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CORAZON

Amor

Vicente Cheung

Fuente: Extraído y traducido del libro El Sermón de la Montaña, Vicente
Cheung, páginas 93-96,

 

 

AMOR (Mateo 5:43-47)

“Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo. Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? «.

 

El mandamiento del amor no es una idea revolucionaria, ya que este ha sido la enseñanza en la ley desde el principio, a pesar de que es una enseñanza muchos la distorsionan y la desobedecen. Jesús vino a reafirmar este mandamiento importantísimo, y llamó a su pueblo a obedecerlo verdaderamente.

Específicamente, Jesús está aludiendo a la interpretación judía y la aplicación de Levítico 19:18, donde dice: » No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo.» El versículo se refiere en realidad a «uno de los suyos», pero no establece el mandamiento «odiarás a tu enemigo “aunque eso puede ser un no legítimamente, entendido a partir de varios pasaje del antiguo testamento.

En una ocasión, «un perito en la ley» (Lucas 10:27), que estaba preocupado por “justificarse (v. 29), prueba a Jesús con esta pregunta. Jesús responde con lo que  ahora llamamos la parábola del buen samaritano, que muestra que el prójimo no es sólo alguien que está dentro de nuestro pequeño y  exclusivo grupo, mas el prójimo puede ser alguien que nunca conocimos  en la vida y que necesita nuestra ayuda y compasión, incluso a alguien que por lo general consideramos nuestro enemigo (v. 33).

De hecho, parece que Jesús revierte la pregunta y dice en efecto: «En lugar de enfocar tanta atención sobre la definición de su ‘prójimo’, con la intención perversa de limitar el alcance de su amor, El pregunta ¿por qué usted no es un prójimo para alguien que esta en necesidad?”(ver36).

Contra el mal uso frecuente de esta ley, Jesús declara: «Pero yo os digo: Amad a sus enemigos «(Mateo 5:44). Hoy en día, tanto cristianos como  no cristianos tienen una concepto tan distorsionado y no bíblico el amor que, para que  este mandamiento sea claro, debemos especificar el significado bíblico del amor.

Muchos teólogos y comentaristas coinciden que el amor ordenado en las Escrituras es una benevolencia volitiva, más no emocional que resulta en palabras edificantes y acciones auxiliadoras para las personas. Sin embargo, unas pocas personas quieren incluir un elemento emocional con el concepto bíblico del amor.

Por ejemplo, cuando se refiere a la definición anterior, D. A. Carson escribe: «Si esto fuera así, 1 Corintios 13:3 no desaprobaría el  «amor» que le da todo a los pobres y sufre incluso el martirio, pues esas son ‘acciones concretas’ «.1 Sin embargo, este es un argumento no válido, Pablo está estableciendo el punto de que alguien puede exhibir acciones que demuestren «amor» sin tener realmente amor, a partir de eso, Carson se infiere que el elemento debe ser defectuoso, o por lo menos debe incluir la emoción. ¿Por qué? El No da ninguna justificación real para esta afirmación.

Luego se menciona 2 Samuel 13:1, 2 Timoteo 4:10 y Mateo 5:46 para presumiblemente, señalar que, como la Biblia usa la palabra amor incluye la emoción.

Sin embargo, se reconoce explícitamente que el primer ejemplo se refiere al incesto,y segundo a lo mundano, y el tercer al propio tipo de amor restrictivo sobre el cual Jesús está hablando en contra.

Dado que la mayoría de las palabras en cualquier idioma acarrean más de un posible significado, y el significado de la palabra debe ser discernido de la observación del contexto, el hecho de que la palabra «amor» a veces incluye un elemento emocional, cuando se usa en la Biblia el mismo es irrelevante. ¿o si es qué necesitamos  saber si es que   que la Biblia nos manda a tener como un elemento emocional. Carson falla en  demostrar  que sí, y, en cambio, comete el los  mismos errores que denuncia en su libro Las falacias exegéticas [Falacias Exegéticas],  en donde el apunta correctamente que la palabra puede significar diferentes cosas, dependiendo del contexto, de la forma que se origina, las definiciones de diccionarios, y el uso de la palabra en contextos no-similares no puede ser determinante. Sin embargo, Estas son las estrategias que el  utiliza para tratar de demostrar que el amor bíblico incluye la emoción.

