obviamente, ni este pasaje, ni Romanos 6 mencionan el Padre y el Espíritu Santo, mas el mandamiento de Cristo es bautizar en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es evidente entonces restringir el bautismo a un símbolo de muerte de Cristo es enteramente inadecuado. Naturalmente, por lo tanto, si una teoría omite dos tercios del material relevante, muchos errores se pueden esperar.

El bautismo puede ser considerado como exclusivamente un símbolo de la sepultura con Cristo solamente ignorándose la mayoría de las cosas que el Nuevo Testamento dice sobre su significado. Si el sepultamiento tuviese que ser particularmente simbolizado, habría sido más apropiado cavar una tumba y usar tierra en lugar de agua para el bautismo. El agua es apropiada para simbolizar la limpieza, y esto es sin duda la enseñanza del Nuevo Testamento.

La sección III menciona el modo de bautismo: si es por inmersión o por aspersión. Más importante, sin embargo, es la pregunta con respecto a los sujetos que serán bautizados. ¿Solamente los adultos deben ser bautizados o niños también? Procederemos, por lo tanto, la sección IV, y retornamos después la sección III.

IV. No solamente los que profesan la fe en Cristo [11] y la obediencia a Él, sino que los hijos de padres creyentes (aunque sólo una de ellos sea) deben ser bautizados. [12]

V. Dado que es un gran pecado de despreciar o ignorar esta ordenanza, [13] sin embargo, la gracia y la salvación no se encuentra tan inseparablemente ligadas con ella, que sin ella ninguno pueda ser regenerado y salvo [14] los que sean, indudablemente regenerados todos los que son bautizados. [15]

VI. La eficacia del bautismo no se limita al momento en que es administrado, [16 ] sin embargo, por el uso

11 . Marcos XVI.15 , 16 ; VIII.37 Hechos , 38 ;

12 . GénesisXVII.7 , 9 , Gálatas III.9 , 14 ; Col. II.11 , 12 , Hechos II.38 , 39 ;IV.11 Romanos 12 , 1 Corintios VII.14 ; xxviii.19 Mateo, Marcos X.13 – 16 ; Lucas XVIII.15 ;

13 . Lucas VII.30; Éxodo IV . 24-26 ;

14 . Romanos IV.11 , Hechos x.2 , 4,22,31,45,47 ;

15 . Hechos VIII.13 , 23 ;

16 . Juan III.5 , 8 ;

17 . 27 Gálatas III., Tito III.5 , Efesios v. 25 , 26 , Hechos II.38 , 41 ;

18 . Tito III.5.

correcto de esta ordenanza, la gracia prometida y no es solamente ofrecida , mas realmente manifestada y conferida por el Espíritu Santo a aquellos a quien el pertenece , adultos o niños según el consejo de la voluntad de Dios en su debido tiempo . [17]

VII. El sacramento del bautismo se debe administrar una sola vez a la misma persona. [18]

La segunda cuestión, por tanto, se refiere a las personas que deben ser bautizadas. Los Bautistas bautizan solamente a adultos, las otras iglesias bautizan infantes también. Algunos de nuestros buenos amigos bautistas (y de ninguna manera queremos cuestionar su devoción a nuestro Señor), pueden sostener que una autorización explícita del bautismo infantil sería la única justificación para el procedimiento cristiano común. Más si todos los detalles de un ritual tuviesen que ser explícitamente autorizados en el Nuevo Testamento, entonces significaría que las mujeres no deberían ser admitidas a la Cena del Señor. Más no todo esta explícitamente registrado en la Escritura. Dios nos dio el don divino de razonamiento lógico, por lo que, como dice el primer capítulo de la Confesión (sección VI), ciertas cosas pueden ser deducidas a partir de la Escritura por buena y necesaria consecuencia.

Parte del material a partir de lo cual el bautismo infantil es deducido fue referido en los capítulos sobre el pacto y sobre la Iglesia. Primero, el pacto siempre incluye los hijos de los creyentes. 9:1,9.13 cf. Génesis, Génesis 12:2,3 y 17:7, Éxodo 20:5, Deuteronomio 29:10,11 y Hechos 2:38,39. Y es necesario señalar que la señal del pacto fue administrado a los niños varones en el Antiguo Testamento. En segundo lugar, la iglesia del Antiguo y del Nuevo Testamento es la misma iglesia. No solamente fue el evangelio predicado a Abraham, de forma que aquellos en Cristo son la simiente de Abraham (Gálatas 3:8,29), mas Romanos 11:18-24 enseña que la rama judía fue cortada del árbol y una rama gentil pudiera ser injertada en el mismo árbol, y que la rama judía será de nuevo injertada de vuelta en el mismo árbol. Tenga en cuenta que es sólo un árbol con una raíz. Los Judíos serán restaurados, no en una nueva y diferente iglesia, sino al propio olivo en el cual los gentiles fueron injertados (CF. Efesios 2:11-22 ) . En consecuencia, si los niños recibían la señal del pacto en la época de Abraham, lejos de requerir autorización explícita para continuar practicando la inclusión de ellos en la Iglesia, requiérase una autorización explícita en el Nuevo Testamento para negarles el privilegio ahora.

Esta línea de razonamiento es más completa que cuando se señala que, así como la Cena del Señor substituyó la Pascua, así también el bautismo substituyó la circuncisión. Si no es suficiente señalar que el bautismo es el rito inicial en el Nuevo Testamento, que la circuncisión era el rito inicial en el Antiguo, y que, por lo tanto, el bautismo tomó el lugar de la circuncisión, debe ser suficiente leer Colosenses 2:11,12. De hecho, tenemos aquí la frase favorita de los bautistas, » sepultados con él en el bautismo » (ARC), mas esta es la frase utilizada para explicar » la circuncisión de Cristo. » El versículo 11 habla de una circuncisión si manos, ella consiste en despojar el cuerpo del pecado, esos pecados son despojados, en la circuncisión de Cristo, ¿y que significa esa frase? Significa ser sepultados con él en el bautismo. El versículo, posiblemente, puede ser mal interpretado a favor de la regeneración bautismal, mas la conexión entre la circuncisión y el bautismo difícilmente puede ser mal comprendida. Los niños, por lo tanto, deben ser bautizados.

La tercera cuestión, no es más importante, mas si duda una que excita el mayor interés público, y tiene ver con el modo de bautismo. ¿El bautismo debe ser realizado por aspersión o inmersión? Los Bautistas insisten en inmersión.

En respuesta a la alegación de Bautista, el primer punto es que los verbos griegos, contrariamente a la afirmación Bautista usual, no significan sumergir. Esto es simplemente una cuestión de uso griego, y se puede fácilmente verificar. Por ejemplo, en la traducción griega del Antiguo Testamento, en Daniel 4:33 ( LXX. Dan. 4:30) Nabucodonosor, que fue bautizado con el rocío del cielo. Él pudo haber sido bien mojado, tal vez una persona no puede decir científicamente que él fue rociado, mas el ciertamente no fue sumergido.

Dado que el punto en cuestión es el uso del griego, se puede apelar a los libros fuera de la Biblia. Ahora, en los libros apócrifos, Eclesiastés 34:25 (34:30 LXX. ) Conecta el verbo bautizar con purificación. Una persona debe lavar o bautizar a sí misma después de tocar el cuerpo de un hombre muerto. Números 19:13,20 muestra que la purificación, después del contacto con cadáveres, era realizada por aspersión. Por lo tanto, el verbo bautizar en el Apócrifo significa aspersión.

En el Nuevo Testamento el verbo para bautizar y otro verbo para lavar y son intercambiables. Por ejemplo, Lucas 11:38 usa el bautismo para lavarse las manos antes de las comidas, mientras que Mateo y Marcos 07:03 15:2,20 utilizar otro verbo para lo mismo.

Marcos 7:4 ss dice que las, jarras y las camas eran bautizados. Puede ser que la palabra cama sea la inserción e un copista y ni deba ser considerada como una parte de la Escritura. Mas el punto aquí es meramente el uso del griego. El copista sabía griego y escribió que las camas eran bautizadas. Ahora bien, una copa seria fácilmente inmersa, un vaso de metal sería más difícil de ser inmerso, mas casi no se puede creer que las camas sobre las cuales varias personas se reclinaban en las comidas tenían que ser inmersas. El Bautismo de ellas era simplemente una ablución.

Hebreos 9:10, 13, 19,21 es excepcionalmente claro. Aunque he leído varios libros sobre bautistas sobre bautismo nunca encontré una explicación satisfactoria de estos versículos en ellos. Alexander Carson es uno de los mejores defensores de los bautistas de inmersión, sin embargo, su discusión de estos versículos es lamentablemente débil. En una ocasión le pregunté a un buen amigo Bautista – que era un gran estudioso de la Biblia – como él interpreta estos versículos, mas cambió de tema y no contestó. Sin duda, un pobre intento de Carson, y mi imposibilidad de encontrar un mejor intento Bautista no son concluyentes. Pero creo que los versículos de hebreos son concluyentes.

En griego, las diversas abluciones de Hebreos 9:10 son varios bautismos. Que cada uno verifique por usted mismo. Incluso si alguien no puede leer griego, se puede ver que la palabra comienza con B, y la tercera es el signo algebraico Pi. Hay una T y una I fácilmente reconocibles. La palabra entera, por tanto es bautismos. Estas abluciones eran ciertamente purificaciones. Ahora, todas las purificaciones mencionadas en este capítulo de hebreos eran realizadas por aspersión. Algunas de estas aspersiones eran aspersiones con sangre. Otros con agua, como en el versículo 19. Sin duda uno de los pasajes del Antiguo Testamento aludido aquí es Levítico 14:50-52, donde tanto sangre como el agua son mencionadas. Así que el pasaje de hebreos concluye con referencias a la purgación y purificación. Se deduce, pues, que podemos hacer referencia a la acción de rociar un bautismo.

