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 Contradicciones » aparentes «

Vincent Cheung

Traducción: Raul Loyola Román

Es posible que dos proposiciones puedan parecer contradictoras para una persona, cuando en realidad no lo son lógicamente contradictorias. El problema esta, pues, con la persona y no con las proposiciones. Tal vez el cometió un error en el razonamiento, o tal vez le falte alguna información que ella necesite para correctamente comprender las proposiciones. Sin embargo, yo sostengo que (y este es el punto impopular), mientras dos proposiciones parecen contradictorias a una persona (si son o no son lógicamente contradictorias), él no puede verdaderamente afirmar ambas proposiciones. Esto se debe a que, para dos proposiciones ser contradictorias (ya sea en apariencia o en la realidad) necesariamente significa que afirmar una al mismo tiempo que se niega otra. Por lo tanto afirmar dos proposiciones contradictorias en realidad es negar ambas en orden inverso.

Esto es, si X e Y son contradictorios, entonces X = no Y, y Y = no- X. Entonces, afirmar tanto X como Y es lo mismo que afirmar no -Y no -X, lo que invalidaría tanto X como Y, solamente que en sentido inverso. En efecto, puesto que no -Y y no – X=Y , entonces esto significa negar tanto X como Y  es realmente afirmar ambos en orden inverso . Mas, de nuevamente afirma, ambos y negar ambos, y así ad infinitum . Por lo tanto, afirmar dos proposiciones contradictorias (sean contradictorios en apariencia o en la realidad) es no decir nada, o peor que nada.

Ahora, estoy de acuerdo en que cuando una persona ve a dos proposiciones en las Escrituras que parecen contradecirse entre sí, él tiene que «saber » que la contradicción es sólo en su propia mente y que las propuestas parecen contradecirse entre sí sólo por su propia falta de comprensión o el razonamiento falaz, y que no hay contradicción lógica real. Mas yo diría que en cuanto a las dos proposiciones anteriores que parecen contradictorios, el todavía no puede verdaderamente afirmar las dos al mismo tiempo. Ya que la Escritura realmente no se contradice, esto es sólo otra manera de ver que una persona no puede realmente afirmar una proposición hasta que realmente el entienda y correctamente lo que la proposición significa. O bien, una persona no puede realmente afirmar una porción de la Escritura que el no entienda verdadera y correctamente. Si el no entiende el significado de la proposición, entonces, sea lo que fuere lo que el este afirmando, en realidad no es esta proposición, mas alguna otra proposición en su mente. Mi posición en este punto es correcta por necesidad oponerse a ella sugeriría que alguien puede afirmar una proposición que incluso ni entró en su mente, lo cual sería absurdo.

Esto es cuando una persona lee las proposiciones X y  Y , mas  entiende mal , por lo menos, una de las proposiciones , de forma   que su mente perciba X y A , entonces si X y A se contradicen , sin embargo  X y  Y no se contradicen , entonces parecerá a la persona que  X y Y se contradicen , aunque X y A en realidad se contradigan , ya que la persona piensa que él está pensando sobre X y Y, cuando en realidad están pensando en X y A.

Una proposición bíblica mal entendida se convierte en una proposición no-bíblica en la mente de una persona. Una proposición bíblica sin duda puede contradecir a un no -bíblica o dos proposiciones no bíblicas ciertamente puede contradecir. Esto es lo que realmente sucede cuando una persona ve una «aparente » contradicción en la Escritura. Uno o ambos lados de la supuesta contradicción no es realmente una proposición bíblica, ya que ha sido distorsionada o mal entendida.

O bien, una persona puede entender correctamente la proposiciones X e Y, pero entonces afirmar también alguna otra falsa premisa Q, que parece hacer que X e Y e contradigan, cuando por si mismo no se contradigan.

Un ejemplo es la relación entre soberanía divina (X) y la responsabilidad humana (Y). Por sí mismos, no hay contradicción entre las dos proposiciones, ya sea real o aparente. Sin embargo, los dos parecen contradecirse entre sí una vez que usted impone la premisa “responsabilidad presupone la libertad » (Q). De repente parece que X contradice Y. De hecho, si Q es verdadera, entonces habría una contradicción real, y no sólo una aparente.

Mas una vez que nos damos cuenta de que Q es falsa, incluso la apariencia de una contradicción desaparece. La clave, entonces, es entender correctamente lo que dice la Escritura, y no aumentar a ella sus falsas ideas que no provienen de la Escritura de ninguna manera.

En resumen, si una persona entiende lo que la Biblia esta diciendo en cada instancia, en ningún momento dos proposiciones de la Biblia parecerán contradictorias para el. Esto es porque, en realidad, no hay ningún caso de dos proposiciones que contradicen la Biblia. Pero si la persona no siempre entienden la Biblia correctamente, entonces, en algunos casos, dos proposiciones pueden parecer que se contradicen entre sí (aunque en realidad no se contradicen). En estos casos, incluso él puede «saber » que la contradicción es sólo «aparente «, ya que ambas proposiciones son encontradas en la Biblia. Sin embargo, no puede afirmar ambas, mientras que todavía le parecen contradictorias. ¿Qué debería hacer? Debe estudiar para entender el verdadero significado de cada proposición, y cuando esto ocurre, verá, en primer lugar, que la contradicción nunca existió.

Al no entender y reconocer lo anterior, los cristianos con frecuencia y rápidamente también, gritan: » Misterio » y » Paradoja » Cuando nos enfrentamos a las proposiciones bíblicas que son, obviamente, no-contradictorias, salvo que sean echas contradictorias por alguna distorsión espectacular o alguna extraña suposición extra- bíblica. Esto no es un signo de reverencia genuina. Esto es de hecho una negación implícita de la perspicuidad (claridad) y la unidad de la Escritura, y un tremendo insulto a la integridad y la sabiduría de Dios, que inspiró las Escrituras para que nosotros podamos entender, creer y obedecer. En vista de ello, parece casi trivial mencionar que este recurso ilegítimo al misterio y la paradoja también otorga innecesariamente munición para los enemigos de la fe.

Por lo tanto, si queremos honrar verdaderamente la grandeza de Dios, debemos afirmar con valentía y con reverencia que la Escritura es clara, no contradictoria en todo aspecto.

VINCENT CHEUNG

Traduccion: Raul Loyola Román

LECTURA RECOMENDADA :

Vincent Cheung, Teología Sistemática (versión PDF) , p . 18-20 .

Vincent Cheung, Comentario sobre Efesios (versión PDF) , p . 16-18.