Cuando Carson cita su concordancia de que el amor debe incluir acciones, el incluye varias Referencias bíblicas, tales como Lucas 6:32-33 y Mateo 5:44. Sin embargo, cuando afirma que el amor debe incluir la emoción, el no cita ninguna referencia bíblica.

La Definición bíblica real de amor, esto es, el amor que la Biblia nos manda a tener, se define por obediencia a la ley en todas nuestras relaciones (Romanos 13:9-10) – y eso   incluye los mandamientos que hace tanto a la mente como al cuerpo.

Así, aunque la ley puede prohibir ciertas emociones negativas, tales como nos ordena a  dominar nuestra ira (Mateo 5:22), el amor que ordena no es principalmente una emoción positiva en  un sentido romántico, este es ante todo una voluntad benevolente que resulta en la acción práctica. POR LO TANTO, EL AMOR BÍBLICO PUEDE SER SINCERO Y BENEVOLENTE SIN SER NECESARIAMENTE EMOCIONAL.

1 Carson, Matthew, p. 158.2 D. A. Carson, falacias exegéticas, Baker Book House, 1996.

En el mismo pasaje que estamos considerando ahora, Jesús parece afirmar ese entendimiento de amor cuando cita el ejemplo del Padre para ilustrar su punto, diciendo: «Él hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos «(Mateo 5:45). Es decir, el padre no necesariamente tiene que sentir cierta emoción por los malvados, pero es el tipo específico de «amor» sobre el cual Jesús está hablando demostrado por benevolencia practica del Padre, tanto para los malos como para los buenos  tal como para darles el sol y la lluvia.

Aquí hay otro ejemplo en el que el contexto determina el significado de la palabra. Jesús no estamos hablando de un amor que salva, mas aquí Él se está refiriendo a un amor que no necesariamente incluye ningún beneficio espiritual deforma alguna, sino que más bien se trata de un amor que se traduce en beneficios puramente prácticos. Por lo tanto, El se está refiriendo a una benevolencia general que  Dios nos para con todas sus criaturas – tanto malas como  buenas – no el amor específico que resulta en salvación, que El muestra  solamente para sus escogidos o electos. Cuando se trata de este segundo tipo de amor -un tipo de amor salvífico – Dios dice: «A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí» (Romanos 9:13,NVI) 0.3

Es ese  tipo de amor práctico que debemos  mostrar para con todos los seres humanos, de modo que un pasaje paralelo, Jesús dice: » Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; Bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.  «(Lucas 6:27-28). Este tipo de amor se ofrece a los malos y buenos, pero al decir esto, también estamos diciendo que ese amor no oculta las diferencias teológicas entre cristianos y no cristianos, buenos y malos, justos e injustos (v. 5). Este amor no demanda en modo alguno que penemos  que los no cristianos son mejores que lo que realmente son, porque en verdad  son injustos y malos, el sólo exige que les ofrezcamos  el mismo tipo de benevolencia práctica que ofrecemos a los  justo y bien. Sin embargo, parece que deliberadamente debemos preferir a los cristianos sobre todo cuando tenemos que elegir entre los dos: «por tanto en cuanto tenemos la oportunidad, hagamos el bien a todos, especialmente a la familia de la fe» (Gálatas 6:10).

Una vez más, lo que Jesús enseña aquí no es totalmente nuevo. Es un error pensar Antiguo Testamento, demanda que amemos sólo nuestro círculo íntimo y que Jesús, este este ahora expandiendo este mandamiento para incluir a los de fuera. Por el contrario, Jesús esta  reafirmando lo  que la ley había enseñado desde el principio. El Antiguo Testamento nunca limita la práctica del  amor sólo  al círculo íntimo de uno, pero en el mismo capítulo donde dice: «Amaras a tu prójimo como a ti mismo» (Levítico 19:18),  También dice: » Cuando el extranjero morare con vosotros en vuestra tierra, no le oprimiréis.  Como a un natural de vosotros tendréis al extranjero que more entre vosotros, y lo amarás como a ti mismo; porque extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto. «(v. 33-34)

Además, el Antiguo Testamento expresamente ordena el amor, o benevolencia práctica, incluso para el enemigo de uno: » si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo. «

(Éxodo 23:4-5) «Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer, y si tiene sed, darle la
beber «(Proverbios 25:21)..