Después del argumento muy fuerte, la discusión sobre el modo de bautismo se completa con un poco de humor, aunque confío en que no voy a ofender a mis buenos amigos bautistas. En 1 Corintios 10:1-2 , se dice que los hijos de Israel que han sido bautizados en la nube y no en el mar. En 1 Pedro 3:20 el diluvio es dicho representar el bautismo. Ahora bien, aunque los Israelitas y Noé pudieron haber sido rociados un poco, solamente los otros fueron inmersos.

Las ideas en las secciones V y VI fueron tocados brevemente de pasada. La sección VII no necesita explicación. Mas una historia triste puede ser dicha decir para ilustrar su negación.

Un devoto amigo mío fue a una de aquellas escuelas bíblicas en las cuales el conocimiento de la Biblia no es muy profundo, ni mu extenso. Allí fue persuadido para ser inmerso, y él se convirtió en un ministro Bautista.  Una pequeña iglesia quería que dedicara parte de su tiempo a ella, mas ellos insistieron en que el permitiese que sumerjan nuevamente, porque no había forma de saber si la escuela bíblica había hecho de la manera correcta o no. Así que, mi amigo, tranquilo y dispuesto a servir a una congregación descuidada, fue sumergido por segunda vez. Algunos años más tarde, cuando el no tenia mas condiciones par predicar, una congregación Bautista fue formada en un pueblo muy cerca de la casa de mi amigo. Él tenía otras obras religiosas y no estaba disponible para trabajar con el pastor, mas la gente y el pastor querían que se uniera a ellos como un miembro. Él se alegró de que así sea, ya que esto ayudaría a otra congregación Bautista a comenzar. Pero antes de que lo reciban como miembro comulgante, ellos insistieron en que debía ser sumergido, ya que no había forma de saber cuan correctas había sido sus inmersiones anteriores. En este punto, mi amigo decidió que dos inmersiones eran realmente suficientes. El ayudaría ayuda a la congregación, el la visitaría, mas no se uniría a ella. La Confesión de Westminster declara que el bautismo debe ser administrado una sola vez a una misma persona.

 

Fuente¿Qué creen los presbiterianos , Gordon Clark, Presbyterian and Reformed Publishing Co., páginas 238 a 242  .

Sobre el autor: Gordon Haddon Clark (agosto 31, 1902 a abril 9, 1985 ) fue un filósofo y teólogo calvinista . Él fue el primer defensor de la idea de apologética presuposicional y fue presidente del Departamento de Filosofía de la Universidad de Butler durante 28 años. Era un experto en la filosofía presocrática y antigua, y era conocido por su rigor en la defensa de realismo platónico contra todas las formas de empirismo, por argumentar que toda verdad es proposicional y en la aplicación de las leyes de la lógica.

 

 

Gordon Haddon Clark

Traducción: Raul Loyola Román

https://www.facebook.com/raul.loyolaroman

 

 

 

DECARGUE       DIOS Y LA LOGICA

PORTADA LOGICA

 

 

DIOS

Y LA

LÓGICA

Gordon H. Clark

 

 

 

 

Al pensar en Dios, los calvinistas casi inmediatamente repetimos el Catecismo Menor y decimos, «Dios es espíritu, infinito, eterno, e incambiable.» Quizás no pausamos para esclarecer nuestras ideas acerca del espíritu, pero sí avanzamos hacia los atributos de «sabiduría, santidad, justicia, bondad, y verdad.» Pero pausemos: Espíritu, Sabiduría, Verdad. El Salmo 31:5 habla de Dios como «Dios de verdad.» Juan 17:3 dice «Esta es la vida eterna; que te conozcan a ti, el único Dios verdadero…» 1 Juan 5:6 dice, «el Espíritu es la verdad.» Versos como estos nos indican que Dios es un ser racional y pensante cuyo pensamiento exhibe las estructuras de la lógica Aristotélica.

Si alguien objeta a la lógica Aristotélica en esta conexión – y presumimos que no lo querría remplazar con la lógica simbología Booleana-Russelliana – permitamos que se le pregunte y que responda si acaso es cierto para Dios que si todos los perros tienen dientes, ¿algunos spaniels los tienen también? Aquellos quienes contrastan una «lógica meramente humana» con una lógica divina, ¿querrán decir que para Dios todos los perros tienen dientes pero los spaniels no? De modo similar, con una aritmética «meramente humana»: dos más dos es igual a cuatro para el hombre, ¿pero para Dios, será igual a once? Desde los tiempos en que Bernardo desconfió de Abelardo, se ha vuelto una marca de pietismo en algunos rincones el descartar el «razonamiento meramente humano»; y durante el presente tiempo, autores existencialistas y neo-ortodoxos objetan a las inferencias «en línea directa» e insisten que la fe deberá «esquivar» a la lógica. Por tanto, no sólo se rehúsan a tomar la lógica como axioma, sino que se reservan el derecho de repudiarla. En oposición a esta visión, el siguiente argumento continuará insistiendo en la necesidad de la lógica; y con relación a la contención de que las Escrituras no pueden ser axiomáticas porque la lógica deberá serlo, será necesario deletrear en mayor detalle el significado de la revelación Escrituraria.

Ahora, ya que en este contexto la revelación verbal es una revelación de Dios, la discusión empezará con la relación entre Dios y la lógica. Luego vendrá la relación entre la lógica y las Escrituras. Y finalmente, la discusión se enfocará hacia la lógica en el hombre.

LA LÓGICA Y DIOS

Lo mejor sería empezar enfocando nuestra atención hacia algunas de las características que las Escrituras atribuyen a Dios. Nada sorprendente hay en afirmar que Dios es omnisciente. Esta es una noción común en la teología Cristiana. Pero, más allá, Dios es eternamente omnisciente. El no ha aprendido su conocimiento. Ya que Dios existe a partir de Sí mismo, independiente de todo lo demás, ciertamente el Creador de todo lo demás, El mismo debe ser la fuente de Su propio conocimiento. Este punto importante tiene su historia.

Al principio de la era Cristiana, Philo, el erudito Judío de Alejandría, hizo un ajuste a la filosofía Platónica para traerla acorde a la teología del Antiguo Testamento. Platón había basado su sistema sobre tres principios originales e independientes: el Mundo de las Ideas, el Demiurgo y el espacio caótico. Aunque los tres eran igualmente eternos e independientes uno del otro, el Demiurgo formó el espacio caótico hasta este mundo visible utilizando las Ideas como su modelo. Para Platón, el Mundo de las Ideas no era sólo independiente de, sino también en un sentido superior al hacedor del cielo y la tierra. Él está moralmente obligado, y de hecho voluntariamente se somete, a las Ideas acerca de la justicia, el hombre, la igualdad, y el número.

Philo, sin embargo, dice «Dios ha sido denominado de acuerdo al uno y a la unidad; o bien incluso la unidad ha sido denominada de acuerdo al Dios único, ya que todo número, como el tiempo, es más joven que el cosmos, mientras que Dios es anterior que el cosmos y su creador.» Esto significa que Dios es la fuente y determinante de toda verdad. Generalmente los Cristianos, incluso los de poca educación, comprenden que el agua, la leche, el alcohol y la gasolina se congelan a temperaturas diferentes porque Dios los creó de esa manera. Dios pudo haber hecho que un fluído intoxicante se congelara a cero Fahrenheit y pudo haber hecho que el producto de la vaca se congelara a cuarenta; sin embargo, El quiso que fuera de otra forma. Por tanto, tras el acto de creación hay un decreto eterno. Fue el propósito eterno de Dios que hubiesen tales líquidos, y por tanto podemos decir que las particularidades de la naturaleza fueron determinados antes de que hubiera una naturaleza.

De modo similar, en todas las demás variantes de la verdad, Dios deberá ser reconocido como soberano. Fue Su decreto que una proposición fuese verdadera como que la otra fuese falsa. Ya sea una proposición de tipo física, psicológica, moral o teológica, es Dios quien hace que sea de esa forma. Una proposición es verdadera porque Dios piensa que lo es.

Quizás para lograr cierta entereza formal, una muestra de documentación Escrituraria sea apropiada. El Salmo 147:5 dice, «Grande es nuestro Señor y mucho su poder, y su entendimiento es infinito.» Si no podemos concluír estrictamente de este verso que el poder de Dios es el origen de su entendimiento, por lo menos no existe duda de que su omnisciencia es aseverada. 1 Samuel 2:3 dice «el Señor es Dios de sabiduría.» Efesios 1:8 habla de la sabiduría y la prudencia de Dios. En Romanos 16:27 tenemos la frase «Dios sólo sabio», y en 1 Timoteo 1:17 la similar frase «el sólo sabio Dios». Aún más referencias, además de una excelente exposición acerca de ellas, pueden ser encontradas en La Existencia y los Atributos de Dios, por Stephen Charnock, capítulos VIII y IX. De este distinguido autor algunas líneas necesitan ser incluidas acá.

«Dios se conoce a Sí porque Su conocimiento con Su voluntad son la causa de todas las demás cosas;… Él es la primera verdad, y por tanto es el primer objeto de su conocimiento… Siendo que Él es todo conocimiento, también tiene en Sí el más excelente objeto del conocimiento… Ningún objeto es tan inteligible para Dios como lo es Dios a Sí mismo… ya que Su entendimiento es Su esencia, El mismo. Dios conoce Su propio decreto y voluntad, y por tanto debe conocer todas las cosas… Dios debe conocer lo que ha decretado que deba ocurrir… Dios debe conocerlo porque lo ha traído a cabo por Su voluntad… Por tanto, los conoce porque sabe lo que quiso decretar. El conocimiento de Dios no se deduce de las cosas mismas, porque si así fuese el conocimiento de Dios tuviese una causa fuera de Sí… De la forma en que Dios observa cosas posibles en el vidrio de su propio poder, así también ve cosas futuras en el vidrio de su propia voluntad.»

Una gran porción del material de Charnock tiene como propósito enumerar los objetos del conocimiento de Dios. Acá, sin embargo, las citas fueron colocadas para señalar que el conocimiento de Dios depende de Su voluntad y de nada externo a El mismo. Por tanto, podemos repetir con Philo que Dios no debe ser denominado bajo la idea de unidad, o de bondad, o de verdad; por su parte, la unidad, la bondad y la verdad deben ser denominadas bajo el decreto de Dios.

 

LA LÓGICA ES DIOS

Se espera que estas citas acerca de la relación entre Dios y la verdad sean vistas como pertinentes a la discusión acerca de la lógica. En todo caso, el tema sobre la lógica podría ser más claramente introducido a través de una referencia Escritural más. El bien conocido prólogo al Evangelio de Juan pudiera ser parafraseado, «en el principio era la Lógica, y la Lógica era con Dios, y la Lógica era Dios… en la lógica era la vida y la vida era la luz de los hombres.»

Esta paráfrasis – o mejor dicho, traducción – no sólo sonaría extraña a oídos devotos, sino que también pudiera sonar molestoso y ofensivo. Pero el choque sólo mide la distancia del devoto al lenguaje y pensamiento del Nuevo Testamento en Griego. Por qué debería ser ofensivo llamar a Cristo «Lógica», cuando a la vez no ofende llamarle «Verbo» es difícil de explicarse, pero frecuentemente es el caso. Incluso Agustín, al insistir en que Dios es verdad, ha sido sujeto a la anti-intelectual acusación de haber «reducido» a Dios a una proposición. En todo caso, el fuerte intelectualismo de la palabra Logos se observa en varias de sus traducciones posibles: pensar, computar, contabilizar (finanzas), estimar, proporcionar (matemáticas), explicación, teoría o argumento, principio o ley, razón, fórmula, debate, narrativa, habla, deliberación, discusión, oráculo, oración y sabiduría.

Cualquier traducción de Juan 1:1 que oscurezca este énfasis sobre la mente o la razón es una mala traducción. Y si cualquiera tiene quejas de que la idea de proporción ó debate oscurece la personalidad de la segunda persona de la Trinidad, esa persona necesita alterar su concepto acerca de la personalidad. En el principio, pues, era la Lógica.

Que la Lógica sea la luz de los hombres es una proposición que bien pudiera introducir la sección luego de la siguiente acerca de la relación de la lógica con el hombre. Pero la noción de que la Lógica es Dios nos traerá a la conclusión de la presente sección. Los seguidores de Bernard no sólo entretienen sospechas acerca de la lógica, sino que teólogos aún más sistemáticos han sido cuidadosos con cualquier propuesta que tornaría a un principio abstracto como superior a Dios. El presente argumento, en consonancia con ambos Philo y Charnock, no hace tal cosa. La ley de la contradicción no debe ser tomada como axioma antes de, o independientemente de Dios. La ley es Dios pensando.

Por esta razón también, la ley de la contradicción no es subsecuente a Dios. Si alguien dice que la lógica depende del pensar de Dios, es dependiente sólo en el sentido de que es la característica del pensar de Dios. No es subsecuente temporalmente, ya que Dios es eterno y nunca hubo un tiempo en que Dios existiera sin pensar lógicamente. Uno no debe suponer que la voluntad de Dios existiese como una sustancia inerte antes de que El deseara pensar.

Así como no hay prioridad temporal, tampoco hay prioridad lógica ni analítica. No sólo era la Lógica el principio, sino que la Lógica era Dios. Si esta inusual traducción del prólogo de Juan aún molesta a alguien, quizás permita que Dios era Su pensar. Dios no es un sub-estrato pasivo ni potencial; El es actualidad o actividad. Esta es la terminología filosófica para expresar la idea Bíblica de que Dios es un Dios viviente. Por tanto, la lógica ha de ser considerada como la actividad de la voluntad de Dios.

Aunque la teología de Aristóteles no es mejor (y probablemente sea peor) que su epistemología, utilizó una frase para describir a Dios, que, con un leve cambio, pudiera ser de ayuda. Este definió a Dios como «pensamiento-que- piensa-pensamientos». Aristóteles desarrolló el significado de esta frase para poder negar la omnisciencia. Pero si estamos claros de que el pensamiento que el pensamiento piensa incluye el pensamiento sobre un mundo que sería creado –  ya que para Aristóteles, Dios no tiene conocimiento de las cosas inferiores a él –  la definición Aristotélica de Dios como «pensamiento-que-piensa- pensamientos» pudiera ayudarnos a comprender que la lógica, la ley de la contradicción, no es ni anterior ni subsecuente a la actividad de Dios.

Esta conclusión pudiera perturbar a algunos pensadores analíticos. Quizás quisieran separar a la lógica de Dios. Al hacer eso, se quejarían de que la presente construcción termina uniendo dos axiomas en uno sólo. Y si son dos, uno de ellos deberá ser anterior; en ese caso, deberíamos aceptar a Dios sin lógica, o a la lógica sin Dios; y luego quedaría el otro. Pero esta no es la pre-suposición propuesta acá. Dios y la lógica son uno y el mismo principio, ya que Juan escribió que la Lógica era Dios. Por el momento, esto deberá ser suficiente para indicar la relación de Dios con la lógica. Ahora pasaremos a lo que en el principio parecía ser la pregunta más pertinente, la cuestión de la lógica y las Escrituras.

 

LA LÓGICA Y LAS ESCRITURAS

Existe un malentendido menor que puede ser fácilmente desechado antes de discutir la relación entre la lógica y las Escrituras. Alguien con un vivo sentido de la historia pudiera preguntarse por qué la revelación y las Escrituras son equiparadas, cuando la palabra directa hacia Moisés, Samuel y los profetas es una revelación aún más clara. Esta observación fue posible simplemente por brevedad previa. Por supuesto que la palabra hacia Moisés fue revelación, de hecho, revelación par excellence, si se quiere. Pero nosotros no somos Moisés. Por tanto, si el problema es explicar cómo conocemos en esta época, uno no pudiera utilizar la experiencia personal de Moisés. Hoy día tenemos las Escrituras. Como reza la Confesión de Westminster, «Le plació al Señor… revelarse a sí… y luego… comprometer su revelación completamente por escrito, lo cual hace que las sagradas Escrituras sean totalmente necesarias, habiendo ya cesado aquellas formas anteriores en que Dios reveló su voluntad a su gente.» Lo que Dios dijo a Moisés está en la Biblia; las palabras son idénticas; la revelación es la misma.

En esto, pudiera ser anticipada la relación de la lógica a las Escritras. Primeramente, las Escrituras, las palabras escritas de la Biblia, son la mente de Dios. Lo que se dice en las Escrituras es el pensamiento de Dios. En las polémicas religiosas contemporáneas, la visión Bíblica de la Biblia, la postura histórica de la Reforma, o – lo que es lo mismo – la doctrina de la inspiración plena y verbal, es castigada como Bibliolatría. Los liberales acusan a los Luteranos y a los Calvinistas de adorar a un libro en vez de adorar a Dios. Aparentemente piensan que hacemos genuflexión a la Biblia sobre el púlpito, y nos ridiculizan como si besáramos la sortija de un papa de papel.

Esta caricatura nace de su modo de pensar materialista – un materialismo que quizás no sea aparente en otras discusiones – pero que viene a la superficie cuando dirigen su fuego en contra del fundamentalismo*. Ellos piensan que la Biblia es un libro material con contenido de papel y un encuadernado de cuero. Que los contenidos sean los pensamientos de Dios, expresados en las propias palabras de Dios, es una postura a la que están tan invenciblemente antagonizados que no pueden ni siquiera admitir que sea la postura fundamentalista*.

No obstante, mantenemos que la Biblia expresa la mente de Dios.

Conceptualmente, es la mente de Dios, o más correctamente, una parte de la mente de Dios. Por esta razón el Apóstol Pablo, refiriéndose a la revelación que le fue dada, y de hecho dada a los Corintios a través de él, es capaz de decir, «Tenemos la mente de Cristo.» También en Filipenses 2:5 él les exhorta, «Haya en ustedes la misma mente que hubo también en Cristo Jesús». Hacia el mismo propósito apunto su modesta afirmación en 1 Corintios 7:40 «Yo creo también que tengo el Espíritu de Dios.» La Biblia, entonces, es la mente o pensamiento de Dios. No es un fetiche físico, como un crucifijo. Y dudo que haya habido siquiera un campesino fundamentalista* lo suficientemente ignorante para que orase a un libro negro con bordes rojos. De modo similar, la acusación de que la Biblia es un papa de papel falla el blanco por la misma razón. La Biblia consiste en pensamientos, no en papel, y los pensamientos son los del Dios omnisciente e infalible, no los de Inocente III.