Pablo se hace eco de esta enseñanza en Romanos 12:20, y escribe: Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber;». Pero cuando se trata de cosas espirituales, Pablo no se compromete  con el no creyente en el nombre de «amor», mas el antes mismo los maldice, diciendo: » El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema  » (1 Corintios 16:22). Tener una comprensión clara de lo que significa amar a nuestros enemigos promoverá una obediencia más precisa, y también evitara que los incrédulos nos manipulen, haciendo apelaciones ilegítimas a este mandamiento bíblico, como frecuentemente lo hacen.

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Definición bíblica de «Amor» 

 Vincent Cheung

Pablo comienza orando para que los creyentes crezcan en amor. El amor es el verdadero producto de la obra del Espíritu Santo en una persona (Gálatas 5:22), y está íntimamente relacionado a la santificación y la seguridad. En la carta en la cual Juan trata el tema de la seguridad (1 Juan 5:13), él sin delicadeza declara, “Todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor” (1 Juan 4:7-8).

Dios nos manda a andar en amor, pero muy poca gente sabe la definición bíblica de amor.

Ellos tienden a pensar que amar es principalmente una inclinación emocional que uno siente hacia el otro. Pero la Biblia explícitamente define el amor para nosotros; nos dice lo que significa amar a Dios y amar a otras personas. Juan escribe, “Este es el amor a Dios: obedecer sus mandamientos” (1 Juan 5:3), y también, “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios: porque amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos” (5:2). En otra parte, Pablo explica que el amor obedece y realiza los mandamientos de Dios acerca de cómo debemos tratar a otra gente (Romanos 13:8-10).

Por lo tanto, cuando Dios nos manda a amarle a él y a otras personas, nunca está apelando a nuestras emociones, sino que él está apelando a nuestra volición. Es decir,por la gracia soberana de Dios, nosotros podemos decidir obedecer los mandamientos de Dios concerniente a como debemos tratar con Dios y otras personas, y esta decisión para amar es reflejada por las correspondientes acciones. Cuando Dios nos manda a amar a otros, él ciertamente no está diciendo, “tú debes estar emocionalmente inclinado hacia otras personas”, En lugar de eso, él está diciendo, “tú debes relacionarte con otras personas de acuerdo con los divinos preceptos registrados en la Escritura”.

Pablo no está orando para que los filipenses comiencen a amar, puesto que ellos ya han demostrado su amor por ser socios en el evangelio. En vez de eso, Pablo está orando para que ellos puedan abundar en amor o superabundar con amor. Esto incluiría mayor y mayor autonegación por causa del evangelio.

¿Cómo irá a suceder este crecimiento en amor? Si el amor tiene que ver con la obediencia consciente a los preceptos y mandamientos bíblicos, entonces se necesita un previo conocimiento intelectual de estos preceptos y mandamientos. En efecto, Pablo ora que su amor “abunde más y más en conocimiento y profundidad de percepción” (1:9). Puesto que la palabra traducida “en” a menudo significa “por” o “con”, es posible traducir la sentencia como, “Oro para que vuestro amor abunde por medio del conocimiento” (27). Realmente, una traducción tiene, “Oro para que vuestro amor os mantenga en crecimiento por causa de vuestro conocimiento y percepción interior” (traducción de God’s Word). En cualquier caso, cualquier traducción o explicación de este versículo que separa el amor y el conocimiento está errada.