*  Nota: Vale notar que durante el tiempo en que Clark escribía, y en cuanto a su uso particular, la palabra «fundamentalismo» no tenía la connotación negativa que hoy le afecta, ya que estaba carente de los aspectos socio-culturales y políticos típicos de nuestro tiempo. El fundamentalismo de Clark sólo se refiere a la antítesis del liberalismo, especialmente en lo que concierne a la Bibliología y a la Hermenéutica.

 

EL AXIOMA PROPUESTO

Sobre esta base – esto es, sobre la base de que las Escrituras son la mente de Dios – la relación con la lógica puede ser fácilmente esclarecida. Como debe ser esperado, si Dios ha hablado, lo ha hecho de forma lógica. Las Escrituras por tanto deberán exhibir una organización lógica, tal como de hecho lo exhiben. Por ejemplo, Romanos 4:2 es un silogismo entimemático hipotético-destructivo. Romanos 5:13 es un silogismo hipotético constructivo. 1 Corintios 15:15-18 es una serie de proposiciones en cadena, en el cual el predicado de una es el sujeto de la otra. Obviamente, ejemplos de formas lógicas establecidas como estas pueden ser ampliamente enumeradas.

Existe, por supuesto, mucho en las Escrituras que no es silogístico. Las secciones históricas son en gran parte narrativas; sin embargo, cada oración declarativa es una unidad lógica. Estas oraciones son verdades; como tales, son objetos de conocimiento. Cada una de ellas tiene, o quizás deberíamos decir, cada una de ellas es un predicado fijado a un sujeto. Sólo de esa manera pueden contener un significado.

Aún en las palabras singulares mismas, como muy ciertamente es visto en los casos de sustantivos y verbos, la lógica está incrustada. Si las Escrituras dicen, «David fue el Rey de Israel», no significa que David era el Presidente de Babilonia; y ciertamente no significa que Churchill fue el Primer Ministro de China. Esto para decir que las palabras David, Rey e Israel tienen significados definidos. La vieja difamación de que las Escrituras son una bola de cera y que la interpretación es infinitamente elástica está claramente equivocada. Si no hubiese límites para la interpretación, pudiéramos interpretar la difamación misma como una aceptación de la plena y verbal inspiración. Ya que la difamación no puede ser interpretada de esa forma, tampoco puede ser el Nacimiento Virginal interpretado como un mito, ni la Resurrección como un símbolo de la primavera. Sin duda habrá algunos asuntos difíciles de comprender que los indoctos arrancan para su propia destrucción, pero las dificultades no son mayores que las encontradas en Aristóteles o en Plotino, y contra estos filósofos nunca se dirigen con semejantes difamaciones. Más aún, sólo algunos asuntos son difíciles. En cuanto al resto, los protestantes siempre han insistido en la perspicuidad de las Escrituras.

Tampoco necesitamos perder el tiempo repitiendo la explicación Aristotélica acerca de las palabras ambiguas. El hecho de que una palabra deba significar una cosa y no su contradicción es la evidencia de la ley de la contradicción en todo lenguaje racional. Esta exhibición de la lógica incrustada en las Escrituras explica por qué las Escrituras, y no la ley de la contradicción, es seleccionada como el axioma. Si nos quedáramos meramente asumiendo la ley de la contradicción, no estuviésemos mejor que lo que estuvo Kant. Su noción de que el conocimiento requería categorías a priori merece gran respeto. De una vez por todas, y de forma positiva – el halago a la vía negativa y no intencional de Hume – Kant demostró la necesidad de los axiomas, presuposiciones o equipaje a priori. No obstante, este sine qua non no es suficiente para producir el conocimiento. Por tanto, la ley de la contradicción como tal y por sí sólo no es hecho el axioma de este argumento.

Por una razón similar, Dios como distinto de las Escrituras no se hará el axioma de este argumento. Sin duda esta vuelta parecerá extraña a muchos teólogos*. Lucirá particularmente extraña luego de los énfasis previos acerca de la mente de Dios como el origen de toda verdad. ¿No debe ser Dios el axioma? Por ejemplo, el primer artículo de la Confesión de Augsburgo provee la doctrina de Dios, y la doctrina de las Escrituras apenas aparece en el documento completo. En la Confesión de Francia del 1559, el primer artículo trata sobre Dios, y las Escrituras son discutidas en las cinco subsiguientes. La Confesión Belga muestra este mismo orden. La Confesión de Escocia del 1560 empieza con Dios y luego llega a las Escrituras sólo en el artículo diecinueve. Los Treinta y Nueve Artículos empiezan con la Trinidad, y se llega a las Escrituras en los artículos seis y los siguientes. Si Dios es soberano, parece muy razonable colocarle primero en el sistema.

Sin embargo, varios otros credos, especialmente la Confesión de Westminster, enuncian la doctrina de las Escrituras justo al principio. La explicación es simple: nuestro conocimiento de Dios viene de la Biblia. Podemos aseverar que cada proposición es verdadera porque Dios piensa que lo es, y podemos seguir a Charnock en todo su gran detalle, pero el escenario completo es basado en las Escrituras. Supongamos que no fuese así. «Dios» como axioma, aparte de las

Escrituras, sería sólo un nombre. Debemos especificar cuál Dios. El sistema mejor conocido donde «Dios» fue hecho un axioma es el de Spinoza. Para él, todo los teoremas son deducidos de la Deus sive Natura. Pero es la Natura la que define el Dios de Spinoza. Dioses diferentes pueden ser hechos axiomas de otros sistemas. Por tanto, lo importante no es presuponer a Dios, sino definir la mente del Dios que ha de ser presupuesto. Por tanto, las Escrituras son ofrecidas acá como el axioma. Esto provee definición y contenido, sin lo cual un axioma sería inútil.

Así es como Dios, las Escrituras, y la lógica están juntamente ligadas. Los Pietistas no deben quejarse de que el énfasis sobre la lógica es una deificación de un abstracto, o que sea el razonamiento humano divorciado de Dios. El énfasis en la lógica está estrictamente en acorde con el prólogo de Juan, y no es más que un reconocimiento de la naturaleza de Dios. ¿No parecería peculiar que, en esta conexión, un teólogo pueda estar tan fuertemente sujeto a la doctrina de la Expiación, o un Pietista a la idea de la santificación, que sin duda es explicada sólo en algunas porciones de las Escrituras, y aún así sean hostiles hacia – o sospechosos de – la racionalidad y la lógica que cada verso de las Escrituras exhibe?

*Nota: Este punto en particular podrá ser observado como unos de los distanciamientos principales entre el sistema propuesto por Gordon Clark, contra el de Cornelio Van Til. Su frase acá escrita «Sin duda esta vuelta parecerá extraña a muchos teólogos» no sólo vino a ser un hecho, sino que fue el centro de toda una controversia que, discutiblemente, continúa hasta nuestros días. Entre estas dos perspectivas, quien traduce y el autor de esta nota actualmente está de acuerdo con la perspectiva expuesta acá. Más información se ofrece en el libro «The Clark Van-Til Controversy», por Herman Hoeksema.

 

LA LÓGICA EN EL HOMBRE

Entendiendo esto acerca de la mente de Dios, el siguiente paso es la creación del hombre en la imagen de Dios. Los animales no-racionales no fueron creados en su imagen; pero Dios sopló su espíritu en la forma terrenal, y Adán vino a ser un tipo de alma superior a los animales.

Para ser precisos, uno no debería hablar sobre la imagen de Dios en el hombre. El hombre no es algo en que en alguna parte la imagen de Dios puede ser hallada junto con otras cosas. El hombre es la imagen. Esto, por supuesto, no se refiere al cuerpo del hombre. El cuerpo es un instrumento o herramienta que el hombre utiliza. El mismo es el aliento de Dios, el espíritu de Dios soplado en el barro, la mente, el ego pensante. Por tanto, el hombre es racional en la semejanza de la racionalidad de Dios. Su mente está estructurada como lo describió la lógica Aristotélica. Por eso es que creemos que los spaniels tienen dientes. Además de los bien conocidos versos en el capítulo uno, Génesis 5:1 y 9:6 ambos repiten la idea. 1 Corintios 11:7 dice «el hombre… es la imagen y la gloria de Dios». Ver también Colosenses 3:10 y Santiago 3:9. Otros versos, que no son tan explícitos, no obstante añaden a nuestra información. Compárese con Hebreos 1:3, Hebreos 2:6-8 y el Salmo 8. Pero la consideración conclusiva es que a través de la Biblia completa, el Dios racional ha otorgado al hombre un mensaje inteligible.

Es extraño que alguna persona que se piense ser Cristiano desprecie la lógica. Por supuesto, tal persona no tiene intención de despreciar la mente de Dios; pero así piensa que la lógica en el hombre es pecaminosa, aún más pecaminosa que las otras partes de la naturaleza caída del hombre. Esto, sin embargo, no tiene sentido alguno. La ley de la contradicción no puede ser pecaminosa. Muy por el contrario, son nuestras violaciones a la ley de la contradicción las que son pecaminosas. Sin embargo, las constricciones que algunos autores devotos colocan sobre la lógica «meramente humana» son sorprendentes. ¿Puede ser que una piadosa estupidez en verdad quiera decir que un silogismo que es válido para nosotros es inválido para Dios? Si dos más dos es igual a cuatro en nuestra aritmética, tiene Dios una aritmética diferente en el que dos más dos sea igual a tres, o quizás cinco? El hecho es que el Hijo de Dios es el razonamiento de Dios – pues Cristo es la sabiduría de Dios así como el poder de Dios – además del hecho de que la imagen en el hombre es el tal llamado «razonamiento humano», es suficiente para probar que este tal llamado «razonamiento humano» no es tan humano sino divino.

Por supuesto, las Escrituras dicen que los pensamientos de Dios no son nuestros pensamientos ni sus caminos nuestros caminos. Pero, ¿será buena exégesis interpretar de esto que su lógica, su aritmética, su verdad no son los nuestros? Si esto fuera así, ¿cuáles serían las consecuencias? Significaría que no sólo nuestras sumas y restas están todas equivocadas, sino también que todos nuestros pensamientos – en la historia así como en la aritmética – están todos errados. Si por ejemplo, pensamos que David era el Rey de Israel, y los pensamientos de Dios no son los nuestros, entonces se deduce que Dios no piensa que David era el Rey de Israel. En la mente de Dios, quizás David era el primer ministro de Babilonia.

Para evitar este irracionalismo, lo cual por supuesto es una negación de la imagen divina, debemos insistir que la verdad es la misma para Dios y para los hombres. Naturalmente, es posible que no conozcamos la verdad acerca de algunas materias. Pero si algo sabemos, lo que sabemos debe ser idéntico a lo que Dios sabe. Dios conoce toda la verdad, y a menos que sepamos algo de lo que Dios sabe, nuestras ideas están erradas. Es absolutamente esencial, por tanto, insistir en que existe un área de coincidencia entre la mente de Dios y nuestra mente.

 

LA LÓGICA Y EL LENGUAJE

Este punto nos trae al asunto central acerca del lenguaje. Este no se desarrolló a partir de, ni tampoco fue su propósito restringido a, las necesidades físicas de la vida terrenal. Dios le otorgó a Adán una mente para comprender la ley divina, y le otorgó el lenguaje para permitirle hablar con Dios. Desde el principio, la intención del lenguaje fue la alabanza. En el Te Deum, por medio del lenguaje, y a pesar del hecho de que se canta con música, le ofrecemos «halagos metafísicos» a Dios. El debate sobre la adecuacia del lenguaje para expresar las verdades de Dios es un falso dilema. Las palabras son meros símbolos o señales. Cualquier signo sería adecuado. El verdadero asunto es: ¿Posee el hombre la idea de simbolizar? Si puede pensar sobre Dios, entonces puede utilizar el sonido Dios, Deus, Theos ó Elohim. La palabra no hace diferencia, y el signo es ipso facto literal y adecuado.

La visión Cristiana es que Dios creó a Adán como una mente racional. La estructura de la mente de Adán era la misma que la de Dios. Dios piensa que el afirmar lo consecuente es una falacia; y la mente de Adán fue formada sobre los principios de la identidad y la contradicción. Esta visión Cristiana acerca de Dios, el hombre y el lenguaje no cabe dentro de ninguna filosofía empírica. En cambio, es una especie de racionalismo a priori. La mente del hombre no está inicialmente en blanco; está estructurada. De hecho, un vacío sin estructura no es una mente. Ni tampoco una hoja de papel en blanco pudiera extraer ninguna ley universal de la lógica a partir de experiencias finitas. Ninguna proposición universal ni necesaria puede ser deducida a partir de la observación sensorial. La universalidad y la necesidad sólo pueden ser a priori.

Esto no quiere decir que toda la verdad pueda ser deducida a partir de la lógica solamente. Los racionalistas del siglo diecisiete se trazaron una tarea imposible. Aún si el argumento ontológico fuese válido, es imposible deducir Cur Deus Homo, la Trinidad, o la resurrección final. Los axiomas a los que las formas lógicas a priori deben ser aplicadas son las proposiciones que Dios reveló a Adán y a los profetas subsiguientes.

LÓGICA: CONCLUSIÓN

La lógica es irremplazable. No es una tautología arbitraria, un marco útil entre otros. Varios sistemas para catalogar libros en una biblioteca son posibles, y varios de ellos son igualmente convenientes. Todos son arbitrarios. La sección de historia puede ser designada por el 800 tan fácilmente como por el 400. Sin embargo, no hay sustituto para la ley de la contradicción. Si «perro» es el equivalente de «no-perro», y si 2 = 3 = 4, no sólo desaparece la zoología y las matemáticas, sino también Victor Hugo y Johann Wolfgang von Goethe desaparecen. Estos dos hombres son ejemplos particularmente apropiados, ya que ambos, en especial Goethe, eran romanticistas. Aún así, sin lógica, Goethe no pudo haber atacado la lógica del Evangelio de Juan (I, 1224-1237).

Geschrieben steht: «Im anfang war das Wort!»

Hier stockich schon! Wer hilft mir weiter fort?

Mir hilft der Geist! Auf einmal seh’ ich

Rath und schreib’getrost: «Im Anfang war die That!» [1]

 

[1]  Una traducción no-oficial al castellano pudiera ser: » ‘En el principio era el Verbo’

 No obstante, Goethe puede expresar su rechazo del Logos divino de Juan 1:1, y expresar su aceptación de la experiencia romántica, sólo utilizando la misma lógica que desprecia.

Repito, aún si luce hartante: La lógica está fija, es universal, necesario e irremplazable. La irracionalidad contradice la enseñanza Bíblica desde el principio hasta el fin. El Dios de Abraham, Isaac y Jacob no está demente. Dios es un ser racional, la arquitectura de cuya mente es la lógica

 ¡He aquí, estoy obstruido! ¿Quién me colocará en acuerdo? ¡El Espíritu me está asistiendo! Ahora veo lo que necesito. Y escribo con certeza: ‘En el principio era la Hazaña’!»

 FUENTE: Una colección de artículos, comentarios y ensayos sobre teología, filosofía y vida del “Agustín de América”

 

TRADUCCION: Alexander Rodriguez

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 DESCARGUE:      TIEMPO Y ETERNIDAD  

 

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TIEMPO

Y

ETERNIDAD

 

 GORDON HADDON CLARK

[1902 – 1985]

 

 TRADUCCIÓN: Raul Loyola Román

 

Platón, el más grande de todos los griegos, definió lo mejor que alguien puede decir, describió el tiempo como la imagen en movimiento de la eternidad. Esa es una fraseología agradable, pero, no muy informativa. Sin embargo, no es totalmente desprovista de sentido, pues declara que hay una diferencia entre tiempo y eternidad, y que la eternidad es una realidad de la cual el tiempo es sólo una imagen.

 

En la teología cristiana, la relación entre un Dios eterno e inmutable y, la temporalidad del mundo creado ha sido un problema desconcertante. En siglo pasado, Soren Kierkegaard, y en este siglo Karl Barth y Emil Brunner, trataron una reconstrucción completa de lo que ellos pensaban era el Cristianismo sobre la base de una dialéctica eternidad- tiempo. Esa tendencia teológica debería ser suficiente para atraer la atención de los cristianos instruidos al problema del tiempo, y las dificultades que los científicos físicos
encontraron en el tiempo deberían ser suficientes para atraer la atención de no-cristianos inteligente.

 

Si Platón suena más teológico, Aristóteles parece más científico. Para él, el tiempo era un aspecto contable o medible del movimiento. El movimiento de un cuerpo físico a través del espacio era básico, y el tiempo era considerado un derivado del movimiento. Más si el tiempo es un aspecto del movimiento, él no puede ser una estructura newtoniana independiente.

 

Tiempo y espacio como realidades independientes no es muy visto entre los científicos de hoy. El Tiempo de hecho puede ser medido por el movimiento, así como el movimiento se mide por el tiempo, pero que no resulta en presentar una estructura independiente de los acontecimientos: antes, resulta una teoría Einsteiniana de la relatividad.

 

Los científicos contemporáneos no pueden estar haciendo un retorno a Aristóteles, mas ellos critican severamente el fluir del tiempo de una manera independiente, defendido por Newton. Resumiendo, una parte del argumento es el siguiente: si el tiempo fluye a nuestro pasado, esto sería un movimiento, no con respecto al tiempo, sino con respecto a híper-tiempo. ¿Si suponemos que el tiempo pudiese ser medido en segundos y el movimiento en el espacio se mide por metros por segundo, cual es la velocidad del fluir del tiempo? ¿Segundos para qué? Por otra parte, si la transición es la esencia del tiempo, es presumiblemente la esencia de híper-tiempo también, y eso daría lugar a una hiper-hipertiempo y así sucesivamente ad infinitum.

 

Newton en su Principia, el Escolio después de la definición VIII, dijo: “El tiempo Absoluto, verdadero y matemático… fluye uniformemente, sin relación a algo externo.” En la física contemporánea, el resultado de las dificultades inherentes al concepto de un tiempo que fluye de manera uniforme es postular un continuo espacio-temporal cuadrimensional por el cual el lenguaje de la ciencia puede ser expresada con verbos sin tiempo.

 

AGUSTÍN Y EL TIEMPO

 

Visto que todos están principalmente interesados en la teología, y desde que el gran Agustín, obispo de Hipona, intentó hace mucho tiempo atrás decir qué es el tiempo y relacionarlos a los problemas de la creación, nos dirigimos a sus escritos con interés y expectación. Algunos de la generación más joven pueden despreciar un retiro tan lejos en el pasado. Pero Agustín no es muy antiguo. El muy moderno Wittgenstein, en los libros azul y marrón, página 26, muestra cómo Agustín influyó. De hecho posiblemente esta influencia ha contribuido a Wittgenstein a repudiar El positivismo lógico de su tratado anterior, Tractatus a favor de su recientes Investigaciones filosóficas. De todos modos, los puntos de vista de Agustín deben ser considerados.