La palabra traducida “conocimiento” ocurre veinte veces en el Nuevo Testamento. Más que unos pocos estudiosos anti-intelectuales tratan de suavizar o distorsionar su significado e implicación, especialmente ya que la palabra aparece aquí en estrecha conexión con el amor; sin embargo, la palabra siempre se refiere al conocimiento intelectual acerca de las cosas de

Dios, una “comprensión mental de una verdad espiritual” (28), “conocimiento doctrinal”

(29) y “Conocimiento teológico” (30). Por lo tanto, estudiando la Escritura, escuchando sermones, leyendo libros, y ocupándose en discusiones teológicas todo tiene una directa relación con vuestro crecimiento en amor y obediencia.

Es verdad que si tú tienes conocimiento sin amor, entonces tu no eres nada (1 Corintios 13:2). Sin embargo, mucha gente que enfatiza esto no conoce la definición bíblica de amor, así que lo que ellos entienden es que tú debes tener fervor emocional en adición al conocimiento teológico. Pero la Biblia no enseña esto. Además, su “remedio” es que tú tienes que considerar el amor (falsamente definido por ellos) como superior al conocimiento.

Pero esto es también falso.

27Clark, p. 20.

28Martin, p. 66.

29James Montgomery Boice, Philippians: An Expositional Commentary; Baker Books, 1971, 2000; p.46.

30Motyer, p. 56.

 

Más bien, puesto que el amor es la obediencia a los mandamientos de Dios en todas tus relaciones, sea con Dios o con otra gente, tener conocimiento sin amor significa que tú no obedeces lo que tú sabes que Dios exige de ti.

Además, el amor no es superior al conocimiento, tal como tu obediencia a los mandamientos de Dios no es superior a tu conocimiento de los mandamientos de Dios, ya que la obediencia a los mandamientos de Dios no es aun posible sin el conocimiento de los mandamientos de Dios. Tú debes conocer primero estos mandamientos antes de que tú puedas conscientemente obedecerlos y deliberadamente ordenar tu vida por ellos. La teología hace posible el amor.

Jesús concluye su Sermón del Monte diciendo que debemos oír sus palabras y ponerlas por obra (Mateo 7:24-27). Si nosotros no escuchamos primero sus palabras, entonces no hay nada para que pongamos por obra.

Andar en un tipo de “amor” que no tiene un previo conocimiento de los mandamientos y preceptos de Dios es practicar realmente una moralidad pecaminosa y arbitraria. Por lo tanto, para andar en el amor bíblico tú debes tener conocimiento teológico; por otro lado, tú sólo estás engañándote a ti mismo al pensar que estás andando en amor, y que Dios aprueba lo tuyo más que aquellos que son diligentes estudiantes de teología. Si tú te niegas a estudiar teología, ya has mostrado que no amas a Dios.

Mucha gente usa mal 1 Corintios 8, el cual dice, “El conocimiento envanece” (v. 1). Sacando esto fuera de contexto e ignorando otros versículos importantes, ellos han usado este pasaje para hacer falsos contrastes entre el conocimiento y el amor, y así atacar el conocimiento teológico. Sin embargo, el versículo 1 completo dice, “Ahora en cuanto a la comida sacrificada a los ídolos: nosotros sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor edifica”.

Parafraseando, Pablo está diciendo que todos nosotros sabemos algo en cuanto a como considerar el alimento sacrificado a los ídolos, pero si tú no estás obedeciendo los preceptos de Dios en tu relación con otros (esto es, andar en amor), entonces en lugar de hacer algo constructivo con este conocimiento, sólo te hace pensar que eres superior a los otros.

Es decir, el conocimiento sin obediencia puede hacerte vano, pero el conocimiento con obediencia edificará a la iglesia. Por otro lado, hay gente que, porque ellos no tienen conocimiento, tienen una definición no bíblica del amor. Y es precisamente por andar en este tipo no bíblico de amor que piensan que son superiores a aquellos que tienen conocimiento teológico. Así que hay quienes tienen conocimiento bíblico pero se niegan a obedecerlo (es decir, andar en amor), y luego hay quienes piensan que andan en amor, pero se niegan a desarrollar un conocimiento bíblico. El primer grupo trae condenación sobre sí mismo, puesto que ellos desobedecen lo que saben en cuanto a los mandamientos de Dios, y el segundo grupo no tiene ni conocimiento ni amor, y está completamente en la oscuridad (31). Dios desaprueba ambos tipos de gente.

En cualquier caso, Pablo tiene la más alta consideración por el conocimiento teológico como se relaciona con la vida y el ministerio. Por ejemplo, en respuesta a una crítica en cuanto a su habilidad para hablar, él escribe, “Puedo ser tosco al hablar, pero yo tengo conocimiento” (2 Corintios 11:6). Él no dice, “Pero yo tengo amor”. El conocimiento teológico es la base para la vida, el ministerio, y el amor. Fallar en entender y aceptar esto resultará en una vida cristiana desfigurada y estropeada, si se puede llamar cristiana del todo.

Pablo ora para que el amor de los filipenses abunde “en conocimiento”, pero él dice que este amor debería también crecer en “profundidad de percepción”. La palabra traducida “profundidad de percepción” puede significar “percepción”, “discriminación”, o “discernimiento” (KJV). Pablo se está refiriendo a la facultad que capacita a una persona para discriminar entre lo correcto y lo incorrecto, lo bueno y lo malo, y tomar decisiones morales.

El versículo 10 proporciona el contexto que confirma este modo de entenderlo: “… de modo que ustedes puedan ser capaces de discernir lo que es mejor y puedan ser puros e irreprensibles hasta el día de Cristo”. Es la habilidad para hacer sanos juicios morales que permiten al creyente permanecer “puro e irreprensible”. Dado este contexto, “todo discernimiento” (NKJV, NASB, ESV) es una mejor traducción.

Así Pablo está orando para que su amor crezca en conocimiento teológico y en discernimiento moral. La idea contemporánea del amor a menudo suma a una no discriminación y no discernimiento la aceptación de la desobediencia. Sin embargo, el amor bíblico se refiere a la obediencia de los mandamientos divinos en todas nuestras relaciones, caracterizado por una discriminación moral. El amor bíblico es discernimiento en el sentido que hace juicios morales en cuanto a la gente, y entonces hace algo acerca de ello (1 Corintios 5:3-5).

Jesús nunca habló contra este tipo de discernimiento moral; más bien él habló sólo contra los juicios hipócritas y no bíblicos. Él estaba contra aquellos que juzgan a otros pero se niegan a juzgarse a sí mismos con el mismo estándar, y él estaba contra aquellos que usan estándares de juicio no bíblicos, tales como la tradición humana. Por ejemplo, él dice, “Hipócrita, primero

quita la viga de tu propio ojo, y entonces verás claramente para remover la paja del ojo de tu hermano” (Mateo 7:5). Él nunca dijo que tú no deberías “remover la paja del ojo de tu hermano”, sino sólo que tú deberías “primero quitar la viga de tu propio ojo”. Esto habla contra la hipocresía y no se opone a hacer juicios morales.

Lo mismo es verdad con Pablo. En Romanos 2, él escribe que aquellos que juzgan a otros pero que hacen las mismas cosas no pueden escapar al juicio de Dios. Pero su intención es argumentar por el hecho de que cada uno es un pecador, y tiene necesidad de salvación por la soberana gracia de Dios. Por ejemplo, los judíos podían juzgar a los gentiles como pecadores debido a que ellos cometían asesinato y adulterio, pero los mismos judíos también cometían asesinato y adulterio; por lo tanto, los judíos no debían pensar que ellos estaban exentos de juicio sólo porque eran judíos. Pero Pablo no dice que sus juicios son falsos, sino meramente hipócritas -él nunca dice que el asesinato y el adulterio son aceptables. De hecho, el agrega, “Ahora nosotros sabemos que el juicio de Dios contra los que hacen tales cosas está basado en la verdad” (Romanos 2.2).

Una vez un adúltero me dijo, “¡Así que yo soy un pecador! Pero se supone que tú amas a los pecadores, y se supone que tú me ames”. Sin embargo, él se refirió a sí mismo como un “pecador” sólo porque eso es lo que yo le llamaría a él, y él nunca pensó eso como una admisión de que su adulterio era malo. Él era ciertamente diferente al hombre en Lucas 18, que dice en humilde arrepentimiento, “Dios, ten misericordia de mi, pecador” (v. 13). Y al decir que se suponía que yo tenía que “amarle”, él pretendía que yo debía aceptarle con su adulterio, y le detuve diciéndole que estaba equivocado.