 

En el libro XI de Confesiones, Agustín plantea el problema de la creación. La pregunta es: ¿qué estaba haciendo Dios antes de hacer algo? O visto, que el Latín Facio tiene dos traducciones, la pregunta podría ser: que hizo Dios antes que haga algo? ¿Dios podría haberse abstenido de trabajar tan grande obra como es la creación? Agustín responde quela pregunta no este bien postulado. Dios es el creador de
todas los tiempos. No podría haber un tiempo antes de que Dios creara el tiempo. Dios supera todo el tiempo por la sublimidad de la eternidad siempre presente. Para decirlo más claramente, el tiempo no es una realidad independiente, sino una función de otra cosa.

 

Para citar a Agustín: “No existiría un tiempo pasado, si nada pasase, y no existiría un tiempo futuro, si nada fuese ahora, y no habría el tiempo presente si nada existiese” ¿Cuáles son estas cosas, que se convierten y pasan haciendo  el tiempo, aún debe ser identificado.

 

Para completar la identificación Agustín primero rechaza la teoría de Aristóteles. El tiempo no es el movimiento de algún cuerpo. El argumento es de cierta forma el siguiente: cuando un cuerpo es movido, medimos cuánto él se movió por el tiempo. No podemos medir cuanto, a menos que sepamos cuando empezó y cuando se detuvo. Por lo tanto, el tiempo es distinto de cualquier movimiento, ya que no podemos medir un movimiento a menos que midamos primero el tiempo.

¿Cuál es entonces el tiempo, si no es el movimiento de los cuerpos, pero a pesar de todo, un cambio de algún tipo?

 

Quizás Agustín no es tan claro como podría haber sido, pero claramente localiza el tiempo en la mente o el alma. El tiempo pasado existe en nuestra memoria, el tiempo futuro es nuestra previsión actual. Cuando medimos el tiempo, por tanto, estamos midiendo las ideas pasajeras de nuestro pasado en nuestra mente. En palabras de Agustín: “Es en ti, mi mente, que yo mido el tiempo… Mido la impresión que las cosas a su paso causan [la mente], incluso después de que las cosas pasan, Esto es lo que, aún presente, yo mido. Entonces ó el tiempo es esto, o yo en realidad no mido los tiempos” (XI, xxvii, 36). Tal es la base para la respuesta de Agustín a la pregunta, “¿Qué estaba haciendo Dios antes de que hiciese cualquier cosa?”. La pregunta es pobre porque no hay un antes en la eternidad. “(XI, XXVII, 36).

Esta es la base para la respuesta de Agustín a la pregunta: ¿Qué estaba haciendo Dios antes de que hiciese cualquier cosa? La pregunta es deficiente porque no hay un antes en la eternidad.

 

Que el tiempo es una función de un ser creado – no un cuerpo creado, sino una mente creada – también es apoyada por las referencias a la Ciudad de Dios y el Comentario al Salmo 105.

 

La Ciudad de Dios dice: “Porque si la eternidad y el tiempo debe ser distinguido correctamente, el tiempo no puede existir sin movimiento, y siendo que la eternidad no admite ningún cambio, quien no vería que el tiempo no pudo haber existido antes de que cualquier criatura variable habría llegado a existir? “(XI, VI). Eso significa que no pudo haber tiempo antes de la creación del mundo. Esto también significa que la eternidad es diferente al tiempo porque el tiempo es una función de cambio, mientras que Dios es inmutable.
 
Este punto de vista agustiniano ha sido esencialmente normativo para la teología Protestante. I. A. Dorner, el gran teólogo luterano del siglo pasado, escribió: “Con respecto al espacio, Dios no se extiende, y en oposición al tiempo, Dios no es sucesivo… Un tipo de divisibilidad de Dios se levantaría en relación al tiempo, si pensamos en su ser, no como eterno y absolutamente realizado, sino sólo en desarrollo gradual como pasando de estado potencial para lo real por etapas sucesivas. ” Esto es esencialmente el agustinismo y Dorner difícilmente se desvía de él.

 

Sin embargo, aunque el agustinismo ha sido la regla, se ha producido, a pesar de todas excepciones. El obispo danés Martensen, a quien Kierkegaard, satirizo, diluye en gran medida su agustinismo un nivel inconsistente. Esta audiencia, sin embargo, estará más interesada ​​en algunas referencias a los puntos de vista reformados. Calvino, por desgracia, proporciona escasa atención a las cuestiones de tiempo y la eternidad. El las considera innecesarias. A pesar de su gran autoridad, cualquier persona que suponga que la Escritura ofrece algunas de las implicaciones sobre el tema, no se puede despreciar como totalmente no edificante.

 

La Confesión de Westminster es, sin duda una confesión y no una obra en tres volúmenes de teología sistemática, y sin embargo, a pesar de su brevedad, no deja de tener en cuenta que Dios es “un espíritu purísimo…sin cuerpo, partes o pasiones.” Parece extraño que la confesión no especifique que Dios es omnisciente. Sin embargo, el Catecismo Mayor, pregunta 7, después de decir que Dios es eterno e inmutable, añade la frase “conociendo todas las cosas. “

Charles Hodge escribió una teología sistemática en tres tomos. En el Volumen I, páginas 385-386, dice: “Con él [es decir, Dios] no hay distinción entre pasado, presente y futuro, mas todas las cosas le son igualmente y siempre presentes.

 

Con El la duración es un eterno ahora.  Ese es el punto de vista popular y Escrituristico de la eternidad de Dios… Para él no hay pasado ni futuro;… el pasado y el futuro que son siempre igualmente presentes “.

 

Esto es realmente una buena declaración de la posición bíblica. No necesario, sin embargo, seguir a Hodge, cuando él dice que el “tiempo es depende del espacio “(387).  Hubiese Hodge anticipado la teoría post-Newtoniana de cuatro dimensiones, y tuviese el por lo tanto, adicionado que el espacio es también dependiente del tiempo, podríamos considerarlo adelantado a su tiempo. Pero en su espacio histórico, su declaración es altamente cuestionable.

 

Hodge confunde aún más el tema mediante la presentación de un tiempo subjetivo o mental en adición al tiempo objetivo o físico. Así que trata de unir a Aristóteles y Agustín, mas como una unión así puede estar bien y tener éxito, él no explica. De

hecho, el trata de describir la mente de Dios sobre el paradigma de una mente humana. Así, el afirma una sucesión de pensamientos en la mente de Dios, pero él no presta atención a cómo esto contradice la omnisciencia o incluso su inconsistencia con lo citado en la página 385 y página 390. Incluso dice que es menor importancia una armonización de estas diferentes cosas que pueden existir.

 

Esta desviación de la posición agustiniana parece lamentable. Cuando un autor propone una inusual combinación sorprendente de elementos discordantes, el debería dar una idea de cómo una armonización es posible. Pero aún más lamentable es la indiferencia de Hodge para con las necesidades de omnisciencia. 

 

Si hay una sucesión de ideas en la mente de Dios, entonces las ideas que suceden hoy no estuvieron presentes ayer, y presumiblemente, algunas de las ideas de ayer se han ido ahora. Pero esto significaría que Dios no conoce todas las cosas de ayer, ni es omnisciente hoy. Es evidente que una sucesión temporal de ideas en la mente de Dios es incompatible con la omnisciencia? El hombre no es

omnisciente precisamente porque sus ideas van y vienen. La mente del hombre cambia de día a día; Dios es omnisciente, inmutable y por tanto eterno.

 

CULLMANN SOBRE EL TIEMPO

 

Más recientemente, otros autores han escrito sobre el tiempo y Dios. Uno de ellos es Oscar Cullmann en su libro Cristo y Tiempo. Asimismo existe una artículo por Carl F. H. Henry está en el diccionario de Baker de Teología. Ni el libro, ni el artículo discute realmente la cuestión del tiempo. El documento considera el tiempo principalmente en el entido de kairós: un tiempo o una fecha definida.
Cullmann está interesado en Aion y aiones: edades del tiempo, esta edad, y la edad por venir. Ni el autor discute chronos, aunque Cullmann incidental o accidentalmente, hace algunas referencias a lo que él llama el tiempo filosófico. Para mantener el tema en el enfoque adecuado, permítanme hacer observación de que el término cronos aparece en los del Nuevo Testamento, unas cincuenta veces. Además de estas apariciones l palabra chronos, tanto en el Antiguo y Nuevo Testamento tienen mucha información cronológica. Que las palabras y los conceptos de kairos y Aion son apropiados para la discusión no se puede dudar. De hecho, una crítica de

Cristo y Tiempo de Cullman seguirá inmediatamente después. Pero primero debemos resistir incansablemente a cualquier afirmación de que cronos, y su relación con eternidad, omnisciencia, y la inmutabilidad es un tema inapropiado para discusión. Cullmann no tiene éxito en evitar estos llamados problemas metafísicos o teológicos, a pesar de su deseo de así hacer.

 

En primer lugar, el título de Cristo y el tiempo es un nombre inapropiado. El autor no tiene interés en el tiempo como tal. Él está interesado en las edades (Aion, aiones). Hasta cierto punto, esto es una opción legítima delasunto, peroes peligroso discutir partes del tiempo sin ningún tipo de idea de qué es el tiempo.

Se puede medir el agua en un vaso de probeta, pero la calidad del agua que la diferencian del ácido sulfúrico no se debe simplemente ignoradas simplemente porque hemos determinado que el recipiente contiene 22 cm cúbicos.
De manera similar, el período alejandrino puede haber durado un tiempo corto, mientras que el Reino Egipcio duró mucho tiempo – y para ciertos propósitos limitados  esto puede ser suficiente –, sino que debe tener una teología completa algo que decir sobre lo que es esa cosa llamada corta o larga. La duración del tiempo y la probeta; y el tiempo en si y el agua o el ácido sulfúrico.