Este hombre estaba usando términos cristianos para manipularme y silenciarme. Yo vi a través del engaño y lo expuse, pero su estrategia también obra frecuentemente con cristianos que tratan de traer pecadores al arrepentimiento. Nuevamente debemos culpar de esto a una ignorancia de la teología, ya que estos creyentes no serían así fácilmente confundidos, sino que serían más bien inmunes a la manipulación si ellos entendiesen lo que estas palabras bíblicas significan.

La próxima vez que alguien te exija que le ames, piensa exactamente en cuanto a lo que él pretende por ello, y exactamente lo que él está diciendo que tú deberías hacer. Si lo que él está diciendo no es bíblico, no estás obligado a hacerlo. Él sabe que tú te sometes a la autoridad bíblica, y está tratando de usar esa autoridad para manipularte falseando esa autoridad para ti.

No te dejes engañar – cuando sea apropiado, el amor bíblico valientemente confronta a la gente por sus transgresiones, y los reprende marcadamente por sus herejías (Proverbios 27:5; Tito 1:13). Esto no se trata de conseguir algo de auto- satisfacción desde el menosprecio a los otros, sino que es para despertarlos y restaurarlos. Ya sea suave o dura, la confrontación es el medio bíblico por el cual Dios a veces concede soberanamente arrepentimiento a los pecadores.

Por obtener el conocimiento teológico que hace posible el amor, y por crecer en el discernimiento moral que permite a este amor discriminar entre lo bueno y lo malo, el creyente es preservado “puro y sin mancha” ante Dios. “Saber y discernir son así básicos para toda la tarea de la vida cristiana, pero seguramente en especial para el deber del amor cristiano” (32).

Mientras que Dios salvó al creyente cuando era pobre en espíritu, ahora ha llegado a ser rico en fe, y “lleno con el fruto de justicia” (v.11). Sin embargo, todas estas bendiciones vienen “a través de Jesús Cristo”. Es decir, sólo los cristianos pueden ser “puros y sin mancha” delante de Dios, no por sus propios méritos y esfuerzos, sino por medio de Cristo solamente. Y todo esto es para el fin último de “la gloria y alabanza de Dios

Vincent Cheung

Fuente: comentario sobre filipenses paginas 24-28

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Amor Bíblico

VINCENT CHEUNG

                                                                                                                                                       Traducción: Raúl Loyola Román

Siempre que oramos por ustedes, damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, pues hemos recibido noticias de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos a causa de la esperanza reservada para ustedes en el cielo. De esta esperanza ya han sabido por la palabra de verdad, que es el evangelio que ha llegado hasta ustedes. Este evangelio está dando fruto y creciendo en todo el mundo, como también ha sucedido entre ustedes desde el día en que supieron de la gracia de Dios y la comprendieron plenamente. Así lo aprendieron de Epafras, nuestro querido colaborador y fiel servidor de Cristo para el bien de ustedes.Fue él quien nos contó del amor que tienen en el Espíritu. . (Colossenses 1:3-8,)

Al igual como Pablo tenía en mente una fe que es específica – es “la fe… en Cristo Jesús “- él tenía en mente un amor que también es específico – es” el amor que tiene por todos los santos “Algunos comentaristas observan que en este pasaje –fe- caracteriza nuestra relacionamiento” vertical “con Dios, por cuanto amor caracteriza nuestro relacionamiento” horizontal “con otras personas. Esto es cierto en el pasaje en cuestión, pero sería un error deducir de este principio general de que obligue rígidamente a distinción. Esto se debe, entre otras cosas, que el amor también debe caracterizar nuestra relación vertical con Dios.