 

Cullmann, sin embargo, es el principal interesado en pares de tiempo. Él describe el uso de Aion en el Nuevo Testamento, y lo relaciona con el término Hebreo olam, y señala que éstos son concebidos como duraciones temporales. Su material en este punto es al menos generalmente correcto.

Cuando el señala que “el siglo venidero”  y el tiempo infinito y no  antemporalidad, casi todo el mundo puede estar de acuerdo. Después de todo, esto es difícilmente un nuevo descubrimiento en el mundo académico del Nuevo Testamentos.

 

Pero entonces él va más allá de los límites de sus textos y afirma que ellos no pueden decir. Para citar: “Si queremos entender el uso cristiano primitivo de aion (“era”), debemos librarnos completamente de todos los conceptos filosóficos de tiempo y eternidad. Resumiendo puede decirse que el sentido temporal de la palabra. Tiene por objeto… específicamente: 1. El tiempo en su única extensión sin fin, que es ilimitada tanto en la dirección hacia atrás como hacia adelante, y por lo tanto es “la eternidad” (48).

 

Esta cita, o el contenido de cual controla los pensamientos de   Cullmann lo largo del libro, adolecen de serios defectos. Al lado de la falsa creencia de completa liberación de todos los conceptos filosóficos de tiempo y eternidad, la Reclamación de Cullmann de tal liberación es falsa.

 

Cuando Cullmann afirma que el momento es “interminable”, “ilimitado en cualquier dirección ya hacia atrás como hacia adelante “, y entonces el concluye que el tiempo es por lo tanto, eternidad, que está cediendo a la metafísica tanto como si hubiera dicho lo opuesto. La cita no iguala a una teoría filosófica completa de tiempo, ni siquiera es una definición, pero sin duda es una propuesta metafísica. Una negación de la distinción entre el tiempo y la eternidad no es metafísica Platónica. Ni ella está de acuerdo con Agustín o Charles Hodge.

Pero tal vez puede ser ajustada para una metafísica aristotélica, porque al rechazar lo primero, ella afirma algo así como el último.

 

Por desgracia, Cullmann no deja claro cuánto de Aristóteles, el acepta. El Menciona solamente [el tiempo es] “ilimitado, ya sea en una dirección hacia atrás como hacia adelante.” Esto podría ser ajustado a un punto de vista kantiano, en lugar de un aristotélico. Cullmann dice que no lo suficiente como para decidirnos.

 

Esto, a su incapacidad para decir absolutamente lo que él quiere decir por tiempo, deja muchas de sus afirmaciones posteriores sin fundamento. Alguien puede con seguridad afirmar que el tiempo es ilimitado en ambas direcciones sin saber lo que el tiempo es? Aristóteles definió tiempo y él puede así mismo afirmar.

 

Para él, el tiempo era la medida del movimiento, y puesto que de forma explícita concordaba en que el movimiento nunca pudo haber sido iniciado, el afirmado constantemente que el universo ha existido siempre y que el tiempo es infinito. Pero una persona que cree que Dios creó el universo en un momento definido, no infinitamente remoto, no puede seguir a Aristóteles. No hay duda de Cullmann repudiaría cualquier dependencia de Aristóteles o Kant. Su deseo es ser bíblico. Su objetivo de él es contrastar el cristianismo primitivo con la filosofía griega. Sin embargo, Barr, en su libro Biblical Words for Tim, dice, que el vocabulario de Cullmann no apoya su negación de una distinción entre tiempo y eternidad.

 

La discusión aquí, sin embargo, no puede hacer un estudio de palabras. Sin embargo, puede ser reconocido incluso en la definición de Agustín – de hecho, debido a la definición de Agustín – la era por venir no es eternidad, sino una sucesión temporal sin fin. Los seres creados, ángeles y los hombres debido a la naturaleza creada de ellos, siempre tienen una sucesión de ideas. Pero esto de manera de firma alguna significa manera significa que no hay ninguna “Eternidad” más allá de eso. Dios no tiene sucesión de ideas. Él es omnisciente. Él no recibe de ninguna otra fuente o de su propio genio inventivo una idea que El nunca tuviese previamente. Tampoco se olvida. Su mente es completamente inmutable, porque de lo contrario sería algunas veces ignorante. Este es, entonces, la eternidad.

 

El Tiempo entra en operación con mentes creadas. La eternidad no cambia. Sin embargo, si Cullmann o alguien mas está en desacuerdo con esta conclusión, él debe decirnos que es el tiempo antes de para explicar por qué no está de acuerdo.

 

Por esta razón, la confusión se produce cuando Cullmann contrasta la visión griega con el concepto de” cristianos primitivos”. En primer lugar,no hay una teoría que se puede llamar “la visión griega de los tiempos.”

 

Sin duda, el tiempo de vista de Aristóteles rechazó el concepto de la eternidad, pero Platón afirmo la eternidad como distinta del tiempo. Ninguna de estos puntos de vista es más “griega” o menos “griego” que la otra.

 

Parménides no tenía ningún tiempo de forma alguna, y Demócrito no discutido el asunto.

 

 Cullmann hace una demostración mejor cuando se enfrenta a la visión cíclica de la historia sustentada por los estoicos y así llamada desenvolvimiento Lineal de visión cristiana de la historia. Los estoicos tenían una teoría de repetición eterna de alguna manera similar a la de Friedrich Nietzsche y Platón, tal vez no con la consistencia perfecta, tenía ciclos globales dentro de la cual había una evolución o involución histórica repetitiva de la realeza para la oligarquía a la democracia a la dictadura. Aunque el cristianismo también permita   ciclos, como el período de los Jueces muestra – y no solamente el de jueces, sino también los juicios de Dios sobre Egipto, Asiria y Babilonia – el tipo de ciclo se encuentra en el Antiguo Testamento y es, básicamente, diferente de la de Platón y los estoicos, y Cullmann contrasta correctamente. Pero esto es una cuestión de historia, no de tiempo.

 

El punto más grave es que Cullmann no continúa con historia. El utiliza la palabra tiempo, y esto inevitablemente nos lleva a pensar en la física y la filosofía, es decir, pensar en el tiempo, no sobre la historia.

 

En consecuencia, Cullmann trata de mostrar que el tiempo mismo es “rectilineo” (53) en el pensamiento cristiano y circular en la filosofía griega (51ss.): “El símbolo de tiempo para el cristianismo primitivo como para el judaísmo bíblico y la religión iraniana es una línea ascendente inclinada, mientras que para el helenismo es el círculo… El tiempo se mueve aproximadamente en un curo eterno circular, en el cual todo continua repitiéndose. ”

 

En una nota al pie, él apoya esta idea haciendo referencia a Aristóteles, Fhyisics, 4:14, “Porque de hecho, el tiempo parece ser un tipo de círculo “.

 

Sin embargo, cuando uno consulta el contexto en Aristóteles, la ilusión de significación desaparece. Aristóteles había definido previamente el tiempo como la medida de movimiento. Cualquier movimiento actuará como una medida. Pero la mejor unidad de medida es la rotación del Sol alrededor de la Tierra, por lo tanto, como dice Aristóteles, “Esta es la mejor conocida.” Dado que este movimiento es regular, la gente suele pensar que el tiempo es en sí mismo la propia rotación.

 

“Esto también explica el dicho común de que las cuestiones los seres humanos forman un círculo… porque incluso el tiempo se piensa que es circular “(Física 223b22 IV-30). Este pasaje de Aristóteles, casi difícilmente apoya el contraste Cullmann. Incluso si algunos griegos sin educación No podía distinguir entre el propio tiempo y una unidad de medida de tiempo, como hoy algunas personas hoy en día no puede distinguir entre el calor y el grado de calor, e incluso pensaba que el punto de vista común del tiempo como una rotación de 24 horas, no sería algo significativo para la teología.

 

Esto no era lo mejor  en el pensamiento helénico, como Aristóteles muestra claramente, y cuando  desea contrastar  el pensamiento griego y el cristianismo, esa persona debe dejar el mal entendimiento y la considerar al propio  Aristóteles, o algún otro filósofo notable.

 

OBJECIONES A AGUSTÍN

 

Si ahora dejamos de lado la consideración de la historia como no es muy relevante para la cuestión del tiempo y la eternidad, permanecen dos puntos que pueden ser considerados como objeciones a la visión Agustiniana. El primero es más popular que profundo, pero una breve referencia a él es excusable.

 

La frase “vida eterna” da a algunos cristianos la idea de que nuestro estado en el cielo será no-temporal. Esta idea ha sido apoyada también por una interpretación particularmente pobres de la afirmación de que “el tiempo no más existirá.”

 

A mayor profundidad se encuentra en la Iglesia Ortodoxa Griega. Con un legítimo énfasis sobre la encarnación y un deseo no tan legítimo por el equilibrio literario, algunos teólogos orientales dicen que Dios se hizo hombre para que el hombre se hiciera Dios. El tiempo, entonces terminaría, y el hombre se convertiría en eterno al final.