 Aunque la fe a veces se asocia con un sentimiento de confianza, esta no debe ser identificada como un sentimiento en si. Más bien, fe es la Creencia en las proposiciones divinamente reveladas y es en sí misma independiente de sentimientos que pueden fluctuar. Sentirse bien con una proposición bíblica es diferente de creer en ella. Del mismo modo, aunque el amor es a veces acompañado por ciertas emociones, el amor en si mismo no es una emoción. La idea de que el amor es una emoción, o esta necesaria y proporcionalmente asociada con ciertas emociones, ha causado un daño catastrófico al desarrollo intelectual y ético de innumerables creyentes.

 La Biblia habla de amor como la disposición de pensar y actuar para con otras personas  (incluyendo  Dios) de acuerdo con los preceptos y las leyes divinas – es decir, tratarlos como Dios nos manda a tratarlas. Este amor no tiene ningún vínculo directo con alguna emoción, la cual, sin cualquier connotación negativa inherente, definimos como un tipo de disturbio mental. Este disturbio puede ser positivo o negativo, pero es un disturbio.

 Como escribe Pablo en Romanos 13: “Todos [mandamientos] se reducen a este precepto: ‘. Ama a tu prójimo como a ti mismo” El amor no practica mal contra el prójimo. Por lo tanto, el amor es el cumplimiento de la ley “(v. 9-10). Tenga en cuenta que el amor es el cumplimiento y no la substitución de la ley. No tratamos a las personas con amor en lugar de tratarlos de acuerdo con la ley. Por el contrario, tratarlas con amor es tratarlas de acuerdo con la ley o los mandamientos de Dios.

 Él dice que los mandamientos, tales como “No cometerás adulterio” y “No matarás” se resumen en el mandamiento para amar. Un resumen no es diferente o superior a las cosas que el expresa. De hecho, para entender verdaderamente los detalles representados por el resumen, tenemos que examinar las cosas que él resume. Por lo tanto, el mandamiento para amar no es diferente o mejor que los otros mandamientos – el amor es definido por estos mandamientos en primer lugar.

 La Escritura define nuestro amor para con Dios de la misma manera. Jesús dice a sus discípulos en Juan 14:23, “si alguien me ama, obedecerá mi palabra” – no que él se sentirá de cierta forma o tendrá cierta emoción. Si él ama, obedece. Entonces Él dice: “Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos “(15/12/13). No hay Ninguno emoción aquí. El mandamiento es amar, y ese amor significa acción heroica y sacrificada en beneficio de los demás.

 Muchas personas que se sienten totalmente perturbadas por dentro al más leve sufrimiento de los otros, nunca sacrificaría su comodidad personal para rescatarlos, por no decir salvar sus vidas. Mas se les ha enseñado – por la cultura,  tradición,  filosofía  anti-cristianas, mas no por la Escritura – que eso representa  compasión. Ellas Gimen y lloran por ellos – eso no es amor. Si bien puede que ellos se sientan muy compasivos y espirituales, eso nada tiene que ver con el amor.

En sus momentos más sobrios, teólogos y comentaristas admiten que el amor bíblico tiene que ver con pensar y actuar de acuerdo con los mandamientos de Dios para con otras personas, y que este amor no tiene nada que ver con un tipo particular de disturbio mental, o emoción. La Escritura es clara en esto; no es algo difícil de reconocer. Como un comentarista escribe: “La Biblia habla del amor como una acción y actitud, no apenas   una emoción… Los cristianos no tienen excusa para no amar, porque el amor cristiano es una decisión cristiana de actuar en el mejor interés de los demás. “

 Definir el amor como una emoción deja a alguien con una excusa, ya que nuestros sentimientos pueden fluctuar. Por otra parte, esta definición genera culpa innecesaria sobre la persona que no siempre siente lo que piensa que debe sentir hacia las otras personas. ¿Y si el amor es una emoción, entonces que emoción es exactamente? Es decir, ¿qué se debe sentir? Pero de acuerdo a la Biblia, si una persona trata a los demás constantemente de acuerdo a los mandamientos de Dios, independientemente de cómo se siente, entonces ella anda en amor. Por otra parte, la persona que no hacen nada más que se desmorona en un descontrol espiritual a cualquier señal de sufrimiento humano, no anda en amor. Ella es un aborrecimiento sin amor, y bien podría parar de fingir.