 

Los Teólogos occidentales en general, rechazan la idea de que la salvación es deificación. Sin embargo, algunos tienen

tendencia en esa dirección cuando retratan el hombre en el cielo como supra-temporal. Herman Dooyeweerd, aunque no es un griego-ortodoxo, ni un fundamentalista americano se refiere aun centro supra-temporal en el corazón humano. Al principio de su trabajo gigante (1, 30ff.), el incluye la siguiente inferencia lógica de la secuencia temporal. En una nota, el trata de mostrar cómo un silogismo es una aspecto de tiempo. En la siguiente nota, el afirma que en la suma y la resta aritmética son temporales “pues las relaciones numéricas así como las espaciales están en realidad sujetas a cambio. ” Además, “la diversidad [lógica] puede provenir de una unidad radical sólo en el centro religioso de la existencia humana. Pues esa es la única esfera de nuestra conciencia que trasciende el tiempo… Sólo de este punto de concentración supra-temporal estamos en una posición para obtener una noción verdadera de tiempo “.
Los argumentos de una publicación anterior en el que parte de las confusiones embarazosas de Dooyeweerd fueron analizadas, y en el que se muestra como La teoría de Dooyeweerd conduce a su rechazo de la infalibilidad de la Escritura, no se repetirán aquí. El punto es que para Dooyeweerd el hombre es supra-temporal. Sin embargo, si el tiempo es la sucesión de ideas en la mente creada, y si en el cielo el hombre no se convierte en omnisciente, entonces el 
hombre permanece como una criatura temporal para siempre.

 

La única referencia en la Escritura que parece indicar el logro de la omnisciencia hombre en el cielo es de 1 Corintios 13:12.

Los comentaristas se atreven a trazar esta conclusión sobre la base de este versículo, aunque a menudo dan buenas razones exegéticas para sus dudas. Meyer, sin embargo, señala que el texto no dice “conoceré como también conozco “, sino más bien “Conoceré conforme fui conocido.” Mientras que esto es suficiente, podría ser requerida otra conferencia entera para una exégesis de del versículo contra un reclamo fuerte de que ella enseña la omnisciencia humana. Por Ahora, asumamos que el hombre nunca llegara a ser omnisciente. El aprende más y más en el cielo, en que velocidad y con cuales interrupciones no sabemos. Más si aprendemos algo, permanecemos criaturas temporales.

 NEO-ORTODOXIA Y TIEMPO

 Finalmente, si no en conclusión, una visión se ha convertido recientemente influyente, la cual, en lugar de negar la distinción entre tiempo y eternidad, fuertemente la enfatiza. Se podría predecir que esta conferencia vigorosamente acogería tales refuerzos. Sin embargo, aunque este argumento defienda una distinción radical entre tiempo y eternidad, no se sigue que toda la teoría sobre la eternidad es completamente bíblica. La visión ala cual nos referimos ahora se ha introducido en la teología moderna por Soren Kierkegaard y desarrollada o modificado por autores como Martin Kahler, Karl Barth, y Emil Brunner. Estos estudiosos han combinado su visión del tiempo y eternidad con una visión particular de la historia. Algunas de estas implicaciones históricas deben ser mencionadas, pero la principal preocupación es la confrontación o encuentro temporal del hombre con el Dios eterno.

 

El tema de la preocupación con respecto a la historia es su relativismo. El mundo académico siempre está invirtiendo su descripción de los siglos pasados, y este proceso nunca termina. Por lo tanto, no hay ninguna certeza sobre los acontecimientos históricos. Sin embargo, Kierkegaard argumenta, la vida eterna no puede depender de un proceso de aproximación sin fin. La salvación no puede depender de la historia.

 

Cerca del final del siglo XIX, trató de Kahle mostrar cómo un cristianismo vivo sobrevive a la pérdida de una base histórica. La pregunta principal era: ¿cómo la Biblia puede ser relevacionalmente normativa, cuando la crítica muestra su falibilidad histórica? Al responder a esta pregunta, Kahler invento una distinción entre der historische Jesús, que no es de gran importancia, y geschichliche der Christus, que es el objeto la fe y el contenido de la predicación.

 

Emil Brunner, en sus primeros trabajos, Der Mittler, confina la revelación a un momento instantáneo en el tiempo. La eternidad no se puede extender de un momento para el momento después. Consistentemente, Brunner agrega que Las palabras de Cristo, a pesar de que los conocemos, dado que ellas toman tiempo para ser pronunciadas, no son de importancia decisiva para la fe cristiana. Consistente como eso puede ser, Brunner no puede consistentemente continuar con esa disposición. Él debe hace como la oración y la crucifixión del Señor. Que él  diga  que la eternidad no puede ser una cantidad  de tiempo  , que la revelación es la intersección de  una línea que viene senkrecht von oben, que la fe puede tener ningún objeto de apoyo o histórico, sin embargo, esta dialéctica tiempo-eternidad es tan dolorosamente  anti-Cristiana, que  Brunner en sus obras posteriores, debe decir, “Nur wenn Christus auf dem Hugel

Gólgota – Sólamnete  si Cristo  fuese realmente en el sentido de evento histórico tiempo-espacio, crucificado en el Monte Gólgota , Él  podría ser nuestro redentor “(Vernunft und Offenbarung, 278).

 

No es sorprendente que la re-introducción de un mínimo de la historia del cristianismo en su material fuerza sobre el una epistemología torturada. No solamente el distingue entre la verdad-impersonal y verdad personal, sino que también debe explicar cómo una persona como un historiador, no puede aceptar la crucifixión como un hecho real, aunque esta misma persona, como un hombre de fe, esta cierta de que el evento ocurrió. Además, también se debe realizar la descripción de Crucifixión, una descripción que cualquiera puede entender leyendo, un indicador a una esfera ininteligible de ser que nadie puede entender. De hecho, es este último punto el que explica la maldición de la teología dialéctica o neo-ortodoxa. La eternidad de Dios así entendida, como haciendo de el “totalmente Otro”. Brunner insiste que “Dios y la conceptualidad de mediano plazo son mutuamente excluyentes”.

 

Por otra parte, va más allá al decir: “Dios puede, cuando él quiere, hablar con su palabra incluso a través de falsas doctrinas. “ Obviamente, el resultado de todo esto es hacer que Dios sea plenamente incognoscible. La frase “totalmente Otro” es una negación de la imagen Dios en el hombre, con una confusión tanto en la antropología y en soteriología. Por otra parte, si lo que Dios dice es o puede ser falso, no puede haber ninguna palabra cierta de profecía. Y si Dios y el mediano plazo de conceptualidad son mutuamente excluyentes, no hay ninguna utilidad en pensar en Dios, ni el producto literario de Brunner o de este discurso que vale la pena el papel gastado en la impresión.

 

Si Dios es omnisciente, y Charnock sustenta perfectamente la omnisciencia, entonces Dios sabe que Moisés guio a los israelitas fuera de Egipto. Pero no hay ninguna razón por la cual este tema en la omnisciencia de Dios no puede ser un elemento de la mente humana también. O, tal vez deberíamos decir más con cuidado, si el hombre puede saber algo de algún modo, él puede saber algo sobre el Éxodo. Ese hombre realmente conoce alguna cosa u otra y está garantizada por la doctrina de la imagen de Dios en el hombre. La omnisciencia y la eternidad no requieren que Dios sea “totalmente Otro”. Puede haber otro punto de semejanza. Si el hombre no puede conocer todo, por lo menos podemos saber algunas cosas, pues el hombre es un ser

racional y no un tonto animal. La racionalidad y ese   punto de similitud. Sin la racionalidad divina, o supuestamente omnipotente Dios no podía decir nada, y sin la racionalidad humana el hombre no podía oír nada. Por lo tanto, asignar la eternidad a Dios no hace de El “Totalmente Otro” o incognoscible por completo.

 

La objeción menos profunda y menos importante para el ser eterno de Dios – y porque menos profunda, una conclusión anti-climática – es que la eternidad y la inmutabilidad impiden a Dios de conocer las experiencias humanas.

 

Ellas hacen de Dios externo y extraño al hombre, incapaz de simpatía y por lo tanto, removiéndolo como un objeto de adoración.

 

Sistemáticamente respuesta a esta alegación es que una persona tiene que encontrar primero lo que la naturaleza de Dios es para adorarlo y, a continuación, en lugar de erigir un criterio independientemente de lo que es digno de adoración y entonces imaginar algún ser para satisfacer el criterio. Bajo un nivel menos sistemático, algunas personas preguntan a los Cristianos si ellos piensan de Dios como sufriendo un dolor de diente. ¿Dios puede ver el color azul o tener otras sensaciones? Si puede, el debería ser un organismo corpóreo, porque los colores se supone que deben ser estimulados por ondas de energía que llegan a la retina. Dejemos a un lado la ciencia contemporánea que ha puesto en duda la realidad de las ondas de luz. Pero al menos podemos preguntar: ¿Dios tiene retinas? Estos son absurdos que resultan de la asignación de experiencias humanas a Dios. Dios realmente conoce lo que vemos azul, pero Dios no ve azul.  Ni Dios realmente tiene un absceso en el diente, aunque él sabe que tenemos uno.

 

De hecho, es porque la naturaleza eterna no puede sufrir, es que la Encarnación fue necesaria. La Segunda Persona de la Trinidad tomó sobre sí un cuerpo físico y un alma humana con el propósito de sufrir la muerte, que en su naturaleza divina Él no podría haber sufrido. Sin embargo, no hay tiempo para hablar sobre la encarnación y las dos naturalezas de Cristo.

 

Más bien, es necesario concluir  rápidamente de que, de acuerdo con la Biblia, Dios no tiene cuerpo, miembros o pasiones o de las pasiones, y de acuerdo con el Catecismo Él es espíritu infinito, eterno e inmutable en su ser, y nuestra devoción a Dios es la Santísima Trinidad  a quien adoramos.

 

 

Traducción: Raul Loyola Román

 

https://www.facebook.com/raul.loyolaroman

 

Loja-Ecuador, 11 de Noviembre 2011